Lección de Escuela Sabática de Adultos 4to Trimestre 2019, Escuela Sabática Adultos 4to Trimestre 2019, Lección 4to Trimestre 2019,
Lección 4: Para el 26 de octubre de 2019
LEE PARA EL ESTUDIO DE ESTA SEMANA: Esdras 4:1–5; 2 Corintios 6:14; Esdras 5:1–5; Hageo 1; Esdras 4:6–24; Nehemías 4; 6:1–13.
PARA MEMORIZAR:
“Mas los ojos de Dios estaban sobre los ancianos de los judíos, y no les hicieron cesar hasta que el asunto fuese llevado a Darío; y entonces respondieron por carta sobre esto” (Esd. 5:5).
Esdras 3 al 6 tiene una estructura temática que abarca diferentes períodos históricos de oposición a la reconstrucción del Templo. Reconocer este enfoque temático ayudará a aclarar el mensaje general.
El nombre de Esdras se menciona por primera vez en Esdras 7:1. Con su arribo en el año 457 a.C., las cosas cambiaron y la ciudad de Jerusalén con su muro comenzó a ser reconstruida de forma intermitente. Trece años después llegó Nehemías (enviado por Artajerjes en 444 a.C.), y finalmente se reanudó la construcción del muro. Aunque la oposición fue intensa, el trabajo se concluyó en 52 días (Neh. 6:15).
La resistencia a la obra de Dios es un tema predominante en los libros de Esdras y Nehemías. Dondequiera que nos encontremos en el mundo actual, la obra del Señor es resistida. Satanás trata de asegurarse de que el evangelio no se propague rápidamente, ya que amenaza su dominio. En Esdras y Nehemías, ¿cómo manejaron a la oposición los judíos?
COMIENZA LA OPOSICIÓN
Lee Esdras 4:1 al 5. ¿Por qué crees que el remanente israelita rechazó la ayuda de otras personas en la construcción del Templo?
A simple vista, el pedido parecía amable y cordial; ¿por qué rechazar la ayuda? En cierto sentido, la respuesta se encuentra en el texto mismo. Los “enemigos” vinieron a ofrecerles ayuda. ¿Enemigos? Eso solo da una sugerencia poderosa de por qué los israelitas reaccionaron así.
¿Por qué los llamaban “enemigos”? Segundo de Reyes 17:24 al 41 explica que esta gente fue introducida de otras naciones en Samaria y la región circundante después de que los israelitas del Reino del Norte fueran deportados. El rey de Asiria les envió sacerdotes, que debían enseñarles a adorar al Dios de la Tierra, es decir, al Dios de Israel. Sin embargo, la religión resultante también incorporó a los dioses cananeos. Por lo tanto, el remanente israelita temía que esta religión fuera llevada a su culto en el Templo. Así que, lo mejor y lo más inteligente era hacer lo que hicieron: decir “No, gracias”.
También debemos recordar por qué ocurrió todo esto en principio. Fue la avenencia constante de sus antepasados a las religiones paganas que los rodeaban lo que llevó a la destrucción del Templo, como también a su exilio. Presumiblemente, mientras estaban en el proceso mismo de construir el Templo nuevamente, lo último que querrían hacer era alinearse demasiado con los pueblos circundantes.
¿Qué otro indicio en estos textos muestra por qué era acertado este rechazo? (Ver Esd. 4:4, 5.)
■ Piensa con qué facilidad podrían haber racionalizado la aceptación de esta ayuda. ¿Qué nos tiene que decir 2 Corintios 6:14 en este contexto?
LOS PROFETAS ALIENTAN
Lamentablemente, la oposición que los judíos encontraron en las naciones circundantes, como se describe en Esdras 4 al 6, los dejó atemorizados y reacios a trabajar en el Templo.
Como se mencionó anteriormente, Esdras 4:6 al 6:22 no está escrito en orden cronológico. Por lo tanto, veremos el capítulo 5 antes que el capítulo 4.
Lee Esdras 5:1 al 5. ¿Por qué Dios envía a los profetas Hageo y Zacarías a los judíos? ¿Cuál es el resultado de su profecía?
Los judíos habían dejado de construir porque tenían miedo. Pero Dios los había enviado a Judá para reconstruir el Templo y la ciudad. El plan de Dios fue hacer algo para animarlos. Por lo tanto, llamó a dos profetas para que intervinieran. La oposición humana no detiene a Dios; si bien los judíos contribuyeron a esta oposición con sus propios actos, Dios no los abandonó. Obró a través de los profetas para motivarlos e impulsarlos nuevamente a la acción.
Lee Hageo 1. ¿Cuál es el mensaje para ellos y qué podemos extraer de esto para nosotros?
