Lección de Escuela Sabática de Adultos 1er Trimestre 2020, Escuela Sabática Adultos 1er Trimestre 2020, Lección 1er Trimestre 2020,
Lección 2: Para el 11 de enero de 2020
LEE PARA EL ESTUDIO DE ESTA SEMANA: 2 Reyes 21:10–16; Daniel 1; Gálatas 2:19, 20; Mateo 16:24–26; 2 Corintios 4:17; Santiago 1:5.
PARA MEMORIZAR:
“A estos cuatro muchachos Dios les dio conocimiento e inteligencia en todas las letras y ciencias; y Daniel tuvo entendimiento en toda visión y sueños” (Dan. 1:17).
La Biblia no teme mostrar las debilidades de la humanidad caída. Desde Génesis 3 en adelante, el pecado humano y sus tristes resultados saltan a la vista. Al mismo tiempo, también vemos casos de personas que muestran una gran fidelidad a Dios, incluso cuando se enfrentan a incentivos poderosos para ser cualquier cosa, menos fieles. Y algunos de los ejemplos más conmovedores de esa fidelidad los vemos en el libro de Daniel.
Sin embargo, mientras estudiamos Daniel, tengamos en cuenta que el verdadero héroe del libro es Dios. Estamos tan acostumbrados a las historias que enfatizan la fidelidad de Daniel y sus amigos que podemos olvidarnos de exaltar la fidelidad de aquel que guió y sostuvo a esos cuatro jóvenes mientras confrontaban el poder y el encanto del Imperio Babilónico. Ser fiel ya es un desafío en la propia tierra y lugar, y ni hablar de enfrentar presiones de una tierra, cultura y religión extranjeras. Pero los protagonistas humanos enfrentan los desafíos porque, como el apóstol Pablo, ellos saben “a quién h[an] creído” (2 Tim. 1:12), y en él confían.
LA SOBERANÍA DE DIOS
A simple vista, el libro de Daniel comienza con un sombrío dejo de derrota. Judá ha capitulado ante Nabucodonosor y los vasos del Templo han sido llevados de Jerusalén a la tierra de Sinar. La palabra Sinar aparece en la Biblia en Génesis 11:2 como la ubicación de la torre de Babel. Sinar es una señal siniestra, ya que alude a un proyecto arraigado en un desafío abierto a Dios. Pero, aun cuando los constructores de Babel fracasaron en su intento de llegar al cielo, las apariencias externas sugerían que Nabucodonosor y sus dioses, ubicados en la tierra de Sinar, habían subyugado el pacto de Dios con Israel.
Aun así, las primeras líneas de Daniel dejan en claro que la derrota de Jerusalén no se atribuye al poder superior del rey babilónico; más bien, ha ocurrido porque “el Señor entregó en sus manos [de Nabucodonosor] a Joacim rey de Judá” (Dan. 1:2). Mucho antes, Dios anuncia que si su pueblo se olvidaba de él y transgredía el Pacto lo enviaría como cautivo a una tierra extranjera. Por ende, Daniel sabe que detrás del poder militar de Babilonia, y más allá de él, el Dios del cielo está liderando la marcha de la historia. Es esta visión clara de la soberanía de Dios lo que sostiene a estos jóvenes y les da fuerza y valor para enfrentar la tentación y la presión del Imperio Babilónico.
Lee 2 Reyes 21:10 al 16; 24:18 al 20; y Jeremías 3:13. ¿Por qué Dios entrega a Judá y a Jerusalén en manos de los babilonios?
Al enfrentar los desafíos del siglo XXI, necesitamos recuperar la percepción de Dios que se refleja tan vívidamente en el libro de Daniel. Según este libro, el Dios a quien servimos no solo impulsa las fuerzas de la historia mediante su soberanía, sino también interviene misericordiosamente en la vida de su pueblo para brindarle una ayuda crucial en momentos de necesidad. Y, como veremos más adelante, lo que Dios hizo por los cautivos hebreos lo hará por su pueblo en el tiempo del fin, independientemente de los diversos ataques contra ellos y su fe.
■ ¿Cuáles son algunos de los desafíos que enfrenta tu fe ahora, ya sea de fuentes externas, de dentro de la iglesia o de tus propios defectos personales de carácter? ¿Cómo puedes aprender a apoyarte en el poder de Dios para superar lo que se te presenta?
FE BAJO PRESIÓN
Lee Daniel 1. ¿Qué presiones se imponen sobre estos jóvenes para que se sometan?
Al llegar a Babilonia, estos cuatro jóvenes deben enfrentar un gran desafío para su fe y sus convicciones: son seleccionados con el fin de recibir capacitación especial para servir al rey. Los reyes de la antigüedad a menudo reclutaban a algunos de sus mejores cautivos para servir en el palacio real y, por lo tanto, estos transferían su lealtad al rey y a los dioses del imperio que los conquistaron. De hecho, todo el proceso tenía la intención de efectuar algún tipo de conversión y adoctrinamiento que daría lugar a un cambio de cosmovisión. Como parte de ese proceso, les cambiaron el nombre a los cautivos hebreos. Un nombre nuevo señala un cambio de propiedad y un cambio de destino. Así, al cambiar el nombre de los cautivos, los babilonios tenían la intención de ejercer autoridad sobre ellos y obligarlos a asimilar los valores y la cultura de Babilonia. Sus nombres originales, que referían al Dios de Israel, son reemplazados por nombres que honran a deidades extranjeras. Además, el rey determina que los jóvenes deben comer de su mesa. Comer de la comida del rey tenía profundas implicaciones en la antigüedad. Significaba una lealtad indivisa al rey y reflejaba dependencia de él. Y, como la comida se ofrecía a los dioses del Imperio, comer también tenía un profundo significado religioso. Obviamente, significaba aceptar y participar del sistema de adoración del rey.
Por lo tanto, Daniel y sus compañeros se encuentran en circunstancias complejas. Para permanecer leales a Dios y sobrevivir al poder abrumador del sistema imperial, se requiere nada menos que un milagro. Para complicar aún más las cosas, la ciudad de Babilonia en sí también era una expresión monumental de las proezas humanas. La belleza arquitectónica de los templos babilónicos, los jardines colgantes y el río Éufrates que serpenteaba a través de la ciudad transmitían una imagen de poder y gloria insuperables. Entonces, a Daniel y a sus amigos se les ofrece la oportunidad de ascender y disfrutar de los beneficios y la prosperidad de este sistema. Pueden dejar de ser cautivos hebreos y convertirse en funcionarios reales. ¿Comprometerán sus principios para recorrer el camino fácil a la gloria?
■ Estos muchachos, ¿de qué manera podrían haber racionalizado una decisión para abandonar sus convicciones? ¿De qué manera podrías enfrentarte a desafíos similares, aunque más sutiles?
RESUELTOS Y FIRMES
Lee Daniel 1:7 al 20. ¿Qué dos factores vemos obrando aquí: el libre albedrío de Daniel y la intervención de Dios? ¿Qué principio importante se presenta también aquí?
Al parecer, los cuatro cautivos hebreos no se oponen a sus nombres babilónicos. Lo más probable es que no hubiera nada que pudieran hacer al respecto, aparte de usar sus nombres hebreos entre ellos. Pero, con respecto a la comida y el vino de la mesa del rey, sin duda está en sus manos consumirlos o no. Por lo tanto, el libre albedrío de los cuatro hombres es muy importante aquí.
Sin embargo, si un funcionario puede cambiar sus nombres, también puede cambiar el menú. Probablemente haya dos razones por las que los cuatro no quieren comer de la mesa del rey.
En primer lugar, las comidas de la mesa del rey pueden contener carnes inmundas (Lev. 11). En segundo lugar, la comida se ofrece primero a la imagen del dios y luego se la envía al rey para su consumo. Por lo tanto, cuando Daniel deja en claro, sin recurrir al subterfugio ni al engaño, que su solicitud tiene una motivación religiosa (es decir, la comida del palacio los contaminará a él y a sus amigos) (Dan. 1:8), está siendo muy valiente.
Si observamos la interacción entre Daniel y el funcionario babilónico, se destacan algunos puntos importantes. En primer lugar, al parecer Daniel entiende bien la difícil situación del funcionario, por lo que le propuso una prueba. Diez días de consumo de alimentos alternativos deberían ser suficientes para demostrar los beneficios de la dieta y así acabar con los temores del funcionario. En segundo lugar, la certeza de Daniel de que el resultado sería tan positivo en tan poco tiempo se debe a la absoluta confianza en Dios. En tercer lugar, la elección de una dieta de vegetales, legumbres y agua apunta a la comida que Dios le dio a la humanidad en la Creación (ver Gén. 1:29); un hecho que quizá también influya en la elección de Daniel. Después de todo, ¿qué mejor dieta que la que Dios nos dio originalmente?
■ ¿Cuál es la importancia del libre albedrío de Daniel que allana el camino para que Dios actúe (ver Dan. 1:9)? ¿Qué lecciones podemos extraer de esto sobre la importancia de nuestras decisiones? ¿Cómo debe impactar nuestra confianza en Dios en nuestras decisiones?
INTACHABLES Y SABIOS
A Daniel y sus compañeros los eligen para el servicio real porque encajan dentro del perfil establecido por Nabucodonosor. Según el rey, los oficiales del palacio debían ser “jóvenes apuestos” y “sin ningún defecto físico” (Dan. 1:4, NVI). Curiosamente, los sacrificios y las personas que servían en el Santuario debían ser “sin defecto” (Lev. 22:17–25; 21:16–24). El rey de Babilonia parece compararse con el Dios de Israel, por cuanto exige condiciones similares para los que sirven en su palacio. Por otro lado, esas condiciones pueden sugerir inadvertidamente que Daniel y sus compatriotas fueron sacrificios vivos para Dios al enfrentar los desafíos del Imperio Babilónico.
Lee Gálatas 2:19 y 20; Mateo 16:24 al 26; y 2 Corintios 4:17. ¿Qué nos dicen estos versículos acerca de cómo podemos ser fieles en medio de las tentaciones que afrontamos?
Dios honra la lealtad de los cuatro cautivos hebreos, y al final de su período de prueba de diez días se ven más saludables y mejor nutridos que los otros estudiantes que comieron de la mesa real. Entonces, Dios les da a sus cuatro siervos “conocimiento e inteligencia en todas las letras y ciencias”, y solo a Daniel Dios le da “entendimiento en toda visión y sueños” (Dan. 1:17). Este don jugará un papel importante en el ministerio profético de Daniel.
