Lección de Escuela Sabática de Adultos 2do Trimestre 2020, Escuela Sabática Adultos 2do Trimestre 2020, Lección 2do Trimestre 2020,
Lección 10: Para el 6 de junio de 2020
LEE PARA EL ESTUDIO DE ESTA SEMANA: 1 Samuel 17; Isaías 36:1-3; 37:14-38; Daniel 1, 5; Mateo 26:57-67; Hebreos 11:1-40.
PARA MEMORIZAR:
“Yo soy Jehová tu Dios, que te saqué de la tierra de Egipto” (Éxo. 20:2; también Deut. 5:6).
La Biblia está constituida en la historia. La historia bíblica avanza en dirección lineal desde un principio absoluto, cuando Dios creó todas las cosas, hasta una meta final, cuando restaurará la Tierra en la Segunda Venida.
La naturaleza histórica de las Escrituras es una característica que la distingue de los libros sagrados de otras religiones. La Biblia da por sentada la existencia de un Dios que actúa personalmente en la historia; no intenta probar esa existencia. En el principio, Dios habla, y se crea vida en la Tierra (Gén. 1:1-31). Él llama a Abram a salir de los caldeos. Libera a su pueblo de la esclavitud de Egipto. Escribe los Diez Mandamientos en tablas de piedra con su propio dedo (Éxo. 31:18). Envía profetas. Envía juicios. Llama a su pueblo a vivir y compartir su divina Ley y el plan de salvación con otras naciones. Finalmente, envía a su Hijo Jesucristo al mundo, dividiendo así la historia para siempre.
Esta semana, analizaremos algunos de los aspectos clave de la historia según se describen en la Biblia y también algunas de las evidencias arqueológicas que ayudan a corroborar la historia según se expresa en la Biblia.
DAVID, SALOMÓN Y LA MONARQUÍA
Las monarquías de David y de Salomón representan la edad de oro en la historia de Israel. Pero ¿y si David y Salomón no existieron, como algunos afirman? ¿Qué pasaría si su reino no fue tan vasto como la Biblia lo describe, como algunos también afirman? Sin David no habría Jerusalén, la capital de la nación (2 Sam. 5:6-10). Sin David no habría Templo construido por su hijo, Salomón (1 Rey. 8:17-20). Finalmente, sin David no habría un futuro Mesías, porque es a través del linaje de David que se promete un Mesías (Jer. 23:5, 6; Apoc. 22:16). La historia israelita tendría que reescribirse completamente. Sin embargo, esa historia, según leemos en las Escrituras, es precisamente la que le da a Israel y a la iglesia su función y su misión únicas.
Lee 1 Samuel 17. ¿De qué manera Dios le da una victoria decisiva a Israel? ¿A quién se usa para esta victoria? ¿Dónde ocurre la victoria?
Observa la descripción geográfica precisa de las líneas de batalla en 1 Samuel 17:1 al 3. El sitio de Khirbet Qeiyafa está ubicado en las colinas exactamente en la zona del campamento israelita descrito en este capítulo. Las recientes excavaciones revelaron una ciudad guarnecida, masivamente fortificada, de la época de Saúl y David, que dominaba el valle. Se excavaron dos puertas contemporáneas. Como la mayoría de las ciudades del antiguo Israel tenían una sola puerta, esta característica puede ayudar a identificar el sitio como Saaraim (1 Sam. 17:52), que en hebreo significa “dos puertas”.
Si es así, entonces hemos identificado por primera vez esta antigua ciudad bíblica. En 2008 y 2013, se encontraron dos inscripciones que muchos creen que representan la escritura hebrea más antigua que se haya descubierto. La segunda inscripción menciona el nombre Es-baal, el mismo nombre de uno de los hijos de Saúl (1 Crón. 9:39).
En 1993, las excavaciones en la ciudad norteña de Tel Dan descubrieron una monumental inscripción escrita por el rey Hazael de Damasco, quien registra su victoria sobre el “rey de Israel” y el rey de la “casa de David”. Esta es la misma forma en que se describe la dinastía de David en la Biblia, lo que añade una evidencia arqueológica muy poderosa de que David existió en la historia, exactamente como lo dice la Biblia.
■ Piensa en las implicaciones de lo que significaría para nuestra fe si, como dicen algunos, el rey David no hubiese existido en realidad.
ISAÍAS, EZEQUÍAS Y SENAQUERIB
Lee Isaías 36:1 al 3 e Isaías 37:14 al 38. En este relato de una campaña asiria masiva contra Judá, ¿cómo libera Dios a su pueblo?
En 701 a.C., Senaquerib hace campaña contra Judá. El relato se registra en las Escrituras. El mismo Senaquerib también lo registra de varias maneras. En sus anales históricos, descubiertos en la ciudad capital de Nínive, alardea: “Cuarenta y seis de sus [de Ezequías] fuertes ciudades amuralladas e innumerables pueblos más pequeños en los alrededores sitié y conquisté”. En el palacio de Senaquerib, en Nínive, celebra su derrota de la ciudad judía de Laquis cubriendo las paredes de una sala central del palacio con representaciones en relieve del asedio y la batalla contra la ciudad.
Las recientes excavaciones de Laquis han descubierto los escombros de destrucción masiva de la ciudad después de que Senaquerib la incendiara. Pero Jerusalén se salvó milagrosamente. Senaquerib solo puede presumir de esto: “En cuanto a Ezequías el judío, lo encerré en su ciudad como un pájaro en una jaula”. No hay ninguna descripción de la destrucción de Jerusalén, y no se relata que los cautivos hayan sido tomados como esclavos.
Es cierto que Jerusalén fue sitiada, pero la Biblia registra que el asedio duró solo un día, ya que el Ángel del Señor liberó a Jerusalén. Como Isaías había predicho: “Por tanto, así dice Jehová acerca del rey de Asiria: No entrará en esta ciudad, ni arrojará saeta en ella; no vendrá delante de ella con escudo, ni levantará contra ella baluarte. Por el camino que vino, volverá, y no entrará en esta ciudad, dice Jehová. Porque yo ampararé a esta ciudad para salvarla, por amor de mí mismo, y por amor de David mi siervo” (Isa. 37:33-35).
Curiosamente, solo Laquis se destaca prominentemente en Nínive, la capital asiria. Jerusalén no se encuentra en las paredes del palacio. Senaquerib solo pudo jactarse de derrotar a Laquis. El enfrentamiento entre el Dios del cielo y los dioses de los asirios se demuestra en la liberación de su pueblo. Él ve los actos de agresión por parte de Asiria. Oye las palabras de la oración de Ezequías. Dios actúa en la historia.
■ ¿Cómo puedes recordar que el Dios que milagrosamente liberó a Israel en aquel momento y en aquel lugar es el mismo Dios a quien oras, en quien te amparas y confías?
DANIEL, NABUCODONOSOR Y BABILONIA
En julio de 2007, un académico de la Universidad de Viena estaba trabajando en un proyecto en el Museo Británico cuando encontró una tablilla de la época de Nabucodonosor, rey de Babilonia. En la tablilla, encontró el nombre “Sarsequim”, el nombre de un funcionario babilónico mencionado en Jeremías 39:3. Sarsequim es uno de los tantos reyes y oficiales que (gracias a la arqueología) se han redescubierto desde la época de Daniel y Nabucodonosor.
Lee Daniel 1 y 5. ¿Cómo se corresponden las primeras decisiones de Daniel con los actos de Dios al usarlo como siervo y profeta para impactar a millones de personas a lo largo de la historia?
Daniel “propuso en su corazón” (Dan. 1:8) permanecer fiel a Dios en relación con lo que comía y a quién oraba. Estos buenos hábitos, que se formaron al comienzo de su experiencia, llegaron a ser el patrón que le daría fortaleza para su larga vida. El resultado fue un pensamiento claro, sabiduría y entendimiento provenientes de lo Alto. Nabucodonosor y Belsasar reconocieron esto, por lo que Daniel fue elevado a los puestos más encumbrados del reino. Pero, quizá lo más importante sea que dio lugar a la conversión del mismo rey Nabucodonosor (Dan. 4:34-37).
Nabucodonosor era hijo de Nabopolasar. Juntos construyeron una ciudad gloriosa e inigualable en el mundo antiguo (Dan. 4:30). La ciudad de Babilonia era enorme, con más de 300 templos, un palacio exquisito, y rodeada de enormes paredes dobles de 3,66 y 6,70 metros de espesor. Las paredes estaban jalonadas por 8 puertas principales, todas con nombres de las principales divinidades babilónicas. La más famosa es la puerta Ishtar, excavada por los alemanes y reconstruida en el Museo de Pérgamo, en Berlín.
En Daniel 7:4, se describe a Babilonia como un león con alas de águila. El camino procesional que conduce a la puerta Ishtar está recubierto con imágenes de 120 leones. También, durante las excavaciones, se encontró la imagen de un enorme león que se abalanza sobre un hombre, que aún se encuentra hoy fuera de la ciudad. Todos estos testifican del león como símbolo apropiado de Babilonia la Grande. Se confirma la historia bíblica y su mensaje profético.
■ Daniel 1:8 dice que Daniel “propuso en su corazón”. ¿Qué significa eso? ¿Qué cosas necesitas “proponerte (hacer o no hacer) en tu corazón”?
EL JESÚS HISTÓRICO
Lee Mateo 26:57 al 67; y Juan 11:45 al 53 y 18:29 al 31. ¿Quién fue Caifás y cuál fue su papel en la muerte de Cristo? ¿Quién fue Poncio Pilato y cuál fue su decisión más importante para que el Sanedrín lograra sus objetivos?
Caifás era el sumo sacerdote e instigó la conspiración para procurar la muerte de Jesús. Josefo, el historiador judío que escribe en nombre de los romanos, también registra su existencia. “Además de eso, también privó a José, que también se llamaba Caifás, del sumo sacerdocio, y nombró a Jonatán, el hijo de Anano, el ex sumo sacerdote, para que lo sucediera” (Josefo, Complete Works, lib. 18, cap. 4, p. 381). En 1990, se descubrió una tumba familiar al sur de Jerusalén que contenía doce osarios o cajas de huesos. Las monedas y la cerámica de la tumba datan de alrededor de mediados del siglo I d.C. El más adornado de los osarios, con múltiples grupos de huesos, contiene el nombre de “José, hijo de Caifás”. Muchos eruditos creen que esta fue la tumba y la caja de huesos de Caifás, el sumo sacerdote que participó en forma tan directa de la muerte de Jesús.
En 1961, se halló una inscripción con el nombre de Poncio Pilato, prefecto de Judea bajo el emperador Tiberio, en una piedra del teatro de Cesarea Marítima.
Por lo tanto, en ambos casos, la historia corrobora algunas de las principales figuras que rodearon la muerte de Cristo.
Los historiadores seculares de los dos primeros siglos también hablan de Jesús de Nazaret. Tácito, el historiador romano, escribió de Cristo, su ejecución por parte de Poncio Pilato durante el reinado de Tiberio, y los primeros cristianos en Roma. Plinio el Joven, un gobernador romano, le escribió en el año 112 o 113 al emperador Trajano y le preguntó cómo debía tratar a los cristianos. Describe que se reunían en un día determinado antes del amanecer para entonar himnos como a un dios.
Estos descubrimientos arqueológicos y fuentes históricas brindan un marco extrabíblico para la existencia de Jesús, quien era adorado dentro de los primeros cincuenta años después de su muerte. Los mismos evangelios son las fuentes principales de información sobre Jesús, y debemos estudiarlos cuidadosamente para aprender más de Jesús y su vida.