“Los profetas Hageo y Zacarías fueron suscitados para hacer frente a la crisis. En sus testimonios conmovedores, esos mensajeros revelaron al pueblo la causa de sus dificultades. Declararon que la falta de prosperidad temporal se debía a que no se había dado el primer lugar a los intereses de Dios. Si los israelitas hubiesen honrado a Dios, si le hubiesen manifestado el respeto y la cortesía que le debían, haciendo de la edificación de su casa su primer trabajo, lo habrían invitado a estar presente y a bendecirlos” (PR 420).
INTERRUPCIÓN DE LA OBRA
¿Qué hicieron los “enemigos” en Esdras 4:6 al 24 para detener la obra en Jerusalén?
El “pueblo de la tierra” escribió cartas de acusación contra los judíos y su obra primero a Darío (Esd. 5, 6); luego, al rey Jerjes (Asuero) así como a Artajerjes. Estaban haciendo todo lo posible para detener la obra en Jerusalén. El pueblo de las naciones vecinas sostenía que, si se reconstruía la ciudad, el rey perdería su poder sobre ella porque Jerusalén siempre había sido un lugar de rebelión y problemas en el pasado. Desgraciadamente, el rey Artajerjes se convenció de que los judíos estaban construyendo solamente porque querían obtener su independencia y, por lo tanto, incitar a la confrontación. Ordenó que cesara la obra, y el pueblo envió un ejército para impedir la construcción de la ciudad. Esta estrategia enérgica detuvo la obra de Dios.
Lee Esdras 4:23 y 24. ¿Por qué los judíos dejaron de construir? ¿No sabían que Dios quería que reconstruyeran la ciudad? ¿Qué se interpuso en el camino?
Es evidente que los judíos se dieron cuenta de que Dios los había llamado a reconstruir la ciudad y el Templo, pero debido a la fuerte oposición tuvieron miedo. Tal vez se les ocurrieron excusas como: “Ahora no debe ser el momento adecuado”, o “Si esto fuera realmente lo que Dios quería que hiciéramos, él nos habría proporcionado una manera”, o “Tal vez ni siquiera debíamos regresar aquí”. Cuando la oposición se interpone para hacer lo que creemos que Dios nos llama a hacer, tenemos la tendencia a cuestionar y dudar de la dirección de Dios. Podemos convencernos fácilmente de que cometimos un error. El miedo puede paralizar nuestra mente, y nuestros pensamientos se convierten en desesperación e impotencia en lugar de estar enfocados en el poder de Dios.
■ ¿Has experimentado algo similar, al estar convencido de que Dios te había llamado a hacer algo y, luego, albergar dudas cuando las cosas se pusieron difíciles? (Piensa, por ejemplo, en Juan el Bautista.) ¿Qué aprendiste de esa experiencia?
NEHEMÍAS ACTÚA (444 A.C.)
Lee Nehemías 4. ¿Qué hicieron los judíos, bajo el liderazgo de Nehemías, para enfrentarse a la oposición? ¿Por qué era importante para ellos prepararse para luchar, en lugar de no hacer nada, creyendo que Dios los protegería?
Después de tantas idas y vueltas, el pueblo comenzó a trabajar de nuevo. Los judíos oraron, y luego Nehemías montó una guardia activa. El pueblo tenía turnos rotativos durante el día y la noche, y estaba preparado para cualquier ataque inminente. Nehemías también organizó al pueblo alrededor del muro, con armas, a fin de que cada familia estuviera lista para pelear. Además, dividió a sus siervos en dos grupos: mientras uno trabajaba, el otro portaba armas. También había disposiciones especiales para todos aquellos que trabajaban en el muro, ya que estaban más expuestos al peligro. Cada uno de los constructores portaba una espada en una mano y con la otra colocaba ladrillos/piedras y mortero en el muro. Estaban preparados para enfrentar a la oposición. Hicieron su parte; Dios hizo el resto. La fe de Nehemías en la protección de Dios es inspiradora. Sin embargo, no se sentó en el sofá a esperar que Dios hiciera todo. Se prepararon lo mejor que pudieron.
Los dos pasajes, “No temáis delante de ellos; acordaos del Señor, grande y temible, y pelead por vuestros hermanos, por vuestros hijos y por vuestras hijas, por vuestras mujeres y por vuestras casas” (ver Neh. 4:13, 14), y “Nuestro Dios peleará por nosotros” (ver 4:19, 20) son algunas de las declaraciones más inspiradoras que se encuentran en la Biblia.