Así como Dios honró la fe de sus siervos en la corte de Babilonia, a nosotros nos da sabiduría al enfrentar los desafíos del mundo. De la experiencia de Daniel y de sus compañeros aprendemos que sin duda es posible no contaminarnos con los elementos corruptos de nuestra sociedad. También aprendemos que no necesitamos aislarnos de la sociedad ni de su vida cultural para servir a Dios. Daniel y sus compañeros no solo vivieron en medio de una cultura erigida sobre mentiras, errores y mitos, sino además se los educa sobre la base de esas mentiras, errores y mitos. Y, sin embargo, continúan siendo fieles.
■ No importa dónde vivamos, todos enfrentamos el desafío de permanecer fieles a lo que creemos en medio de influencias culturales y sociales que son contrarias a esa creencia. Identifica las influencias negativas que hay en tu cultura y hazte esta pregunta: ¿Hasta qué punto las desafío?
EL EXAMEN FINAL
Lee Daniel 1:17 al 21. ¿Cuál es la clave del éxito de los cuatro jóvenes? (Ver además Job 38:36; Prov. 2:6; Sant. 1:5).
Después de tres años de formación en la “Universidad de Babilonia”, los cuatro hebreos se presentan ante el rey para el examen final. Son más saludables que los demás estudiantes y, además, los superan en conocimiento y sabiduría. Inmediatamente contratan a los cuatro para servir al rey. No debemos olvidar que este “conocimiento e inteligencia” sin duda consta de mucho paganismo. Sin embargo, lo adquieren de todos modos y, obviamente, también lo aprenden bien, aunque no crean en eso.
Nabucodonosor quizás haya pensado que ese logro tuvo algo que ver con la dieta del palacio y el programa de estudios que cursaron los cuatro alumnos. Sin embargo, Daniel y sus compañeros saben, y el relato lo muestra claramente, que su desempeño superior no le debía nada al sistema babilónico. Todo proviene de Dios. Qué poderoso ejemplo de lo que Dios puede hacer por quienes confían en él. No debemos temer el poder abrumador de los medios de comunicación, de los gobiernos ni de otras instituciones que puedan amenazar con destruir nuestra identidad como hijos de Dios. Al depositar nuestra confianza en Dios, podemos estar seguros de que él puede sostenernos en momentos difíciles y salvaguardarnos contra todo pronóstico. La clave es tomar las decisiones correctas cuando enfrentamos desafíos para nuestra fe.
Al observar Daniel 1, aprendemos algunas lecciones muy importantes acerca de Dios: (1) Dios controla la historia. (2) Dios nos da sabiduría para que podamos sortear el ambiente hostil de nuestra cultura y sociedad. (3) Dios honra a quienes confían mediante la convicción interna y el estilo de vida.
El capítulo concluye señalando que “continuó Daniel hasta el año primero del rey Ciro” (Dan. 1:21). Esta mención de Ciro es significativa: brinda un atisbo de esperanza en medio de una experiencia de exilio. Ciro es el elegido de Dios para liberar a su pueblo y permitirle regresar a Jerusalén. Aunque el capítulo comienza con apariencia de derrota y exilio, concluye con una vislumbre de esperanza y un retorno al hogar. Este es nuestro Dios: incluso en los momentos más difíciles de nuestra vida, siempre abre una ventana de esperanza para que podamos ver la gloria y la alegría que se encuentran más allá del sufrimiento y el dolor.
PARA ESTUDIAR Y MEDITAR:
“Daniel y sus compañeros fueron aparentemente más favorecidos en su juventud por la suerte, en Babilonia, que José en los primeros años de su vida en Egipto; sin embargo, fueron sometidos a pruebas de carácter apenas menos severas. De su hogar relativamente sencillo de Judea, estos jóvenes de linaje real fueron transportados a la ciudad más magnífica, a la corte del más grande monarca, y fueron escogidos para ser educados para el servicio especial del rey. En esa corte corrompida y lujosa estaban rodeados de fuertes tentaciones. Los vencedores mencionaban con jactancia el hecho de que ellos, adoradores de Jehová, fueran cautivos de Babilonia; que los vasos de la casa de Dios hubiesen sido colocados en el Templo de los dioses de Babilonia; que el rey de Israel fuese prisionero de los babilonios; como evidencia de que su religión y sus costumbres eran superiores a la religión y las costumbres de los hebreos. En esas circunstancias, por medio de las mismas humillaciones que eran el resultado de que Israel se había apartado de los mandamientos de Dios, el Señor dio a Babilonia la evidencia de su supremacía, de la santidad de sus demandas y del resultado seguro de la obediencia. Y dio ese testimonio del único modo que podía ser dado: por medio de los que seguían siendo fieles” (Ed 54).
PREGUNTAS PARA DIALOGAR:
1. En clase, hablen de los diferentes desafíos culturales y sociales que enfrentan como cristianos en su sociedad. ¿Cuáles son y cómo puede la iglesia en general aprender a responderles?
2. Piensa en lo fácil que hubiera sido para Daniel y los demás haber transigido en su fe. Al fin y al cabo, los babilonios eran los conquistadores. La nación judía había sido derrotada. ¿Qué más “prueba” se necesitaba de que los “dioses” babilonios eran más grandes que el Dios de Israel, y que Daniel y sus compañeros necesitaban aceptar ese hecho? En este caso, ¿a qué verdades bíblicas importantes pudieron haberse atenido para sostenerse durante este tiempo?(Ver Jer. 5:19; 7:22–34.) ¿Qué nos dice esto acerca de lo importante que es conocer nuestra Biblia y entender la “verdad presente”?
3. ¿Por qué es tan importante la fidelidad, no solo para nosotros, sino también para quienes damos testimonio del carácter del Señor mediante nuestra fidelidad?
Dios lo bendiga!!!
EL SÁBADO ENSEÑARÉ...
Parte I: RESEÑA
Texto clave: Daniel 1:17.
Enfoque del estudio:
Daniel 1; Génesis 39; Ester 4; 5
Introducción: Daniel 1 prepara el escenario para lo que se desarrollará a lo largo del libro e introduce sus temas principales. Dios aflora como el personaje principal del libro, gobernando a los reyes y los reinos del mundo, y ayudando a su pueblo fiel a vivir en una tierra extranjera. Entre una multitud de cautivos, cuatro jóvenes transitan con una sabiduría sin precedentes las complejidades de la corte babilónica y se proponen, en su corazón, permanecer fieles al Dios de sus padres.
Temática de la lección:
1. El contexto de Daniel. Incluso en medio de un hecho tan trágico como el exilio, Dios controla todo. El exilio no ocurrió como un incidente inesperado desencadenado por el poder de Babilonia, sino como la culminación del juicio divino largamente anunciado sobre un pueblo impenitente.
2. La educación de Daniel. Al pasar por el proceso educativo, Daniel y sus compañeros decidieron resistirse al adoctrinamiento del Imperio. Aunque las apariencias externas indicaban que Dios había perdido la batalla ante las deidades paganas, estos jóvenes permanecieron fieles y actuaron de acuerdo con la Palabra de Dios.
3. La sabiduría de Daniel. Un aspecto importante de la descripción de Daniel y sus compañeros es que eran sabios. Esta semblanza no se limita a una sabiduría o conocimiento intelectual; indica una habilidad divinamente provista para ver la vida desde la perspectiva de Dios.
Aplicación para la vida: Aunque la vida puede estar marcada por circunstancias inexplicables y difíciles, el Dios al que servimos tiene todas las cosas bajo control y puede convertir lo malo en bueno. Nuestra cosmovisión, que consiste en aquellas ideas y convicciones subyacentes que informan nuestra percepción de Dios y de la realidad en general, es una herramienta muy importante para ayudarnos a recorrer nuestro camino en la vida. Permitamos que las Escrituras sean la fuente y el fundamento de nuestra cosmovisión, como lo fueron para Daniel.
Parte II: COMENTARIO
1. El contexto de Daniel.
El exilio no ocurrió como un incidente inesperado, desencadenado por el poder de Babilonia, o como una decisión arbitraria de Dios. De hecho, varios profetas ya le habían advertido al pueblo de Dios que, a menos que se arrepintiera de sus pecados y volviera al Pacto, sería castigado por fuerzas extranjeras que destruirían el Templo y lo llevarían cautivo a una tierra extraña. El profeta Jeremías, que profetizó durante esa época, también instó a las autoridades reales de Judá a someterse a Babilonia, porque esa era la voluntad de Dios. Entonces, después de muchas advertencias desoídas, Nabucodonosor llegó a Jerusalén y puso a Judá bajo el control del Imperio Babilónico.
Para entender la experiencia de Daniel y sus amigos, debemos tener en cuenta que el Exilio fue una deportación masiva de una población desde su tierra natal para destruir su identidad y así facilitar el control por parte del poder dominante. Esa deportación generalmente apuntaba a las clases superiores, los nobles, los líderes, los pensadores. Solo a los pobres se les permitía quedarse en la patria, que a menudo quedaba devastada por la guerra. Esa estrategia política y militar era ampliamente practicada en el mundo antiguo por los asirios y los babilonios. En 722 a.C., los asirios le pusieron fin a Israel del norte y deportaron a vastos sectores de su población a otras partes del Imperio. Judá no prestó atención a la suerte de su vecino, y corrió la misma suerte a manos de los babilonios.
La Biblia registra tres incursiones y deportaciones babilónicas importantes contra Judá. La primera ocurrió en 605 a.C., cuando Nabucodonosor, después de derrotar a los egipcios en Carquemis, marchó contra Judá. Tomó algunos cautivos, entre los que estaban Daniel y sus tres amigos. En 597 a.C., dadas las maniobras políticas de Joacim para insistir en una alianza política con Egipto, Nabucodonosor invadió Judá por segunda vez y deportó a otra parte de la población. Entre los deportados estaban el profeta Ezequiel y el rey Joaquín, el hijo de Joacim, quien había muerto poco antes de la invasión. Nabucodonosor puso a Sedequías (el tío de Joaquín) en el trono, con la esperanza de asegurar su lealtad a Babilonia. Pero, a pesar de las continuas advertencias de Jeremías, el nuevo rey persistió en buscar ayuda egipcia para resistir la dominación babilónica. Finalmente, Nabucodonosor perdió la paciencia y en 586 a.C. marchó contra Judá; esta vez, los babilonios arrasaron Jerusalén y el Templo hasta los cimientos y deportaron a otra parte de la población a Babilonia.
