Navigation

Primarios | Lección 11: Última carta a un amigo | 3er Trimestre 2023 | Año D

Primarios | Lección 11: Última carta a un amigo | 3er Trimestre 2023 | Año D

Lección 11:
Última carta a un amigo

Primarios | Lección 11: Última carta a un amigo | 3er Trimestre | Año D



Textos clave y referencias:
2 Timoteo 1;
Los hechos de los apóstoles, cap. 49.
Versículo para Memorizar:
“Así que no te avergüences de dar testimonio de nuestro Señor”. (2 Timoteo 1:8).
Mensaje:
Adoro a Dios cuando le doy gracias por los modelos cristianos que me ofrece.

¡Te gusta escuchar noticias de un amigo que se encuentra muy lejos? Pablo extrañaba a su amigo Timoteo, así que le escribió una carta pidiéndole que viniera a visitarlo..

El apóstol Pablo miró alrededor de su celda en la cárcel. Era áspera, estaba casi a oscuras y no era muy cómoda. Pero sonrió al recordar a su querido amigo Timoteo. Juntos habían pasado por muchas cosas. Las pruebas y el gozo de haber trabajado juntos por Jesús los habían hecho muy buenos amigos. Pero más que eso, eran como padre e hijo.

Pablo recordó el día cuando se conocieron. Pablo había ido a Listra. Algunas personas de allí no querían que él les predicara de Jesús. Lo llevaron arrastrando fuera de las puertas de la ciudad y lo apedrearon. Fue entonces cuando conoció a Timoteo.

Cuando Pablo fue nuevamente a Listra, Timoteo estaba listo para ayudarlo. Aun cuando era apenas un adolescente, conocía bien las Escrituras.

El padre de Timoteo era griego. Su madre Eunice y su abuela Loida eran cristianas judías. Ellas le habían enseñado a Timoteo las Escrituras desde que era muy pequeño. Ellas lo habían animado a mantener puros su mente y su corazón. Era su guía la que le había ayudado a Timoteo a elegir servir a Dios.


Timoteo se convirtió en el ayudante de Pablo. Viajaron muchos kilómetros juntos enfrentando muchas dificultades. Y su amor por Jesús crecía y crecía cada día. Pero ahora Pablo estaba en la cárcel y Timoteo estaba trabajando en Éfeso.


“Pienso que voy a escribirle una carta a Timoteo —pensó Pablo—. Me gustaría tanto que me viniera a visitar. Sé que le llevará mucho tiempo venir aquí, aun si viniera inmediatamente. Tal vez pasarán varios meses antes de poder verlo. ¡Y quién sabe! Yo podría morir cualquier día de estos. Pero le voy a escribir y le voy a pedir que venga de todos modos. Voy a dejarle algunas instrucciones en caso de que me muera antes de que llegue”.

Pablo comenzó a escribir:

Querido Timoteo:

Tú has sido para mí como un hijo. Deseo para ti gracia, paz y misericordia de Dios. Todos los días oro y le doy gracias a Dios por ti. Estoy contento por tu fe y por todo lo que aprendiste de tu madre y tu abuela.


Usa ese regalo de fe. Deseo que crezca y llegue a ser como un enorme fuego.


No tengas miedo de nada ni de nadie. Si alguien está haciendo algo malo, díselo. Usa el poder que Dios te ha dado. Dios nos da las fuerzas para dar a todos las buenas nuevas de salvación. Nunca te avergüences de contarle a la gente acerca de Jesús. Predica el evangelio cada vez que tengas oportunidad de hacerlo.


Usa la Biblia como un arma. No escuches lo que digan los hombres; lee personalmente acerca de la verdad. No escuches a los falsos maestros. Protege a los demás creyentes de sus enseñanzas mentirosas.

Enséñales todo lo que te he enseñado. El Espíritu Santo te va a ayudar.

 Aun cuando estoy en la cárcel, seguiré creyendo en Dios hasta el día en que muera. Por favor ven y tráeme mi abrigo y mis libros. Ten cuidado de las personas que me han hecho daño. Van a tratar de hacerte daño también a ti. Saluda de mi parte a nuestros amigos.

 Que la gracia del Señor sea contigo. Pablo.

La carta de Pablo a Timoteo lo guió y le dio ánimo. Y nos sigue guiando y animando hasta hoy.


Share

Post A Comment:

0 comments:

Escribe tu comentario.