Los judíos podrían haber dejado de construir una vez más debido a la persistente resistencia, pero esta vez, en lugar de dejarse vencer por el miedo, se aferraron a la promesa de que Dios lucharía por ellos. Cuando nos enfrentamos a la oposición en nombre de Dios, por nuestras creencias o por lo que Dios nos llama a hacer, debemos recordar que “Dios peleará por nosotros”.
Finalmente, los judíos se dieron cuenta de que el Señor estaba detrás de lo que hacían, y esto les dio valor para seguir adelante.
■ ¿Por qué es tan importante saber que lo que estás haciendo es la voluntad de Dios? Por consiguiente, es importante preguntarse: ¿Cómo sé si lo que estoy haciendo es la voluntad de Dios?
HACIENDO UNA “GRAN OBRA”
Lee Nehemías 6:1 al 13. ¿Por qué Nehemías considera que lo que está haciendo en Jerusalén es una “gran obra” (Neh. 6:3)? En este caso, ¿cuáles fueron los intentos por detenerlo?
El capítulo 6 describe muchos intentos en la vida de Nehemías. Sanbalat y Gesem siguieron enviándole cartas a Nehemías para que fuese con ellos, con el pretexto de una reunión. Sin embargo, la reunión era en la llanura de Ono, que se encontraba en territorio enemigo, y de este modo revelaba la verdadera intención de la invitación. Sanbalat, Tobías y Gesem vieron una ventana de oportunidad que duraría solo hasta que el muro estuviera terminado y las puertas estuvieran cerradas. Los judíos tenían la protección del rey persa y, por lo tanto, sus enemigos no podían conquistarlos a través de una ofensiva frontal. Pero, si acababan con el líder, detendrían el progreso o quizás hasta podrían detener a los judíos para siempre. No se daban por vencidos. Aunque Nehemías no respondía, seguían intentando. Debió de haber sido frustrante para Nehemías tener que lidiar con la oposición en todo momento. Él les respondió diciendo: “Yo hago una gran obra” (Neh. 6:3).
Según los parámetros del mundo, Nehemías estaba haciendo una gran obra como copero del rey, que era una profesión prestigiosa, una de las más encumbradas en la tierra donde se desempeñaba como asesor del rey. Pero, construir una ciudad que estaba en ruinas, que aparentemente no tenía ninguna importancia para el mundo, ¿es eso lo que él llama una gran obra? Nehemías consideraba que la obra para Dios era “grande” y más importante porque comprendía que el honor del nombre de Dios estaba en juego en Jerusalén.
Además, cuando Dios estableció los servicios del Santuario, instituyó el sacerdocio. Para que el Santuario siguiera siendo santo y especial en la mente del pueblo, solo permitió que los sacerdotes realizaran las tareas dentro del Templo. Se nos hace difícil ver la santidad de Dios por nuestra cuenta; por lo tanto, Dios hizo provisión para ayudar a los israelitas a llegar ante su presencia con reverencia. Nehemías sabía que los patios del Templo eran para todos, pero no los espacios interiores. Según sus palabras, al reunirse dentro del Templo, Semaías no solo se mostró como un falso profeta al sugerir algo que era contrario a las directivas de Dios, sino también se presentó como traidor.
■ Hoy, sin un Santuario terrenal, ¿cómo podemos tener ante nosotros una percepción de la santidad de Dios? Comprender la santidad de Dios, en contraposición con nuestra pecaminosidad, ¿cómo nos acerca a la Cruz?
PARA ESTUDIAR Y MEDITAR:
Lee Elena de White, Profetas y reyes, “Los edificadores de la muralla”, “Reproches contra la extorsión” y “Maquinaciones paganas”, pp. 469-488.
“La oposición y el desaliento que en los tiempos de Nehemías los constructores sufrieron –tanto por parte de sus enemigos abiertos como de los que se decían amigos suyos– son típicos de lo que experimentarán en nuestro tiempo los que trabajan para Dios. Los cristianos son probados no solo por medio de la ira, el desprecio y la crueldad de sus enemigos, sino también por medio de la indolencia, la inconsecuencia, la tibieza y la traición de quienes se dicen sus amigos y ayudadores” (PR 475).
“En la resuelta devoción de Nehemías a la obra de Dios, y en su igualmente firme confianza en Dios, residía la razón del fracaso que sufrieron sus enemigos al tratar de atraerlo adonde lo tuviesen en su poder. El alma indolente cae fácilmente presa de la tentación; pero en la vida que tenga nobles fines y un propósito absorbente el mal encuentra poco lugar donde asentar el pie. La fe del que progresa constantemente no se debilita; porque encima, debajo y más allá de lo que se ve reconoce al Amor infinito que obra en todas las cosas para cumplir su buen propósito. Los verdaderos siervos de Dios obran con determinación inagotable, porque dependen constantemente del Trono de la gracia” (PR 488).
