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Primarios | Lección 3: Un tesoro escondido | 3er Trimestre 2023 | Año D

Primarios | Lección 3: Un tesoro escondido | 3er Trimestre 2023 | Año D

Lección 3:
Un tesoro escondido

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Textos clave y referencias:
2 Reyes 22; 2 Crónicas 34
Profetas y reyes, caps. 32-33.
Versículo para Memorizar:
“Tu palabra es una lámpara a mis pies; es una luz en mi sendero”. (Salmo 119:105).
Mensaje:
Dios nos guía al escuchar, estudiar y obedecer su Palabra.

¡Has estado esperando algo con mucho entusiasmo, pero de pronto todo pareciera ir mal? Josías se emocionó mucho cuando Safán vino con el rollo del libro de la ley que encontraron en el templo, pero entonces:.

Safán regresó a ver al rey Josías y le informó acerca de la obra en el templo.

—Los constructores están haciendo un buen trabajo. Usaron el dinero en la reconstrucción del templo, tal como se les pidió. Han comprado materiales y les pagaron a los trabajadores —entonces añadió—: Y Jilquías, el sumo sacerdote, me dio un libro.

Safán le mostró el libro al rey Josías.

—¿Qué es este libro? —preguntó el rey Josías.
—Es el libro de la ley que estuvo perdido durante el reinado de tu abuelo
—respondió Safán.

El rey Josías se sentó en su trono. Con una mirada de asombro y a la vez con una gran sonrisa, dijo:

—¿De verdad? ¡Qué maravilloso! Léemelo por favor.


El rey Josías escuchó atentamente. Mientras Safán leía, la sonrisa del rey se iba convirtiendo en un gesto de desagrado. Se lamentó y lloró. Entonces se rasgó las vestiduras en señal de duelo. No podía creer lo que había escuchado. El libro decía que los israelitas iban a ser castigados por sus pecados. “He tratado tanto de ayudar a la gente a hacer lo correcto” —pensó Josías.

—Debemos preguntarle al Señor acerca de las palabras de este libro —le dijo el Rey a Safán—. Sé que el Señor está enojado por lo que hicieron mi padre y mi abuelo. Ellos guiaron al pueblo a hacer el mal. Descubre qué es lo que le va a pasar a la gente que está viva hoy.
Safán y algunos otros hombres fueron a ver a la profetisa Hulda. (Hulda era familiar del sastre del Rey.) Cuando llegaron a su casa, le leyeron lo mismo que el Rey había escuchado.

—Hulda, por favor explícanos esto. ¿Qué significan estas palabras? —le preguntaron.


—Díganle al Rey que esto es lo que dice el Señor Dios —dijo Hulda—. Voy a hacer todas las cosas que están escritas en este libro. La gente me ha desobedecido. Han hecho muchas cosas malas y estoy enojado con ella. Deben ser castigados para que no pequen más.

—Pero digan al rey Josías que Dios tiene un mensaje especial para él —continuó diciendo Hulda—. Dios le dice a Josías: “Tú has escuchado mis palabras acerca de lo que va a pasarle a tu pueblo. Te sientes triste por lo que han hecho. Incluso has rasgado tus vestiduras para mostrar lo preocupado que estás. He escuchado tus lamentos y voy a dejar que mueras en paz. No vas a tener que ver todo el mal que vendrá sobre tu pueblo”.

Safán le llevó a Josías el mensaje enviado por Hulda.

El rey Josías sabía ahora que no podría salvar a la gente de su castigo. Pero podía hacer que no sucediera inmediatamente. Los iba a ayudar a seguir a Dios. Y ellos podían enseñar cada uno a su familia a hacer lo mismo. Josías decidió hacer todo lo que le fuera posible para ayudar a preparar a las personas para que sirvieran a Dios.

Entonces hizo reunir a todo el pueblo, incluyendo a los viejos dirigentes del reino y a los sacerdotes. Juntos fueron al templo. Allí les leyó porciones del libro de la ley.

—Pueblo mío, yo deseo seguir al Señor y obedecer sus mandamientos —dijo el rey Josías—. ¿Me prometen que ustedes harán lo mismo?
Y la gente respondió:
—Así lo haremos. Vamos a obedecer al Señor nuestro Dios.


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