2. La educación de Daniel.
Puede ser útil considerar el sistema educativo babilónico. Ese conocimiento nos dará una idea de a qué clase de contenidos académicos fueron expuestos los cautivos hebreos y qué clase de cosmovisión enfrentaron.
La primera etapa de la educación babilónica consistía en el aprendizaje de los dos idiomas principales comunes a los babilonios: el arameo, que en ese momento se estaba convirtiendo en un idioma internacional; y el acadio, que era el lenguaje literario utilizado para transmitir las tradiciones religiosas y culturales del Imperio. El acadio requería el dominio de un complejo sistema de escritura cuneiforme con cientos de caracteres. En esta primera etapa, los alumnos estudiaban textos que relataban historias a las que los jóvenes babilónicos eran expuestos desde la infancia, como las leyendas de Gilgamesh, Sargón y Naram-Sîn.
En la segunda etapa, los estudiantes eran expuestos a muchos más textos, con la intención de afinar sus habilidades literarias y ayudarlos a desarrollar una cosmovisión babilónica. Un autor describió así esta segunda etapa: “Por lo tanto, el propósito era doble: llenar la mente del estudiante con la ideología teológica y política contemporánea en la capital y prepararlo para una formación como ašipu junior, un cargo que gracias a los colofones sabemos que ocupaban muchos escribas novatos. En cuanto a la exposición a la literatura, las narraciones características de la primera fase daban paso a asuntos más serios, la inculcación de una cosmovisión y la adquisición de experiencia práctica” (George, The Babylonian Gilgamesh Epic 1:36).
No conocemos los detalles del currículo específico asignado a Daniel y sus amigos. Pero la descripción anterior nos da una idea de en qué consistía la educación babilónica durante esa época. El programa académico impuesto a Daniel y sus compañeros pudo haber sido tan exigente como el descrito anteriormente.
¡Pero Daniel y sus amigos se destacaron en toda la sabiduría y el conocimiento promovidos por la Universidad de Babilonia!
3. La sabiduría de Daniel.
Un aspecto importante de los personajes de Daniel y sus compañeros es que son sabios. Mientras Daniel intenta sortear los desafíos del adoctrinamiento babilónico, especialmente en lo que respecta a la comida, actúa con tacto y sabiduría insuperables para evitar comer de la mesa del rey. Posteriormente, Daniel y sus compañeros son hallados diez veces más sabios que todos los demás sabios de Babilonia. Al final del libro, encontramos una mención a los entendidos y también a los sabios, quienes serán perseguidos por los poderes del mal pero, al final, saldrán victoriosos (Dan. 11:33, 35; 12:3).
Sin embargo, para apreciar mejor el tema de la sabiduría en Daniel, quizá sea útil ver cómo se aborda este tema en otras partes de la Biblia.
Uno de los temas bíblicos más fascinantes es la noción de sabiduría. Incluso hay algunas partes importantes de la Biblia designadas como literatura sapiencial. Job, Proverbios y Eclesiastés junto con el Cantar de los Cantares y varios Salmos se consideran textos sapienciales. Los libros sapienciales hacen mucho hincapié en la obediencia a la Ley de Dios, que generalmente conlleva una buena vida. Los textos sapienciales en general no basan su mensaje en el Éxodo ni en otros hechos salvíficos importantes, sino que frecuentemente hacen referencia o alusión a la Creación. Dios es el Creador que establece ciertas leyes que gobiernan el cosmos y la sociedad. Por lo tanto, quienes obedecen las leyes de Dios tienen más probabilidades de estar rodeados de las bendiciones de Dios. El libro de Job muestra que hay excepciones a esta regla; sin embargo, la excepción con el tiempo confirma la regla porque, al final, Job nuevamente recibe su vida próspera y feliz.
A Daniel se lo describe como un hombre sabio, pero no primordialmente porque dominara las complejidades del lenguaje y la literatura de los babilonios. Más bien, se puede decir que es sabio porque es leal al Señor. A causa de sus convicciones teológicas, Daniel rechazó el menú real y optó por las legumbres y el agua, basado en la dieta establecida por Dios en la Creación. Además, Daniel no recibió su sabiduría simplemente a través de la diligencia y la autodisciplina. Era una sabiduría otorgada por Dios en reconocimiento de la fe y la confianza que Daniel demostró. Esa sabiduría superaba con creces las complejidades del currículo universitario; fue la sabiduría la que le permitió a Daniel interpretar los sueños y comprender el plan general de Dios para la historia humana.
Parte III: APLICACIÓN A LA VIDA
El libro de Daniel relata que el Señor permite que una nación extranjera pisotee a su propio pueblo y saquee su propio Templo. ¿Qué puedes aprender del carácter de Dios sobre la base de este hecho?
¿De qué modo se comparan las circunstancias de Daniel en la corte babilónica con las de José en Egipto y las de Ester en Persia? ¿Quién crees que enfrentó los desafíos más difíciles? Si tuvieras la opción de elegir, ¿en qué zapatos preferirías estar?
La lección de esta semana abre la posibilidad de un autoexamen. Pide a los miembros de la clase que reflexionen sobre lo siguiente. Si yo fuera Daniel o cualquiera de sus amigos:
¿Cómo vería a Dios si él permitiera que un ejército extranjero invadiera mi país, destruyera mi cultura y me deportara a una tierra extranjera?
¿Qué haría si me ofrecieran un cargo prominente en el Gobierno, siempre y cuando participara en fiestas y compartiera los alimentos y las bebidas que se ofrecen allí?
¿Es más difícil ser obediente al Señor en mi propia tierra entre los míos o entre los extranjeros en un país lejano? Explica.
¿De qué manera puedo desarrollar una cosmovisión que me brinde claridad para evaluar la cultura que me rodea y evitar sus dificultades?
Cuando me enfrento a desafíos relacionados con la observancia del sábado, la integridad en mi negocio o trabajo, las relaciones con amigos no cristianos/no adventistas, etc., ¿cómo me desempeño en comparación con Daniel?
Dios lo bendiga!!!
DE JERUSALÉN A BABILONIA
Sábado 4 de enero
LEE PARA EL ESTUDIO DE ESTA SEMANA: 2 Reyes 21:10–16; Daniel 1; Gálatas 2:19, 20; Mateo 16:24–26; 2 Corintios 4:17; Santiago 1:5.
PARA MEMORIZAR:
“A estos cuatro muchachos Dios les dio conocimiento e inteligencia en todas las letras y ciencias; y Daniel tuvo entendimiento en toda visión y sueños” (Dan. 1:17).
La Biblia no teme mostrar las debilidades de la humanidad caída. Desde Génesis 3 en adelante, el pecado humano y sus tristes resultados saltan a la vista. Al mismo tiempo, también vemos casos de personas que muestran una gran fidelidad a Dios, incluso cuando se enfrentan a incentivos poderosos para ser cualquier cosa, menos fieles. Y algunos de los ejemplos más conmovedores de esa fidelidad los vemos en el libro de Daniel.
Sin embargo, mientras estudiamos Daniel, tengamos en cuenta que el verdadero héroe del libro es Dios. Estamos tan acostumbrados a las historias que enfatizan la fidelidad de Daniel y sus amigos que podemos olvidarnos de exaltar la fidelidad de aquel que guió y sostuvo a esos cuatro jóvenes mientras confrontaban el poder y el encanto del Imperio Babilónico. Ser fiel ya es un desafío en la propia tierra y lugar, y ni hablar de enfrentar presiones de una tierra, cultura y religión extranjeras. Pero los protagonistas humanos enfrentan los desafíos porque, como el apóstol Pablo, ellos saben “a quién h[an] creído” (2 Tim. 1:12), y en él confían.
Notas EGW
Sábado 4 de enero
Para gloria del Maestro, ambicionad cultivar todas las gracias del carácter. Debéis agradar a Dios en todos los aspectos de la formación de vuestro carácter. Podéis hacerlo, pues Enoc agradó al Señor aunque vivía en una época degenerada. Y en nuestros días también hay Enocs.
Permaneced firmes como Daniel, el fiel hombre de estado a quien ninguna tentación pudo corromper. No chasqueéis a Aquel que os amó de tal manera que dio su propia vida para expiar vuestros pecados. “Sin mí nada podéis hacer”,7 dice. Recordad esto. Si habéis cometido errores, ganáis ciertamente una victoria si los veis y los consideráis señales de advertencia. De ese modo transformáis la derrota en victoria, chasqueando al enemigo y honrando a vuestro Redentor (Palabras de vida del gran Maestro, p. 267).
La providencia de Dios permitió que estos [José y Daniel] fueran llevados cautivos para impartir a naciones paganas las bendiciones que la humanidad recibe por el conocimiento de Dios. Serían los representantes de Jehová. Nunca debían transigir con los idólatras; deberían honrar especialmente su fe religiosa y su nombre como adoradores del Dios viviente.
Ellos lo hicieron así. Honraron a Dios tanto en la prosperidad como en la adversidad, y Dios los honró…
Así también en Daniel, Dios colocó una luz junto al trono del reino más poderoso del mundo; para que todos pudiesen aprender del Dios vivo y verdadero. En la corte de Babilonia había representantes de todos los países, hombres dotados de los más selectos talentos y de abundantes dones naturales, que poseían la más elevada cultura que pudiese otorgar este mundo. Sin embargo, los cautivos hebreos sobresalían entre todos ellos. No tenían rivales en fuerza y belleza física, en vigor mental y logros literarios, ni en fuerza y percepción espirituales (Testimonios para la iglesia, t. 6, pp. 223, 224).
Día tras día, Dios instruye a sus hijos. Por las circunstancias de la vida diaria, los está preparando para desempeñar su parte en aquel escenario más amplio que su providencia les ha designado. Es el resultado de la prueba diaria lo que determina su victoria o su derrota en la gran crisis de la vida.
Los que dejan de sentir que dependen constantemente de Dios, serán vencidos por la tentación. Podemos suponer ahora que nuestros pies están seguros y que nunca seremos movidos. Podemos decir con confianza: Yo sé a quién he creído; nada quebrantará mi fe en Dios y su Palabra. Pero Satanás está proyectando aprovecharse de nuestras características heredadas y cultivadas, y cegar nuestros ojos acerca de nuestras propias necesidades y defectos. Únicamente comprendiendo nuestra propia debilidad y mirando fijamente a Jesús, podemos estar seguros (El Deseado de todas las gentes, pp. 345, 346).
