Historias Misioneras Niños 4to Trimestre 2019
Este trimestre hablaremos de la División Africana Centro-Oriental, cuyo territorio incluye once países: Burundi, República Democrática del Congo, Yibuti, Eritrea, Etiopía, Kenia, Ruanda, Somalia, Sudán del Sur, Tanzania y Uganda.
CONTENIDO DE LAS HISTORIAS:
Etiopía:
01. Agradecido por poder evacuar | 05 Octubre
02. ¿Quién está equivocado? | 12 Octubre
Congo:
03. Los calcetines perdidos | 19 Octubre
Ruanda :
04. El ángel bombero | 26 Octubre
¿Quién está equivocado?
Etiopía, 12 de octubre
Haile Magicho Sendeno, 73 años
Haile Magicho Sendeno, 73 años
Haile Magicho Sendeno era un chico superinteligente. Aprobó el sexto grado en tan solo seis meses, y el séptimo grado en los seis meses restantes del año escolar. Impresionó tanto a sus maestros que a final del año le dieron los exámenes de octavo grado, y obtuvo la máxima calificación. Como recompensa, su escuela, que era cristiana, le hizo un regalo especial: una Biblia.
Muy pocos niños tienen Biblia en Etiopía [señale Etiopía en un mapa]. El mismo Haile no tenía dinero suficiente para comprar una. Su padre era un hombre muy conocido en Angacha, su pueblo natal, pero aun así no tenían mucho dinero.
Haile estaba feliz con su Biblia, y comenzó a hojearla, leyendo un poco de aquí y otro poco de allá.
EL VERDADERO DÍA DE REPOSO
En esos días, llegó a su casa un tío suyo, que era bastante mayor.
–¿Sabías que la Iglesia Adventista es la iglesia verdadera? –le preguntó su tío.
Aquellas palabras sorprendieron a Haile, ya que su familia iba a la iglesia los domingos y en la escuela le habían enseñado que el verdadero día de reposo era el domingo. Pero su tío era pastor adventista e iba a la iglesia los sábados.
Haile decidió probarle a su tío que estaba equivocado, así que abrió su Biblia y comenzó a leerla detenidamente, buscando versículos sobre el domingo como el verdadero día de reposo. Entonces leyó en el Evangelio de Mateo que Jesús fue crucificado el sexto día, que es el viernes, y resucitó el primer día de la semana, que es el domingo. Eso quería decir que Jesús descansó en la tumba el séptimo día, el sábado. Haile decidió unirse a la Iglesia Adventista.
Pero pronto descubrió que no había iglesias adventistas en su aldea. La más cercana estaba en un pueblo que se encontraba a 30 kilómetros de distancia, precisamente la iglesia de la que su tío era pastor.
El sábado en la mañana, Haile fue en caballo a la iglesia adventista. Los quince miembros de la iglesia lo reconocieron; sabían que su padre era un hombre influyente que guardaba el domingo como día de reposo, así que tuvieron miedo de que se enojara y los enviara a todos a la cárcel.
–¿Por qué viniste aquí? –le preguntó uno de ellos.
–Porque quiero ser miembro de esta iglesia –le respondió Haile.
–¿Es verdad o estás bromeando? –quisieron saber.
–Estoy hablando muy en serio –respondió el muchacho–. Quiero ser adventista del séptimo día.
El tío de Haile se alegró mucho al verlo, pero también quiso saber cómo era que había decidido ir a la iglesia. Haile abrió su Biblia y le mostró los versículos que había descubierto, donde decía que Jesús descansó el sábado en la tumba.
EL PAPÁ DE HAILE SE ENOJA MUCHO
Por supuesto, el padre de Haile se puso furioso cuando supo que su hijo había decidido ser adventista.
–Traerás maldición sobre nosotros y sobre nuestra casa –le dijo su padre–. Si quieres unirte a esa iglesia, no podrás vivir en mi casa.
Haile estaba muy triste, pero había decidido obedecer a Dios. Su madre sentía pena por él, pues lo quería mucho, así que le permitía regresar a casa al salir de la escuela mientras su esposo estaba trabajando. En las noches, cuando el papá llegaba a casa, Haile se escondía bajo la cama y salía en silencio en las mañanas para ir a la escuela, antes de que su padre se despertara.
