Auxiliar para Directores de Escuela Sabática | Preparación para el Tiempo del Fin | 2do Trimestre 2018 | PDF
Formación de líderes: una tarea fundamental en la Escuela Sabática
En 2009, una encuesta realizada por la Empreenda Consultoría y publicada por la revista Época Negócios apuntaba a una realidad sorprendente: el 62% de los 1065 ejecutivos de alto cargo entrevistados consideraban que no había líderes en cantidad y calidad suficientes para ejecutar la estrategia de crecimiento de sus compañías.
La iglesia es una institución mucho más importante que cualquier empresa, ya que de su buen desempeño depende la salvación de muchas personas.
Una de las principales preocupaciones de la Escuela Sabática debería ser dejar legados. Muchas veces estamos más preocupados por los resultados del “hoy” que comprometidos en la formación de líderes para el futuro. La formación de líderes debería ser una prioridad en la agenda de la mayoría de los directores de Escuela Sabática.
Ir a la batalla sin Dios no es nada fácil, y menos contra un enemigo poderoso y audaz. La Biblia nos muestra que el gigante Goliat estuvo gritando varios días, semanas, y ningún soldado reaccionaba.
¿Por qué los soldados del ejército de Saúl no pudieron matar al gigante?
Porque Saúl no era asesino de gigantes, y no podía enseñarles lo que él mismo no conocía: matar gigantes.
Se cumple una expresión que muchas veces usamos: no podemos enseñar algo que no sabemos; no podemos transmitir lo que sentimos; no podemos dejar un legado sin construirlo primero.
Saúl no sabía enfrentar los problemas. Como consecuencia de eso, su ejército tampoco.
Por otro lado, David se preocupaba por dejar un legado.
El mismo ejército, el mismo enemigo:
Leemos en 2 Samuel 21:22: “Estos cuatro eran descendientes de los gigantes en Gat, los cuales cayeron por mano de David y por mano de sus siervos”. Al contrario de Saúl, David había armado un proyecto que contenía entrenamientos especí- ficos para sus soldados, o valientes, como se los llama. Después de algunos años, vemos no solo a David, sino también a sus propios soldados matando gigantes. David sabía que no bastaba solo con saber matar y derrotar los obstáculos, él tenía que enseñarles a sus soldados, entrenarlos para las batallas de esta vida, luchando contra un ejército compuesto por hombres y soldados comunes o con gigantes.
Solo quien sabe matar gigantes puede enseñar a hacerlo. Solo puede enseñar a orar quien ora. Solo podemos enseñar a ayunar si ayunamos. Solo podemos re- comendarles a nuestros liderados que lean la Biblia si nosotros la leemos. “Las palabras convencen; el ejemplo arrastra”.
David sabía que no era suficiente con hablar, filosofar, mandar, escribir... En algunos momentos, él mismo entraba en la guerra y mostraba cómo hacerlo. En el versículo 15 del capítulo 21 de 2 Samuel, vemos que él estaba en medio de la pelea. Él había luchado tanto que se cansó y casi lo matan. Sin embargo, como tenía un ejército preparado, con experiencia (no era un ejército débil, miedoso), en ese mismo momento, sus valientes lo socorrieron y mataron al gigante.
Trabajar para dejar un legado puede salvar la vida de nuestra familia e incluso la nuestra.
Si usted anda con quienes matan gigantes, se convertirá en uno de ellos. Cuando usted sea uno de ellos, podrá enseñarles a sus hijos, hermanos e iglesias a cómo vencer, al lado de Dios, a los enemigos que intentan intimidar su fe.
Edison Choque Fernández
Director del departamento de Escuela Sabática – DSA
Twitter: @predisonchoque
Leer online:
Fuente:
* Adventistas.org
Dios lo bendiga!!!
Post A Comment:
0 comments:
Escribe tu comentario.