Lección 1 de Escuela Sabática de Adultos 4to Trimestre 2019, Escuela Sabática Adultos 4to Trimestre 2019, Lección 4to Trimestre 2019,
Lección 1: Para el 5 de octubre de 2019
LEE PARA EL ESTUDIO DE ESTA SEMANA: Jeremías 25:11, 12; Daniel 9:1, 2; Esdras 4:1–7; Isaías 55:8, 9; Esdras 7:1–28.
PARA MEMORIZAR:
“Así ha dicho Ciro rey de Persia: Jehová el Dios de los cielos me ha dado todos los reinos de la tierra, y me ha mandado que le edifique casa en Jerusalén, que está en Judá” (Esd. 1:2).
En los escritos de Jeremías, Dios había prometido que su pueblo volvería a su tierra después de setenta años de exilio en Babilonia. El rey Ciro fue el instrumento de Dios para permitir este retorno. Ungido por Dios (Isa. 45:1), Ciro emitió un decreto alrededor del año 538 a.C., por el que liberaba al pueblo de Dios para que regresara a su país y reconstruyera el Templo.
Fue Dios (no Ciro) quien dijo acerca de Jerusalén: “Serás edificada; y al templo: Serás fundado” (Isa. 44:28). Dios era el garante de que Jerusalén sería reconstruida, y tocó el corazón de Ciro a fin de que les concediera permiso para construir el Templo.
Además, siempre es alentador ver al pueblo de Dios responder positivamente a las iniciativas del Señor.
EL PRIMER REGRESO DE LOS EXILIADOS
Lee Jeremías 25:11 y 12; 29:10; y Daniel 9:1 y 2. ¿Cuándo se produjo el primer regreso de los exiliados? ¿Qué profecía se cumplía con este regreso?
El Señor influyó en Ciro para permitir el primer regreso, en cumplimiento de los setenta años de la profecía de Jeremías. Jeremías había escrito que la tierra de Judá quedaría desolada durante setenta años bajo el dominio de Babilonia (esto ocurrió de 606/605 a.C. a 537/536 a.C.), pero Dios abriría las puertas para el regreso de los cautivos. Mientras Daniel estudiaba los escritos de Jeremías, se dio cuenta de que había llegado el momento de ese regreso prometido.
En Daniel 9, el profeta estaba angustiado porque los setenta años estaban llegando a su fin sin cambios visibles, y el nuevo imperio persa había ascendido al poder. Se afligió y acudió a Dios, suplicando misericordia y el cumplimiento de sus promesas. En el mismo capítulo (Dan. 9:24-27), Dios le aseguró a Daniel que él está pendiente de todo y tiene el futuro planificado, con un Libertador que morirá por el pueblo para expiar sus pecados, traer justicia y cumplir con el sistema sacrificial. En efecto, Dios estaba diciendo: “Daniel, no te preocupes. Dado que el verdadero Libertador (Jesús) ciertamente vendrá, también enviaré liberación para ti”. Poco después, Dios instó a Ciro, el rey de Persia, para que diera la orden de liberar a los cautivos. Dios siempre es fiel a sus promesas (ver Dan. 10 para saber cómo intervino Dios para garantizar la prosperidad de su pueblo en su terruño).
Esdras 1 registra la proclamación del rey Ciro de que la nación de Israel era libre de regresar a Jerusalén y de reconstruir la casa del Señor. La orden se libró en algún momento entre los años 539 y 537 a.C. Ciro no solo los dejó ir, sino también se aseguró de que regresaran con regalos y ofrendas, incluidos los vasos originales del Templo, que habían sido robados por Nabucodonosor. Este acontecimiento nos recuerda a los israelitas que abandonaron Egipto muchos años antes, cuando Dios también tocó el corazón de la gente para ofrecerles regalos de despedida. Este primer grupo que regresó a Judá estaba compuesto por unas cincuenta mil personas, que probablemente incluían mujeres y niños de otros territorios.
■ ¿Qué otras profecías históricas se han cumplido exactamente como estaba prometido en la Palabra, y cómo podemos consolarnos con el hecho que Dios conoce el futuro y que podemos confiar en sus promesas?
RESUMEN DE REYES Y ACONTECIMIENTOS
El primer grupo de repatriados recibió la tarea de reconstruir el Templo de Dios. En una lección posterior estudiaremos la oposición que surgió para edificar el Templo. Ahora analizaremos la sucesión de reyes persas durante la construcción prolongada del Templo y la reconstrucción de Jerusalén. Es importante conocer la historia detrás de las historias de Esdras y Nehemías, ya que brinda una visión más profunda de sus mensajes.
Lee Esdras 4:1 al 7. ¿Quiénes fueron los diferentes reyes que se mencionan, cuyos reinados afrontaron oposición para construir el Templo?
Esta es la lista de los reyes persas, en su orden cronológico, que se relacionan con los libros de Esdras y Nehemías. Comienza con Ciro, quien estableció el Imperio Persa y conquistó Babilonia en 539 a.C.:
Al estudiar estos libros, es muy importante saber que el orden en que se mencionan estos reyes en Esdras no es cronológico. Por ejemplo, Esdras 4:6 al 24 se inserta antes del capítulo 5, que continúa con la historia de la oposición a la construcción del Templo. Por ende, las cartas que involucran a Jerjes I (Asuero) y Artajerjes, descritos en Esdras 4, surgieron después de los hechos registrados en los capítulos 5 y 6, que tratan de Darío I. Esta secuencia puede parecer desconcertante para los lectores, y puede explicar parte de la confusión que la gente ha tenido a lo largo de los siglos con respecto a los libros. A medida que avanzamos en el trimestre, conocer el orden de los acontecimientos nos ayudará a comprender mejor los mensajes de Esdras y Nehemías.
■ ¿Cuántas veces has encontrado cosas en la Biblia que te han dejado perplejo? ¿Cómo puedes aprender a confiar en Dios y en su Palabra, incluso cuando te encuentras con cosas que no parecen tener sentido? ¿Por qué es importante que confíes en él? (Ver Isa. 55:8, 9.)
EL SEGUNDO RETORNO DE LOS EXILIADOS
En Esdras 7:1 al 10 y 8:1 al 14, vemos que el rey Artajerjes I le permitió a Esdras regresar a Jerusalén (el año es 457 a.C.) y llevar con él a cualquiera que quiera regresar. No se sabe mucho acerca de la relación entre el rey y Esdras, o si Esdras trabajaba para la corte. Esdras 8 enumera a los jefes de las familias de quienes regresaron, comenzando por los sacerdotes repatriados, seguidos por la línea real y terminando con el pueblo judío en general. Doce familias se mencionan específicamente, lo que da la impresión de que esto es un recordatorio deliberado de las doce tribus de Israel.
El pasaje enumera alrededor de mil quinientos hombres, lo que se aproximaría a un total de cinco mil a seis mil personas, contando mujeres y niños. Este era un grupo mucho más pequeño que el primer grupo que había regresado con Zorobabel y Josué.