Así vivió Haile durante un año hasta que su padre lo descubrió, pero también notó que el niño tenía buen comportamiento, que sus calificaciones eran buenas y que no se juntaba con chicos malos. Así que le permitió vivir en la casa y también que fuera a la iglesia los sábados. ¡Haile estaba feliz! Él sabía que Dios lo estaba bendiciendo por haber decidido guardar el sábado, y no ha dejado de ir a la iglesia ni un solo día desde entonces.
Poco después, la madre de Haile también se bautizó en la Iglesia Adventista. Al terminar la escuela, decidieron mudarse a Adís Abeba, la capital de Etiopía, para enseñar en una escuela. Allí hay una nueva iglesia en la que se reúnen 150 adultos y 60 niños cada sábado.
Consejos para la historia:
- Puede ver a Haile en el enlace bit.ly/Haile-Sendeno.
- También hallará fotos relacionadas con este relato en: bit.ly/fb-mq.
- Descargue fotos de alta resolución desde el banco de datos ADAMS: bit.ly/Proving-Uncle-Wrong, y fotos de los proyectos del decimotercer sábado: bit.ly/ECD-projects-2019.
- Colorea la bandera del Etiopía.
Bandera de Etiopía:
Franja superior: verde.
Franja inferior: roja.
Franja central: amarillo.
Círculo, fondo: azul; estrella: amarilla.
CÁPSULA INFORMATIVA
- Etiopía es el segundo país más poblado de África (por detrás de Nigeria), con más de 105 millones de habitantes.
- De acuerdo con el censo de 2018, el 70 % de la población es cristiana (ortodoxos, protestantes y católicos); el 29 % es musulmana.
- En Etiopía se hablan más de 80 idiomas. El inglés se utiliza en la escuela y en la universidad. Los idiomas locales más hablados son el oromo, el amárico, el somalí y el tigriña.
- El etíope Abebe Bikila fue el primer africano en ganar una medalla dorada olímpica. Fue en 1960, en la prueba de maratón. Corrió descalzo.
- El lago Tana es la fuente del río Nilo Azul, que a su vez alimenta al Nilo Blanco, antes de unirse al Nilo Grande.
- Etiopía es el país de África con más lugares declarados Patrimonio de la Humanidad según la UNESCO. Los nueve lugares son: Aksum, Fasil Ghebbi, Harar, el paisaje cultural de Konso, el valle inferior del Awash, el valle inferior del Omo, las iglesias excavadas en la roca, el Parque Nacional Simien y Tiya.
- El calendario etíope tiene 13 meses, y está atrasado 7 años y medio con respecto al calendario gregoriano. El año nuevo en Etiopía comienza nuestro 11 de septiembre, y un día después cuando es año bisiesto.
Agradecido por poder evacuar
Etiopía | 5 de Octubre
Alazar Angaw Getahun, 7 años
Alazar Angaw Getahun, 7 años
¿Alguna vez has agradecido a Dios por poder evacuar? Hay unas personas muy especiales que sí lo han hecho. Hoy vamos a hablar de ellas.
La pareja estaba muy emocionada cuando nació su bebé, un 21 de enero, en Adís Abeba, capital de Etiopía [señale Etiopía en un mapa]. Ese mismo día, al volver a casa, mientras la madre amamantaba al bebé, se preguntaban qué nombre le pondrían.
ALGO MALO ESTÁ PASANDO
Esa primera noche en la casa, la barriguita del bebé comenzó a crecer y a crecer sin parar; tanto, que al amanecer parecía un globo grande y redondo.
Preocupado, el padre llevó a la madre y al bebé de regreso al hospital, pero el doctor no logró descubrir qué sucedía y la barriguita seguía creciendo sin parar. Al llegar la noche, había crecido tanto que la mamá tenía miedo de tocarla, pensando que podría estallar.
El doctor envió al bebé a un hospital más grande, pero allí los médicos tampoco pudieron entender qué le pasaba. La doctora entonces les dijo que su única opción era operar.
–Tendremos que abrirle la barriguita para ver qué hay dentro –dijo.
Así que, rápidamente, lo llevaron a quirófano. Varias horas después, la doctora habló con los padres:
–Los intestinos de su bebé están un poco dañados. Por eso tuvimos que hacerle un agujero en el lado derecho para colocarle una bolsa. No podrá evacuar como los demás bebés; cuando haga sus necesidades, los desechos quedarán en la bolsa.
Los padres no podían ver a su pequeño, pues estaba tan débil que debía permanecer en una habitación especial para bebés enfermos.
UNA DECISIÓN EXTRAÑA
–El estado de este bebé es muy grave –dijo el médico a las enfermeras–. Probablemente no mejore.