PREGUNTAS PARA DIALOGAR:
1. Ponte en el lugar de Zorobabel, Josué y los demás líderes cuando esos hombres acudieron a ellos con el ofrecimiento de ayuda. Al mirar hacia atrás, podemos ver que hicieron lo correcto al no aceptar ese ofrecimiento. Como adventistas, ¿cómo podemos saber cuándo deberíamos colaborar o no con otros que no son de nuestra fe? ¿Cómo decidimos si está bien o mal? ¿Qué criterios podemos seguir?
2. A lo largo de la historia bíblica, vemos los peligros de transigir con el mundo respecto de nuestra fe. De hecho, toda la historia del antiguo Israel, hasta el cautiverio babilónico, fue un ejemplo poderoso de esta avenencia. Al mismo tiempo, ¿qué sucede cuando la gente se va a un extremo tratando de evitar ese peligro? Cuando acusaron al mismo Jesús de violar el sábado (ver Juan 9:14-16), ¿no tenemos un ejemplo poderoso de que sus acusadores se fueron al otro extremo? ¿Cómo hallar el equilibrio adecuado?
Dios lo bendiga!!!
EL SÁBADO ENSEÑARÉ...
Parte I: RESEÑA
Texto clave: Esdras 5:5; Nehemías 4:20.
Enfoque del estudio: Esdras 4:4-24; 5; 6 (ver además Neh. 4; 6:1- 13 para un panorama completo); Daniel 10:12, 13, 20.
Esta lección amplía las historias de oposición que enfrentó cada grupo de repatriados mientras reconstruían el Templo, la ciudad y las murallas, primero durante el tiempo del gobernador Zorobabel; luego, de Esdras, el sacerdote; y finalmente, con el gobernador Nehemías. Aunque las historias no siempre están escritas en orden cronológico (algunas partes del libro están organizadas temáticamente), podemos reconstruir la secuencia de eventos basados en los reyes que se mencionan en cada carta y la queja contra los judíos.
A pesar de que la obra se detuvo varias veces porque el pueblo temía las amenazas de los reyes o de las naciones circundantes y perdían la fe en la protección de Dios, el Señor siempre enviaba líderes que alentaban al pueblo a construir nuevamente. A veces, pasaron varios años antes de que continuara un proyecto, pero no se abandonó indefinidamente. Dios quería que los israelitas regresaran a la Tierra Prometida y estaba con ellos a pesar de la oposición, la humillación y, a veces, la violencia contra ellos. El hecho de que algo sea difícil no significa que Dios no nos haya llamado a hacerlo. Dios le pide cosas grandes a la gente común, y luego él mismo provee lo necesario para hacer que sucedan. En Esdras y Nehemías, Dios inspiró a los líderes y a los profetas a mantenerse firmes contra la hostilidad.
Dios siempre busca gente de fe que confíe en él a pesar de las circunstancias complicadas, para que pueda intervenir en su favor y hacer su obra. Dios recompensa la colaboración, la voluntad de seguir adelante y la determinación de cumplir con su tarea encomendada.
Parte II: COMENTARIO
Cronología de la obra en Esdras
Bajo las órdenes del gobernador Zorobabel
Antes de Esdras
Esdras
Esdras 3 menciona la reconstrucción del altar del Templo y los cimientos, que tuvo lugar de 537 a 535 a.C. como resultado del edicto de Ciro (Esd. 1:1-2:70).
Después de una celebración inicial (Esd. 3:10-13), se abandonó la obra (Esd. 4:1-5) debido a una fuerte oposición, que comenzó alrededor de 535 a.C. y duró hasta 520 a.C. (para más detalles, ver Esd. 4:24-6:12). Esdras 4:6 describe brevemente la oposición para construir bajo el reinado de Jerjes (486-465 a.C.). Luego, en Esdras 4:7 al 23, leemos acerca de la oposición durante el reinado temprano del rey Artajerjes. Esdras incluye copias de las cartas que fueron enviadas a ambos reyes, Artajerjes y Darío. Las cartas se insertan en arameo, mientras que el resto del libro está escrito en hebreo, lo que significa que se trataba de documentos oficiales conservados en el idioma que se usaba para los documentos públicos en ese momento. (El arameo era el idioma universal en ese momento y bajo ese imperio, al igual que el inglés lo es en la actualidad.) En el año 520 a.C., luego de quince años de vigorosa oposición, el profeta Hageo animó al pueblo a seguir construyendo el Templo (lee sus cinco sermones, cortos y poderosos, en el libro de Hageo). El profeta Zacarías sumó su apoyo, lo que dio lugar a la terminación del Templo en menos de cinco años y su dedicación en marzo de 515 a.C. (Esd. 6:13-18), seguido de la celebración de la Pascua un mes después (Esd. 6:19-22).