■ Aunque siempre es bueno contar con evidencias arqueológicas que respalden nuestra fe, ¿por qué debemos aprender que nuestra fe no dependa de estas cosas, por más útiles que sean?
LA FE Y LA HISTORIA
No vivimos dentro de una burbuja. Nuestras decisiones no solo influyen sobre nosotros, sino también en los demás. De la misma manera, la vida de muchos que pertenecieron al antiguo pueblo de Dios han tenido un gran impacto en el futuro de otros además de ellos mismos. En Hebreos 11, ese famoso capítulo de la fe, vemos una síntesis de la influencia de muchos de estos antiguos héroes de la fe.
Lee Hebreos 11:1 al 40. ¿Qué lecciones podemos aprender de estos antiguos héroes al estudiar su vida?
Enoc
Noé
Abraham
Sara
José
Moisés
Rahab
Sansón
La fe no es simplemente creer en algo o en alguien; es actuar en respuesta a esa creencia. Es una fe que obra; esto es lo que se cuenta como justicia. Son esos actos de fe los que cambian la historia. Cada uno de estos actos depende de nuestra confianza en la Palabra de Dios.
Noé actuó con fe cuando construyó el arca, confiando en la Palabra de Dios por sobre la experiencia y la razón. Como nunca había llovido, la experiencia y la razón sugerían que un diluvio no tenía ningún sentido. Pero Noé obedeció a Dios, y la raza humana sobrevivió. Abraham, entonces llamado Abram, dejó Ur en el sur de Mesopotamia, la ciudad más sofisticada del mundo en ese momento, y salió sin saber a dónde lo llevaría Dios. Pero él eligió actuar según la Palabra de Dios. Moisés eligió hacerse pastor para guiar al pueblo de Dios a la Tierra Prometida en lugar de convertirse en el rey de Egipto, el imperio más grande de su época. Confió en la voz del Todopoderoso, que lo llamó desde la zarza ardiente. Rahab decidió confiar en los informes de liberación de Dios, protegió a los dos espías y se convirtió en parte del linaje de Jesús. ¡Cuán poco sabemos acerca de cómo nuestras decisiones influirán en la vida de innumerables personas en esta generación y las que vendrán!
■ ¿Qué decisiones cruciales son inminentes para ti? ¿Qué influye en tus decisiones, y por qué?
PARA ESTUDIAR Y MEDITAR:
Lee Elena de White, Patriarcas y profetas, “David y Goliat”, pp. 631-636; Profetas y reyes, “Ezequías”, pp. 245-251; “Librados de Asiria”, pp. 259-271; “Métodos de estudio de la Biblia”: parte 4.k. (Los “Métodos de estudio de la Biblia” se pueden encontrar en https://cort.as/-MdHR.)
“La Biblia es la historia más antigua y abarcadora que poseen los hombres. Nació de la fuente de la verdad eterna y una mano divina ha preservado su pureza a través de los siglos. Ilumina el lejano pasado en el cual en vano trata de penetrar la investigación humana. Solamente en la Palabra de Dios contemplamos el Poder que puso los cimientos de la Tierra y extendió los cielos. Solo en ella hallamos un relato auténtico del origen de las naciones. Solo en ella se da una historia de nuestra raza, libre de prejuicios u orgullo humanos” (Ed 173).
“El que tiene un conocimiento de Dios y de su Palabra tiene una fe que está asentada en la divinidad de las Sagradas Escrituras. No mide la Biblia a la luz de los conceptos científicos. Al contrario, somete esos conceptos al escrutinio de la norma inequívoca. Sabe que la Palabra de Dios es la verdad, y la verdad nunca se contradice a sí misma; lo que de la enseñanza de la presunta ciencia contradice la verdad de la revelación de Dios es mera conjetura o suposición humana.
“Para los que son verdaderamente sabios, la investigación científica abre ante ellos un vasto panorama de estudio e información” (TI 8:339).
PREGUNTAS PARA DIALOGAR:
1. Desarrollen la pregunta formulada al final del estudio del miércoles. Sí, es bueno encontrar evidencias arqueológicas que confirman la historia bíblica. Pero ¿qué sucede cuando se encuentran evidencias arqueológicas cuya interpretación contradice la historia bíblica? ¿Qué debería decirnos esto sobre el hecho de que debemos depender de la Palabra de Dios como tal y confiar en ella independientemente de las afirmaciones de la arqueología o de cualquier otra ciencia humana?
2. Piensa en todas las profecías bíblicas que, desde la perspectiva actual, podemos ver que se han cumplido en el pasado. Piensa, por ejemplo, en la mayoría de los reinos de Daniel 2 y 7. ¿Cómo podemos aprender de estas profecías que se han cumplido en la historia, y confiar en el Señor acerca de las profecías que aún están en el futuro?
Dios lo bendiga!!!
EL SÁBADO ENSEÑARÉ...
Texto clave: 1 Samuel 17; Daniel 1; Daniel 5; Isaías 36:1–3; 37:14–38; Mateo 26:57-67; Hebreos 11:1-40.
Parte I: RESEÑA
La historia es importante porque toda la vida tiene sus raíces en ella. La humanidad no existe fuera de la historia; es la urdimbre de la vida. Es donde Dios eligió colocarnos y revelarse a sí mismo. Como la Biblia está constituida en la historia, esta última es el “lugar”, por así decirlo, donde Dios nos da la oportunidad de probar y confirmar la veracidad de su Palabra. Por eso, la historia y los detalles históricos son donde la confianza en la Biblia y en la Palabra de Dios se ve desafiada al máximo y donde a menudo comienzan las críticas. Pablo aborda este mismo problema con la iglesia en Corinto cuando menciona que algunos de la iglesia han cuestionado el testimonio de la palabra del apóstol: “Pero si se predica de Cristo que resucitó de los muertos, ¿cómo dicen algunos entre vosotros que no hay resurrección de muertos? Porque si no hay resurrección de muertos, tampoco Cristo resucitó. Y si Cristo no resucitó, vana es entonces nuestra predicación, vana es también vuestra fe” (1 Cor. 15:12-14). Pablo afirmó que la confiabilidad del suceso histórico de la resurrección corporal de Cristo era la piedra angular de la fe cristiana. Si ese acontecimiento nunca ocurrió, entonces nuestra fe se basa en un engaño piadoso, no en la realidad. La fe bíblica se basa en los hechos de la historia. Se basa en un Dios que actúa en la historia, y la historia bíblica es el tema del estudio de esta semana.
Parte II: COMENTARIO
Ilustración
El teólogo veterotestamentario Walter Dietrich escribió recientemente: “En la era moderna, la historia debe interpretarse y describirse etsi deus non daretur (‘como si Dios no existiera’)”. Pero admite que esto es difícil al analizar la historia bíblica. En la Biblia, “Dios desempeña un papel activo […]. Dios se interesa personalmente […]. Envía profetas […]. Mueve situaciones”. Dietrich concluye: “¿Qué iluminado puede aceptar todas estas cosas como relatos históricos?” (The Early Monarchy in Israel: The Tenth Century B.C.E., pp. 102, 103). Toda una serie de métodos críticos ha eliminado el marco histórico de la Biblia y sus enseñanzas, negando los mismos hechos que Dios ha dado para confirmar su obra personal a lo largo de toda la vida de su pueblo. Durante los últimos doscientos años, estos métodos de la Ilustración a menudo se han utilizado para deconstruir la clara enseñanza de la Biblia. La crítica histórica cuestiona los acontecimientos bíblicos, e incluso períodos enteros de la Biblia, y los relega al mito, la saga, la historia o simplemente a la teología en el sentido de la imaginación humana. Estos períodos incluyen la Creación, el Diluvio, el período patriarcal, la permanencia en Egipto, el Éxodo y la Conquista, la monarquía unida y otros. Los eruditos neotestamentarios que utilizan estos métodos han diseccionado los dichos de Jesús para determinar, según afirman, qué dijo realmente y lo que otros le atribuyeron (falsamente). Muchos de nuestros jóvenes se enfrentan a estos enfoques críticos cuando asisten a universidades seculares. Esto plantea algunas preguntas importantes para el que estudia la Biblia con seriedad. Los asuntos históricos ¿realmente tienen importancia para la fe? ¿Cómo puedo vivir por fe cuando esa fe es desafiada por el pensamiento moderno y posmoderno? ¿De qué manera la Biblia, como la Palabra inspirada de Dios, me abre los ojos y expande mi pensamiento?
Texto bíblico
Como estudiosos diligentes de la Biblia, debemos preguntarnos si la Biblia debe analizarse según los supuestos externos y las normas del modernismo y la posmodernidad o si la Biblia debe evaluarse en sus propios términos. El testimonio interno de las Escrituras indica que Dios habló a su pueblo a través de profetas y, a veces, directamente. Se dirigió a ellos en tiempo y espacio. Es decir, actuó en tiempo real (acontecimientos), entre gente real en lugares reales.
Gente. Se ha confirmado la existencia de al menos cien personajes bíblicos, incluyendo reyes, siervos, escribas y gobernadores, a través de cuidadosas investigaciones arqueológicas e históricas. En las últimas dos décadas, se agregaron muchos más a esta lista con el descubrimiento de sellos, impresiones de sellos, pequeñas inscripciones e inscripciones monumentales. Estos son solo algunos ejemplos:
Baalis. En 1984, en el sitio del Tell el-cUmeiri, en Jordania, los arqueólogos de la Universidad Andrews descubrieron una impresión de sello de arcilla con el nombre “Milkom’ur […] siervo de Baalyasha, indudablemente una referencia a Baalis, el rey de la antigua Amón, mencionado en Jeremías 40:14. Se decía que este oscuro rey había conspirado contra el rey de Judea en vísperas de la destrucción de Babilonia” (R. W. Younker, “Israel, Judah, and Ammon and the Motifs on the Baalis Seal from Tell el-cUmeiri”, pp. 173–180).
Isaías el profeta. Las excavaciones de Jerusalén en 2009 descubrieron una impresión de sello que contenía el nombre “Isaías, [el] profe[ta]”. El excavador Eilat Mazar por cierto cree que esta era la impresión del sello del profeta Isaías. Se encontró a menos de tres metros de la impresión del sello de “Ezequías, hijo de Acaz, rey de Judá” (Eilat Mazar, “Is This the Prophet Isaiah’s Signature?”, p. 92). En 2014, alumnos de la Southern Adventist University hallaron dos impresiones de sellos de Eliaquim en la ciudad de Laquis. Según Isaías 37:1 y 2, los tres (Ezequías, Eliaquim e Isaías) estuvieron presentes en Jerusalén durante la invasión de Senaquerib a Judá.
Herodes el Grande. En 1996, los estudiantes que trabajaban con Ehud Netzer en Masada, la fortaleza del desierto de Herodes, descubrieron un fragmento importado de un ánfora de vino. En el fragmento, había una inscripción: regi Herodi Iudaico, “para Herodes, rey de Judea”. Era la primera mención del título de Herodes el Grande, fuera del Nuevo Testamento y de Josefo, hallado en un contexto arqueológico (ver “Pottery With a Pedigree: Herod Inscription Surfaces at Masada”, p. 27).
Ciudades. Se han excavado docenas de sitios en Medio Oriente que revelan sus secretos y confirman la existencia de culturas prósperas descritas en la Biblia. Las excavaciones de Babilonia revelaron coloridas paredes de ladrillo vitrificado cubiertas con imágenes de leones, grifos y toros. Las ruinas de Hazor, Meguido y Gezer estaban rodeadas de enormes muros dobles y puertas, atribuidas a las actividades de construcción de Salomón (1 Rey. 9:15).