Lee Esdras 7:1 al 10. ¿Qué nos enseña acerca de Esdras?
Esdras era un escriba con un legado sacerdotal. Como sacerdote, era descendiente de Aarón, el hermano de Moisés, que fue el primer sacerdote de la nación de Israel. Debido a los relatos registrados en Esdras, así como en la tradición judía, el nombre de Esdras se destaca incluso en la actualidad. Se desconoce si Esdras trabajaba como escriba en la corte del rey Artajerjes; por lo tanto, esta descripción de Esdras como escriba se refiere a sus responsabilidades previas o a sus habilidades, que comenzó a utilizar después de su llegada a Judá. Sin embargo, Esdras debió haber trabajado para Artajerjes en algún cargo cercano, para que el rey lo enviara como líder de la expedición. En Esdras 7:6 y 10, Esdras estaba etiquetado como un escriba o maestro
“diligente” y de corazón “preparado”. La palabra “diligente” literalmente significa “rápido”, lo que sugiere que era rápido de entendimiento y en el manejo mental de la información. Esdras tenía una mente rápida; era conocido por su conocimiento y su astucia mental con respecto a la Ley de Dios. Además, el hecho de que el rey haya elegido a Esdras para llevar a un grupo de israelitas a Judá es un testimonio del valor y la capacidad de liderazgo de Esdras.
■ Observa que Esdras preparó su corazón para buscar “la ley de Jehová” (Esd. 7:10). ¿Cómo aplicaremos ese principio a nuestra vida ahora?
EL DECRETO DE ARTAJERJES
Lee Esdras 7:11 al 28. ¿Cuáles eran los componentes del decreto del rey?
¿Por qué estas instrucciones eran importantes para el pueblo de Israel?
El decreto de Artajerjes se asemeja al primer decreto de Ciro. El rey aconsejó a todos los que estaban dispuestos, especialmente aquellos de las líneas sacerdotales, que emprendieran el viaje a Jerusalén. Aunque según los documentos históricos de Murashu la mayoría de los judíos finalmente se quedó en Persia (como lo demuestra la historia de Ester), hubo quienes esperaron la oportunidad de comenzar una nueva vida en la tierra de sus antepasados. El rey envió la mayoría de sus comentarios a los tesoreros del territorio Transéufrates. Los tesoreros debían proporcionar a Esdras todo lo necesario para restaurar la ciudad y “para honrar la casa de Jehová” (Esd. 7:27). En última instancia, el rey le encargó a Esdras que velara por el cumplimiento correcto de la Ley de Dios y de la ley de la tierra mediante el establecimiento del sistema judicial. El orden y la organización que resultarían de esta orden son aspectos importantes en cualquier sociedad. Además, el rey hizo que fuera más fácil para Esdras y los israelitas restaurar su tierra.
La preocupación del rey por la reconstrucción de la ciudad y el Templo ¿indica que se había vuelto creyente en el Dios de Esdras? Artajerjes llamó a Dios el “Dios de Israel, cuya morada está en Jerusalén” (Esd. 7:15). La terminología que usó el rey sobre el Dios de Israel implica que veía al Señor como una deidad local más que necesitaba ser apaciguada con regalos. No quería que este dios local se enojara con él y con sus hijos (Esd. 7:23). Además, debemos tener en cuenta que 457 a.C. también es el año de una revuelta egipcia contra el Gobierno persa; por lo tanto, es probable que las medidas dispuestas por el rey estuviesen orientadas a ganarse la lealtad de la provincia de Judá.
Desgraciadamente, a pesar de la interacción que el rey tuvo con Esdras y Nehemías, eso no hizo que creyera en Dios. Al menos no hay nada en los textos que indique que se haya convertido, lo que significa que el Señor puede usar incluso a inconversos para hacer su voluntad en la Tierra.
■ Incluso en medio de tanto dolor y sufrimiento, ¿cómo podemos aprender a confiar en la soberanía de Dios sobre el mundo, según vemos en este relato?
LA IMPORTANCIA DE LA EDUCACIÓN
Lee Esdras 7:6 y 10. ¿Qué nos enseñan estos textos sobre la importancia de una educación religiosa adecuada?
La profunda devoción de Esdras por Dios y su decisión de estudiar, practicar y enseñar la Palabra de Dios (Esd. 7:6, 10) lo prepararon para un ministerio mayor en Israel. El texto bíblico declara literalmente que se dedicó a estudiar, hacer y enseñar la Ley de Jehová.
Elena de White brinda una importante revelación: “Nacido entre los descendientes de Aarón, Esdras recibió preparación sacerdotal. Además, se familiarizó con los escritos de los magos, los astrólogos y los sabios del reino medopersa. Pero no estaba satisfecho con su condición espiritual. Anhelaba estar en completa armonía con Dios; deseaba tener sabiduría para cumplir la voluntad divina. De manera que ‘se había dedicado por completo a estudiar la Ley del Señor, [y] a ponerla en práctica’ (Esd. 7:10) Esto lo indujo a estudiar con diligencia la historia del pueblo de Dios, según estaba registrada en los escritos de los profetas y los reyes. Escudriñó los libros históricos y poéticos de la Biblia, para aprender por qué había permitido el Señor que Jerusalén fuese destruida y su pueblo llevado cautivo a tierra pagana” (PR 446, 447).
“Los esfuerzos de Esdras para hacer revivir el interés en el estudio de las Escrituras adquirieron carácter permanente por la obra esmerada a la cual dedicó su vida para preservar y multiplicar los Escritos Sagrados. Recogió todas las copias de la Ley que pudo encontrar, y las hizo transcribir y distribuir. La Palabra pura, así multiplicada y puesta en las manos de mucha gente, le comunicó un conocimiento de valor inestimable” (PR 448).
Es de notar que aunque Esdras se había familiarizado con las costumbres de los paganos, vio que no eran correctas; por lo tanto, procuró conocer la verdad con la fuente misma de la verdad, que era la Palabra de Dios y la “ley de Jehová”. Tuvo que desaprender mucho de lo que aprendió en las universidades seculares porque, sin duda, mucho de lo que se enseñaba allí era errado. Después de todo, ¿de qué le servirían “los escritos de los magos, astrólogos y sabios”?
■ ¿De qué manera, incluso hoy, podríamos desaprender mucho de lo que el mundo nos ha enseñado?
PARA ESTUDIAR Y MEDITAR:
Lee Elena de White, Profetas y reyes, “Esdras, sacerdote y escriba”, pp. 446-454.