Daniel 10:12, 13, 20
Dios preparó todo para que el pueblo de Dios pudiera reconstruir el Templo de Jerusalén después de su regreso del exilio babilónico. Él se comprometió personalmente a impedir los obstáculos y allanar el camino para esta actividad divina. Según Daniel 10, el ángel Gabriel y Miguel (otro nombre para Jesucristo) luchaban por la mente de los reyes persas, es decir, Ciro y su hijo Cambises, a fin de persuadirlos para que avanzaran en el programa de reconstrucción cuando los celosos enemigos locales de Israel incitaron a estos gobernantes a acabar con la obra de restauración del Templo. Dios estaba luchando con la mente de estos príncipes para que se inclinaran a favor de otorgarle al pueblo de Dios un lugar para adorar al Dios viviente. Es lamentable que los judíos estuvieran desanimados y dejaran de trabajar en este momento a pesar de que Dios, con su poder, estaba de su lado. La obra se reanudó cuando el profeta Hageo apareció en escena.
Esta situación también nos advierte contra la falta de fe y la cobardía en no seguir la dirección de Dios cuando él prepara una manera para que avancemos para hacer su voluntad. Sin embargo, la providencia de Dios siempre funciona mejor que nuestros mejores cálculos o planes. Pero necesitamos confiar en su conducción y seguir su dirección. Podemos estar seguros de que sus planes y orientaciones son los mejores, y que siempre tiene en mente nuestra prosperidad.
Hageo y Zacarías
Los profetas Hageo y Zacarías llegan a la escena después de quince largos años de oposición a la construcción. El pueblo se ha desanimado y deja de trabajar en la reconstrucción del Templo. Dios llamó y ordenó a estos profetas que hablaran al pueblo para inspirarlo a construir a pesar de la oposición hostil. Dios los alentó a no tener miedo. Él estaba con ellos, y su presencia los sostendría.
Dios se acercó al pueblo con la pregunta: “¿Es para vosotros tiempo, para vosotros, de habitar en vuestras casas artesonadas, y esta casa está desierta?” (Hag. 1:4). Estudia todos los casos en que aparece la palabra “artesonado” (safun) en la Biblia en términos de proyectos de construcción, y verás algo interesante. Todos esos ejemplos están relacionados con el cedro (1 Rey. 6:9; 7:3, 7; Jer. 22:14). Por lo tanto, Dios dijo que las casas de su pueblo eran “artesonadas” (Hag. 1:4) porque no estaban hechas del material que normalmente se usa en esa región. ¿Cuál era el problema con los troncos de cedro? Originalmente, los judíos ordenaron troncos de cedro del Líbano para reconstruir el Templo. El Templo debía construirse de acuerdo con el modelo que Salomón estableció al intercalar bloques de piedra y paneles de madera de cedro. Planeaban usar los troncos de cedro para los paneles del Templo. Sin embargo, cuando la oposición los “forzó” a dejar de trabajar en el Templo, tenían madera disponible. ¿Por qué no usarla? A pesar de que utilizaron la madera destinada a su Templo para sus propias casas, Dios encontró otra solución. Los envió a las montañas para traer madera de allí y construir su casa. Dios no requiere los materiales más caros para su propia casa. Él solo quiere una casa para poder habitar con ellos.
Lo más importante es que Dios quería que su pueblo deseara que su presencia estuviera con ellos, que era el propósito del Templo. El mayor problema era la falta de compromiso de su corazón: el Templo sin terminar solamente era el síntoma de su apatía. Cuando alguien está comprometido con una tarea o con otra persona, no será detenido fácilmente por la oposición. La falta de trabajo demostraba la falta de compromiso de parte del pueblo de Dios con él.
Y, sin embargo, el ánimo por parte de Dios despertó al pueblo de su letargo y su miedo, y lo motivó a comenzar de nuevo la obra del Templo. Después de eso, no vacilaron en su trabajo. Terminaron el Templo cinco años después. A veces nos quedamos empantanados en lo mundano y la comodidad. En ese momento, lo que necesitamos es un recordatorio de lo que es importante en la vida.
Cronología de la obra en Nehemías
Nehemías 4
Sanbalat, quien junto con Tobías controlaba Samaria al norte de Judá, amenazó a Nehemías, y recurrió a la burla y el ridículo para mofarse de los judíos.