Sábado 4 de enero
Para gloria del Maestro, ambicionad cultivar todas las gracias del carácter. Debéis agradar a Dios en todos los aspectos de la formación de vuestro carácter. Podéis hacerlo, pues Enoc agradó al Señor aunque vivía en una época degenerada. Y en nuestros días también hay Enocs.
Permaneced firmes como Daniel, el fiel hombre de estado a quien ninguna tentación pudo corromper. No chasqueéis a Aquel que os amó de tal manera que dio su propia vida para expiar vuestros pecados. “Sin mí nada podéis hacer”,7 dice. Recordad esto. Si habéis cometido errores, ganáis ciertamente una victoria si los veis y los consideráis señales de advertencia. De ese modo transformáis la derrota en victoria, chasqueando al enemigo y honrando a vuestro Redentor (Palabras de vida del gran Maestro, p. 267).
La providencia de Dios permitió que estos [José y Daniel] fueran llevados cautivos para impartir a naciones paganas las bendiciones que la humanidad recibe por el conocimiento de Dios. Serían los representantes de Jehová. Nunca debían transigir con los idólatras; deberían honrar especialmente su fe religiosa y su nombre como adoradores del Dios viviente.
Ellos lo hicieron así. Honraron a Dios tanto en la prosperidad como en la adversidad, y Dios los honró…
Así también en Daniel, Dios colocó una luz junto al trono del reino más poderoso del mundo; para que todos pudiesen aprender del Dios vivo y verdadero. En la corte de Babilonia había representantes de todos los países, hombres dotados de los más selectos talentos y de abundantes dones naturales, que poseían la más elevada cultura que pudiese otorgar este mundo. Sin embargo, los cautivos hebreos sobresalían entre todos ellos. No tenían rivales en fuerza y belleza física, en vigor mental y logros literarios, ni en fuerza y percepción espirituales (Testimonios para la iglesia, t. 6, pp. 223, 224).
Día tras día, Dios instruye a sus hijos. Por las circunstancias de la vida diaria, los está preparando para desempeñar su parte en aquel escenario más amplio que su providencia les ha designado. Es el resultado de la prueba diaria lo que determina su victoria o su derrota en la gran crisis de la vida.
Los que dejan de sentir que dependen constantemente de Dios, serán vencidos por la tentación. Podemos suponer ahora que nuestros pies están seguros y que nunca seremos movidos. Podemos decir con confianza: Yo sé a quién he creído; nada quebrantará mi fe en Dios y su Palabra. Pero Satanás está proyectando aprovecharse de nuestras características heredadas y cultivadas, y cegar nuestros ojos acerca de nuestras propias necesidades y defectos. Únicamente comprendiendo nuestra propia debilidad y mirando fijamente a Jesús, podemos estar seguros (El Deseado de todas las gentes, pp. 345, 346).
Domingo
LA SOBERANÍA DE DIOS
A simple vista, el libro de Daniel comienza con un sombrío dejo de derrota. Judá ha capitulado ante Nabucodonosor y los vasos del Templo han sido llevados de Jerusalén a la tierra de Sinar. La palabra Sinar aparece en la Biblia en Génesis 11:2 como la ubicación de la torre de Babel. Sinar es una señal siniestra, ya que alude a un proyecto arraigado en un desafío abierto a Dios. Pero, aun cuando los constructores de Babel fracasaron en su intento de llegar al cielo, las apariencias externas sugerían que Nabucodonosor y sus dioses, ubicados en la tierra de Sinar, habían subyugado el pacto de Dios con Israel.
Aun así, las primeras líneas de Daniel dejan en claro que la derrota de Jerusalén no se atribuye al poder superior del rey babilónico; más bien, ha ocurrido porque “el Señor entregó en sus manos [de Nabucodonosor] a Joacim rey de Judá” (Dan. 1:2). Mucho antes, Dios anuncia que si su pueblo se olvidaba de él y transgredía el Pacto lo enviaría como cautivo a una tierra extranjera. Por ende, Daniel sabe que detrás del poder militar de Babilonia, y más allá de él, el Dios del cielo está liderando la marcha de la historia. Es esta visión clara de la soberanía de Dios lo que sostiene a estos jóvenes y les da fuerza y valor para enfrentar la tentación y la presión del Imperio Babilónico.
Lee 2 Reyes 21:10 al 16; 24:18 al 20; y Jeremías 3:13. ¿Por qué Dios entrega a Judá y a Jerusalén en manos de los babilonios?
Al enfrentar los desafíos del siglo XXI, necesitamos recuperar la percepción de Dios que se refleja tan vívidamente en el libro de Daniel. Según este libro, el Dios a quien servimos no solo impulsa las fuerzas de la historia mediante su soberanía, sino también interviene misericordiosamente en la vida de su pueblo para brindarle una ayuda crucial en momentos de necesidad. Y, como veremos más adelante, lo que Dios hizo por los cautivos hebreos lo hará por su pueblo en el tiempo del fin, independientemente de los diversos ataques contra ellos y su fe.
■ ¿Cuáles son algunos de los desafíos que enfrenta tu fe ahora, ya sea de fuentes externas, de dentro de la iglesia o de tus propios defectos personales de carácter? ¿Cómo puedes aprender a apoyarte en el poder de Dios para superar lo que se te presenta?
Notas EGW
Domingo - La Soberanía De Dios
Sedequías pagó un alto precio por su debilidad. El enemigo avanzó como una avalancha irresistible y devastó la ciudad. El ejército hebreo se batió en retirada víctima de la confusión. La nación fue conquistada. Sedequías fue tomado prisionero y sus hijos murieron asesinados ante sus propios ojos…
Los que se esfuerzan por esconder el pecado y hacer que parezca menos serio a las mentes de los transgresores hacen la labor de los falsos profetas y la ira de Dios retribuirá su conducta. El Señor nunca entrará en componendas con los deseos de los hombres corruptos. El falso profeta condenó a Jeremías por haber afligido al pueblo con sus graves acusaciones; quiso tranquilizarlo prometiéndole seguridad y prosperidad, pensando que no debía recordar continuamente los pecados de las pobres gentes ni amenazarlas con el castigo. Esta conducta aumentó aún más, si cabe, la resistencia de los judíos al consejo del verdadero profeta e intensificó su enemistad hacia él (Testimonios para la iglesia, t. 4, pp. 183, 184).
Muchos son aquellos cuyo corazón gime bajo el peso de los cuidados porque procuran alcanzar la norma del mundo. Escogieron servir a este, aceptaron sus perplejidades y adoptaron sus costumbres. Así se corrompió su carácter, y la vida se les tornó en cansancio. La congoja constante consume sus fuerzas vitales. Nuestro Señor desea que depongan este yugo de servidumbre. Los invita a aceptar su yugo y les dice: “Mi yugo es fácil, y ligera mi carga”. Mateo 11:30. La congoja es ciega y no puede discernir lo porvenir; pero Jesús ve el fin desde el principio. En toda dificultad ha dispuesto un medio de proporcionar alivio. “No quitará el bien a los que en integridad andan”. Salmos 84:11.
Para proveernos lo necesario, nuestro Padre celestial tiene mil maneras de las cuales nada sabemos. Los que aceptan el principio sencillo de hacer del servicio de Dios el asunto supremo, verán desvanecerse sus perplejidades y extenderse ante sus pies un camino despejado (El ministerio de curación, pp. 381, 382).
A la omnipotencia del Rey de reyes, nuestro Dios, que cumple su pacto, une la delicadeza y el cuidado de un tierno pastor. Nada puede impedirle el camino. Su poder es absoluto y es la prenda para el seguro cumplimiento de sus promesas a su pueblo. Él puede remover todos los obstáculos al avance de su obra. Él posee los recursos para eliminar toda dificultad para que aquellos que le sirven, y tienen respeto por los medios que él utiliza, puedan ser libertados. Su bondad y su amor son infinitos y su pacto es inalterable.
Los planes de los enemigos de su obra al parecer son firmes y bien trazados, pero él puede echar abajo los planes más sólidos, y lo logrará a su debido tiempo, cuando vea que nuestra fe ha sido lo suficientemente probada y que estamos acercándonos a él y haciendo de él nuestro consejero (Testimonios para la iglesia, t. 8, pp. 17, 18).
Domingo - La Soberanía De Dios
Sedequías pagó un alto precio por su debilidad. El enemigo avanzó como una avalancha irresistible y devastó la ciudad. El ejército hebreo se batió en retirada víctima de la confusión. La nación fue conquistada. Sedequías fue tomado prisionero y sus hijos murieron asesinados ante sus propios ojos…
Los que se esfuerzan por esconder el pecado y hacer que parezca menos serio a las mentes de los transgresores hacen la labor de los falsos profetas y la ira de Dios retribuirá su conducta. El Señor nunca entrará en componendas con los deseos de los hombres corruptos. El falso profeta condenó a Jeremías por haber afligido al pueblo con sus graves acusaciones; quiso tranquilizarlo prometiéndole seguridad y prosperidad, pensando que no debía recordar continuamente los pecados de las pobres gentes ni amenazarlas con el castigo. Esta conducta aumentó aún más, si cabe, la resistencia de los judíos al consejo del verdadero profeta e intensificó su enemistad hacia él (Testimonios para la iglesia, t. 4, pp. 183, 184).
Muchos son aquellos cuyo corazón gime bajo el peso de los cuidados porque procuran alcanzar la norma del mundo. Escogieron servir a este, aceptaron sus perplejidades y adoptaron sus costumbres. Así se corrompió su carácter, y la vida se les tornó en cansancio. La congoja constante consume sus fuerzas vitales. Nuestro Señor desea que depongan este yugo de servidumbre. Los invita a aceptar su yugo y les dice: “Mi yugo es fácil, y ligera mi carga”. Mateo 11:30. La congoja es ciega y no puede discernir lo porvenir; pero Jesús ve el fin desde el principio. En toda dificultad ha dispuesto un medio de proporcionar alivio. “No quitará el bien a los que en integridad andan”. Salmos 84:11.
Para proveernos lo necesario, nuestro Padre celestial tiene mil maneras de las cuales nada sabemos. Los que aceptan el principio sencillo de hacer del servicio de Dios el asunto supremo, verán desvanecerse sus perplejidades y extenderse ante sus pies un camino despejado (El ministerio de curación, pp. 381, 382).
A la omnipotencia del Rey de reyes, nuestro Dios, que cumple su pacto, une la delicadeza y el cuidado de un tierno pastor. Nada puede impedirle el camino. Su poder es absoluto y es la prenda para el seguro cumplimiento de sus promesas a su pueblo. Él puede remover todos los obstáculos al avance de su obra. Él posee los recursos para eliminar toda dificultad para que aquellos que le sirven, y tienen respeto por los medios que él utiliza, puedan ser libertados. Su bondad y su amor son infinitos y su pacto es inalterable.