Medita en la diligente obra de Esdras: “Llegó a ser Esdras un portavoz de Dios que educaba en los principios que rigen el cielo a cuantos lo rodeaban. Durante los años restantes de su vida, tanto mientras estaba cerca de la corte del rey de Medo persia como cuando se hallaba en Jerusalén, su obra principal consistió en enseñar. A medida que comunicaba a otros las verdades que aprendía, aumentaba su propia capacidad para el trabajo. Era hombre piadoso y celoso. Fue delante del mundo un testimonio del poder que tiene la verdad bíblica para ennoblecer la vida diaria” (PR 447, 448).
“En la obra de reforma que debe ejecutarse hoy, se necesitan hombres que, como Esdras y Nehemías, no reconocerán paliativos ni excusas para el pecado, ni rehuirán vindicar el honor de Dios. Aquellos sobre quienes recae el peso de esta obra no callarán cuando vean que se obra mal, ni cubrirán esto con un manto de falsa caridad. Recordarán que Dios no hace acepción de personas, y que la severidad hacia unos pocos puede resultar en misericordia para muchos. Recordarán también que el que reprende el mal debe revelar siempre el espíritu de Cristo” (PR 498).
PREGUNTAS PARA DIALOGAR:
1. Sí, tenemos muchas promesas maravillosas del Señor. Sin embargo, al mismo tiempo, Dios no nos fuerza. ¿Qué decisiones podríamos estar tomando en nuestra vida que podrían dificultar el cumplimiento de sus promesas en nosotros?
2. Lee la oración de Daniel 9:1 al 23. ¿Cuáles son los principios que ves que podrían aplicarse de manera personal a tu experiencia? Es decir, ¿qué estaba haciendo Daniel, cuál era su actitud y qué estaba pidiendo? ¿Qué más ves allí que podría ser aplicable a nosotros hoy?
3. En la lección del jueves, leemos lo que escribió Elena de White acerca de lo esencial que fue la Palabra de Dios para el ministerio de Esdras y cómo este trabajó con diligencia para difundirla entre el pueblo. ¿Qué lección obvia e importante encontramos aquí para nosotros hoy en cuanto a la centralidad que la Palabra de Dios debe tener en nuestra vida y nuestra iglesia?
EL SÁBADO ENSEÑARÉ...
Parte I: RESEÑA
Texto clave: Esdras 1:1-3.
Enfoque del estudio: Esdras 1; 4:1-5; 7.
Nuestro Dios es el Señor de la historia. Él interviene en favor de su pueblo para cumplir sus promesas de llevarlo a casa. Él cuidó a los israelitas y cuidará de nuestras necesidades de acuerdo con sus tiempos perfectos.
Los libros de Esdras y Nehemías, que originalmente formaban una unidad, comienzan con una lección de la obra misericordiosa de Dios en favor de Israel a través del rey Ciro. Los libros se centran específicamente en la línea de tiempo del ministerio de Zorobabel y Esdras. El primer grupo de exiliados, que regresó a Israel en 537/536 a.C., fue dirigido por Zorobabel, el gobernador, y Jesúa, el sumo sacerdote. La experiencia de Zorobabel con la reconstrucción del Templo de Jerusalén se registra en Esdras 1 a 4:5. Esdras 7 luego comienza a relatar el regreso del segundo grupo de exiliados, bajo el liderazgo de Esdras, unos ochenta años después.
El estudio de esta semana comienza con las profecías sobre la primera repatriación de los exiliados. Estas profecías, que se encuentran en los libros de Jeremías y Daniel, consisten en la predicción de setenta años de exilio por parte del profeta Jeremías (Jer. 25:11, 12) y la angustia subsiguiente de Daniel con respecto al cumplimiento de la profecía en Daniel 9. Dios le asegura a Daniel que él cuida a los exiliados y que cumplirá su palabra. El rey medopersa Ciro cumple la profecía, y ordena a los judíos que regresen y reconstruyan su Templo bajo el liderazgo de Zorobabel.
El segundo grupo de repatriados llegó en 457 a.C., unos sesenta años después de la reconstrucción del Templo de Jerusalén, en 515 a.C. Esdras 7, que detalla la repatriación, es una introducción a la persona de Esdras, un escriba y experto en la Ley del Señor. En otras palabras, Esdras es un maestro de la Torá y dedica su vida a servir a Dios. Intenta reavivar el interés por la Palabra de Dios entre los exiliados.
Parte II: COMENTARIO
Para entender el mensaje de Esdras y Nehemías, es importante reconocer las estructuras literarias simplificadas de estos dos libros:
Estructura literaria de Esdras (simplificada)
I. Regreso de Babilonia a Jerusalén siguiendo el decreto de Ciro.
Estructura literaria de Nehemías (simplificada)
I. Regreso de Babilonia a Jerusalén luego de las cartas de respaldo del rey Artajerjes.
II. Estudio de la Palabra de Dios, así como el reavivamiento y la reforma en Israel.
Familiarízate con estas estructuras, acontecimientos históricos básicos y fechas. O, mejor aún, memorízalos. Esta información te ayudará a evitar confusiones con respecto a las tres intervenciones de Dios en favor de su pueblo para llevarlo de regreso a Jerusalén. Además, te ayudará a comprender el mensaje de estos dos libros. ¿Cuál es ese mensaje? El Señor es fiel y cumple sus promesas. Ten en cuenta que algunas partes de estos libros están compuestas de manera temática, no en orden cronológico (especialmente Esd. 4:6-23). En el marco de las estructuras literarias simplificadas de Esdras y Nehemías, observa los decretos que facilitaron las tres repatriaciones del pueblo de Dios a Jerusalén:
Los tres decretos cruciales de los reyes medopersas:
La siguiente tabla enumera los reyes de Persia y los grupos que regresaron a Israel bajo sus reinados. Además, la cuarta columna enumera específicamente la obra que cada grupo hizo en Israel y lo que sucedió allí durante el reinado de cada rey persa. La tabla está diseñada para darle al maestro una mejor idea de la línea del tiempo de los acontecimientos.
Una cronología de los acontecimientos durante los reinados de los reyes de Persia (del período de 537–444 a.C.)
Primera repatriación (537/536 a.C.)
En cumplimiento de las profecías de Jeremías e Isaías, el rey Ciro proclama: “Jehová el Dios de los cielos […] me ha mandado que le edifique casa en Jerusalén, que está en Judá” (Esd. 1:2). Esta declaración no significa que Ciro se haya convertido en un seguidor de Dios. Ciro estaba tratando de complacer a la gente de su reino al reconocer a sus dioses y creencias religiosas. El rey daba honor a todos los dioses y pedía una bendición de todos ellos, en un esfuerzo por obtener el apoyo de sus súbditos. Sin embargo, la pluma de la inspiración nos dice que “cuando el rey vio las palabras que habi´an predicho, ma´s de cien an~os antes de que e´l naciera, la manera en que Babilonia seri´a tomada; cuando leyo´ el mensaje que le dirigi´a el Gobernante del Universo […] su corazo´n quedo´ profundamente conmovido y resolvio´ cumplir la misio´n que Dios le habi´a asignado” (PR 409). Así, Ciro emitió el decreto para que los judíos exiliados regresaran a Jerusalén. La primera repatriación no fue una reubicación forzada; los judíos tuvieron la libertad de elegir regresar a su tierra. La división anterior entre los reinos del norte y del sur en Israel y la ruptura entre las tribus no se había remediado durante el exilio. Solo los descendientes de aquellos que pertenecían al reino de Judá, o Reino del Sur, respondieron al llamado de regresar a la Tierra Prometida.