Estaba emparentado con los judíos a través del linaje del sumo sacerdote (matrimonio mediante) y, por lo tanto, podía intuir que su poder sobre la nación judía sería restringido una vez que restauraran el muro. Creía que los judíos no eran lo suficientemente fuertes, que eran inferiores y que su tarea era demasiado grande para ellos. Decía que los judíos nunca podrían reconstruir el muro. Otros gobernantes de la región se unieron a Sanbalat en un golpe político para detener a los israelitas. Los árabes estaban bajo el liderazgo de Gesem y ocupaban el territorio del sur debajo de Judá; los amonitas vivían al este, en territorio persa; y Asdod estaba al oeste de Judá. Por lo tanto, Judá estaba completamente rodeada de fuerzas hostiles. Cuando el pueblo de Israel tuvo miedo, Nehemías tomó esto como una afrenta a Dios y a la nación judía. El nombre de Dios y el nombre de Israel fueron avergonzados por los enemigos, por lo que clamó a Dios que “escuch[e]” y que “ha[ga] que sus ofensas recaigan sobre ellos mismos” (Neh. 4:4, NVI). Él no tomó represalias, sino que le pidió a Dios que tomara el asunto en sus manos. Nehemías estaba seguro de que Dios le había ordenado liderar la reconstrucción del muro, como lo demuestra la respuesta favorable del rey, así como la del pueblo de Israel. Debido a que las palabras amenazadoras de sus vecinos jugaron con su imaginación y los asustaron, Nehemías alentó al pueblo a “pele[ar]” porque Dios es “grande y temible” (Neh. 4:14, NVI), y él “peleará por nosotros” (Neh. 4:20, NVI). Nehemías reunió a los judíos, los vistió con el traje militar completo y los puso por grupos en cada hueco del muro, lo que permitió que sus enemigos los vieran. Le estaba demostrando al mundo que estaban listos para un ataque.
La estrategia funcionó; los planes de los enemigos se vieron frustrados. Se les recordó a los judíos que confiaran en Dios y que no permitieran que los enemigos humanos resultaran más grandes que su Dios. A pesar de algunas otras amenazas hacia los israelitas, continuaron construyendo hasta que el muro se terminó en apenas 52 días de trabajo (Neh. 6:15).
Parte III: APLICACIÓN A LA VIDA
Dios lo bendiga!!!
CÓMO HACER FRENTE A LA OPOSICIÓN
Sábado 19 de octubre
LEE PARA EL ESTUDIO DE ESTA SEMANA: Esdras 4:1–5; 2 Corintios 6:14; Esdras 5:1–5; Hageo 1; Esdras 4:6–24; Nehemías 4; 6:1–13.
PARA MEMORIZAR:
“Mas los ojos de Dios estaban sobre los ancianos de los judíos, y no les hicieron cesar hasta que el asunto fuese llevado a Darío; y entonces respondieron por carta sobre esto” (Esd. 5:5).
Esdras 3 al 6 tiene una estructura temática que abarca diferentes períodos históricos de oposición a la reconstrucción del Templo. Reconocer este enfoque temático ayudará a aclarar el mensaje general.
El nombre de Esdras se menciona por primera vez en Esdras 7:1. Con su arribo en el año 457 a.C., las cosas cambiaron y la ciudad de Jerusalén con su muro comenzó a ser reconstruida de forma intermitente. Trece años después llegó Nehemías (enviado por Artajerjes en 444 a.C.), y finalmente se reanudó la construcción del muro. Aunque la oposición fue intensa, el trabajo se concluyó en 52 días (Neh. 6:15).
La resistencia a la obra de Dios es un tema predominante en los libros de Esdras y Nehemías. Dondequiera que nos encontremos en el mundo actual, la obra del Señor es resistida. Satanás trata de asegurarse de que el evangelio no se propague rápidamente, ya que amenaza su dominio. En Esdras y Nehemías, ¿cómo manejaron a la oposición los judíos?
Notas EGW
Sábado 19 de octubre
En todo tiempo y en todos los países, los mensajeros de Dios han sido llamados a afrontar acerba oposición de parte de aquellos que deliberadamente escogían rechazar la luz del cielo. A menudo, mediante la tergiversación y la mentira, los enemigos del Evangelio han triuufudo aparentemente, cerrando las puertas por las cuales los mensajeros de Dios podían tener acceso al pueblo. Pero esas puertas no pueden permanecer cerradas para siempre; y a menudo, al volver los siervos de Dios después de un tiempo para reanudar sus labores, el Señor ha obrado poderosamente en su favor y los ha habilitado para establecer monumentos destinados a glorificar su nombre (Los hechos de los apóstoles, p. 145).