Las ciudades filisteas de Ascalón, Asdod, Ecrón y Gat han sido excavadas intensamente. Estas excavaciones revelaron una cultura sofisticada de arquitectura, arte y tecnología. En 1996, se descubrió una inscripción en Ecrón que revelaba una línea dinástica de cinco reyes, incluido Aquis, el hijo de Padi, que gobernó Ecrón hasta la destrucción de la ciudad por parte de Nabucodonosor (ver S. Gitin, T. Dothan y J. Naveh, “A Royal Dedicatory Inscription from Ekron”, pp. 9–16). La cerámica decorada de estilo egeo y la tecnología de estas ciudades revelan que los filisteos eran la élite en el antiguo territorio de Canaán. A esta breve lista se podrían agregar docenas de otros sitios, como Jericó, Jerusalén, Aco, Dan, Abel, Azeca, Libna, todos actualmente en excavación en Medio Oriente.
Acontecimientos. Uno de los acontecimientos más ilustrados de la Biblia es la campaña de Senaquerib contra Judá en 701 a.C., como se registra en Isaías 36; 37; 2 Reyes 18; 19; y 2 Crónicas 32. Las excavaciones de Nínive en el Iraq moderno han descubierto los anales del rey Senaquerib, quien describe su campaña en contra de Judá en detalle: “En cuanto a Ezequías de Judá, que no se sometió a mi yugo, lo encerré en su ciudad real como un ave en una jaula”. Los relieves tallados en la sala central de su palacio representan el ataque asirio contra la ciudad de Laquis, su derrota y la procesión de prisioneros ante el rey sentado en un trono. Expediciones recientes de 2013 a 2017 realizadas por la Southern Adventist University y la Universidad Hebrea de Jerusalén excavaron la destrucción masiva de Laquis en Israel, y recuperaron docenas de puntas de flecha, hondas y elementos de armadura en medio de los escombros que dejaron los ejércitos asirios. Sin embargo, Jerusalén se salvó, un testimonio vívido de la exactitud del registro bíblico sobre este acontecimiento.
No obstante, después de doscientos años, la arqueología apenas ha explorado la superficie de lo que se podría encontrar. Hoy solo se ha localizado una fracción de los cientos de sitios que existían. Y de esos sitios ubicados, solo una fracción ha sido excavada. Y de esa fracción de sitios excavados, solo una fracción se ha excavado en su verdadera medida (muchas veces, menos del cinco por ciento). Solo se ha publicado una fracción de esas excavaciones. Y solo una fracción de las que se han publicado contribuyen directamente a la comprensión de los personajes y los acontecimientos bíblicos. Por lo tanto, no es de extrañar que haya muchas personas, lugares y hechos por descubrir. A medida que cientos de arqueólogos, voluntarios y otros especialistas vayan descubriendo estos restos antiguos, se seguirán acumulando más evidencias que confirmen el marco histórico de la Biblia, completando los detalles de cómo trabajaban, vivían e interactuaban los pueblos de estas culturas antiguas..
Parte III: APLICACIÓN A LA VIDA
La historia no es simplemente una asignatura árida que hay que aprobar en el colegio secundario y la universidad o debatir en esta clase. Es nuestra historia, y es “la historia de Dios”. Si Dios ha estado obrando personalmente a lo largo de la historia de este mundo, ¿crees que todavía está activo en tu vida hoy? ¿Todavía experimentamos liberaciones milagrosas del poder de nuestros enemigos, de enfermedades y dificultades? A menudo leemos sobre los milagros realizados en la Biblia y nos preguntamos si esos milagros todavía ocurren hoy, ¿verdad? Si tuviéramos que recopilar las verdaderas historias de los milagros de curación de Dios, de los sueños que envió y de su obra en el transcurso de nuestra vida personal y de nuestra familia de la iglesia en todo el mundo hoy, ¿no podríamos llenar un libro?
1. Comparte con la clase cómo Dios ha obrado en tu vida. ¿Qué ha hecho por ti o, quizá, por un familiar o un amigo? Formula esta pregunta a la clase. ¿Qué testimonios tienen para compartir en respuesta?
2. Un joven adventista comienza las clases en una universidad pública y se enfrenta a un profesor que dice al principio de la clase que, si bien algunos de los alumnos de la clase quizá crecieron en iglesias y sinagogas, ahora están en la universidad, y aprenderán lo que realmente sucedió en el pasado. ¿Cómo debería responder ese alumno en esta situación?
Dios lo bendiga!!!
LA BIBLIA COMO HISTORIA
Sábado 30 de mayo
LEE PARA EL ESTUDIO DE ESTA SEMANA: 1 Samuel 17; Isaías 36:1-3; 37:14-38; Daniel 1, 5; Mateo 26:57-67; Hebreos 11:1-40.
PARA MEMORIZAR:
“Yo soy Jehová tu Dios, que te saqué de la tierra de Egipto” (Éxo. 20:2; también Deut. 5:6).
La Biblia está constituida en la historia. La historia bíblica avanza en dirección lineal desde un principio absoluto, cuando Dios creó todas las cosas, hasta una meta final, cuando restaurará la Tierra en la Segunda Venida.
La naturaleza histórica de las Escrituras es una característica que la distingue de los libros sagrados de otras religiones. La Biblia da por sentada la existencia de un Dios que actúa personalmente en la historia; no intenta probar esa existencia. En el principio, Dios habla, y se crea vida en la Tierra (Gén. 1:1-31). Él llama a Abram a salir de los caldeos. Libera a su pueblo de la esclavitud de Egipto. Escribe los Diez Mandamientos en tablas de piedra con su propio dedo (Éxo. 31:18). Envía profetas. Envía juicios. Llama a su pueblo a vivir y compartir su divina Ley y el plan de salvación con otras naciones. Finalmente, envía a su Hijo Jesucristo al mundo, dividiendo así la historia para siempre.
Esta semana, analizaremos algunos de los aspectos clave de la historia según se describen en la Biblia y también algunas de las evidencias arqueológicas que ayudan a corroborar la historia según se expresa en la Biblia.
Notas EGW
Sábado
En los concilios del cielo se resolvió dar a la humanidad una ejemplificación viviente de la ley. Habiendo decidido hacer este gran sacrificio, Dios no dejó nada a oscuras, nada indefinido, con respecto a la salvación de la raza humana. Él dio a la humanidad una norma para formar el carácter. Con voz audible y gran majestuosidad pronunció su ley desde el Sinaí…
El Señor tenía un amor tan grande por el mundo que dio “a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna”. Juan 3:16. Cristo vino para darle al hombre vigor moral, para elevarlo, ennoblecerlo y fortalecerlo, capacitándolo para ser participante de la naturaleza divina habiendo huido de la corrupción que hay en el mundo a causa de la concupiscencia. Él probó a los habitantes de los mundos no caídos y a los seres humanos que puede guardarse la ley. Mientras poseía la naturaleza del hombre, él obedeció a la ley de Dios, vindicando la justicia de Dios que exigía su obediencia. En el juicio su vida será un argumento incontestable en favor de la ley de Dios —En los lugares celestiales, p. 40.
“Y dio [Cristo] a Moisés, cuando acabó de hablar con él en el monte de Sinaí, dos tablas del testimonio, tablas de piedra escritas con el dedo de Dios”. Nada escrito sobre esas tablas podía ser raído. El precioso registro de la ley fue colocado en el arca del testamento y está todavía allí, oculto y a salvo de la familia humana. Pero en el tiempo señalado por Dios, él sacará esas tablas de piedra para que sean un testimonio ante todo el mundo contra la desobediencia de sus mandamientos y contra el culto idolátrico de un día de reposo falsificado.
Hay abundantes evidencias de la inmutabilidad de la ley de Dios. Fue escrita con el dedo de Dios, para no ser nunca borrada, para no ser nunca destruida. Las tablas de piedra están ocultas por Dios para ser presentadas en el gran día del juicio, tal como él las escribió —Comentarios de Elena G. de White en Comentario bíblico adventista del séptimo día, t. 1, p. 1123.
Miremos hoy al mundo en abierta rebelión contra Dios. Esta es en verdad una generación rebelde, llena de ingratitud, formalismo, falsedad, orgullo y apostasía. Los hombres descuidan la Biblia y odian la verdad. Jesús ve su ley rechazada, su amor despreciado, sus embajadores tratados con indiferencia. Él habló por sus misericordias, pero estas no han sido reconocidas; él dirigió advertencias, pero estas no han sido escuchadas. Los atrios del templo del alma humana han sido trocados en lugares de tráfico profano. El egoísmo, la envidia, el orgullo y la malicia son las cosas que se cultivan…
Los que creen esa palabra tal como se expresa son ridiculizados. Existe un desprecio cada vez mayor por la ley y el orden, y se debe directamente a una violación de las órdenes de Jehová.
Jehová grabó sus Diez Mandamientos en tablas de piedra, a fin de que todos los habitantes de la tierra pudiesen comprender su carácter eterno e inmutable —Exaltad a Jesús, p. 135.
Sábado
En los concilios del cielo se resolvió dar a la humanidad una ejemplificación viviente de la ley. Habiendo decidido hacer este gran sacrificio, Dios no dejó nada a oscuras, nada indefinido, con respecto a la salvación de la raza humana. Él dio a la humanidad una norma para formar el carácter. Con voz audible y gran majestuosidad pronunció su ley desde el Sinaí…
El Señor tenía un amor tan grande por el mundo que dio “a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna”. Juan 3:16. Cristo vino para darle al hombre vigor moral, para elevarlo, ennoblecerlo y fortalecerlo, capacitándolo para ser participante de la naturaleza divina habiendo huido de la corrupción que hay en el mundo a causa de la concupiscencia. Él probó a los habitantes de los mundos no caídos y a los seres humanos que puede guardarse la ley. Mientras poseía la naturaleza del hombre, él obedeció a la ley de Dios, vindicando la justicia de Dios que exigía su obediencia. En el juicio su vida será un argumento incontestable en favor de la ley de Dios —En los lugares celestiales, p. 40.
“Y dio [Cristo] a Moisés, cuando acabó de hablar con él en el monte de Sinaí, dos tablas del testimonio, tablas de piedra escritas con el dedo de Dios”. Nada escrito sobre esas tablas podía ser raído. El precioso registro de la ley fue colocado en el arca del testamento y está todavía allí, oculto y a salvo de la familia humana. Pero en el tiempo señalado por Dios, él sacará esas tablas de piedra para que sean un testimonio ante todo el mundo contra la desobediencia de sus mandamientos y contra el culto idolátrico de un día de reposo falsificado.
Hay abundantes evidencias de la inmutabilidad de la ley de Dios. Fue escrita con el dedo de Dios, para no ser nunca borrada, para no ser nunca destruida. Las tablas de piedra están ocultas por Dios para ser presentadas en el gran día del juicio, tal como él las escribió —Comentarios de Elena G. de White en Comentario bíblico adventista del séptimo día, t. 1, p. 1123.
Miremos hoy al mundo en abierta rebelión contra Dios. Esta es en verdad una generación rebelde, llena de ingratitud, formalismo, falsedad, orgullo y apostasía. Los hombres descuidan la Biblia y odian la verdad. Jesús ve su ley rechazada, su amor despreciado, sus embajadores tratados con indiferencia. Él habló por sus misericordias, pero estas no han sido reconocidas; él dirigió advertencias, pero estas no han sido escuchadas. Los atrios del templo del alma humana han sido trocados en lugares de tráfico profano. El egoísmo, la envidia, el orgullo y la malicia son las cosas que se cultivan…
Los que creen esa palabra tal como se expresa son ridiculizados. Existe un desprecio cada vez mayor por la ley y el orden, y se debe directamente a una violación de las órdenes de Jehová.