El rey Ciro nombró a Sesbasar (que significa “el pecado o Shamash protegen al padre”) como líder del grupo. ¿Qué pista nos da el nombre Sesbasar sobre su identidad? Existen dos posibilidades. El nombre Sesbasar, junto con la mención de él como líder, aparece solo al comienzo del regreso del cautiverio babilónico. Además, el gobernador del pueblo siempre se llama Zorobabel (que significa “la simiente de Babilonia”). Por lo tanto, comúnmente se infiere que Sesbasar y Zorobabel son la misma persona (ambos son nombres babilónicos, pero el segundo podría ser más neutral y oficial en el ámbito religioso). O quizá Sesbasar haya sido el gobernador al principio, pero murió muy temprano y fue reemplazado por Zorobabel.
Zorobabel llevó al primer grupo de repatriados a Jerusalén y comenzó la construcción del Templo. Sin embargo, surgió mucha oposición, y durante varios años el trabajo comenzó y se detuvo varias veces. Al final, Dios envió a los profetas Hageo y Zacarías, en 520/519 a.C., para alentar a los pobladores a completar la obra del Templo. En consecuencia, llevó veinte años, después de la llegada de los repatriados, terminar y dedicar el Templo (515 a.C.).
Segunda repatriación (457 a.C.)
Esdras 8 enumera a los exiliados que regresaron con Esdras. Además de los sacerdotes y las familias reales, se mencionan doce jefes de familia judíos. El regreso de los exiliados le recuerda al lector el poderoso éxodo de Egipto. Así como las doce tribus viajaron desde Egipto hasta la Tierra Prometida, ahora, una vez más, doce familias viajaron a Israel.
La segunda repatriación es posible gracias al rey Artajerjes, que envía una carta con Esdras y les abre las puertas a los judíos. Una vez más, se enfatiza que cualquiera que se ofrezca voluntariamente para ir a Jerusalén puede hacerlo. Artajerjes reconoce al Dios de Israel, que para él es un “dios” regional. Curiosamente, el rey reconoce la inteligencia de Esdras y específicamente menciona: “posees la sabiduría de Dios” (Esd. 7:25, NVI), al encomendarle ser el líder de la expedición. El trabajo de Esdras era enseñar a su pueblo las leyes de Dios y establecer la cultura religiosa de su pueblo. El rey percibe también su propio 15 papel en esta obra. Entiende que facilita la restauración de la religión de los judíos, así como su identidad, enviando a un grupo con Esdras.
Mediante su decreto, que ordena la restauración de Jerusalén y no solo del Templo, el rey Artajerjes cumple la profecía de las setenta semanas de Daniel 9:24, 25. El año 457 a.C. es el punto de partida de las setenta semanas que están “determinadas” o cortadas de la profecía de 2.300 días/años, lo que hace que ambos períodos comiencen ese mismo año. La profecía de las setenta semanas termina en 34 d.C., que culmina con el apedreamiento de Esteban, hecho que coincide con la proclamación del evangelio a los gentiles después de la crucifixión de Jesús en 31 d.C. (a mitad de la semana mencionada en Daniel 9:27). El período de 2.300 años termina en 1844, lo que lo convierte en el período profético más largo. Su cierre marca el comienzo del juicio previo al Advenimiento en el cielo (el Día de la Expiación antitípico). Por lo tanto, el momento del regreso de Esdras a la tierra de Israel desempeña un papel fundamental en la profecía. (Para más estudios sobre este tema, ver la lección 3.)
Parte III: APLICACIÓN A LA VIDA
Esdras 1:1 declara que “despertó Jehová el espíritu de Ciro rey de Persia” para que diera la orden de permitir que los judíos regresaran a la tierra de Israel. Ciro respondió al impulso del Espíritu de Dios, quien impresionó al rey para que proclamara que los judíos reconstruyeran el Templo de Jerusalén. ¡Increíblemente, un rey pagano respondió a las indicaciones de Dios! “Despertó” viene de la palabra ur, que también significa “conmover”. Por lo tanto, Ciro, en cierto sentido, se conmovió ante el llamado de Dios.
Cuando Dios se mueve en nuestra vida, nos despertamos a sus indicaciones y su dirección. Esa motivación positiva proviene de una apreciación de los actos poderosos y misericordiosos de Dios en la historia y en nuestra vida. Este aprecio por Dios nos permite admirarlo y seguirlo, y perseverar en nuestro andar con él y en la obra que él nos da para hacer. Nuestro mejor desempeño proviene de la comprensión de quién es Dios y lo que ha hecho, de saber cómo interviene con amor en favor de su pueblo y cómo lo motiva a la acción.
Analiza las siguientes preguntas con la clase después de compartir el significado de “despertar”, o “conmover” (Esd. 1:1), del pasaje anterior:
¿Qué te motiva a seguir la conducción de Dios?
¿De qué manera has sentido que Dios te despierta o te motiva a hacer algo por él en tu vida?
Dios lo bendiga!!!
ENCONTRARLE SENTIDO A LA HISTORIA: ZOROBABEL Y ESDRAS
Sábado 28 de septiembre
LEE PARA EL ESTUDIO DE ESTA SEMANA: Jeremías 25:11, 12; Daniel 9:1, 2; Esdras 4:1–7; Isaías 55:8, 9; Esdras 7:1–28.
PARA MEMORIZAR:
“Así ha dicho Ciro rey de Persia: Jehová el Dios de los cielos me ha dado todos los reinos de la tierra, y me ha mandado que le edifique casa en Jerusalén, que está en Judá” (Esd. 1:2).
En los escritos de Jeremías, Dios había prometido que su pueblo volvería a su tierra después de setenta años de exilio en Babilonia. El rey Ciro fue el instrumento de Dios para permitir este retorno. Ungido por Dios (Isa. 45:1), Ciro emitió un decreto alrededor del año 538 a.C., por el que liberaba al pueblo de Dios para que regresara a su país y reconstruyera el Templo.
Fue Dios (no Ciro) quien dijo acerca de Jerusalén: “Serás edificada; y al templo: Serás fundado” (Isa. 44:28). Dios era el garante de que Jerusalén sería reconstruida, y tocó el corazón de Ciro a fin de que les concediera permiso para construir el Templo.
Además, siempre es alentador ver al pueblo de Dios responder positivamente a las iniciativas del Señor.