Los planes de los enemigos de su obra al parecer son firmes y bien trazados, pero él puede echar abajo los planes más sólidos, y lo logrará a su debido tiempo, cuando vea que nuestra fe ha sido lo suficientemente probada y que estamos acercándonos a él y haciendo de él nuestro consejero (Testimonios para la iglesia, t. 8, pp. 17, 18).
Lunes 6 de enero
FE BAJO PRESIÓN
Lee Daniel 1. ¿Qué presiones se imponen sobre estos jóvenes para que se sometan?
Al llegar a Babilonia, estos cuatro jóvenes deben enfrentar un gran desafío para su fe y sus convicciones: son seleccionados con el fin de recibir capacitación especial para servir al rey. Los reyes de la antigüedad a menudo reclutaban a algunos de sus mejores cautivos para servir en el palacio real y, por lo tanto, estos transferían su lealtad al rey y a los dioses del imperio que los conquistaron. De hecho, todo el proceso tenía la intención de efectuar algún tipo de conversión y adoctrinamiento que daría lugar a un cambio de cosmovisión. Como parte de ese proceso, les cambiaron el nombre a los cautivos hebreos. Un nombre nuevo señala un cambio de propiedad y un cambio de destino. Así, al cambiar el nombre de los cautivos, los babilonios tenían la intención de ejercer autoridad sobre ellos y obligarlos a asimilar los valores y la cultura de Babilonia. Sus nombres originales, que referían al Dios de Israel, son reemplazados por nombres que honran a deidades extranjeras. Además, el rey determina que los jóvenes deben comer de su mesa. Comer de la comida del rey tenía profundas implicaciones en la antigüedad. Significaba una lealtad indivisa al rey y reflejaba dependencia de él. Y, como la comida se ofrecía a los dioses del Imperio, comer también tenía un profundo significado religioso. Obviamente, significaba aceptar y participar del sistema de adoración del rey.
Por lo tanto, Daniel y sus compañeros se encuentran en circunstancias complejas. Para permanecer leales a Dios y sobrevivir al poder abrumador del sistema imperial, se requiere nada menos que un milagro. Para complicar aún más las cosas, la ciudad de Babilonia en sí también era una expresión monumental de las proezas humanas. La belleza arquitectónica de los templos babilónicos, los jardines colgantes y el río Éufrates que serpenteaba a través de la ciudad transmitían una imagen de poder y gloria insuperables. Entonces, a Daniel y a sus amigos se les ofrece la oportunidad de ascender y disfrutar de los beneficios y la prosperidad de este sistema. Pueden dejar de ser cautivos hebreos y convertirse en funcionarios reales. ¿Comprometerán sus principios para recorrer el camino fácil a la gloria?
■ Estos muchachos, ¿de qué manera podrían haber racionalizado una decisión para abandonar sus convicciones? ¿De qué manera podrías enfrentarte a desafíos similares, aunque más sutiles?
Notas EGW
Lunes - Fe Bajo Presión
[En] ninguna parte encontraremos una ilustración más abarcante y eficaz de la verdadera temperancia y de sus consiguientes bendiciones que la que proporciona la historia del profeta Daniel y sus compañeros en la corte de Babilonia…
No fue el orgullo o la ambición lo que llevó a estos jóvenes a la corte del rey, a la compañía de quienes no conocían ni temían al verdadero Dios. Ellos fueron llevados cautivos a una tierra extraña, y la Sabiduría infinita los había puesto allí donde estaban. Ellos consideraron su situación, con sus dificultades y peligros; y entonces, en el temor de Dios, hicieron su decisión. Aun a riesgo de desagradar al rey, serían fieles a la religión de sus padres. Obedecieron la ley divina, tanto natural como moral, y la bendición de Dios les dio fuerza y donaire y poder intelectual (Reflejemos a Jesús, p. 133).
La pregunta que debe hacerse [cada persona]… es: ¿Debo consultar mi inclinación y complacer mi apetito, o debo seguir los dictados de la conciencia y mantener mi cabeza libre y preservar mis facultades físicas, absteniéndome de toda práctica que las debilite? ¿Caeré como presa de las costumbres del mundo… o me alejaré de toda costumbre cuyos resultados sean envilecedores? ¿No honraré a Dios antes que agradar al mundo?…
Daniel y sus compañeros comprendieron que estaban en juego los principios, y que no podían soportar ninguna transigencia con el tentador. La luz y la verdad que se reflejan del trono de Dios fueron de más aprecio para ellos que cualquier honor que los hombres podían concederles. Es el privilegio de los jóvenes de hoy ser tan firmes y fieles … como lo fueron los jóvenes judíos en el reino de Babilonia… Dios honró a Daniel, y él honrará a todo joven que siga la conducta que adoptó Daniel al honrarlo (Nuestra elevada vocación, p. 271).
¿Qué habría acontecido si Daniel y sus compañeros hubieran transigido con los funcionarios paganos y hubieran cedido a la presión de la oportunidad, comiendo y bebiendo como era usual para los babilonios? Este solo abandono de los principios habría debilitado su sentido de lo justo y su aborrecimiento de lo erróneo. La complacencia del apetito habría envuelto el sacrificio del vigor físico, la claridad del intelecto, y el poder espiritual. Un paso falso habría conducido probablemente a otros, hasta que, al cortarse su vinculación con el cielo, habrían sido arrastrados por la tentación.
Dios ha dicho: “Honraré a los que me honran”. 1 Samuel 2:30. Mientras Daniel se aferró a su Dios con inconmovible confianza, el espíritu del poder profético vino sobre él. Mientras era instruido por los hombres en los deberes de la corte, Dios le enseñaba a leer los misterios de las edades futuras, y a presentar a las generaciones del porvenir por medio de símbolos y símiles, los maravillosos acontecimientos que habrían de suceder en los últimos días (La edificación del carácter, pp. 22, 23).
Lunes - Fe Bajo Presión
[En] ninguna parte encontraremos una ilustración más abarcante y eficaz de la verdadera temperancia y de sus consiguientes bendiciones que la que proporciona la historia del profeta Daniel y sus compañeros en la corte de Babilonia…
No fue el orgullo o la ambición lo que llevó a estos jóvenes a la corte del rey, a la compañía de quienes no conocían ni temían al verdadero Dios. Ellos fueron llevados cautivos a una tierra extraña, y la Sabiduría infinita los había puesto allí donde estaban. Ellos consideraron su situación, con sus dificultades y peligros; y entonces, en el temor de Dios, hicieron su decisión. Aun a riesgo de desagradar al rey, serían fieles a la religión de sus padres. Obedecieron la ley divina, tanto natural como moral, y la bendición de Dios les dio fuerza y donaire y poder intelectual (Reflejemos a Jesús, p. 133).
La pregunta que debe hacerse [cada persona]… es: ¿Debo consultar mi inclinación y complacer mi apetito, o debo seguir los dictados de la conciencia y mantener mi cabeza libre y preservar mis facultades físicas, absteniéndome de toda práctica que las debilite? ¿Caeré como presa de las costumbres del mundo… o me alejaré de toda costumbre cuyos resultados sean envilecedores? ¿No honraré a Dios antes que agradar al mundo?…
Daniel y sus compañeros comprendieron que estaban en juego los principios, y que no podían soportar ninguna transigencia con el tentador. La luz y la verdad que se reflejan del trono de Dios fueron de más aprecio para ellos que cualquier honor que los hombres podían concederles. Es el privilegio de los jóvenes de hoy ser tan firmes y fieles … como lo fueron los jóvenes judíos en el reino de Babilonia… Dios honró a Daniel, y él honrará a todo joven que siga la conducta que adoptó Daniel al honrarlo (Nuestra elevada vocación, p. 271).
¿Qué habría acontecido si Daniel y sus compañeros hubieran transigido con los funcionarios paganos y hubieran cedido a la presión de la oportunidad, comiendo y bebiendo como era usual para los babilonios? Este solo abandono de los principios habría debilitado su sentido de lo justo y su aborrecimiento de lo erróneo. La complacencia del apetito habría envuelto el sacrificio del vigor físico, la claridad del intelecto, y el poder espiritual. Un paso falso habría conducido probablemente a otros, hasta que, al cortarse su vinculación con el cielo, habrían sido arrastrados por la tentación.
Dios ha dicho: “Honraré a los que me honran”. 1 Samuel 2:30. Mientras Daniel se aferró a su Dios con inconmovible confianza, el espíritu del poder profético vino sobre él. Mientras era instruido por los hombres en los deberes de la corte, Dios le enseñaba a leer los misterios de las edades futuras, y a presentar a las generaciones del porvenir por medio de símbolos y símiles, los maravillosos acontecimientos que habrían de suceder en los últimos días (La edificación del carácter, pp. 22, 23).
Martes 7 de enero
RESUELTOS Y FIRMES
Lee Daniel 1:7 al 20. ¿Qué dos factores vemos obrando aquí: el libre albedrío de Daniel y la intervención de Dios? ¿Qué principio importante se presenta también aquí?
Al parecer, los cuatro cautivos hebreos no se oponen a sus nombres babilónicos. Lo más probable es que no hubiera nada que pudieran hacer al respecto, aparte de usar sus nombres hebreos entre ellos. Pero, con respecto a la comida y el vino de la mesa del rey, sin duda está en sus manos consumirlos o no. Por lo tanto, el libre albedrío de los cuatro hombres es muy importante aquí.
Sin embargo, si un funcionario puede cambiar sus nombres, también puede cambiar el menú. Probablemente haya dos razones por las que los cuatro no quieren comer de la mesa del rey.
En primer lugar, las comidas de la mesa del rey pueden contener carnes inmundas (Lev. 11). En segundo lugar, la comida se ofrece primero a la imagen del dios y luego se la envía al rey para su consumo. Por lo tanto, cuando Daniel deja en claro, sin recurrir al subterfugio ni al engaño, que su solicitud tiene una motivación religiosa (es decir, la comida del palacio los contaminará a él y a sus amigos) (Dan. 1:8), está siendo muy valiente.