Jehová grabó sus Diez Mandamientos en tablas de piedra, a fin de que todos los habitantes de la tierra pudiesen comprender su carácter eterno e inmutable —Exaltad a Jesús, p. 135.
Domingo 31 de mayo
DAVID, SALOMÓN Y LA MONARQUÍA
Las monarquías de David y de Salomón representan la edad de oro en la historia de Israel. Pero ¿y si David y Salomón no existieron, como algunos afirman? ¿Qué pasaría si su reino no fue tan vasto como la Biblia lo describe, como algunos también afirman? Sin David no habría Jerusalén, la capital de la nación (2 Sam. 5:6-10). Sin David no habría Templo construido por su hijo, Salomón (1 Rey. 8:17-20). Finalmente, sin David no habría un futuro Mesías, porque es a través del linaje de David que se promete un Mesías (Jer. 23:5, 6; Apoc. 22:16). La historia israelita tendría que reescribirse completamente. Sin embargo, esa historia, según leemos en las Escrituras, es precisamente la que le da a Israel y a la iglesia su función y su misión únicas.
Lee 1 Samuel 17. ¿De qué manera Dios le da una victoria decisiva a Israel? ¿A quién se usa para esta victoria? ¿Dónde ocurre la victoria?
Observa la descripción geográfica precisa de las líneas de batalla en 1 Samuel 17:1 al 3. El sitio de Khirbet Qeiyafa está ubicado en las colinas exactamente en la zona del campamento israelita descrito en este capítulo. Las recientes excavaciones revelaron una ciudad guarnecida, masivamente fortificada, de la época de Saúl y David, que dominaba el valle. Se excavaron dos puertas contemporáneas. Como la mayoría de las ciudades del antiguo Israel tenían una sola puerta, esta característica puede ayudar a identificar el sitio como Saaraim (1 Sam. 17:52), que en hebreo significa “dos puertas”.
Si es así, entonces hemos identificado por primera vez esta antigua ciudad bíblica. En 2008 y 2013, se encontraron dos inscripciones que muchos creen que representan la escritura hebrea más antigua que se haya descubierto. La segunda inscripción menciona el nombre Es-baal, el mismo nombre de uno de los hijos de Saúl (1 Crón. 9:39).
En 1993, las excavaciones en la ciudad norteña de Tel Dan descubrieron una monumental inscripción escrita por el rey Hazael de Damasco, quien registra su victoria sobre el “rey de Israel” y el rey de la “casa de David”. Esta es la misma forma en que se describe la dinastía de David en la Biblia, lo que añade una evidencia arqueológica muy poderosa de que David existió en la historia, exactamente como lo dice la Biblia.
■ Piensa en las implicaciones de lo que significaría para nuestra fe si, como dicen algunos, el rey David no hubiese existido en realidad.
Notas EGW
Domingo
Durante los reinados de David y Salomón, Israel llegó al apogeo de su grandeza. Se cumplió la promesa dada a Abraham y repetida por medio de Moisés: “Porque si guardareis cuidadosamente todos estos mandamientos que yo os prescribo para que los cumpláis, y si amareis a Jehová vuestro Dios, andando en todos sus caminos, y siguiéndole a él, Jehová también echará de delante de vosotros a todas estas naciones, y desposeeréis naciones grandes y más poderosas que vosotros. Todo lugar que pisare la planta de vuestro pie será vuestro; desde el desierto hasta el Líbano, desde el río Éufrates hasta el mar occidental será vuestro territorio. Nadie se sostendrá delante de vosotros”. Deuteronomio 11:22-25 —La educación, p. 48.
Por las Escrituras del Antiguo Testamento, [Pablo] mostró que de acuerdo con las profecías y la expectación universal de los judíos, el Mesías iba a ser del linaje de Abraham y de David; entonces trazó la descendencia de Jesús desde el patriarca Abraham a través del real salmista. Leyó el testimonio de los profetas en cuanto al carácter y la obra del Mesías prometido, y su recepción y trato en la tierra. Luego demostró que todas estas predicciones se habían cumplido en la vida, el ministerio y la muerte de Jesús de Nazaret —Los hechos de los apóstoles, p. 201.
Grande había sido la caída de David; y profundo fue su arrepentimiento; ardiente su amor, y enérgica su fe. Mucho le había sido perdonado, y por consiguiente él amaba mucho. Lucas 7:47.
Los salmos de David pasan por toda la gama de la experiencia humana, desde las profundidades del sentimiento de culpabilidad y condenación de sí hasta la fe más sublime y la más exaltada comunión con Dios. La historia de su vida muestra que el pecado no puede traer sino vergüenza y aflicción, pero que el amor de Dios y su misericordia pueden alcanzar hasta las más hondas profundidades, que la fe elevará el alma arrepentida hasta hacerle compartir la adopción de los hijos de Dios. De todas las promesas que contiene su Palabra, es uno de los testimonios más poderosos en favor de la fidelidad, la justicia y la misericordia del pacto de Dios…
Grandes y gloriosas fueron las promesas hechas a David y a su casa. Eran promesas que señalaban hacia el futuro, hacia las edades eternas, y encontraron la plenitud de su cumplimiento en Cristo. El Señor declaró:
“Juré a David mi siervo, diciendo: …Mi mano será firme con él, mi brazo también lo fortificará… Y mi verdad y mi misericordia serán con él; y en mi nombre será ensalzado su cuerno. Asimismo pondré su mano en la mar, y en los ríos su diestra. Él me llamará: Mi padre eres tú, mi Dios, y la roca de mi salud. Yo también le pondré por primogénito, alto sobre los reyes de la tierra. Para siempre le conservaré mi misericordia; y mi alianza será firme con él. Y pondré su simiente para siempre, y su trono como los días de los cielos”. Salmo 89:3, 21-29 —Historia de los patriarcas y profetas, pp. 818, 819.
Domingo
Durante los reinados de David y Salomón, Israel llegó al apogeo de su grandeza. Se cumplió la promesa dada a Abraham y repetida por medio de Moisés: “Porque si guardareis cuidadosamente todos estos mandamientos que yo os prescribo para que los cumpláis, y si amareis a Jehová vuestro Dios, andando en todos sus caminos, y siguiéndole a él, Jehová también echará de delante de vosotros a todas estas naciones, y desposeeréis naciones grandes y más poderosas que vosotros. Todo lugar que pisare la planta de vuestro pie será vuestro; desde el desierto hasta el Líbano, desde el río Éufrates hasta el mar occidental será vuestro territorio. Nadie se sostendrá delante de vosotros”. Deuteronomio 11:22-25 —La educación, p. 48.
Por las Escrituras del Antiguo Testamento, [Pablo] mostró que de acuerdo con las profecías y la expectación universal de los judíos, el Mesías iba a ser del linaje de Abraham y de David; entonces trazó la descendencia de Jesús desde el patriarca Abraham a través del real salmista. Leyó el testimonio de los profetas en cuanto al carácter y la obra del Mesías prometido, y su recepción y trato en la tierra. Luego demostró que todas estas predicciones se habían cumplido en la vida, el ministerio y la muerte de Jesús de Nazaret —Los hechos de los apóstoles, p. 201.
Grande había sido la caída de David; y profundo fue su arrepentimiento; ardiente su amor, y enérgica su fe. Mucho le había sido perdonado, y por consiguiente él amaba mucho. Lucas 7:47.
Los salmos de David pasan por toda la gama de la experiencia humana, desde las profundidades del sentimiento de culpabilidad y condenación de sí hasta la fe más sublime y la más exaltada comunión con Dios. La historia de su vida muestra que el pecado no puede traer sino vergüenza y aflicción, pero que el amor de Dios y su misericordia pueden alcanzar hasta las más hondas profundidades, que la fe elevará el alma arrepentida hasta hacerle compartir la adopción de los hijos de Dios. De todas las promesas que contiene su Palabra, es uno de los testimonios más poderosos en favor de la fidelidad, la justicia y la misericordia del pacto de Dios…
Grandes y gloriosas fueron las promesas hechas a David y a su casa. Eran promesas que señalaban hacia el futuro, hacia las edades eternas, y encontraron la plenitud de su cumplimiento en Cristo. El Señor declaró:
“Juré a David mi siervo, diciendo: …Mi mano será firme con él, mi brazo también lo fortificará… Y mi verdad y mi misericordia serán con él; y en mi nombre será ensalzado su cuerno. Asimismo pondré su mano en la mar, y en los ríos su diestra. Él me llamará: Mi padre eres tú, mi Dios, y la roca de mi salud. Yo también le pondré por primogénito, alto sobre los reyes de la tierra. Para siempre le conservaré mi misericordia; y mi alianza será firme con él. Y pondré su simiente para siempre, y su trono como los días de los cielos”. Salmo 89:3, 21-29 —Historia de los patriarcas y profetas, pp. 818, 819.
Lunes 1º de junio
ISAÍAS, EZEQUÍAS Y SENAQUERIB
Lee Isaías 36:1 al 3 e Isaías 37:14 al 38. En este relato de una campaña asiria masiva contra Judá, ¿cómo libera Dios a su pueblo?
En 701 a.C., Senaquerib hace campaña contra Judá. El relato se registra en las Escrituras. El mismo Senaquerib también lo registra de varias maneras. En sus anales históricos, descubiertos en la ciudad capital de Nínive, alardea: “Cuarenta y seis de sus [de Ezequías] fuertes ciudades amuralladas e innumerables pueblos más pequeños en los alrededores sitié y conquisté”. En el palacio de Senaquerib, en Nínive, celebra su derrota de la ciudad judía de Laquis cubriendo las paredes de una sala central del palacio con representaciones en relieve del asedio y la batalla contra la ciudad.
Las recientes excavaciones de Laquis han descubierto los escombros de destrucción masiva de la ciudad después de que Senaquerib la incendiara. Pero Jerusalén se salvó milagrosamente. Senaquerib solo puede presumir de esto: “En cuanto a Ezequías el judío, lo encerré en su ciudad como un pájaro en una jaula”. No hay ninguna descripción de la destrucción de Jerusalén, y no se relata que los cautivos hayan sido tomados como esclavos.
Es cierto que Jerusalén fue sitiada, pero la Biblia registra que el asedio duró solo un día, ya que el Ángel del Señor liberó a Jerusalén. Como Isaías había predicho: “Por tanto, así dice Jehová acerca del rey de Asiria: No entrará en esta ciudad, ni arrojará saeta en ella; no vendrá delante de ella con escudo, ni levantará contra ella baluarte. Por el camino que vino, volverá, y no entrará en esta ciudad, dice Jehová. Porque yo ampararé a esta ciudad para salvarla, por amor de mí mismo, y por amor de David mi siervo” (Isa. 37:33-35).
Curiosamente, solo Laquis se destaca prominentemente en Nínive, la capital asiria. Jerusalén no se encuentra en las paredes del palacio. Senaquerib solo pudo jactarse de derrotar a Laquis. El enfrentamiento entre el Dios del cielo y los dioses de los asirios se demuestra en la liberación de su pueblo. Él ve los actos de agresión por parte de Asiria. Oye las palabras de la oración de Ezequías. Dios actúa en la historia.
■ ¿Cómo puedes recordar que el Dios que milagrosamente liberó a Israel en aquel momento y en aquel lugar es el mismo Dios a quien oras, en quien te amparas y confías?