Domingo 29 de septiembre
EL PRIMER REGRESO DE LOS EXILIADOS
Lee Jeremías 25:11 y 12; 29:10; y Daniel 9:1 y 2. ¿Cuándo se produjo el primer regreso de los exiliados? ¿Qué profecía se cumplía con este regreso?
El Señor influyó en Ciro para permitir el primer regreso, en cumplimiento de los setenta años de la profecía de Jeremías. Jeremías había escrito que la tierra de Judá quedaría desolada durante setenta años bajo el dominio de Babilonia (esto ocurrió de 606/605 a.C. a 537/536 a.C.), pero Dios abriría las puertas para el regreso de los cautivos. Mientras Daniel estudiaba los escritos de Jeremías, se dio cuenta de que había llegado el momento de ese regreso prometido.
En Daniel 9, el profeta estaba angustiado porque los setenta años estaban llegando a su fin sin cambios visibles, y el nuevo imperio persa había ascendido al poder. Se afligió y acudió a Dios, suplicando misericordia y el cumplimiento de sus promesas. En el mismo capítulo (Dan. 9:24-27), Dios le aseguró a Daniel que él está pendiente de todo y tiene el futuro planificado, con un Libertador que morirá por el pueblo para expiar sus pecados, traer justicia y cumplir con el sistema sacrificial. En efecto, Dios estaba diciendo: “Daniel, no te preocupes. Dado que el verdadero Libertador (Jesús) ciertamente vendrá, también enviaré liberación para ti”. Poco después, Dios instó a Ciro, el rey de Persia, para que diera la orden de liberar a los cautivos. Dios siempre es fiel a sus promesas (ver Dan. 10 para saber cómo intervino Dios para garantizar la prosperidad de su pueblo en su terruño).
Esdras 1 registra la proclamación del rey Ciro de que la nación de Israel era libre de regresar a Jerusalén y de reconstruir la casa del Señor. La orden se libró en algún momento entre los años 539 y 537 a.C. Ciro no solo los dejó ir, sino también se aseguró de que regresaran con regalos y ofrendas, incluidos los vasos originales del Templo, que habían sido robados por Nabucodonosor. Este acontecimiento nos recuerda a los israelitas que abandonaron Egipto muchos años antes, cuando Dios también tocó el corazón de la gente para ofrecerles regalos de despedida. Este primer grupo que regresó a Judá estaba compuesto por unas cincuenta mil personas, que probablemente incluían mujeres y niños de otros territorios.
■ ¿Qué otras profecías históricas se han cumplido exactamente como estaba prometido en la Palabra, y cómo podemos consolarnos con el hecho que Dios conoce el futuro y que podemos confiar en sus promesas?
Lunes 30 de septiembre
RESUMEN DE REYES Y ACONTECIMIENTOS
El primer grupo de repatriados recibió la tarea de reconstruir el Templo de Dios. En una lección posterior estudiaremos la oposición que surgió para edificar el Templo. Ahora analizaremos la sucesión de reyes persas durante la construcción prolongada del Templo y la reconstrucción de Jerusalén. Es importante conocer la historia detrás de las historias de Esdras y Nehemías, ya que brinda una visión más profunda de sus mensajes.
Lee Esdras 4:1 al 7. ¿Quiénes fueron los diferentes reyes que se mencionan, cuyos reinados afrontaron oposición para construir el Templo?
Esta es la lista de los reyes persas, en su orden cronológico, que se relacionan con los libros de Esdras y Nehemías. Comienza con Ciro, quien estableció el Imperio Persa y conquistó Babilonia en 539 a.C.:
- Ciro II “el Grande” (559–530 a.C.)
- Cambises II (530–522 a.C.)
- Darío I (522–486 a.C.)
- Jerjes I (485–465 a.C.) (También conocido en el libro de Ester como Asuero.)
- Artajerjes I (465–424 a.C.)
Al estudiar estos libros, es muy importante saber que el orden en que se mencionan estos reyes en Esdras no es cronológico. Por ejemplo, Esdras 4:6 al 24 se inserta antes del capítulo 5, que continúa con la historia de la oposición a la construcción del Templo. Por ende, las cartas que involucran a Jerjes I (Asuero) y Artajerjes, descritos en Esdras 4, surgieron después de los hechos registrados en los capítulos 5 y 6, que tratan de Darío I. Esta secuencia puede parecer desconcertante para los lectores, y puede explicar parte de la confusión que la gente ha tenido a lo largo de los siglos con respecto a los libros. A medida que avanzamos en el trimestre, conocer el orden de los acontecimientos nos ayudará a comprender mejor los mensajes de Esdras y Nehemías.
■ ¿Cuántas veces has encontrado cosas en la Biblia que te han dejado perplejo? ¿Cómo puedes aprender a confiar en Dios y en su Palabra, incluso cuando te encuentras con cosas que no parecen tener sentido? ¿Por qué es importante que confíes en él? (Ver Isa. 55:8, 9.)
Martes 1º de octubre
EL SEGUNDO RETORNO DE LOS EXILIADOS
En Esdras 7:1 al 10 y 8:1 al 14, vemos que el rey Artajerjes I le permitió a Esdras regresar a Jerusalén (el año es 457 a.C.) y llevar con él a cualquiera que quiera regresar. No se sabe mucho acerca de la relación entre el rey y Esdras, o si Esdras trabajaba para la corte. Esdras 8 enumera a los jefes de las familias de quienes regresaron, comenzando por los sacerdotes repatriados, seguidos por la línea real y terminando con el pueblo judío en general. Doce familias se mencionan específicamente, lo que da la impresión de que esto es un recordatorio deliberado de las doce tribus de Israel.
El pasaje enumera alrededor de mil quinientos hombres, lo que se aproximaría a un total de cinco mil a seis mil personas, contando mujeres y niños. Este era un grupo mucho más pequeño que el primer grupo que había regresado con Zorobabel y Josué.
Lee Esdras 7:1 al 10. ¿Qué nos enseña acerca de Esdras?
Esdras era un escriba con un legado sacerdotal. Como sacerdote, era descendiente de Aarón, el hermano de Moisés, que fue el primer sacerdote de la nación de Israel. Debido a los relatos registrados en Esdras, así como en la tradición judía, el nombre de Esdras se destaca incluso en la actualidad. Se desconoce si Esdras trabajaba como escriba en la corte del rey Artajerjes; por lo tanto, esta descripción de Esdras como escriba se refiere a sus responsabilidades previas o a sus habilidades, que comenzó a utilizar después de su llegada a Judá. Sin embargo, Esdras debió haber trabajado para Artajerjes en algún cargo cercano, para que el rey lo enviara como líder de la expedición. En Esdras 7:6 y 10, Esdras estaba etiquetado como un escriba o maestro
“diligente” y de corazón “preparado”. La palabra “diligente” literalmente significa “rápido”, lo que sugiere que era rápido de entendimiento y en el manejo mental de la información. Esdras tenía una mente rápida; era conocido por su conocimiento y su astucia mental con respecto a la Ley de Dios. Además, el hecho de que el rey haya elegido a Esdras para llevar a un grupo de israelitas a Judá es un testimonio del valor y la capacidad de liderazgo de Esdras.