Entonces, las enfermeras pensaron: Si es así, ¿para qué vamos a cuidarlo? Y decidieron no cuidarlo.
Durante nueve días, nadie cuidó al bebé. Los desechos se derramaban de la bolsa y llegaban hasta la herida que tenía en la barriguita por causa de la operación. Cuando la doctora lo vio, se molestó mucho.
–¡¿Por qué no han cuidado al bebé?! –preguntó a las enfermeras.
Y les ordenó que limpiaran la herida tres veces al día y le pusieran miel. A los quince días, el bebé comenzó a mejorar y sus padres pudieron verlo. Ellos habían estado orando para que Dios salvara a su hijo, y decidieron llamarlo “Alazar”, que significa “Lázaro” en amárico, que es el idioma que se habla en el norte y centro de Etiopía. –Al igual que hizo con Lázaro, Jesús trajo a nuestro hijo de regreso a la vida –dijo el padre.
Un mes después de haber nacido, Alazar volvió a casa y poco a poco se convirtió en un niño grande y fuerte. Parecía un niño como cualquier otro, excepto porque seguía teniendo una bolsa pegada a su cuerpo.
LA OPERACIÓN DEFINITIVA
Cuando Alazar tenía casi dos años, la doctora le realizó algunas pruebas y vio que sus intestinos parecían normales.
–Tendremos que operarlo de nuevo –dijo. Sus padres sabían que si la operación no salía bien, Alazar tendría que vivir para siempre con aquella bolsa, y en Etiopía, aquello sería muy difícil.
Cuando terminó la operación, los padres visitaron a su pequeño y lo vieron acostado en una cuna en el hospital. Ya no tenía la bolsa y habían cosido el agujero de su costado.
–Sabremos que la operación fue un éxito si Alazar consigue evacuar como los demás niños –dijo la doctora–, o incluso si deja escapar un gas. Pero eso tendrá que suceder esta noche.
Los padres de Alazar se quedaron en el hospital toda la noche esperando para saber qué sucedía. Lamentablemente, el niño no evacuaba ni dejaba escapar los gases. Pasaron las horas y, a las tres de la madrugada, los padres estaban llorando, pidiéndole a Dios que Alazar pudiera evacuar el vientre.
En ese momento, el padre le pidió a su esposa que levantara al bebé y, cuando ella lo hizo, algo cayó al suelo: ¡el pequeño había evacuado! El padre saltó de emoción y luego cayó de rodillas para agradecer a Dios. La madre estaba tan feliz que no podía hablar.
Hoy, Alazar tiene siete años, juega al fútbol y nada con otros niños. Solo se acuerda de las operaciones cuando ve las dos cicatrices que tiene en la barriga.
“Estas marcas muestran que Jesús me salvó la vida y que soy su hijo”, dice él.
Muy pocos niños en Etiopía conocen a Jesús como Alazar lo conoce. Parte de las ofrendas del decimotercer sábado de este trimestre ayudarán a construir aulas de Escuela Sabática donde los niños podrán aprender más de Jesús.
Consejos para la historia:
- Puede ver a Alazar en el enlace bit.ly/Alazar-Getahun.
- También hallará fotos relacionadas con este relato en: bit.ly/fb-mq.
- Descargue fotos de alta resolución desde el banco de datos ADAMS: bit.ly/Praising-the-Potty, y fotos de los proyectos del decimotercer sábado: bit.ly/ECD-projects-2019.
- Colorea la bandera del Etiopía.
Bandera de Etiopía:
Franja superior: verde.
Franja inferior: roja.
Franja central: amarillo.
Círculo, fondo: azul; estrella: amarilla.
CÁPSULA INFORMATIVA
- La Unión de Etiopía tiene 984 iglesias y 414 congregaciones. La membresía de la iglesia es de 183.627 personas, para una población total de 105.914.000. Esto supone un adventista por cada 577 habitantes.
- En Adís Abeba, la capital de Etiopía, se inauguró un moderno templo adventista en febrero de 1961, con la presencia del rey y emperador Haile Selassie I y otros miembros de la familia real.
- Etiopía se menciona varias veces en la Biblia. La esposa de Moisés era etíope (Números 12:1), y Felipe bautizó a un importante funcionario etíope (Hechos. 8:27-39).
- Adís Abeba es la capital de país africano de mayor altitud. Está a 2.400 metros sobre el nivel del mar.
- El 70 % de las montañas de África están en Etiopía.
Fuente:
* AdventistMission
Dios lo bendiga!!!
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