Notas EGW
Lunes
La tierra de Judá había sido asolada por el ejército ocupante; pero Dios había prometido atender milagrosamente las necesidades del pueblo…
“Por tanto, Jehová dice así del rey de Asiria: …Yo ampararé a esta ciudad para salvarla, por amor de mí, y por amor de David mi siervo”…
Esa misma noche se produjo la liberación. “Salió el ángel de Jehová, e hirió en el campo de los Asirios ciento ochenta y cinco mil”… todo valiente y esforzado, y a los jefes y capitanes en el campo del rey de Asiria”. 2 Reyes 19:35; 2 Crónicas 32:21.
Pronto llegaron a Senaquerib, que estaba todavía guardando el camino de Judea a Egipto, las noticias referentes a ese terrible castigo del ejército que había sido enviado a tomar Jerusalén. Sobrecogido de temor, el rey asirio apresuró su partida, y “volvióse por tanto con vergüenza de rostro a su tierra”. Pero no iba a reinar mucho más tiempo. De acuerdo con la profecía que había sido pronunciada acerca de su fin repentino, fue asesinado por los de su propia casa…
El Dios de los hebreos había prevalecido contra el orgulloso asirio. El honor de Jehová había quedado vindicado en ojos de las naciones circundantes. En Jerusalén el corazón del pueblo se llenó de santo gozo. Sus fervorosas súplicas por liberación habían sido acompañadas de la confesión de sus pecados y de muchas lágrimas. En su gran necesidad, habían confiado plenamente en el poder de Dios para salvarlos, y él no los había abandonado. Repercutieron entonces en los atrios del templo cantos de solemne alabanza —Profetas y reyes, pp. 266, 267.
No es la voluntad de Dios que su pueblo esté abrumado por el peso de la congoja. Pero tampoco nos engaña. No nos dice: “No temáis; no hay peligros en vuestro camino”. Él sabe que hay pruebas y peligros, y nos trata con franqueza. No se propone sacar a su pueblo de en medio de este mundo de pecado y maldad, pero le ofrece un refugio que nunca falla. Su oración por sus discípulos fue: “No ruego que los quites del mundo, sino que los guardes del mal”. “En el mundo —dice— tendréis tribulación; pero tened buen ánimo; yo he vencido al mundo”. Juan 17:15; 16:33 —El camino a Cristo, pp. 122, 123.
A menudo la vida cristiana está acosada de peligros, y se hace difícil cumplir el deber. La imaginación concibe la ruina inminente delante, y la esclavitud o la muerte detrás. No obstante, la voz de Dios dice claramente: “Avanza”. Debemos obedecer este mandato aunque nuestros ojos no puedan penetrar las tinieblas, y aunque sintamos las olas frías a nuestros pies. Los obstáculos que impiden nuestro progreso no desaparecerán jamás ante un espíritu que se detiene y duda. Los que postergan la obediencia hasta que toda sombra de incertidumbre desaparezca y no haya ningún riesgo de fracaso o derrota no obedecerán nunca. La incredulidad nos susurra: “Esperemos que se quiten los obstáculos y podamos ver claramente nuestro camino;” pero la fe nos impele valientemente a avanzar esperándolo todo y creyéndolo todo —Historia de los patriarcas y profetas, p. 295.
Lunes
La tierra de Judá había sido asolada por el ejército ocupante; pero Dios había prometido atender milagrosamente las necesidades del pueblo…
“Por tanto, Jehová dice así del rey de Asiria: …Yo ampararé a esta ciudad para salvarla, por amor de mí, y por amor de David mi siervo”…
Esa misma noche se produjo la liberación. “Salió el ángel de Jehová, e hirió en el campo de los Asirios ciento ochenta y cinco mil”… todo valiente y esforzado, y a los jefes y capitanes en el campo del rey de Asiria”. 2 Reyes 19:35; 2 Crónicas 32:21.
Pronto llegaron a Senaquerib, que estaba todavía guardando el camino de Judea a Egipto, las noticias referentes a ese terrible castigo del ejército que había sido enviado a tomar Jerusalén. Sobrecogido de temor, el rey asirio apresuró su partida, y “volvióse por tanto con vergüenza de rostro a su tierra”. Pero no iba a reinar mucho más tiempo. De acuerdo con la profecía que había sido pronunciada acerca de su fin repentino, fue asesinado por los de su propia casa…
El Dios de los hebreos había prevalecido contra el orgulloso asirio. El honor de Jehová había quedado vindicado en ojos de las naciones circundantes. En Jerusalén el corazón del pueblo se llenó de santo gozo. Sus fervorosas súplicas por liberación habían sido acompañadas de la confesión de sus pecados y de muchas lágrimas. En su gran necesidad, habían confiado plenamente en el poder de Dios para salvarlos, y él no los había abandonado. Repercutieron entonces en los atrios del templo cantos de solemne alabanza —Profetas y reyes, pp. 266, 267.
No es la voluntad de Dios que su pueblo esté abrumado por el peso de la congoja. Pero tampoco nos engaña. No nos dice: “No temáis; no hay peligros en vuestro camino”. Él sabe que hay pruebas y peligros, y nos trata con franqueza. No se propone sacar a su pueblo de en medio de este mundo de pecado y maldad, pero le ofrece un refugio que nunca falla. Su oración por sus discípulos fue: “No ruego que los quites del mundo, sino que los guardes del mal”. “En el mundo —dice— tendréis tribulación; pero tened buen ánimo; yo he vencido al mundo”. Juan 17:15; 16:33 —El camino a Cristo, pp. 122, 123.
A menudo la vida cristiana está acosada de peligros, y se hace difícil cumplir el deber. La imaginación concibe la ruina inminente delante, y la esclavitud o la muerte detrás. No obstante, la voz de Dios dice claramente: “Avanza”. Debemos obedecer este mandato aunque nuestros ojos no puedan penetrar las tinieblas, y aunque sintamos las olas frías a nuestros pies. Los obstáculos que impiden nuestro progreso no desaparecerán jamás ante un espíritu que se detiene y duda. Los que postergan la obediencia hasta que toda sombra de incertidumbre desaparezca y no haya ningún riesgo de fracaso o derrota no obedecerán nunca. La incredulidad nos susurra: “Esperemos que se quiten los obstáculos y podamos ver claramente nuestro camino;” pero la fe nos impele valientemente a avanzar esperándolo todo y creyéndolo todo —Historia de los patriarcas y profetas, p. 295.
Martes 2 de junio
DANIEL, NABUCODONOSOR Y BABILONIA
En julio de 2007, un académico de la Universidad de Viena estaba trabajando en un proyecto en el Museo Británico cuando encontró una tablilla de la época de Nabucodonosor, rey de Babilonia. En la tablilla, encontró el nombre “Sarsequim”, el nombre de un funcionario babilónico mencionado en Jeremías 39:3. Sarsequim es uno de los tantos reyes y oficiales que (gracias a la arqueología) se han redescubierto desde la época de Daniel y Nabucodonosor.
Lee Daniel 1 y 5. ¿Cómo se corresponden las primeras decisiones de Daniel con los actos de Dios al usarlo como siervo y profeta para impactar a millones de personas a lo largo de la historia?
Daniel “propuso en su corazón” (Dan. 1:8) permanecer fiel a Dios en relación con lo que comía y a quién oraba. Estos buenos hábitos, que se formaron al comienzo de su experiencia, llegaron a ser el patrón que le daría fortaleza para su larga vida. El resultado fue un pensamiento claro, sabiduría y entendimiento provenientes de lo Alto. Nabucodonosor y Belsasar reconocieron esto, por lo que Daniel fue elevado a los puestos más encumbrados del reino. Pero, quizá lo más importante sea que dio lugar a la conversión del mismo rey Nabucodonosor (Dan. 4:34-37).
Nabucodonosor era hijo de Nabopolasar. Juntos construyeron una ciudad gloriosa e inigualable en el mundo antiguo (Dan. 4:30). La ciudad de Babilonia era enorme, con más de 300 templos, un palacio exquisito, y rodeada de enormes paredes dobles de 3,66 y 6,70 metros de espesor. Las paredes estaban jalonadas por 8 puertas principales, todas con nombres de las principales divinidades babilónicas. La más famosa es la puerta Ishtar, excavada por los alemanes y reconstruida en el Museo de Pérgamo, en Berlín.
En Daniel 7:4, se describe a Babilonia como un león con alas de águila. El camino procesional que conduce a la puerta Ishtar está recubierto con imágenes de 120 leones. También, durante las excavaciones, se encontró la imagen de un enorme león que se abalanza sobre un hombre, que aún se encuentra hoy fuera de la ciudad. Todos estos testifican del león como símbolo apropiado de Babilonia la Grande. Se confirma la historia bíblica y su mensaje profético.
■ Daniel 1:8 dice que Daniel “propuso en su corazón”. ¿Qué significa eso? ¿Qué cosas necesitas “proponerte (hacer o no hacer) en tu corazón”?
Notas EGW
Martes
Daniel y sus compañero… fueron corteses, bondadosos, respetuosos, poseían la gracia de la mansedumbre y la modestia. Y ahora que Daniel y sus compañeros fueron llevados a la prueba, se colocaron totalmente del lado de la justicia y de la verdad. No actuaron caprichosamente, sino inteligentemente. Decidieron que así como la carne no había compuesto su dieta en el pasado, tampoco sería incluida en su dieta en el futuro; y como el uso del vino había sido prohibido a todos los que debían ocuparse en el servicio de Dios, decidieron que no participarían de él…
Daniel y sus compañeros no sabían cuál sería el resultado de su decisión. Solo sabían que podría costarles la vida, pero determinaron mantenerse en el recto camino de la estricta temperancia aun en la corte de la licenciosa Babilonia… El buen comportamiento de estos jóvenes obtuvo para ellos el buen favor. Dejaron su caso en las manos de Dios, y siguieron una disciplina de abnegación y temperancia en todas las cosas. Y el Señor cooperó con Daniel y sus compañeros —In Heavenly Places, p. 261; parcialmente en En los lugares celestiales, p. 263.
El desarrollo propio es nuestro primer deber hacia Dios y nuestros prójimos. Debiera cultivarse hasta el más alto grado de perfección cada facultad con que Dios nos ha dotado, a fin de que podamos realizar la mayor cantidad de bien de que somos capaces. Por lo tanto, es provechosamente empleado el tiempo que se destina al establecimiento y la preservación de una sólida salud física y mental. No podemos permitirnos empequeñecer o dañar una sola función, de la mente o del cuerpo por el trabajo excesivo o por el abuso de cualquier parte de la maquinaria viviente. Tan ciertamente como lo hagamos, sufriremos las consecuencias —Conducción del niño, p. 395.
Cuando un alma se ha convertido cabalmente, los malos hábitos naturales desaparecen con la ayuda de Cristo, y todas las cosas son hechas nuevas. Entre los que profesan ser siervos de Cristo, debería existir un ferviente propósito, tal como el que manifestó Daniel en la corte de Babilonia. Sabía que Dios era su fortaleza y su escudo, su vanguardia y su retaguardia. Entre las corrupciones que lo rodearon en la corte de Babilonia, se mantuvo libre de las imágenes y los sonidos que podían seducirlo y hacerlo caer en la tentación. Cuando sus deberes requerían que estuviera presente en escenas de orgía, intemperancia y la más baja idolatría, cultivó el hábito de orar silenciosamente, y así lo protegió el poder de Dios. Tener la mente elevada hacia Dios será beneficioso en todo tiempo y lugar…
Que el alma cultive el hábito de contemplar al Redentor del mundo… Hay ayuda disponible en Uno que es poderoso. Jesús ha dado su vida para que cada persona pueda obtener abundante ayuda en él —That I May Know Him, p. 247; parcialmente en A fin de conocerle, p. 246.
