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Lección 19: Lo que la Biblia enseña acerca del Bautismo | La Fe de Jesús | Curso Bíblico Online


El bautismo simboliza y declara nuestra nueva fe en Cristo y nuestra confianza en su perdón. Somos sepultados en el agua para levantarnos a una nueva vida en Cristo, capacitados por el Espíritu Santo.

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¿QUE ES EL BAUTISMO?
La palabra bautismo viene de un vocablo griego que significa “hundir”, “sumergir”. El bautismo es símbolo de la muerte a una vida de incredulidad, y del nacimiento a una nueva experiencia en Cristo. Es un recordatorio de la muerte y resurrección de nuestro Señor Jesucristo (Rom. 6:3-4). Nuestro Señor Jesús, aunque no necesitaba bautizarse lo hizo para dejarnos un ejemplo (Jn. 13:15). Somos bautizados por indicación expresa de Jesús y en nombre de la Santísima Trinidad (Mat. 28:19).

¿QUIEN PUEDE SER BAUTIZADO?
Todo aquel que cumpla las condiciones requeridas. Entre esas condiciones se destacan: Creer en el Señor Jesús (Acts 8:36-38). Arrepentirse de todos los pecados (Acts 2:38). Confesar los pecados (Prov. 28:13). Conocer la doctrina (Mat. 28:20). Practicar la doctrina (Mat. 7:21). Pedir el santo bautismo (Acts 8:36). Aplicando estas condiciones es claro que no puede ser bautizado un niño pequeño. Pero puede hacerlo un menor que comprenda la doctrina. Si hemos sido bautizados sin nuestro consentimiento, sin una comprensión cabal de toda la verdad, en una forma indebida o bien si nos hemos apartado de la verdad, la Biblia autoriza efectuar un nuevo bautismo (Acts 19:1-5).

FORMAS DE BAUTISMO
De acuerdo con el significado de la palabra con la costumbre de Jesús y los apóstoles, y con su simbolismo, el bautismo debe ser por inmersión, es decir, cubriendo enteramente a la persona con agua. Jesús “subió del agua” (Mat. 3:16). Juan bautizaba “donde había muchas aguas” (Jn. 3:23). “Descendieron ambos al agua” (Acts 8:38). Sólo hay un bautismo verdadero (Eph. 4:5).
Dice el cardenal James Gibbons: “Por algunos siglos, después del establecimiento del cristianismo, el bautismo fue conferido ordinariamente por inmersión, pero desde el siglo XII ha prevalecido en la Iglesia Católica la práctica de bautizar por infusión...” (La fe de nuestros padres, pág. 256). El sacerdote Juan Straubinger, comentando un versículo acerca del bautismo, dice: “Se refiere al bautismo de los primeros cristianos, los cuales se bautizaban sumergiéndose completamente en el agua. Así como Cristo fue sepultado en la muerte, nosotros somos sepultados en el agua del bautismo”, (Nuevo Testamento, pág. 614).

RESULTADO DEL BAUTISMO
Cuando este rito se efectúa con sinceridad, es un testimonio público de la renuncia a la vida pecaminosa pasada y del nacimiento a una nueva vida en Cristo. Se promete el perdón de los pecados pasados y una medida abundante del Espíritu Santo (Acts 2:38). Además el bautizado llega a tener una nueva relación con Cristo (Gal. 3: 27). Ingresa como miembro en la iglesia de Cristo (Acts 2:41).

DESPUES DEL BAUTISMO
En la tumba liquida ha quedado sepultada la vida pasada. Ahora comienza una nueva vida (Rom. 6:4). En adelante, la forma de vivir debe cambiar completamente (Efesios 4:22-24). Normalmente no debería haber más pecado (1 Jn. 3:9). Ahora hay que cuidarse del mal, confiar en Dios y el maligno no lo tocará (1 Jn. 5:18).
Comienza la gran obra de la santificación (Rom. 6:22). Esta consiste en un perfeccionamiento constante de nuestro carácter. Dicha tarea dura toda la vida. No debe haber estancamientos ni retrocesos (Prov. 4:18).
El secreto de la santificación consiste en una perfecta unión con nuestro Señor Jesús (Jn. 15:4-5). Sin El nada podemos hacer, con El todo es posible (Phil. 4:13). Habrá una lucha constante con el “viejo hombre”, a quien debemos “crucificar”, y permitir que Cristo viva en nosotros (Gal. 2:20). No debemos desmayar jamás, sino perseverar hasta el fin (Mat. 24:13).

Dios lo bendiga!!!
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Continúa la Lección 20: Dios nos Llama

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