Si observamos la interacción entre Daniel y el funcionario babilónico, se destacan algunos puntos importantes. En primer lugar, al parecer Daniel entiende bien la difícil situación del funcionario, por lo que le propuso una prueba. Diez días de consumo de alimentos alternativos deberían ser suficientes para demostrar los beneficios de la dieta y así acabar con los temores del funcionario. En segundo lugar, la certeza de Daniel de que el resultado sería tan positivo en tan poco tiempo se debe a la absoluta confianza en Dios. En tercer lugar, la elección de una dieta de vegetales, legumbres y agua apunta a la comida que Dios le dio a la humanidad en la Creación (ver Gén. 1:29); un hecho que quizá también influya en la elección de Daniel. Después de todo, ¿qué mejor dieta que la que Dios nos dio originalmente?
■ ¿Cuál es la importancia del libre albedrío de Daniel que allana el camino para que Dios actúe (ver Dan. 1:9)? ¿Qué lecciones podemos extraer de esto sobre la importancia de nuestras decisiones? ¿Cómo debe impactar nuestra confianza en Dios en nuestras decisiones?
Notas EGW
Martes - Resueltos Y Firmes
Cuando Daniel y sus compañeros fueron puestos a prueba, se colocaron plenamente del lado de la rectitud y la verdad. No procedieron caprichosa sino inteligentemente. Decidieron que como la carne no había formado parte de su régimen en lo pasado, no debían comerla en lo futuro; y así como el vino había sido prohibido a todos los que deben ocuparse del servicio de Dios, decidieron que no lo tomarían…
Daniel y sus compañeros no sabían cuál sería el resultado de su decisión; solo sabían que les costaría la vida, pero resolvieron seguir la senda recta de una estricta temperancia aunque estaban en la corte de la licenciosa Babilonia…
Comprendían que por la gracia de Dios su destino dependía de su propia voluntad y acción (Comentarios de Elena G. de White en Comentario bíblico adventista del séptimo día, t. 4, pp. 1188, 1189).
Los pequeños incidentes de la vida diaria pasan con frecuencia sin que los notemos; pero son estas cosas las que forman el carácter. Cada acontecimiento de la vida es grande para bien o para mal. La mente necesita ser educada por las pruebas diarias, a fin de adquirir fuerza para resistir en cualquier situación difícil. En los días de prueba y peligro, necesitaréis ser fortalecidos para permanecer firmes de parte de lo recto, independientes de toda influencia opositora.
Dios quiere hacer mucho por vosotros, basta con que sintáis vuestra necesidad de él. Jesús os ama. Tratad siempre de andar en la luz de la sabiduría de Dios. Y en todos los variados escenarios de la vida, no descanséis hasta saber que vuestra voluntad está en armonía con la voluntad de vuestro Creador. Por la fe en él podéis obtener fuerza para resistir a toda tentación de Satanás, y así crecer en fuerza moral con cada prueba que Dios os envíe.
Podéis convertiros en personas de responsabilidad e influencia si por el poder de vuestra voluntad, unida con la fortaleza divina, os dedicáis fervientemente a la realización del trabajo… Aprended a reflexionar tanto como a estudiar, para que vuestras mentes puedan expandirse, fortalecerse y desarrollarse (Testimonios para la iglesia, t. 4, p. 554).
Dios no domina nuestra mente sin nuestro consentimiento, sino que cada hombre está libre para elegir el poder que quiera ver dominar sobre él. Nadie ha caído tan bajo, nadie es tan vil que no pueda hallar liberación en Cristo. El endemoniado, en vez de oraciones, solo podía pronunciar las palabras de Satanás; sin embargo, la muda súplica de su corazón fue oída. Ningún clamor de un alma en necesidad, aunque no llegue a expresarse en palabras, quedará sin ser oído. Los que consienten en hacer pacto con el Dios del cielo no serán abandonados al poder de Satanás ni a las flaquezas de su propia naturaleza…
Maravillosa será la transformación de quien abra por la fe la puerta de su corazón al Salvador (El ministerio de curación, p. 62).
Martes - Resueltos Y Firmes
Cuando Daniel y sus compañeros fueron puestos a prueba, se colocaron plenamente del lado de la rectitud y la verdad. No procedieron caprichosa sino inteligentemente. Decidieron que como la carne no había formado parte de su régimen en lo pasado, no debían comerla en lo futuro; y así como el vino había sido prohibido a todos los que deben ocuparse del servicio de Dios, decidieron que no lo tomarían…
Daniel y sus compañeros no sabían cuál sería el resultado de su decisión; solo sabían que les costaría la vida, pero resolvieron seguir la senda recta de una estricta temperancia aunque estaban en la corte de la licenciosa Babilonia…
Comprendían que por la gracia de Dios su destino dependía de su propia voluntad y acción (Comentarios de Elena G. de White en Comentario bíblico adventista del séptimo día, t. 4, pp. 1188, 1189).
Los pequeños incidentes de la vida diaria pasan con frecuencia sin que los notemos; pero son estas cosas las que forman el carácter. Cada acontecimiento de la vida es grande para bien o para mal. La mente necesita ser educada por las pruebas diarias, a fin de adquirir fuerza para resistir en cualquier situación difícil. En los días de prueba y peligro, necesitaréis ser fortalecidos para permanecer firmes de parte de lo recto, independientes de toda influencia opositora.
Dios quiere hacer mucho por vosotros, basta con que sintáis vuestra necesidad de él. Jesús os ama. Tratad siempre de andar en la luz de la sabiduría de Dios. Y en todos los variados escenarios de la vida, no descanséis hasta saber que vuestra voluntad está en armonía con la voluntad de vuestro Creador. Por la fe en él podéis obtener fuerza para resistir a toda tentación de Satanás, y así crecer en fuerza moral con cada prueba que Dios os envíe.
Podéis convertiros en personas de responsabilidad e influencia si por el poder de vuestra voluntad, unida con la fortaleza divina, os dedicáis fervientemente a la realización del trabajo… Aprended a reflexionar tanto como a estudiar, para que vuestras mentes puedan expandirse, fortalecerse y desarrollarse (Testimonios para la iglesia, t. 4, p. 554).
Dios no domina nuestra mente sin nuestro consentimiento, sino que cada hombre está libre para elegir el poder que quiera ver dominar sobre él. Nadie ha caído tan bajo, nadie es tan vil que no pueda hallar liberación en Cristo. El endemoniado, en vez de oraciones, solo podía pronunciar las palabras de Satanás; sin embargo, la muda súplica de su corazón fue oída. Ningún clamor de un alma en necesidad, aunque no llegue a expresarse en palabras, quedará sin ser oído. Los que consienten en hacer pacto con el Dios del cielo no serán abandonados al poder de Satanás ni a las flaquezas de su propia naturaleza…
Maravillosa será la transformación de quien abra por la fe la puerta de su corazón al Salvador (El ministerio de curación, p. 62).
Miércoles 8 de enero
INTACHABLES Y SABIOS
A Daniel y sus compañeros los eligen para el servicio real porque encajan dentro del perfil establecido por Nabucodonosor. Según el rey, los oficiales del palacio debían ser “jóvenes apuestos” y “sin ningún defecto físico” (Dan. 1:4, NVI). Curiosamente, los sacrificios y las personas que servían en el Santuario debían ser “sin defecto” (Lev. 22:17–25; 21:16–24). El rey de Babilonia parece compararse con el Dios de Israel, por cuanto exige condiciones similares para los que sirven en su palacio. Por otro lado, esas condiciones pueden sugerir inadvertidamente que Daniel y sus compatriotas fueron sacrificios vivos para Dios al enfrentar los desafíos del Imperio Babilónico.
Lee Gálatas 2:19 y 20; Mateo 16:24 al 26; y 2 Corintios 4:17. ¿Qué nos dicen estos versículos acerca de cómo podemos ser fieles en medio de las tentaciones que afrontamos?
Dios honra la lealtad de los cuatro cautivos hebreos, y al final de su período de prueba de diez días se ven más saludables y mejor nutridos que los otros estudiantes que comieron de la mesa real. Entonces, Dios les da a sus cuatro siervos “conocimiento e inteligencia en todas las letras y ciencias”, y solo a Daniel Dios le da “entendimiento en toda visión y sueños” (Dan. 1:17). Este don jugará un papel importante en el ministerio profético de Daniel.
Así como Dios honró la fe de sus siervos en la corte de Babilonia, a nosotros nos da sabiduría al enfrentar los desafíos del mundo. De la experiencia de Daniel y de sus compañeros aprendemos que sin duda es posible no contaminarnos con los elementos corruptos de nuestra sociedad. También aprendemos que no necesitamos aislarnos de la sociedad ni de su vida cultural para servir a Dios. Daniel y sus compañeros no solo vivieron en medio de una cultura erigida sobre mentiras, errores y mitos, sino además se los educa sobre la base de esas mentiras, errores y mitos. Y, sin embargo, continúan siendo fieles.
■ No importa dónde vivamos, todos enfrentamos el desafío de permanecer fieles a lo que creemos en medio de influencias culturales y sociales que son contrarias a esa creencia. Identifica las influencias negativas que hay en tu cultura y hazte esta pregunta: ¿Hasta qué punto las desafío?
Notas EGW
Miércoles - Intachables Y Sabios
El profeta Daniel fue un personaje ilustre. Fue un brillante ejemplo de lo que los hombres pueden llegar a ser cuando se unen con el Dios de toda sabiduría. Se nos ha dejado un breve relato de la vida de este santo hombre de Dios para ánimo de aquellos que en lo sucesivo sean llamados a soportar pruebas y tentaciones.
Cuando el pueblo de Israel, su rey, sus nobles y sacerdotes, fueron llevados a la cautividad, se eligieron de entre ellos cuatro personas para servir en la corte del rey de Babilonia. Uno de éstos era Daniel, quien en su temprana juventud prometía llegar a la notable capacidad desarrollada en los años posteriores. Estos jóvenes eran todos de principesco abolengo, y se los describe como muchachos en quienes no había “tacha alguna, de buen parecer, enseñados en toda sabiduría, sabios en ciencia y de buen entendimiento, e idóneos para estar en el palacio del rey” (Reflejemos a Jesús, p. 77).
Cuando, al principio del reinado de Joaquim, Nabucodonosor sitió por primera vez a Jerusalén y la tomó, se llevó a Daniel y a sus compañeros, juntamente con otros especialmente escogidos para el servicio de la corte babilónica; y la fe de los cautivos hebreos fue probada hasta lo sumo. Pero los que habían aprendido a poner su confianza en las promesas de Dios hallaron que estas bastaban para todo lo que eran llamados a soportar durante su estada en una tierra extraña. Las Escrituras resultaron ser su guía y apoyo (Profetas y reyes, pp. 315, 316).