Martes
Daniel y sus compañero… fueron corteses, bondadosos, respetuosos, poseían la gracia de la mansedumbre y la modestia. Y ahora que Daniel y sus compañeros fueron llevados a la prueba, se colocaron totalmente del lado de la justicia y de la verdad. No actuaron caprichosamente, sino inteligentemente. Decidieron que así como la carne no había compuesto su dieta en el pasado, tampoco sería incluida en su dieta en el futuro; y como el uso del vino había sido prohibido a todos los que debían ocuparse en el servicio de Dios, decidieron que no participarían de él…
Daniel y sus compañeros no sabían cuál sería el resultado de su decisión. Solo sabían que podría costarles la vida, pero determinaron mantenerse en el recto camino de la estricta temperancia aun en la corte de la licenciosa Babilonia… El buen comportamiento de estos jóvenes obtuvo para ellos el buen favor. Dejaron su caso en las manos de Dios, y siguieron una disciplina de abnegación y temperancia en todas las cosas. Y el Señor cooperó con Daniel y sus compañeros —In Heavenly Places, p. 261; parcialmente en En los lugares celestiales, p. 263.
El desarrollo propio es nuestro primer deber hacia Dios y nuestros prójimos. Debiera cultivarse hasta el más alto grado de perfección cada facultad con que Dios nos ha dotado, a fin de que podamos realizar la mayor cantidad de bien de que somos capaces. Por lo tanto, es provechosamente empleado el tiempo que se destina al establecimiento y la preservación de una sólida salud física y mental. No podemos permitirnos empequeñecer o dañar una sola función, de la mente o del cuerpo por el trabajo excesivo o por el abuso de cualquier parte de la maquinaria viviente. Tan ciertamente como lo hagamos, sufriremos las consecuencias —Conducción del niño, p. 395.
Cuando un alma se ha convertido cabalmente, los malos hábitos naturales desaparecen con la ayuda de Cristo, y todas las cosas son hechas nuevas. Entre los que profesan ser siervos de Cristo, debería existir un ferviente propósito, tal como el que manifestó Daniel en la corte de Babilonia. Sabía que Dios era su fortaleza y su escudo, su vanguardia y su retaguardia. Entre las corrupciones que lo rodearon en la corte de Babilonia, se mantuvo libre de las imágenes y los sonidos que podían seducirlo y hacerlo caer en la tentación. Cuando sus deberes requerían que estuviera presente en escenas de orgía, intemperancia y la más baja idolatría, cultivó el hábito de orar silenciosamente, y así lo protegió el poder de Dios. Tener la mente elevada hacia Dios será beneficioso en todo tiempo y lugar…
Que el alma cultive el hábito de contemplar al Redentor del mundo… Hay ayuda disponible en Uno que es poderoso. Jesús ha dado su vida para que cada persona pueda obtener abundante ayuda en él —That I May Know Him, p. 247; parcialmente en A fin de conocerle, p. 246.
Miércoles 3 de junio
EL JESÚS HISTÓRICO
Lee Mateo 26:57 al 67; y Juan 11:45 al 53 y 18:29 al 31. ¿Quién fue Caifás y cuál fue su papel en la muerte de Cristo? ¿Quién fue Poncio Pilato y cuál fue su decisión más importante para que el Sanedrín lograra sus objetivos?
Caifás era el sumo sacerdote e instigó la conspiración para procurar la muerte de Jesús. Josefo, el historiador judío que escribe en nombre de los romanos, también registra su existencia. “Además de eso, también privó a José, que también se llamaba Caifás, del sumo sacerdocio, y nombró a Jonatán, el hijo de Anano, el ex sumo sacerdote, para que lo sucediera” (Josefo, Complete Works, lib. 18, cap. 4, p. 381). En 1990, se descubrió una tumba familiar al sur de Jerusalén que contenía doce osarios o cajas de huesos. Las monedas y la cerámica de la tumba datan de alrededor de mediados del siglo I d.C. El más adornado de los osarios, con múltiples grupos de huesos, contiene el nombre de “José, hijo de Caifás”. Muchos eruditos creen que esta fue la tumba y la caja de huesos de Caifás, el sumo sacerdote que participó en forma tan directa de la muerte de Jesús.
En 1961, se halló una inscripción con el nombre de Poncio Pilato, prefecto de Judea bajo el emperador Tiberio, en una piedra del teatro de Cesarea Marítima.
Por lo tanto, en ambos casos, la historia corrobora algunas de las principales figuras que rodearon la muerte de Cristo.
Los historiadores seculares de los dos primeros siglos también hablan de Jesús de Nazaret. Tácito, el historiador romano, escribió de Cristo, su ejecución por parte de Poncio Pilato durante el reinado de Tiberio, y los primeros cristianos en Roma. Plinio el Joven, un gobernador romano, le escribió en el año 112 o 113 al emperador Trajano y le preguntó cómo debía tratar a los cristianos. Describe que se reunían en un día determinado antes del amanecer para entonar himnos como a un dios.
Estos descubrimientos arqueológicos y fuentes históricas brindan un marco extrabíblico para la existencia de Jesús, quien era adorado dentro de los primeros cincuenta años después de su muerte. Los mismos evangelios son las fuentes principales de información sobre Jesús, y debemos estudiarlos cuidadosamente para aprender más de Jesús y su vida.
■ Aunque siempre es bueno contar con evidencias arqueológicas que respalden nuestra fe, ¿por qué debemos aprender que nuestra fe no dependa de estas cosas, por más útiles que sean?
Notas EGW
Miércoles
La nación judía había sido conservada como testigo de que Cristo había de nacer de la simiente de Abraham y del linaje de David; y sin embargo, no sabía que su venida se acercaba. En el templo, el sacrificio matutino y el vespertino señalaban diariamente al Cordero de Dios; sin embargo, ni aun allí se habían hecho los preparativos para recibirle. Los sacerdotes y maestros de la nación no sabían que estaba por acontecer el mayor suceso de los siglos…
Como antaño Ciro fue llamado al trono del imperio universal para que libertase a los cautivos de Jehová, así también Augusto César hubo de cumplir el propósito de Dios de traer a la madre de Jesús a Belén. Ella era del linaje de David; y el Hijo de David debía nacer en la ciudad de David… Pero José y María no fueron reconocidos ni honrados en la ciudad de su linaje real. Cansados y sin hogar, siguieron en toda su longitud la estrecha calle, desde la puerta de la ciudad hasta el extremo oriental, buscando en vano un lugar donde pasar la noche. No había sitio para ellos en la atestada posada. Por fin, hallaron refugio en un tosco edificio que daba albergue a las bestias, y allí nació el Redentor del mundo —El Deseado de todas las gentes, p. 29, 30.
Caifás… pertenecía a los saduceos, algunos de los cuales eran ahora los más encarnizados enemigos de Jesús. Él mismo, aunque carecía de fuerza de carácter, era tan severo, despiadado e inescrupuloso como Annás. No dejaría sin probar medio alguno de destruir a Jesús…
Caifás había considerado a Jesús como su rival. La avidez con que el pueblo oía al Salvador y la aparente disposición de muchos a aceptar sus enseñanzas, habían despertado los acerbos celos del sumo sacerdote. Pero al mirar Caifás al preso, le embargó la admiración por su porte noble y digno. Sintió la convicción de que este hombre era de filiación divina. Al instante siguiente desterró despectivamente este pensamiento. Inmediatamente dejó oír su voz en tonos burlones y altaneros, exigiendo que Jesús realizase uno de sus grandes milagros delante de ellos. Pero sus palabras cayeron en los oídos del Salvador como si no las hubiese percibido —El Deseado de todas las gentes, p. 651.
Caifás había negado la doctrina de la resurrección, del juicio y de una vida futura. Ahora se sintió enloquecido por una furia satánica… Rasgando su manto, a fin de que la gente pudiese ver su supuesto horror, pidió que sin más preliminares se condenase al preso por blasfemia…
La convicción, mezclada con la pasión, había inducido a Caifás a obrar como había obrado. Estaba furioso consigo mismo por creer las palabras de Cristo, y en vez de rasgar su corazón bajo un profundo sentimiento de la verdad y confesar que Jesús era el Mesías, rasgó sus ropas sacerdotales en resuelta resistencia. Este acto tenía profundo significado. Poco lo comprendía Caifás. En este acto, realizado para influir en los jueces y obtener la condena de Cristo, el sumo sacerdote se había condenado a sí mismo. Por la ley de Dios, quedaba descalificado para el sacerdocio. Había pronunciado sobre sí mismo la sentencia de muerte —El Deseado de todas las gentes, p. 655.
Miércoles
La nación judía había sido conservada como testigo de que Cristo había de nacer de la simiente de Abraham y del linaje de David; y sin embargo, no sabía que su venida se acercaba. En el templo, el sacrificio matutino y el vespertino señalaban diariamente al Cordero de Dios; sin embargo, ni aun allí se habían hecho los preparativos para recibirle. Los sacerdotes y maestros de la nación no sabían que estaba por acontecer el mayor suceso de los siglos…
Como antaño Ciro fue llamado al trono del imperio universal para que libertase a los cautivos de Jehová, así también Augusto César hubo de cumplir el propósito de Dios de traer a la madre de Jesús a Belén. Ella era del linaje de David; y el Hijo de David debía nacer en la ciudad de David… Pero José y María no fueron reconocidos ni honrados en la ciudad de su linaje real. Cansados y sin hogar, siguieron en toda su longitud la estrecha calle, desde la puerta de la ciudad hasta el extremo oriental, buscando en vano un lugar donde pasar la noche. No había sitio para ellos en la atestada posada. Por fin, hallaron refugio en un tosco edificio que daba albergue a las bestias, y allí nació el Redentor del mundo —El Deseado de todas las gentes, p. 29, 30.
Caifás… pertenecía a los saduceos, algunos de los cuales eran ahora los más encarnizados enemigos de Jesús. Él mismo, aunque carecía de fuerza de carácter, era tan severo, despiadado e inescrupuloso como Annás. No dejaría sin probar medio alguno de destruir a Jesús…
Caifás había considerado a Jesús como su rival. La avidez con que el pueblo oía al Salvador y la aparente disposición de muchos a aceptar sus enseñanzas, habían despertado los acerbos celos del sumo sacerdote. Pero al mirar Caifás al preso, le embargó la admiración por su porte noble y digno. Sintió la convicción de que este hombre era de filiación divina. Al instante siguiente desterró despectivamente este pensamiento. Inmediatamente dejó oír su voz en tonos burlones y altaneros, exigiendo que Jesús realizase uno de sus grandes milagros delante de ellos. Pero sus palabras cayeron en los oídos del Salvador como si no las hubiese percibido —El Deseado de todas las gentes, p. 651.
Caifás había negado la doctrina de la resurrección, del juicio y de una vida futura. Ahora se sintió enloquecido por una furia satánica… Rasgando su manto, a fin de que la gente pudiese ver su supuesto horror, pidió que sin más preliminares se condenase al preso por blasfemia…
La convicción, mezclada con la pasión, había inducido a Caifás a obrar como había obrado. Estaba furioso consigo mismo por creer las palabras de Cristo, y en vez de rasgar su corazón bajo un profundo sentimiento de la verdad y confesar que Jesús era el Mesías, rasgó sus ropas sacerdotales en resuelta resistencia. Este acto tenía profundo significado. Poco lo comprendía Caifás. En este acto, realizado para influir en los jueces y obtener la condena de Cristo, el sumo sacerdote se había condenado a sí mismo. Por la ley de Dios, quedaba descalificado para el sacerdocio. Había pronunciado sobre sí mismo la sentencia de muerte —El Deseado de todas las gentes, p. 655.
