EL MAESTRO DEL DISCIPULADO
En el principio Dios creó un mundo perfecto y sin pecado. Los seres humanos gozaban del privilegio de honrar, adorar y seguir a su Creador. La vida debería haber continuado así por toda la eternidad.
Sin embargo, Satanás sedujo a nuestros primeros padres terrenales, y así le robó a la humanidad su significado máximo, su propósito y su importancia. La rebelión se multiplicó e infectó al planeta entero.
El sacrificio de Cristo nos proporcionó nuestra única esperanza. La redención del Calvario nos ofrece libertad, y nuestra única salida de la insignificancia y la falta de sentido. A los humanos pecadores se les ofreció la libertad, el perdón y la oportunidad de restauración a su condición original.
Dios llama a los creyentes de todas partes a ser heraldos de esta gracia incomparable; a ser embajadores que comuniquen esta redención divina a los que están esclavizados por Satanás, y los llamen a seguir, a adorar y a alabar a su Hacedor. El ejemplo de Cristo al hacer discípulos debe ser el modelo que sigan los creyentes al responder a la Gran Comisión (Mat. 28:19, 20).
Por lo tanto, el tema de nuestro trimestre es el discipulado. Aunque el término tiene muchas facetas, en este estudio consideraremos el discipulado como el proceso por el cual llegamos a ser seguidores de Jesús y, como tales, mejores ganadores de almas.
Después de todo, Jesús es el ejemplo de todo cristiano; especialmente, en la tarea de ganar almas. ¿Sería lógico suponer que las claves para el evangelismo efectivo se descubren en la psicología popular, las técnicas del mercadeo masivo y los elaborados programas de promoción, en vez de seguir el sencillo ejemplo de Cristo?
¿De qué modo atrajo Jesús a sus seguidores? ¿Qué podemos aprender del ejemplo de Cristo, que nos permita ser más efectivos al conducir a otros a él?
¿Cómo podemos cumplir la Gran Comisión? ¿De qué manera apeló Jesús a grupos tan diversos: los ricos y los indigentes, los religiosos y los no religiosos, los políticamente poderosos y los indefensos? ¿Cómo abrió Jesús los corazones endurecidos; inspiró esperanza a los desechados; despertó tiernamente el corazón sensible de los niños; y pasó por alto las barreras étnicas y sociales, a fin de hacer discípulos? ¿De qué forma penetró las fortalezas de la riqueza y el poder, soltó las envolturas de los arrogantes líderes religiosos, y reanimó la esperanza entre los que luchaban contra una enfermedad terminal?
Estas no son preguntas meramente de análisis para estimular el intercambio intelectual; más bien, son áreas vitales de estudio para los cristianos que, apasionadamente, desean seguir el ejemplo de Jesús de guiar a las ovejas perdidas al amante Pastor.
Pablo también desafió a los creyentes a que lo siguieran así como él seguía a Cristo. Es impensable que, en el siglo XXI, los creyentes acepten una norma inferior a la que Pablo estableció en el siglo I.
Al fin, seguir a Jesús excede ampliamente la limitada visión de que el discipulado son métodos para corregir conductas y hábitos aberrantes, por importantes que sean esos cambios. Una comprensión amplia del discipulado es incompleta hasta que incorpora un deseo apasionado de seguir a Jesús y, como resultado sobrenatural, un deseo apasionado de conducir también a otros a Cristo.
O, como se nos ha dicho muy elocuentemente: “Tan pronto como viene uno a Cristo, nace en el corazón un vivo deseo de hacer conocer a otros cuán precioso amigo ha encontrado en Jesús; la verdad salvadora y santificadora no puede permanecer encerrada en el corazón. Si estamos revestidos de la justicia de Cristo y rebosamos de gozo por la presencia de su Espíritu, no podremos guardar silencio. Si hemos gustado y visto que el Señor es bueno, tendremos algo que decir a otros. [...] Anhelaremos ardientemente seguir en la senda que recorrió Jesús” (CC 77, 78).
Este es el tema de este trimestre.
Dan Solís nació en Texas, Estados Unidos, y es nieto de un trabajador agrícola inmigrante. Tiene títulos de posgrado de la Universidad Andrews y del Seminario Teológico Reformado, y ha servido a la iglesia como pastor, director de departamentos en Asociaciones y profesor universitario. Junto con su esposa, Cindy, una maestra de educación primaria, tienen tres hijos adultos que sirven al Señor en Wáshington, California y Tennessee, EE.UU.
Las Guías de Estudio de la Biblia son preparadas por la oficina de las Guías de Estudio de la Biblia para Adultos de la Asociación General de los Adventistas del Séptimo Día. La preparación de estas guías ocurre bajo la dirección general de una comisión mundial de evaluación de manuscritos para la Escuela Sabática, cuyos miembros actúan como consultores. Las lecciones publicadas reflejan las sugerencias de la comisión, de modo que no representan exclusivamente la intención del autor de ellas.
Contenido de la Lección de Escuela Sabática "El Discipulado" en PDF
Introducción: El Maestro del Discipulado
Lección 01: Los discípulos y las Escrituras
Lección 02: Discipular mediante metáforas
Lección 03: El discipulado y la oración
Lección 04: Discipular a los niños
Lección 05: Discipular a los enfermos
Lección 06: Discipular a la gente “común”
Lección 07: Jesús y los “desechados” sociales
Lección 08: Con los ricos y famosos
Lección 09: Discipular a los poderosos
Lección 10: Discipular a las naciones
Lección 11: Discipular a los líderes espirituales
Lección 12: La siega y los segadores
Lección 13: El costo del discipulado
Descarga la Lección de Escuela Sabática "El Discipulado" del 1er Trimestre 2014 en PDF - Completo
Leer Online:
Compromiso de Estudio de la Lección
FUENTE:
* Sabbath School & Personal Ministries
* Adult Biblie Study Guide
Dios Los bendiga!!!
Gracias por la oportunidad de poder contar con la leccion en forma virtual me ayuda bastante y tambien a mi familia DIOS los BENDIGA
ResponderBorrarLa verdad, creo que este es un buen sitio cristiano para compartir herramientas de estudio que nos ayudan en el crecimiento espiritual. Agradezco por ello y les exorto a continuar con ello. Bendiciones!
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