Dios no impide las conspiraciones de los hombres perversos, sino que hace que sus ardides obren para bien a los que en la prueba y el conflicto mantienen su fe y lealtad. A menudo los obreros evangélicos realizan su trabajo en medio de tormentas y persecución, amarga oposición e injusto oprobio. En momentos tales recuerden que la experiencia que se adquiere en el horno de la prueba y aflicción vale todo el dolor que costó. Así Dios acerca a sus hijos a sí mismo, para poder mostrarles sus debilidades en contraste con su fortaleza. Les enseña a apoyarse en él. Así los prepara para afrontar emergencias, para ocupar puestos de confianza, y para cumplir el gran propósito para el cual les concedió sus poderes.
En todos los tiempos los testigos señalados por Dios se han expuesto al vituperio y la persecución por amor a la verdad. José fue calumniado y perseguido porque mantuvo su virtud e integridad. David, el mensajero escogido de Dios, fue perseguido por sus enemigos como una fiera. Daniel fue echado al foso de los leones porque se:: mantuvo fiel al cielo ... Esteban fue apedreado porque predicó a Cristo y su crucifixión. Pablo fue encarcelado, azotado con varas, apedreado y finalmente muerto porque fue un fiel mensajero de Dios a los gentiles ...
Estos ejemplos de constancia humana atestiguan la fidelidad de las promesas de Dios, su constante presencia y su gracia sostenedora (Los hechos de los apóstoles, pp. 459, 460).
Cristo fue varón de dolores y experimentado en quebrantos. Soportó la persecución y la contradicción de los pecadores; era pobre y sufría hambre y fatiga; el diablo lo tentó, y sus obras y enseñanzas atrajeron sobre él las más furiosas iras. ¿Qué nos negamos por causa de Cristo? ¿Dónde está nuestra dedicación a la verdad? Huimos de aquello que no nos complace y evitamos las preocupaciones y la responsabilidad. ¿Acaso podemos esperar que el poder de Dios actúe junto con nuestros esfuerzos estando tan poco consagrados a la obra? (Testimonios para la iglesia, t. 4, p. 372).
Sábado 19 de octubre
En todo tiempo y en todos los países, los mensajeros de Dios han sido llamados a afrontar acerba oposición de parte de aquellos que deliberadamente escogían rechazar la luz del cielo. A menudo, mediante la tergiversación y la mentira, los enemigos del Evangelio han triuufudo aparentemente, cerrando las puertas por las cuales los mensajeros de Dios podían tener acceso al pueblo. Pero esas puertas no pueden permanecer cerradas para siempre; y a menudo, al volver los siervos de Dios después de un tiempo para reanudar sus labores, el Señor ha obrado poderosamente en su favor y los ha habilitado para establecer monumentos destinados a glorificar su nombre (Los hechos de los apóstoles, p. 145).
Dios no impide las conspiraciones de los hombres perversos, sino que hace que sus ardides obren para bien a los que en la prueba y el conflicto mantienen su fe y lealtad. A menudo los obreros evangélicos realizan su trabajo en medio de tormentas y persecución, amarga oposición e injusto oprobio. En momentos tales recuerden que la experiencia que se adquiere en el horno de la prueba y aflicción vale todo el dolor que costó. Así Dios acerca a sus hijos a sí mismo, para poder mostrarles sus debilidades en contraste con su fortaleza. Les enseña a apoyarse en él. Así los prepara para afrontar emergencias, para ocupar puestos de confianza, y para cumplir el gran propósito para el cual les concedió sus poderes.
En todos los tiempos los testigos señalados por Dios se han expuesto al vituperio y la persecución por amor a la verdad. José fue calumniado y perseguido porque mantuvo su virtud e integridad. David, el mensajero escogido de Dios, fue perseguido por sus enemigos como una fiera. Daniel fue echado al foso de los leones porque se:: mantuvo fiel al cielo ... Esteban fue apedreado porque predicó a Cristo y su crucifixión. Pablo fue encarcelado, azotado con varas, apedreado y finalmente muerto porque fue un fiel mensajero de Dios a los gentiles ...
Estos ejemplos de constancia humana atestiguan la fidelidad de las promesas de Dios, su constante presencia y su gracia sostenedora (Los hechos de los apóstoles, pp. 459, 460).
Cristo fue varón de dolores y experimentado en quebrantos. Soportó la persecución y la contradicción de los pecadores; era pobre y sufría hambre y fatiga; el diablo lo tentó, y sus obras y enseñanzas atrajeron sobre él las más furiosas iras. ¿Qué nos negamos por causa de Cristo? ¿Dónde está nuestra dedicación a la verdad? Huimos de aquello que no nos complace y evitamos las preocupaciones y la responsabilidad. ¿Acaso podemos esperar que el poder de Dios actúe junto con nuestros esfuerzos estando tan poco consagrados a la obra? (Testimonios para la iglesia, t. 4, p. 372).