Jueves 4 de junio
LA FE Y LA HISTORIA
No vivimos dentro de una burbuja. Nuestras decisiones no solo influyen sobre nosotros, sino también en los demás. De la misma manera, la vida de muchos que pertenecieron al antiguo pueblo de Dios han tenido un gran impacto en el futuro de otros además de ellos mismos. En Hebreos 11, ese famoso capítulo de la fe, vemos una síntesis de la influencia de muchos de estos antiguos héroes de la fe.
Lee Hebreos 11:1 al 40. ¿Qué lecciones podemos aprender de estos antiguos héroes al estudiar su vida?
Enoc
Noé
Abraham
Sara
José
Moisés
Rahab
Sansón
La fe no es simplemente creer en algo o en alguien; es actuar en respuesta a esa creencia. Es una fe que obra; esto es lo que se cuenta como justicia. Son esos actos de fe los que cambian la historia. Cada uno de estos actos depende de nuestra confianza en la Palabra de Dios.
Noé actuó con fe cuando construyó el arca, confiando en la Palabra de Dios por sobre la experiencia y la razón. Como nunca había llovido, la experiencia y la razón sugerían que un diluvio no tenía ningún sentido. Pero Noé obedeció a Dios, y la raza humana sobrevivió. Abraham, entonces llamado Abram, dejó Ur en el sur de Mesopotamia, la ciudad más sofisticada del mundo en ese momento, y salió sin saber a dónde lo llevaría Dios. Pero él eligió actuar según la Palabra de Dios. Moisés eligió hacerse pastor para guiar al pueblo de Dios a la Tierra Prometida en lugar de convertirse en el rey de Egipto, el imperio más grande de su época. Confió en la voz del Todopoderoso, que lo llamó desde la zarza ardiente. Rahab decidió confiar en los informes de liberación de Dios, protegió a los dos espías y se convirtió en parte del linaje de Jesús. ¡Cuán poco sabemos acerca de cómo nuestras decisiones influirán en la vida de innumerables personas en esta generación y las que vendrán!
■ ¿Qué decisiones cruciales son inminentes para ti? ¿Qué influye en tus decisiones, y por qué?
Notas EGW
Jueves
La fe consiste en confiar en Dios, en creer que nos ama y sabe lo que es mejor para nuestro bien. Así, en vez de nuestro camino, nos induce a preferir el suyo. En vez de nuestra ignorancia, acepta su sabiduría; en vez de nuestra debilidad, su fuerza; en vez de nuestro pecado, su justicia. Nuestra vida, nosotros mismos, somos ya suyos; la fe reconoce su derecho de posesión, y acepta su bendición. Se indican la verdad, la integridad y la pureza como secretos del éxito de la vida. La fe es la que nos pone en posesión de estas virtudes. Todo buen impulso o aspiración provienen de Dios; la fe recibe de Dios la vida que es lo único que puede producir crecimiento y eficiencia verdaderos.
Cuando hablamos de la fe debemos tener siempre presente una distinción. Hay una clase de creencia enteramente distinta de la fe… Donde no solo hay una creencia en la Palabra de Dios, sino una sumisión de la voluntad a él; donde se le da a él el corazón, y los afectos se fijan en él, allí hay fe, fe que obra por el amor y purifica el alma. Mediante esta fe el corazón se renueva conforme a la imagen de Dios —La fe por la cual vivo, p. 92.
Los que están íntimamente relacionados con Dios pueden no prosperar en las cosas de esta vida; con frecuencia son afligidos y probados. José fue vilipendiado y perseguido porque conservó su virtud e integridad. David, el mensajero elegido de Dios, fue acechado como una fiera por sus perversos enemigos. Daniel fue arrojado al foso de los leones, porque era firme e íntegro en su fidelidad a Dios. Job fue privado de sus posesiones mundanales, y tan afligido en su cuerpo que le aborrecían sus parientes y amigos; sin embargo, conservó su fidelidad e integridad a Dios… Pablo fue encarcelado, azotado, apedreado, y finalmente muerto, porque era fiel mensajero en llevar el evangelio a los gentiles. El amado Juan fue desterrado a la isla de Patmos, “por causa de la palabra de Dios y el testimonio de Jesucristo”. Apocalipsis 1:9.
Estos ejemplos de firmeza humana, mediante la fuerza del poder divino, son para el mundo un testimonio de la fidelidad de las promesas de Dios, de su permanente presencia y de su gracia sostenedora. Cuando el mundo mira a estos hombres humildes, no puede discernir el valor moral que tienen para Dios. Es obra de fe reposar serenamente en Dios en la hora más sombría y sentir que nuestro Padre está al timón, por severamente probado y agitado por la tempestad que uno esté. Solo el ojo de la fe puede ver más allá del tiempo y de los sentidos para estimar el valor de las riquezas eternas —Testimonios para la iglesia, t. 4, p. 517.
Nuestro pueblo necesita la obra profunda del Espíritu de Dios cada día. Debe tener una fe que obra por el amor, una fe que emana de Dios. No debe existir ni una fibra de egoísmo entretejida en la tela. Cuando nuestra fe obra por amor, un amor tal como el que Cristo reveló en su vida, tendrá una textura firme; será el fruto de una voluntad doblegada. Pero Cristo no puede habitar en nosotros sino hasta que muere el yo. No es sino hasta que muera el yo que podremos poseer una fe que obra por amor y purifica el alma —Dios nos cuida, p. 148.
Jueves
La fe consiste en confiar en Dios, en creer que nos ama y sabe lo que es mejor para nuestro bien. Así, en vez de nuestro camino, nos induce a preferir el suyo. En vez de nuestra ignorancia, acepta su sabiduría; en vez de nuestra debilidad, su fuerza; en vez de nuestro pecado, su justicia. Nuestra vida, nosotros mismos, somos ya suyos; la fe reconoce su derecho de posesión, y acepta su bendición. Se indican la verdad, la integridad y la pureza como secretos del éxito de la vida. La fe es la que nos pone en posesión de estas virtudes. Todo buen impulso o aspiración provienen de Dios; la fe recibe de Dios la vida que es lo único que puede producir crecimiento y eficiencia verdaderos.
Cuando hablamos de la fe debemos tener siempre presente una distinción. Hay una clase de creencia enteramente distinta de la fe… Donde no solo hay una creencia en la Palabra de Dios, sino una sumisión de la voluntad a él; donde se le da a él el corazón, y los afectos se fijan en él, allí hay fe, fe que obra por el amor y purifica el alma. Mediante esta fe el corazón se renueva conforme a la imagen de Dios —La fe por la cual vivo, p. 92.
Los que están íntimamente relacionados con Dios pueden no prosperar en las cosas de esta vida; con frecuencia son afligidos y probados. José fue vilipendiado y perseguido porque conservó su virtud e integridad. David, el mensajero elegido de Dios, fue acechado como una fiera por sus perversos enemigos. Daniel fue arrojado al foso de los leones, porque era firme e íntegro en su fidelidad a Dios. Job fue privado de sus posesiones mundanales, y tan afligido en su cuerpo que le aborrecían sus parientes y amigos; sin embargo, conservó su fidelidad e integridad a Dios… Pablo fue encarcelado, azotado, apedreado, y finalmente muerto, porque era fiel mensajero en llevar el evangelio a los gentiles. El amado Juan fue desterrado a la isla de Patmos, “por causa de la palabra de Dios y el testimonio de Jesucristo”. Apocalipsis 1:9.
Estos ejemplos de firmeza humana, mediante la fuerza del poder divino, son para el mundo un testimonio de la fidelidad de las promesas de Dios, de su permanente presencia y de su gracia sostenedora. Cuando el mundo mira a estos hombres humildes, no puede discernir el valor moral que tienen para Dios. Es obra de fe reposar serenamente en Dios en la hora más sombría y sentir que nuestro Padre está al timón, por severamente probado y agitado por la tempestad que uno esté. Solo el ojo de la fe puede ver más allá del tiempo y de los sentidos para estimar el valor de las riquezas eternas —Testimonios para la iglesia, t. 4, p. 517.
Nuestro pueblo necesita la obra profunda del Espíritu de Dios cada día. Debe tener una fe que obra por el amor, una fe que emana de Dios. No debe existir ni una fibra de egoísmo entretejida en la tela. Cuando nuestra fe obra por amor, un amor tal como el que Cristo reveló en su vida, tendrá una textura firme; será el fruto de una voluntad doblegada. Pero Cristo no puede habitar en nosotros sino hasta que muere el yo. No es sino hasta que muera el yo que podremos poseer una fe que obra por amor y purifica el alma —Dios nos cuida, p. 148.
Viernes 5 de junio
PARA ESTUDIAR Y MEDITAR:
Lee Elena de White, Patriarcas y profetas, “David y Goliat”, pp. 631-636; Profetas y reyes, “Ezequías”, pp. 245-251; “Librados de Asiria”, pp. 259-271; “Métodos de estudio de la Biblia”: parte 4.k. (Los “Métodos de estudio de la Biblia” se pueden encontrar en https://cort.as/-MdHR.)
“La Biblia es la historia más antigua y abarcadora que poseen los hombres. Nació de la fuente de la verdad eterna y una mano divina ha preservado su pureza a través de los siglos. Ilumina el lejano pasado en el cual en vano trata de penetrar la investigación humana. Solamente en la Palabra de Dios contemplamos el Poder que puso los cimientos de la Tierra y extendió los cielos. Solo en ella hallamos un relato auténtico del origen de las naciones. Solo en ella se da una historia de nuestra raza, libre de prejuicios u orgullo humanos” (Ed 173).
“El que tiene un conocimiento de Dios y de su Palabra tiene una fe que está asentada en la divinidad de las Sagradas Escrituras. No mide la Biblia a la luz de los conceptos científicos. Al contrario, somete esos conceptos al escrutinio de la norma inequívoca. Sabe que la Palabra de Dios es la verdad, y la verdad nunca se contradice a sí misma; lo que de la enseñanza de la presunta ciencia contradice la verdad de la revelación de Dios es mera conjetura o suposición humana.
“Para los que son verdaderamente sabios, la investigación científica abre ante ellos un vasto panorama de estudio e información” (TI 8:339).
PREGUNTAS PARA DIALOGAR:
1. Desarrollen la pregunta formulada al final del estudio del miércoles. Sí, es bueno encontrar evidencias arqueológicas que confirman la historia bíblica. Pero ¿qué sucede cuando se encuentran evidencias arqueológicas cuya interpretación contradice la historia bíblica? ¿Qué debería decirnos esto sobre el hecho de que debemos depender de la Palabra de Dios como tal y confiar en ella independientemente de las afirmaciones de la arqueología o de cualquier otra ciencia humana?
2. Piensa en todas las profecías bíblicas que, desde la perspectiva actual, podemos ver que se han cumplido en el pasado. Piensa, por ejemplo, en la mayoría de los reinos de Daniel 2 y 7. ¿Cómo podemos aprender de estas profecías que se han cumplido en la historia, y confiar en el Señor acerca de las profecías que aún están en el futuro?
Notas EGW
Viernes
Nuestra elevada vocación, “La recompensa de los hábitos temperantes”, p. 271;
Historia de los patriarcas y profetas, “David y Goliat”, pp. 696-702.