■ Observa que Esdras preparó su corazón para buscar “la ley de Jehová” (Esd. 7:10). ¿Cómo aplicaremos ese principio a nuestra vida ahora?
Miércoles 2 de octubre
EL DECRETO DE ARTAJERJES
Lee Esdras 7:11 al 28. ¿Cuáles eran los componentes del decreto del rey?
¿Por qué estas instrucciones eran importantes para el pueblo de Israel?
El decreto de Artajerjes se asemeja al primer decreto de Ciro. El rey aconsejó a todos los que estaban dispuestos, especialmente aquellos de las líneas sacerdotales, que emprendieran el viaje a Jerusalén. Aunque según los documentos históricos de Murashu la mayoría de los judíos finalmente se quedó en Persia (como lo demuestra la historia de Ester), hubo quienes esperaron la oportunidad de comenzar una nueva vida en la tierra de sus antepasados. El rey envió la mayoría de sus comentarios a los tesoreros del territorio Transéufrates. Los tesoreros debían proporcionar a Esdras todo lo necesario para restaurar la ciudad y “para honrar la casa de Jehová” (Esd. 7:27). En última instancia, el rey le encargó a Esdras que velara por el cumplimiento correcto de la Ley de Dios y de la ley de la tierra mediante el establecimiento del sistema judicial. El orden y la organización que resultarían de esta orden son aspectos importantes en cualquier sociedad. Además, el rey hizo que fuera más fácil para Esdras y los israelitas restaurar su tierra.
La preocupación del rey por la reconstrucción de la ciudad y el Templo ¿indica que se había vuelto creyente en el Dios de Esdras? Artajerjes llamó a Dios el “Dios de Israel, cuya morada está en Jerusalén” (Esd. 7:15). La terminología que usó el rey sobre el Dios de Israel implica que veía al Señor como una deidad local más que necesitaba ser apaciguada con regalos. No quería que este dios local se enojara con él y con sus hijos (Esd. 7:23). Además, debemos tener en cuenta que 457 a.C. también es el año de una revuelta egipcia contra el Gobierno persa; por lo tanto, es probable que las medidas dispuestas por el rey estuviesen orientadas a ganarse la lealtad de la provincia de Judá.
Desgraciadamente, a pesar de la interacción que el rey tuvo con Esdras y Nehemías, eso no hizo que creyera en Dios. Al menos no hay nada en los textos que indique que se haya convertido, lo que significa que el Señor puede usar incluso a inconversos para hacer su voluntad en la Tierra.
■ Incluso en medio de tanto dolor y sufrimiento, ¿cómo podemos aprender a confiar en la soberanía de Dios sobre el mundo, según vemos en este relato?
Jueves 3 de octubre
LA IMPORTANCIA DE LA EDUCACIÓN
Lee Esdras 7:6 y 10. ¿Qué nos enseñan estos textos sobre la importancia de una educación religiosa adecuada?
La profunda devoción de Esdras por Dios y su decisión de estudiar, practicar y enseñar la Palabra de Dios (Esd. 7:6, 10) lo prepararon para un ministerio mayor en Israel. El texto bíblico declara literalmente que se dedicó a estudiar, hacer y enseñar la Ley de Jehová.
Elena de White brinda una importante revelación: “Nacido entre los descendientes de Aarón, Esdras recibió preparación sacerdotal. Además, se familiarizó con los escritos de los magos, los astrólogos y los sabios del reino medopersa. Pero no estaba satisfecho con su condición espiritual. Anhelaba estar en completa armonía con Dios; deseaba tener sabiduría para cumplir la voluntad divina. De manera que ‘se había dedicado por completo a estudiar la Ley del Señor, [y] a ponerla en práctica’ (Esd. 7:10) Esto lo indujo a estudiar con diligencia la historia del pueblo de Dios, según estaba registrada en los escritos de los profetas y los reyes. Escudriñó los libros históricos y poéticos de la Biblia, para aprender por qué había permitido el Señor que Jerusalén fuese destruida y su pueblo llevado cautivo a tierra pagana” (PR 446, 447).
“Los esfuerzos de Esdras para hacer revivir el interés en el estudio de las Escrituras adquirieron carácter permanente por la obra esmerada a la cual dedicó su vida para preservar y multiplicar los Escritos Sagrados. Recogió todas las copias de la Ley que pudo encontrar, y las hizo transcribir y distribuir. La Palabra pura, así multiplicada y puesta en las manos de mucha gente, le comunicó un conocimiento de valor inestimable” (PR 448).
Es de notar que aunque Esdras se había familiarizado con las costumbres de los paganos, vio que no eran correctas; por lo tanto, procuró conocer la verdad con la fuente misma de la verdad, que era la Palabra de Dios y la “ley de Jehová”. Tuvo que desaprender mucho de lo que aprendió en las universidades seculares porque, sin duda, mucho de lo que se enseñaba allí era errado. Después de todo, ¿de qué le servirían “los escritos de los magos, astrólogos y sabios”?
■ ¿De qué manera, incluso hoy, podríamos desaprender mucho de lo que el mundo nos ha enseñado?
Viernes 4 de octubre
PARA ESTUDIAR Y MEDITAR:
Lee Elena de White, Profetas y reyes, “Esdras, sacerdote y escriba”, pp. 446-454.
Medita en la diligente obra de Esdras: “Llegó a ser Esdras un portavoz de Dios que educaba en los principios que rigen el cielo a cuantos lo rodeaban. Durante los años restantes de su vida, tanto mientras estaba cerca de la corte del rey de Medo persia como cuando se hallaba en Jerusalén, su obra principal consistió en enseñar. A medida que comunicaba a otros las verdades que aprendía, aumentaba su propia capacidad para el trabajo. Era hombre piadoso y celoso. Fue delante del mundo un testimonio del poder que tiene la verdad bíblica para ennoblecer la vida diaria” (PR 447, 448).
“En la obra de reforma que debe ejecutarse hoy, se necesitan hombres que, como Esdras y Nehemías, no reconocerán paliativos ni excusas para el pecado, ni rehuirán vindicar el honor de Dios. Aquellos sobre quienes recae el peso de esta obra no callarán cuando vean que se obra mal, ni cubrirán esto con un manto de falsa caridad. Recordarán que Dios no hace acepción de personas, y que la severidad hacia unos pocos puede resultar en misericordia para muchos. Recordarán también que el que reprende el mal debe revelar siempre el espíritu de Cristo” (PR 498).
PREGUNTAS PARA DIALOGAR:
1. Sí, tenemos muchas promesas maravillosas del Señor. Sin embargo, al mismo tiempo, Dios no nos fuerza. ¿Qué decisiones podríamos estar tomando en nuestra vida que podrían dificultar el cumplimiento de sus promesas en nosotros?