El mundo caído es el campo de batalla del mayor conflicto que el universo celestial y los poderes de la tierra hayan presenciado jamás. Fue señalado como el escenario en el cual se libraría la mayor lucha entre el bien y el mal, entre el cielo y el infierno. Todo ser humano desempeña una parte en este conflicto. Nadie puede permanecer en terreno neutral. Los hombres pueden aceptar o rechazar al Redentor del mundo. Todos son testigos, en favor o en contra de Cristo. Cristo llama a los que se alistan bajo su estandarte para que entren con él en el conflicto como fieles soldados, para que puedan heredar la corona de la vida.
Cada día debemos librar combates. Una gran batalla se libra en cada alma, entre el príncipe de las tinieblas y el de la vida… Como instrumentos de Dios, debéis someteros a él, para que él pueda planear, dirigir y librar la batalla por vosotros, con vuestra cooperación. El Príncipe de la vida está al frente de su obra. Os acompañará en vuestro combate cotidiano contra el yo, para que podáis ser leales a los principios, para que la pasión, cuando luche por obtener el predominio, sea sometida por la gracia de Cristo; para que salgáis más que vencedores por medio de Aquel que nos amó. Jesús ha estado en el campo de batalla. Conoce el poder de cada tentación. Sabe cómo afrontar cada emergencia, y cómo guiaros por toda senda de peligro (La maravillosa gracia de Dios, p. 36).
Así como Dios llamó a Daniel para que testificase por él en Babilonia, nos llama hoy a nosotros para que seamos sus testigos en el mundo. Tanto en los asuntos menores como en los mayores de la vida, desea que revelemos a los hombres los principios de su reino. Muchos están aguardando que se les dé algo grande que hacer mientras desperdician diariamente las oportunidades que tienen de ser fieles a Dios. Diariamente dejan de cumplir con todo el corazón los deberes pequeños de la vida (Conflicto y valor, p. 249).
Miércoles - Intachables Y Sabios
El profeta Daniel fue un personaje ilustre. Fue un brillante ejemplo de lo que los hombres pueden llegar a ser cuando se unen con el Dios de toda sabiduría. Se nos ha dejado un breve relato de la vida de este santo hombre de Dios para ánimo de aquellos que en lo sucesivo sean llamados a soportar pruebas y tentaciones.
Cuando el pueblo de Israel, su rey, sus nobles y sacerdotes, fueron llevados a la cautividad, se eligieron de entre ellos cuatro personas para servir en la corte del rey de Babilonia. Uno de éstos era Daniel, quien en su temprana juventud prometía llegar a la notable capacidad desarrollada en los años posteriores. Estos jóvenes eran todos de principesco abolengo, y se los describe como muchachos en quienes no había “tacha alguna, de buen parecer, enseñados en toda sabiduría, sabios en ciencia y de buen entendimiento, e idóneos para estar en el palacio del rey” (Reflejemos a Jesús, p. 77).
Cuando, al principio del reinado de Joaquim, Nabucodonosor sitió por primera vez a Jerusalén y la tomó, se llevó a Daniel y a sus compañeros, juntamente con otros especialmente escogidos para el servicio de la corte babilónica; y la fe de los cautivos hebreos fue probada hasta lo sumo. Pero los que habían aprendido a poner su confianza en las promesas de Dios hallaron que estas bastaban para todo lo que eran llamados a soportar durante su estada en una tierra extraña. Las Escrituras resultaron ser su guía y apoyo (Profetas y reyes, pp. 315, 316).
El mundo caído es el campo de batalla del mayor conflicto que el universo celestial y los poderes de la tierra hayan presenciado jamás. Fue señalado como el escenario en el cual se libraría la mayor lucha entre el bien y el mal, entre el cielo y el infierno. Todo ser humano desempeña una parte en este conflicto. Nadie puede permanecer en terreno neutral. Los hombres pueden aceptar o rechazar al Redentor del mundo. Todos son testigos, en favor o en contra de Cristo. Cristo llama a los que se alistan bajo su estandarte para que entren con él en el conflicto como fieles soldados, para que puedan heredar la corona de la vida.
Cada día debemos librar combates. Una gran batalla se libra en cada alma, entre el príncipe de las tinieblas y el de la vida… Como instrumentos de Dios, debéis someteros a él, para que él pueda planear, dirigir y librar la batalla por vosotros, con vuestra cooperación. El Príncipe de la vida está al frente de su obra. Os acompañará en vuestro combate cotidiano contra el yo, para que podáis ser leales a los principios, para que la pasión, cuando luche por obtener el predominio, sea sometida por la gracia de Cristo; para que salgáis más que vencedores por medio de Aquel que nos amó. Jesús ha estado en el campo de batalla. Conoce el poder de cada tentación. Sabe cómo afrontar cada emergencia, y cómo guiaros por toda senda de peligro (La maravillosa gracia de Dios, p. 36).
Así como Dios llamó a Daniel para que testificase por él en Babilonia, nos llama hoy a nosotros para que seamos sus testigos en el mundo. Tanto en los asuntos menores como en los mayores de la vida, desea que revelemos a los hombres los principios de su reino. Muchos están aguardando que se les dé algo grande que hacer mientras desperdician diariamente las oportunidades que tienen de ser fieles a Dios. Diariamente dejan de cumplir con todo el corazón los deberes pequeños de la vida (Conflicto y valor, p. 249).
Jueves 9 de enero
EL EXAMEN FINAL
Lee Daniel 1:17 al 21. ¿Cuál es la clave del éxito de los cuatro jóvenes? (Ver además Job 38:36; Prov. 2:6; Sant. 1:5).
Después de tres años de formación en la “Universidad de Babilonia”, los cuatro hebreos se presentan ante el rey para el examen final. Son más saludables que los demás estudiantes y, además, los superan en conocimiento y sabiduría. Inmediatamente contratan a los cuatro para servir al rey. No debemos olvidar que este “conocimiento e inteligencia” sin duda consta de mucho paganismo. Sin embargo, lo adquieren de todos modos y, obviamente, también lo aprenden bien, aunque no crean en eso.
Nabucodonosor quizás haya pensado que ese logro tuvo algo que ver con la dieta del palacio y el programa de estudios que cursaron los cuatro alumnos. Sin embargo, Daniel y sus compañeros saben, y el relato lo muestra claramente, que su desempeño superior no le debía nada al sistema babilónico. Todo proviene de Dios. Qué poderoso ejemplo de lo que Dios puede hacer por quienes confían en él. No debemos temer el poder abrumador de los medios de comunicación, de los gobiernos ni de otras instituciones que puedan amenazar con destruir nuestra identidad como hijos de Dios. Al depositar nuestra confianza en Dios, podemos estar seguros de que él puede sostenernos en momentos difíciles y salvaguardarnos contra todo pronóstico. La clave es tomar las decisiones correctas cuando enfrentamos desafíos para nuestra fe.
Al observar Daniel 1, aprendemos algunas lecciones muy importantes acerca de Dios: (1) Dios controla la historia. (2) Dios nos da sabiduría para que podamos sortear el ambiente hostil de nuestra cultura y sociedad. (3) Dios honra a quienes confían mediante la convicción interna y el estilo de vida.
El capítulo concluye señalando que “continuó Daniel hasta el año primero del rey Ciro” (Dan. 1:21). Esta mención de Ciro es significativa: brinda un atisbo de esperanza en medio de una experiencia de exilio. Ciro es el elegido de Dios para liberar a su pueblo y permitirle regresar a Jerusalén. Aunque el capítulo comienza con apariencia de derrota y exilio, concluye con una vislumbre de esperanza y un retorno al hogar. Este es nuestro Dios: incluso en los momentos más difíciles de nuestra vida, siempre abre una ventana de esperanza para que podamos ver la gloria y la alegría que se encuentran más allá del sufrimiento y el dolor.
Notas EGW
Jueves
Jueves
Viernes
PARA ESTUDIAR Y MEDITAR:
“Daniel y sus compañeros fueron aparentemente más favorecidos en su juventud por la suerte, en Babilonia, que José en los primeros años de su vida en Egipto; sin embargo, fueron sometidos a pruebas de carácter apenas menos severas. De su hogar relativamente sencillo de Judea, estos jóvenes de linaje real fueron transportados a la ciudad más magnífica, a la corte del más grande monarca, y fueron escogidos para ser educados para el servicio especial del rey. En esa corte corrompida y lujosa estaban rodeados de fuertes tentaciones. Los vencedores mencionaban con jactancia el hecho de que ellos, adoradores de Jehová, fueran cautivos de Babilonia; que los vasos de la casa de Dios hubiesen sido colocados en el Templo de los dioses de Babilonia; que el rey de Israel fuese prisionero de los babilonios; como evidencia de que su religión y sus costumbres eran superiores a la religión y las costumbres de los hebreos. En esas circunstancias, por medio de las mismas humillaciones que eran el resultado de que Israel se había apartado de los mandamientos de Dios, el Señor dio a Babilonia la evidencia de su supremacía, de la santidad de sus demandas y del resultado seguro de la obediencia. Y dio ese testimonio del único modo que podía ser dado: por medio de los que seguían siendo fieles” (Ed 54).
PREGUNTAS PARA DIALOGAR:
1. En clase, hablen de los diferentes desafíos culturales y sociales que enfrentan como cristianos en su sociedad. ¿Cuáles son y cómo puede la iglesia en general aprender a responderles?
2. Piensa en lo fácil que hubiera sido para Daniel y los demás haber transigido en su fe. Al fin y al cabo, los babilonios eran los conquistadores. La nación judía había sido derrotada. ¿Qué más “prueba” se necesitaba de que los “dioses” babilonios eran más grandes que el Dios de Israel, y que Daniel y sus compañeros necesitaban aceptar ese hecho? En este caso, ¿a qué verdades bíblicas importantes pudieron haberse atenido para sostenerse durante este tiempo?(Ver Jer. 5:19; 7:22–34.) ¿Qué nos dice esto acerca de lo importante que es conocer nuestra Biblia y entender la “verdad presente”?
3. ¿Por qué es tan importante la fidelidad, no solo para nosotros, sino también para quienes damos testimonio del carácter del Señor mediante nuestra fidelidad?
Notas EGW
Viernes
Viernes
Dios lo bendiga!!!
- MATERIAL AUXILIAR PARA EL MAESTRO -
Lección 2 - Daniel
Lección 2 - Daniel
EL SÁBADO ENSEÑARÉ...
Parte I: RESEÑA
Texto clave: Daniel 1:17.