Viernes
Nuestra elevada vocación, “La recompensa de los hábitos temperantes”, p. 271;
Historia de los patriarcas y profetas, “David y Goliat”, pp. 696-702.
Dios lo bendiga!!!
- MATERIAL AUXILIAR PARA EL MAESTRO -
Lección 10
Lección 10
EL SÁBADO ENSEÑARÉ...
Texto clave: 1 Samuel 17; Daniel 1; Daniel 5; Isaías 36:1–3; 37:14–38; Mateo 26:57-67; Hebreos 11:1-40.
Parte I: RESEÑA
La historia es importante porque toda la vida tiene sus raíces en ella. La humanidad no existe fuera de la historia; es la urdimbre de la vida. Es donde Dios eligió colocarnos y revelarse a sí mismo. Como la Biblia está constituida en la historia, esta última es el “lugar”, por así decirlo, donde Dios nos da la oportunidad de probar y confirmar la veracidad de su Palabra. Por eso, la historia y los detalles históricos son donde la confianza en la Biblia y en la Palabra de Dios se ve desafiada al máximo y donde a menudo comienzan las críticas. Pablo aborda este mismo problema con la iglesia en Corinto cuando menciona que algunos de la iglesia han cuestionado el testimonio de la palabra del apóstol: “Pero si se predica de Cristo que resucitó de los muertos, ¿cómo dicen algunos entre vosotros que no hay resurrección de muertos? Porque si no hay resurrección de muertos, tampoco Cristo resucitó. Y si Cristo no resucitó, vana es entonces nuestra predicación, vana es también vuestra fe” (1 Cor. 15:12-14). Pablo afirmó que la confiabilidad del suceso histórico de la resurrección corporal de Cristo era la piedra angular de la fe cristiana. Si ese acontecimiento nunca ocurrió, entonces nuestra fe se basa en un engaño piadoso, no en la realidad. La fe bíblica se basa en los hechos de la historia. Se basa en un Dios que actúa en la historia, y la historia bíblica es el tema del estudio de esta semana.
Parte II: COMENTARIO
Ilustración
El teólogo veterotestamentario Walter Dietrich escribió recientemente: “En la era moderna, la historia debe interpretarse y describirse etsi deus non daretur (‘como si Dios no existiera’)”. Pero admite que esto es difícil al analizar la historia bíblica. En la Biblia, “Dios desempeña un papel activo […]. Dios se interesa personalmente […]. Envía profetas […]. Mueve situaciones”. Dietrich concluye: “¿Qué iluminado puede aceptar todas estas cosas como relatos históricos?” (The Early Monarchy in Israel: The Tenth Century B.C.E., pp. 102, 103). Toda una serie de métodos críticos ha eliminado el marco histórico de la Biblia y sus enseñanzas, negando los mismos hechos que Dios ha dado para confirmar su obra personal a lo largo de toda la vida de su pueblo. Durante los últimos doscientos años, estos métodos de la Ilustración a menudo se han utilizado para deconstruir la clara enseñanza de la Biblia. La crítica histórica cuestiona los acontecimientos bíblicos, e incluso períodos enteros de la Biblia, y los relega al mito, la saga, la historia o simplemente a la teología en el sentido de la imaginación humana. Estos períodos incluyen la Creación, el Diluvio, el período patriarcal, la permanencia en Egipto, el Éxodo y la Conquista, la monarquía unida y otros. Los eruditos neotestamentarios que utilizan estos métodos han diseccionado los dichos de Jesús para determinar, según afirman, qué dijo realmente y lo que otros le atribuyeron (falsamente). Muchos de nuestros jóvenes se enfrentan a estos enfoques críticos cuando asisten a universidades seculares. Esto plantea algunas preguntas importantes para el que estudia la Biblia con seriedad. Los asuntos históricos ¿realmente tienen importancia para la fe? ¿Cómo puedo vivir por fe cuando esa fe es desafiada por el pensamiento moderno y posmoderno? ¿De qué manera la Biblia, como la Palabra inspirada de Dios, me abre los ojos y expande mi pensamiento?
Texto bíblico
Como estudiosos diligentes de la Biblia, debemos preguntarnos si la Biblia debe analizarse según los supuestos externos y las normas del modernismo y la posmodernidad o si la Biblia debe evaluarse en sus propios términos. El testimonio interno de las Escrituras indica que Dios habló a su pueblo a través de profetas y, a veces, directamente. Se dirigió a ellos en tiempo y espacio. Es decir, actuó en tiempo real (acontecimientos), entre gente real en lugares reales.
Gente. Se ha confirmado la existencia de al menos cien personajes bíblicos, incluyendo reyes, siervos, escribas y gobernadores, a través de cuidadosas investigaciones arqueológicas e históricas. En las últimas dos décadas, se agregaron muchos más a esta lista con el descubrimiento de sellos, impresiones de sellos, pequeñas inscripciones e inscripciones monumentales. Estos son solo algunos ejemplos:
Baalis. En 1984, en el sitio del Tell el-cUmeiri, en Jordania, los arqueólogos de la Universidad Andrews descubrieron una impresión de sello de arcilla con el nombre “Milkom’ur […] siervo de Baalyasha, indudablemente una referencia a Baalis, el rey de la antigua Amón, mencionado en Jeremías 40:14. Se decía que este oscuro rey había conspirado contra el rey de Judea en vísperas de la destrucción de Babilonia” (R. W. Younker, “Israel, Judah, and Ammon and the Motifs on the Baalis Seal from Tell el-cUmeiri”, pp. 173–180).
Isaías el profeta. Las excavaciones de Jerusalén en 2009 descubrieron una impresión de sello que contenía el nombre “Isaías, [el] profe[ta]”. El excavador Eilat Mazar por cierto cree que esta era la impresión del sello del profeta Isaías. Se encontró a menos de tres metros de la impresión del sello de “Ezequías, hijo de Acaz, rey de Judá” (Eilat Mazar, “Is This the Prophet Isaiah’s Signature?”, p. 92). En 2014, alumnos de la Southern Adventist University hallaron dos impresiones de sellos de Eliaquim en la ciudad de Laquis. Según Isaías 37:1 y 2, los tres (Ezequías, Eliaquim e Isaías) estuvieron presentes en Jerusalén durante la invasión de Senaquerib a Judá.
Herodes el Grande. En 1996, los estudiantes que trabajaban con Ehud Netzer en Masada, la fortaleza del desierto de Herodes, descubrieron un fragmento importado de un ánfora de vino. En el fragmento, había una inscripción: regi Herodi Iudaico, “para Herodes, rey de Judea”. Era la primera mención del título de Herodes el Grande, fuera del Nuevo Testamento y de Josefo, hallado en un contexto arqueológico (ver “Pottery With a Pedigree: Herod Inscription Surfaces at Masada”, p. 27).
Ciudades. Se han excavado docenas de sitios en Medio Oriente que revelan sus secretos y confirman la existencia de culturas prósperas descritas en la Biblia. Las excavaciones de Babilonia revelaron coloridas paredes de ladrillo vitrificado cubiertas con imágenes de leones, grifos y toros. Las ruinas de Hazor, Meguido y Gezer estaban rodeadas de enormes muros dobles y puertas, atribuidas a las actividades de construcción de Salomón (1 Rey. 9:15).
Las ciudades filisteas de Ascalón, Asdod, Ecrón y Gat han sido excavadas intensamente. Estas excavaciones revelaron una cultura sofisticada de arquitectura, arte y tecnología. En 1996, se descubrió una inscripción en Ecrón que revelaba una línea dinástica de cinco reyes, incluido Aquis, el hijo de Padi, que gobernó Ecrón hasta la destrucción de la ciudad por parte de Nabucodonosor (ver S. Gitin, T. Dothan y J. Naveh, “A Royal Dedicatory Inscription from Ekron”, pp. 9–16). La cerámica decorada de estilo egeo y la tecnología de estas ciudades revelan que los filisteos eran la élite en el antiguo territorio de Canaán. A esta breve lista se podrían agregar docenas de otros sitios, como Jericó, Jerusalén, Aco, Dan, Abel, Azeca, Libna, todos actualmente en excavación en Medio Oriente.
Acontecimientos. Uno de los acontecimientos más ilustrados de la Biblia es la campaña de Senaquerib contra Judá en 701 a.C., como se registra en Isaías 36; 37; 2 Reyes 18; 19; y 2 Crónicas 32. Las excavaciones de Nínive en el Iraq moderno han descubierto los anales del rey Senaquerib, quien describe su campaña en contra de Judá en detalle: “En cuanto a Ezequías de Judá, que no se sometió a mi yugo, lo encerré en su ciudad real como un ave en una jaula”. Los relieves tallados en la sala central de su palacio representan el ataque asirio contra la ciudad de Laquis, su derrota y la procesión de prisioneros ante el rey sentado en un trono. Expediciones recientes de 2013 a 2017 realizadas por la Southern Adventist University y la Universidad Hebrea de Jerusalén excavaron la destrucción masiva de Laquis en Israel, y recuperaron docenas de puntas de flecha, hondas y elementos de armadura en medio de los escombros que dejaron los ejércitos asirios. Sin embargo, Jerusalén se salvó, un testimonio vívido de la exactitud del registro bíblico sobre este acontecimiento.
No obstante, después de doscientos años, la arqueología apenas ha explorado la superficie de lo que se podría encontrar. Hoy solo se ha localizado una fracción de los cientos de sitios que existían. Y de esos sitios ubicados, solo una fracción ha sido excavada. Y de esa fracción de sitios excavados, solo una fracción se ha excavado en su verdadera medida (muchas veces, menos del cinco por ciento). Solo se ha publicado una fracción de esas excavaciones. Y solo una fracción de las que se han publicado contribuyen directamente a la comprensión de los personajes y los acontecimientos bíblicos. Por lo tanto, no es de extrañar que haya muchas personas, lugares y hechos por descubrir. A medida que cientos de arqueólogos, voluntarios y otros especialistas vayan descubriendo estos restos antiguos, se seguirán acumulando más evidencias que confirmen el marco histórico de la Biblia, completando los detalles de cómo trabajaban, vivían e interactuaban los pueblos de estas culturas antiguas..
Parte III: APLICACIÓN A LA VIDA
La historia no es simplemente una asignatura árida que hay que aprobar en el colegio secundario y la universidad o debatir en esta clase. Es nuestra historia, y es “la historia de Dios”. Si Dios ha estado obrando personalmente a lo largo de la historia de este mundo, ¿crees que todavía está activo en tu vida hoy? ¿Todavía experimentamos liberaciones milagrosas del poder de nuestros enemigos, de enfermedades y dificultades? A menudo leemos sobre los milagros realizados en la Biblia y nos preguntamos si esos milagros todavía ocurren hoy, ¿verdad? Si tuviéramos que recopilar las verdaderas historias de los milagros de curación de Dios, de los sueños que envió y de su obra en el transcurso de nuestra vida personal y de nuestra familia de la iglesia en todo el mundo hoy, ¿no podríamos llenar un libro?
1. Comparte con la clase cómo Dios ha obrado en tu vida. ¿Qué ha hecho por ti o, quizá, por un familiar o un amigo? Formula esta pregunta a la clase. ¿Qué testimonios tienen para compartir en respuesta?
2. Un joven adventista comienza las clases en una universidad pública y se enfrenta a un profesor que dice al principio de la clase que, si bien algunos de los alumnos de la clase quizá crecieron en iglesias y sinagogas, ahora están en la universidad, y aprenderán lo que realmente sucedió en el pasado. ¿Cómo debería responder ese alumno en esta situación?
Dios lo bendiga!!!
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