2. Lee la oración de Daniel 9:1 al 23. ¿Cuáles son los principios que ves que podrían aplicarse de manera personal a tu experiencia? Es decir, ¿qué estaba haciendo Daniel, cuál era su actitud y qué estaba pidiendo? ¿Qué más ves allí que podría ser aplicable a nosotros hoy?
3. En la lección del jueves, leemos lo que escribió Elena de White acerca de lo esencial que fue la Palabra de Dios para el ministerio de Esdras y cómo este trabajó con diligencia para difundirla entre el pueblo. ¿Qué lección obvia e importante encontramos aquí para nosotros hoy en cuanto a la centralidad que la Palabra de Dios debe tener en nuestra vida y nuestra iglesia?
MATERIAL AUXILIAR PARA EL MAESTRO
Lección 1
Lección 1
EL SÁBADO ENSEÑARÉ...
Parte I: RESEÑA
Texto clave: Esdras 1:1-3.
Enfoque del estudio: Esdras 1; 4:1-5; 7.
Nuestro Dios es el Señor de la historia. Él interviene en favor de su pueblo para cumplir sus promesas de llevarlo a casa. Él cuidó a los israelitas y cuidará de nuestras necesidades de acuerdo con sus tiempos perfectos.
Los libros de Esdras y Nehemías, que originalmente formaban una unidad, comienzan con una lección de la obra misericordiosa de Dios en favor de Israel a través del rey Ciro. Los libros se centran específicamente en la línea de tiempo del ministerio de Zorobabel y Esdras. El primer grupo de exiliados, que regresó a Israel en 537/536 a.C., fue dirigido por Zorobabel, el gobernador, y Jesúa, el sumo sacerdote. La experiencia de Zorobabel con la reconstrucción del Templo de Jerusalén se registra en Esdras 1 a 4:5. Esdras 7 luego comienza a relatar el regreso del segundo grupo de exiliados, bajo el liderazgo de Esdras, unos ochenta años después.
El estudio de esta semana comienza con las profecías sobre la primera repatriación de los exiliados. Estas profecías, que se encuentran en los libros de Jeremías y Daniel, consisten en la predicción de setenta años de exilio por parte del profeta Jeremías (Jer. 25:11, 12) y la angustia subsiguiente de Daniel con respecto al cumplimiento de la profecía en Daniel 9. Dios le asegura a Daniel que él cuida a los exiliados y que cumplirá su palabra. El rey medopersa Ciro cumple la profecía, y ordena a los judíos que regresen y reconstruyan su Templo bajo el liderazgo de Zorobabel.
El segundo grupo de repatriados llegó en 457 a.C., unos sesenta años después de la reconstrucción del Templo de Jerusalén, en 515 a.C. Esdras 7, que detalla la repatriación, es una introducción a la persona de Esdras, un escriba y experto en la Ley del Señor. En otras palabras, Esdras es un maestro de la Torá y dedica su vida a servir a Dios. Intenta reavivar el interés por la Palabra de Dios entre los exiliados.
Parte II: COMENTARIO
Para entender el mensaje de Esdras y Nehemías, es importante reconocer las estructuras literarias simplificadas de estos dos libros:
Estructura literaria de Esdras (simplificada)
I. Regreso de Babilonia a Jerusalén siguiendo el decreto de Ciro.
- En 537/536 a.C., Zorobabel y Jesúa, bajo la conducción de Dios, regresan a Judá con el primer grupo de israelitas (Esd. 1:1-4:5).
- El Templo de Dios en Jerusalén fue reconstruido bajo el reinado de diferentes reyes extranjeros (Esd. 4:6-6:22).
- En 457 a.C., Esdras, bajo la conducción de Dios, regresa a Judá con el segundo grupo de israelitas (Esd. 7:1-8:36).
- Las reformas de Esdras (Esd. 9:1-10:44).
Estructura literaria de Nehemías (simplificada)
I. Regreso de Babilonia a Jerusalén luego de las cartas de respaldo del rey Artajerjes.
- En 444 a.C., Nehemías, bajo la conducción de Dios, regresa a Judá con el tercer grupo de israelitas (Neh. 1:1-2:10).
- Muro de Jerusalén reconstruido (Neh. 2:11-7:3).
II. Estudio de la Palabra de Dios, así como el reavivamiento y la reforma en Israel.
- Lista de repatriados. Se dedican a Dios, al estudio de las Escrituras y a hacer su voluntad. Los repatriados celebran la dedicación del muro de Jerusalén (Neh. 7:4-12:47).
- Las reformas finales de Nehemías (Neh. 13:1-13:31).
Familiarízate con estas estructuras, acontecimientos históricos básicos y fechas. O, mejor aún, memorízalos. Esta información te ayudará a evitar confusiones con respecto a las tres intervenciones de Dios en favor de su pueblo para llevarlo de regreso a Jerusalén. Además, te ayudará a comprender el mensaje de estos dos libros. ¿Cuál es ese mensaje? El Señor es fiel y cumple sus promesas. Ten en cuenta que algunas partes de estos libros están compuestas de manera temática, no en orden cronológico (especialmente Esd. 4:6-23). En el marco de las estructuras literarias simplificadas de Esdras y Nehemías, observa los decretos que facilitaron las tres repatriaciones del pueblo de Dios a Jerusalén:
Los tres decretos cruciales de los reyes medopersas:
- El decreto de Ciro, en 538 a.C., en el que los judíos regresan del exilio babilónico y comienzan a reconstruir el Templo de Jerusalén.
- El decreto de Darío, en 520 a.C., en el que los judíos regresan a Jerusalén y reanudan la construcción del Templo (reconstruido y dedicado en 515 a.C.).
- El decreto de Artajerjes, en 457 a.C., en el que la ciudad de Jerusalén es reconstruida y los judíos alcanzan la autonomía nacional.
La siguiente tabla enumera los reyes de Persia y los grupos que regresaron a Israel bajo sus reinados. Además, la cuarta columna enumera específicamente la obra que cada grupo hizo en Israel y lo que sucedió allí durante el reinado de cada rey persa. La tabla está diseñada para darle al maestro una mejor idea de la línea del tiempo de los acontecimientos.
Una cronología de los acontecimientos durante los reinados de los reyes de Persia (del período de 537–444 a.C.)