Enfoque del estudio:
Daniel 1; Génesis 39; Ester 4; 5
Introducción: Daniel 1 prepara el escenario para lo que se desarrollará a lo largo del libro e introduce sus temas principales. Dios aflora como el personaje principal del libro, gobernando a los reyes y los reinos del mundo, y ayudando a su pueblo fiel a vivir en una tierra extranjera. Entre una multitud de cautivos, cuatro jóvenes transitan con una sabiduría sin precedentes las complejidades de la corte babilónica y se proponen, en su corazón, permanecer fieles al Dios de sus padres.
Temática de la lección:
1. El contexto de Daniel. Incluso en medio de un hecho tan trágico como el exilio, Dios controla todo. El exilio no ocurrió como un incidente inesperado desencadenado por el poder de Babilonia, sino como la culminación del juicio divino largamente anunciado sobre un pueblo impenitente.
2. La educación de Daniel. Al pasar por el proceso educativo, Daniel y sus compañeros decidieron resistirse al adoctrinamiento del Imperio. Aunque las apariencias externas indicaban que Dios había perdido la batalla ante las deidades paganas, estos jóvenes permanecieron fieles y actuaron de acuerdo con la Palabra de Dios.
3. La sabiduría de Daniel. Un aspecto importante de la descripción de Daniel y sus compañeros es que eran sabios. Esta semblanza no se limita a una sabiduría o conocimiento intelectual; indica una habilidad divinamente provista para ver la vida desde la perspectiva de Dios.
Aplicación para la vida: Aunque la vida puede estar marcada por circunstancias inexplicables y difíciles, el Dios al que servimos tiene todas las cosas bajo control y puede convertir lo malo en bueno. Nuestra cosmovisión, que consiste en aquellas ideas y convicciones subyacentes que informan nuestra percepción de Dios y de la realidad en general, es una herramienta muy importante para ayudarnos a recorrer nuestro camino en la vida. Permitamos que las Escrituras sean la fuente y el fundamento de nuestra cosmovisión, como lo fueron para Daniel.
Parte II: COMENTARIO
1. El contexto de Daniel.
El exilio no ocurrió como un incidente inesperado, desencadenado por el poder de Babilonia, o como una decisión arbitraria de Dios. De hecho, varios profetas ya le habían advertido al pueblo de Dios que, a menos que se arrepintiera de sus pecados y volviera al Pacto, sería castigado por fuerzas extranjeras que destruirían el Templo y lo llevarían cautivo a una tierra extraña. El profeta Jeremías, que profetizó durante esa época, también instó a las autoridades reales de Judá a someterse a Babilonia, porque esa era la voluntad de Dios. Entonces, después de muchas advertencias desoídas, Nabucodonosor llegó a Jerusalén y puso a Judá bajo el control del Imperio Babilónico.
Para entender la experiencia de Daniel y sus amigos, debemos tener en cuenta que el Exilio fue una deportación masiva de una población desde su tierra natal para destruir su identidad y así facilitar el control por parte del poder dominante. Esa deportación generalmente apuntaba a las clases superiores, los nobles, los líderes, los pensadores. Solo a los pobres se les permitía quedarse en la patria, que a menudo quedaba devastada por la guerra. Esa estrategia política y militar era ampliamente practicada en el mundo antiguo por los asirios y los babilonios. En 722 a.C., los asirios le pusieron fin a Israel del norte y deportaron a vastos sectores de su población a otras partes del Imperio. Judá no prestó atención a la suerte de su vecino, y corrió la misma suerte a manos de los babilonios.
La Biblia registra tres incursiones y deportaciones babilónicas importantes contra Judá. La primera ocurrió en 605 a.C., cuando Nabucodonosor, después de derrotar a los egipcios en Carquemis, marchó contra Judá. Tomó algunos cautivos, entre los que estaban Daniel y sus tres amigos. En 597 a.C., dadas las maniobras políticas de Joacim para insistir en una alianza política con Egipto, Nabucodonosor invadió Judá por segunda vez y deportó a otra parte de la población. Entre los deportados estaban el profeta Ezequiel y el rey Joaquín, el hijo de Joacim, quien había muerto poco antes de la invasión. Nabucodonosor puso a Sedequías (el tío de Joaquín) en el trono, con la esperanza de asegurar su lealtad a Babilonia. Pero, a pesar de las continuas advertencias de Jeremías, el nuevo rey persistió en buscar ayuda egipcia para resistir la dominación babilónica. Finalmente, Nabucodonosor perdió la paciencia y en 586 a.C. marchó contra Judá; esta vez, los babilonios arrasaron Jerusalén y el Templo hasta los cimientos y deportaron a otra parte de la población a Babilonia.
2. La educación de Daniel.
Puede ser útil considerar el sistema educativo babilónico. Ese conocimiento nos dará una idea de a qué clase de contenidos académicos fueron expuestos los cautivos hebreos y qué clase de cosmovisión enfrentaron.
La primera etapa de la educación babilónica consistía en el aprendizaje de los dos idiomas principales comunes a los babilonios: el arameo, que en ese momento se estaba convirtiendo en un idioma internacional; y el acadio, que era el lenguaje literario utilizado para transmitir las tradiciones religiosas y culturales del Imperio. El acadio requería el dominio de un complejo sistema de escritura cuneiforme con cientos de caracteres. En esta primera etapa, los alumnos estudiaban textos que relataban historias a las que los jóvenes babilónicos eran expuestos desde la infancia, como las leyendas de Gilgamesh, Sargón y Naram-Sîn.
En la segunda etapa, los estudiantes eran expuestos a muchos más textos, con la intención de afinar sus habilidades literarias y ayudarlos a desarrollar una cosmovisión babilónica. Un autor describió así esta segunda etapa: “Por lo tanto, el propósito era doble: llenar la mente del estudiante con la ideología teológica y política contemporánea en la capital y prepararlo para una formación como ašipu junior, un cargo que gracias a los colofones sabemos que ocupaban muchos escribas novatos. En cuanto a la exposición a la literatura, las narraciones características de la primera fase daban paso a asuntos más serios, la inculcación de una cosmovisión y la adquisición de experiencia práctica” (George, The Babylonian Gilgamesh Epic 1:36).
No conocemos los detalles del currículo específico asignado a Daniel y sus amigos. Pero la descripción anterior nos da una idea de en qué consistía la educación babilónica durante esa época. El programa académico impuesto a Daniel y sus compañeros pudo haber sido tan exigente como el descrito anteriormente.
¡Pero Daniel y sus amigos se destacaron en toda la sabiduría y el conocimiento promovidos por la Universidad de Babilonia!
3. La sabiduría de Daniel.
Un aspecto importante de los personajes de Daniel y sus compañeros es que son sabios. Mientras Daniel intenta sortear los desafíos del adoctrinamiento babilónico, especialmente en lo que respecta a la comida, actúa con tacto y sabiduría insuperables para evitar comer de la mesa del rey. Posteriormente, Daniel y sus compañeros son hallados diez veces más sabios que todos los demás sabios de Babilonia. Al final del libro, encontramos una mención a los entendidos y también a los sabios, quienes serán perseguidos por los poderes del mal pero, al final, saldrán victoriosos (Dan. 11:33, 35; 12:3).
Sin embargo, para apreciar mejor el tema de la sabiduría en Daniel, quizá sea útil ver cómo se aborda este tema en otras partes de la Biblia.
Uno de los temas bíblicos más fascinantes es la noción de sabiduría. Incluso hay algunas partes importantes de la Biblia designadas como literatura sapiencial. Job, Proverbios y Eclesiastés junto con el Cantar de los Cantares y varios Salmos se consideran textos sapienciales. Los libros sapienciales hacen mucho hincapié en la obediencia a la Ley de Dios, que generalmente conlleva una buena vida. Los textos sapienciales en general no basan su mensaje en el Éxodo ni en otros hechos salvíficos importantes, sino que frecuentemente hacen referencia o alusión a la Creación. Dios es el Creador que establece ciertas leyes que gobiernan el cosmos y la sociedad. Por lo tanto, quienes obedecen las leyes de Dios tienen más probabilidades de estar rodeados de las bendiciones de Dios. El libro de Job muestra que hay excepciones a esta regla; sin embargo, la excepción con el tiempo confirma la regla porque, al final, Job nuevamente recibe su vida próspera y feliz.
A Daniel se lo describe como un hombre sabio, pero no primordialmente porque dominara las complejidades del lenguaje y la literatura de los babilonios. Más bien, se puede decir que es sabio porque es leal al Señor. A causa de sus convicciones teológicas, Daniel rechazó el menú real y optó por las legumbres y el agua, basado en la dieta establecida por Dios en la Creación. Además, Daniel no recibió su sabiduría simplemente a través de la diligencia y la autodisciplina. Era una sabiduría otorgada por Dios en reconocimiento de la fe y la confianza que Daniel demostró. Esa sabiduría superaba con creces las complejidades del currículo universitario; fue la sabiduría la que le permitió a Daniel interpretar los sueños y comprender el plan general de Dios para la historia humana.
Parte III: APLICACIÓN A LA VIDA
El libro de Daniel relata que el Señor permite que una nación extranjera pisotee a su propio pueblo y saquee su propio Templo. ¿Qué puedes aprender del carácter de Dios sobre la base de este hecho?
¿De qué modo se comparan las circunstancias de Daniel en la corte babilónica con las de José en Egipto y las de Ester en Persia? ¿Quién crees que enfrentó los desafíos más difíciles? Si tuvieras la opción de elegir, ¿en qué zapatos preferirías estar?
La lección de esta semana abre la posibilidad de un autoexamen. Pide a los miembros de la clase que reflexionen sobre lo siguiente. Si yo fuera Daniel o cualquiera de sus amigos:
¿Cómo vería a Dios si él permitiera que un ejército extranjero invadiera mi país, destruyera mi cultura y me deportara a una tierra extranjera?
¿Qué haría si me ofrecieran un cargo prominente en el Gobierno, siempre y cuando participara en fiestas y compartiera los alimentos y las bebidas que se ofrecen allí?
¿Es más difícil ser obediente al Señor en mi propia tierra entre los míos o entre los extranjeros en un país lejano? Explica.
¿De qué manera puedo desarrollar una cosmovisión que me brinde claridad para evaluar la cultura que me rodea y evitar sus dificultades?
Cuando me enfrento a desafíos relacionados con la observancia del sábado, la integridad en mi negocio o trabajo, las relaciones con amigos no cristianos/no adventistas, etc., ¿cómo me desempeño en comparación con Daniel?
Dios lo bendiga!!!
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