Lección 13:
Detectives bíblicos
Textos clave y referencias:
Hechos 17:1-14Versículo para Memorizar:
Los hechos de los apóstoles, cap. 23.
“[Los bereanos] [...] recibieron el mensaje con toda avidez y todos los días examinaban las Escrituras para ver si era verdad lo que se les anunciaba”. (Hechos 17:11).Mensaje:
Adoro a Dios cuando estudio mi Biblia cada día.
¡Te gustaría ser un detective bíblico y descubrir nuevas ideas e información? En nuestra historia bíblica de hoy aprenderemos acerca de algunos detectives bíblicos que investigaron las Escrituras para ver si era cierto lo que les decía Pablo.
Jesús le había dado a Pablo una misión especial. Llamó a Pablo para que fuera un apóstol. Su
trabajo debía ser contar la historia de Jesús, primero a los judíos y luego a todas las demás personas que no fueran judías.
Pablo viajó por muchos lugares. Cuando llegaba a una nueva ciudad, iba primero a la sinagoga.
Allí les mostraba a los judíos, en las Escrituras, que Jesús era el Mesías. Entonces Pablo les hablaba acerca de cómo había llegado a ser cristiano.
Cuando Pablo fue a la ciudad de Tesalónica, algunos de los judíos y muchos gentiles creyeron lo que decía. Muchos se volvieron cristianos. Los judíos que no creyeron se pusieron celosos. Querían deshacerse de Pablo, pero necesitaban ayuda para hacerlo. Esos judíos fueron a la plaza donde se reunía la gente que estaba sin trabajo y allí encontraron personas que estaban dispuestas a causar problemas para Pablo.
Pablo y Silas, su compañero de trabajo, se estaban hospedando en la casa de un hombre llamado Jasón. Los probocadores que contrataron los judíos, guiados por ellos, vinieron a la casa de Jasón. Cuando llegaron, Pablo y Silas no estaban allí, así que se llevaron a Jasón y otros cristianos ante los tribunales. Los judíos dijeron que Pablo y Silas estaban desobedeciendo las leyes romanas al decir que Jesús era rey. Dijeron que Jasón debía ser castigado porque Pablo y Silas se estaban hospedando en su casa. El tribunal le creyó a la multitud y obligó a Jasón a pagar una multa. Pero la multitud nunca encontró a Pablo y Silas. Esa noche, los otros cristianos los enviaron a una población llamada Berea.
Como era su costumbre, Pablo y Silas fueron directamente a la sinagoga. Los bereanos, habitantes de Berea, eran personas más amables que las que vivían en Tesalónica. Los bereanos escucharon atentamente lo que Pablo estaba diciendo. Después de escuchar a Pablo, investigaron cuidadosamente las Escrituras por sí mismos. Querían estar seguros de que era verdad lo que les decía Pablo. Después de estudiar, creyeron esas enseñanzas y se hicieron cristianos. Y después de que se hicieron cristianos, todavía seguían estudiando las Escrituras diariamente. No las estudiaban solamente por curiosidad. Estudiaban las Escrituras porque querían aprender más acerca de Jesús. Los ángeles estaban a su lado para ayudarles a entender lo que estaban leyendo.
Cuando algunos de los judíos en Tesalónica supieron que Pablo y Silas estaban en Berea, los fueron a seguir allí. Encontraron en Berea a la misma clase de personas revoltosas, les pidieron ayuda y comenzaron una nueva protesta. Pero los bereanos enviaron a Pablo a la ciudad de Atenas. Allí estaría seguro. Silas y Timoteo se quedaron a ayudar a los bereanos a aprender más acerca de Jesús. Algunos de los nuevos creyentes bereanos fueron con Pablo. Cuando llegaron a Atenas, Pablo los envió de regreso a Berea. Les pidió que les llevaran un mensaje a sus amigos. Deseaba que Timoteo y Silas se le unieran una vez que acabaran su trabajo en Berea.
Los bereanos continuaron investigando las Escrituras. Deseaban saber más acerca de Dios. Deseaban aprender más acerca de Jesús.
Jesús nos invita a estudiar la Biblia cada día. Desea que aprendamos más de su Palabra. Cuando leas las Escrituras, él te va a ayudar a entenderlas. Simplemente pídeselo. Él desea que lo conozcas mejor.
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