Reyes de Persia | Años de reinado | Grupo repatriado y otros acontecimientos importantes | Reconstrucción que ocurrió con cada rey |
---|---|---|---|
Ciro “el Grande” | 559-530 a.C. | 537/536 a.C.- Primer grupo de repatriados (Zorobabel y Jesúa) | Comienza la reconstrucción del Templo |
Cambises II | 530-522 a.C. | Marzo de 515 a.C.- Templo terminado y dedicado | |
Darío I | 522-486 a.C. | ||
Jerjes I (Asuero) | 486-465 a.C. | Ester se casa con Jerjes I y se convierte en reina | Resistencia para la reconstrucción de Jerusalén |
Artajerjes I | 465-425 a.C. | 457 a.C.-Esdras regresa con el segundo grupo 445/444 a.C.- Nehemías regresa con el tercer grupo |
Comienza el período profético más largo (Dan. 8:14; 9:24-27). Reconstrucción del muro de Jerusalén |
Primera repatriación (537/536 a.C.)
En cumplimiento de las profecías de Jeremías e Isaías, el rey Ciro proclama: “Jehová el Dios de los cielos […] me ha mandado que le edifique casa en Jerusalén, que está en Judá” (Esd. 1:2). Esta declaración no significa que Ciro se haya convertido en un seguidor de Dios. Ciro estaba tratando de complacer a la gente de su reino al reconocer a sus dioses y creencias religiosas. El rey daba honor a todos los dioses y pedía una bendición de todos ellos, en un esfuerzo por obtener el apoyo de sus súbditos. Sin embargo, la pluma de la inspiración nos dice que “cuando el rey vio las palabras que habi´an predicho, ma´s de cien an~os antes de que e´l naciera, la manera en que Babilonia seri´a tomada; cuando leyo´ el mensaje que le dirigi´a el Gobernante del Universo […] su corazo´n quedo´ profundamente conmovido y resolvio´ cumplir la misio´n que Dios le habi´a asignado” (PR 409). Así, Ciro emitió el decreto para que los judíos exiliados regresaran a Jerusalén. La primera repatriación no fue una reubicación forzada; los judíos tuvieron la libertad de elegir regresar a su tierra. La división anterior entre los reinos del norte y del sur en Israel y la ruptura entre las tribus no se había remediado durante el exilio. Solo los descendientes de aquellos que pertenecían al reino de Judá, o Reino del Sur, respondieron al llamado de regresar a la Tierra Prometida.
El rey Ciro nombró a Sesbasar (que significa “el pecado o Shamash protegen al padre”) como líder del grupo. ¿Qué pista nos da el nombre Sesbasar sobre su identidad? Existen dos posibilidades. El nombre Sesbasar, junto con la mención de él como líder, aparece solo al comienzo del regreso del cautiverio babilónico. Además, el gobernador del pueblo siempre se llama Zorobabel (que significa “la simiente de Babilonia”). Por lo tanto, comúnmente se infiere que Sesbasar y Zorobabel son la misma persona (ambos son nombres babilónicos, pero el segundo podría ser más neutral y oficial en el ámbito religioso). O quizá Sesbasar haya sido el gobernador al principio, pero murió muy temprano y fue reemplazado por Zorobabel.
Zorobabel llevó al primer grupo de repatriados a Jerusalén y comenzó la construcción del Templo. Sin embargo, surgió mucha oposición, y durante varios años el trabajo comenzó y se detuvo varias veces. Al final, Dios envió a los profetas Hageo y Zacarías, en 520/519 a.C., para alentar a los pobladores a completar la obra del Templo. En consecuencia, llevó veinte años, después de la llegada de los repatriados, terminar y dedicar el Templo (515 a.C.).
Segunda repatriación (457 a.C.)
Esdras 8 enumera a los exiliados que regresaron con Esdras. Además de los sacerdotes y las familias reales, se mencionan doce jefes de familia judíos. El regreso de los exiliados le recuerda al lector el poderoso éxodo de Egipto. Así como las doce tribus viajaron desde Egipto hasta la Tierra Prometida, ahora, una vez más, doce familias viajaron a Israel.
La segunda repatriación es posible gracias al rey Artajerjes, que envía una carta con Esdras y les abre las puertas a los judíos. Una vez más, se enfatiza que cualquiera que se ofrezca voluntariamente para ir a Jerusalén puede hacerlo. Artajerjes reconoce al Dios de Israel, que para él es un “dios” regional. Curiosamente, el rey reconoce la inteligencia de Esdras y específicamente menciona: “posees la sabiduría de Dios” (Esd. 7:25, NVI), al encomendarle ser el líder de la expedición. El trabajo de Esdras era enseñar a su pueblo las leyes de Dios y establecer la cultura religiosa de su pueblo. El rey percibe también su propio 15 papel en esta obra. Entiende que facilita la restauración de la religión de los judíos, así como su identidad, enviando a un grupo con Esdras.
Mediante su decreto, que ordena la restauración de Jerusalén y no solo del Templo, el rey Artajerjes cumple la profecía de las setenta semanas de Daniel 9:24, 25. El año 457 a.C. es el punto de partida de las setenta semanas que están “determinadas” o cortadas de la profecía de 2.300 días/años, lo que hace que ambos períodos comiencen ese mismo año. La profecía de las setenta semanas termina en 34 d.C., que culmina con el apedreamiento de Esteban, hecho que coincide con la proclamación del evangelio a los gentiles después de la crucifixión de Jesús en 31 d.C. (a mitad de la semana mencionada en Daniel 9:27). El período de 2.300 años termina en 1844, lo que lo convierte en el período profético más largo. Su cierre marca el comienzo del juicio previo al Advenimiento en el cielo (el Día de la Expiación antitípico). Por lo tanto, el momento del regreso de Esdras a la tierra de Israel desempeña un papel fundamental en la profecía. (Para más estudios sobre este tema, ver la lección 3.)
Parte III: APLICACIÓN A LA VIDA
Esdras 1:1 declara que “despertó Jehová el espíritu de Ciro rey de Persia” para que diera la orden de permitir que los judíos regresaran a la tierra de Israel. Ciro respondió al impulso del Espíritu de Dios, quien impresionó al rey para que proclamara que los judíos reconstruyeran el Templo de Jerusalén. ¡Increíblemente, un rey pagano respondió a las indicaciones de Dios! “Despertó” viene de la palabra ur, que también significa “conmover”. Por lo tanto, Ciro, en cierto sentido, se conmovió ante el llamado de Dios.
Cuando Dios se mueve en nuestra vida, nos despertamos a sus indicaciones y su dirección. Esa motivación positiva proviene de una apreciación de los actos poderosos y misericordiosos de Dios en la historia y en nuestra vida. Este aprecio por Dios nos permite admirarlo y seguirlo, y perseverar en nuestro andar con él y en la obra que él nos da para hacer. Nuestro mejor desempeño proviene de la comprensión de quién es Dios y lo que ha hecho, de saber cómo interviene con amor en favor de su pueblo y cómo lo motiva a la acción.
Analiza las siguientes preguntas con la clase después de compartir el significado de “despertar”, o “conmover” (Esd. 1:1), del pasaje anterior:
¿Qué te motiva a seguir la conducción de Dios?
¿De qué manera has sentido que Dios te despierta o te motiva a hacer algo por él en tu vida?
Dios lo bendiga!!!
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