Domingo 20 de octubre
COMIENZA LA OPOSICIÓN
Lee Esdras 4:1 al 5. ¿Por qué crees que el remanente israelita rechazó la ayuda de otras personas en la construcción del Templo?
A simple vista, el pedido parecía amable y cordial; ¿por qué rechazar la ayuda? En cierto sentido, la respuesta se encuentra en el texto mismo. Los “enemigos” vinieron a ofrecerles ayuda. ¿Enemigos? Eso solo da una sugerencia poderosa de por qué los israelitas reaccionaron así.
¿Por qué los llamaban “enemigos”? Segundo de Reyes 17:24 al 41 explica que esta gente fue introducida de otras naciones en Samaria y la región circundante después de que los israelitas del Reino del Norte fueran deportados. El rey de Asiria les envió sacerdotes, que debían enseñarles a adorar al Dios de la Tierra, es decir, al Dios de Israel. Sin embargo, la religión resultante también incorporó a los dioses cananeos. Por lo tanto, el remanente israelita temía que esta religión fuera llevada a su culto en el Templo. Así que, lo mejor y lo más inteligente era hacer lo que hicieron: decir “No, gracias”.
También debemos recordar por qué ocurrió todo esto en principio. Fue la avenencia constante de sus antepasados a las religiones paganas que los rodeaban lo que llevó a la destrucción del Templo, como también a su exilio. Presumiblemente, mientras estaban en el proceso mismo de construir el Templo nuevamente, lo último que querrían hacer era alinearse demasiado con los pueblos circundantes.
¿Qué otro indicio en estos textos muestra por qué era acertado este rechazo? (Ver Esd. 4:4, 5.)
■ Piensa con qué facilidad podrían haber racionalizado la aceptación de esta ayuda. ¿Qué nos tiene que decir 2 Corintios 6:14 en este contexto?
Notas EGW
Domingo 20 de octubre: Comienza la oposición
Cerca de los israelitas que se habían dedicado a la tarea de reedificar el templo, moraban los samaritanos, raza mixta que provenía de los casamientos entre los colonos paganos oriundos de las provincias de Asiria y el residuo de las diez tribus que había quedado en Samaria y Galilea ...
Durante la época de la restauración, estos samaritanos se dieron a conocer como "enemigos de Judá y de Benjamín". Oyendo "que los venidos de la cautividad edificaban el templo de Jehová Dios de Israel, llegáronse a Zorobabel, y a los cabezas de los padres", y expresaron el deseo de participar con ellos en esa construcción ...
Sin embargo, si los caudillos judíos hubiesen aceptado este ofrecimiento de ayuda, habrían abierto la puerta a la idolatría. Supieron discernir la falta de sinceridad de los samaritanos. Comprendieron que la ayuda obtenida por una alianza con aquellos hombres sería insignificante, comparada con la bendición que podían esperar si seguían las claras órdenes de Jehová (Profetas y reyes, p. 415).
El profet... no consideraban a los habitantes de la tierra como adoradores del Dios verdadero, y aunque profesaron amistad y trataron de ayudarlos, no se atrevieron a unirse con ellos en ninguna cosa relacionada con el culto de Dios. Cuando fueron a Jernsalén para edificar el templo de Dios y restaurar su culto, no quisieron pedir ayuda al rey para que los asistiera en el camino, sino que buscaron la ayuda de Dios mediante el ayuno y la oración. Creían que Dios defendería y prosperaría a sus siervos en sus esfuerzos por servirle. El Creador de todas las cosas no necesita la ayuda de sus enemigos para establecer su culto de adoración. No pide el sacrificio de los impíos, ni acepta las ofrendas de los que tienen otros dioses delante de él.
Hemos escuchado la observación: "Usted es demasiado exclusivista". Como pueblo estamos dispuestos a hacer cualquier sacrificio para salvar las almas o conducirlas a la verdad. Pero no debemos atrevernos a unirnos con las personas mundanas, a amar las cosas que ellas aman ni a tener amistad con el mundo, porque en ese caso estaríamos en enemistad con Dios (Testimoníos para la iglesia, t. 1, p. 255).
En muchos el amor por lo humano eclipsa el amor por lo divino. Dan el primer paso en el camino de la apostasía al aventurarse a pasar por alto el expreso mandato del Señor; y la apostasía completa es a menudo el resultado. Siempre ha sido peligroso para el hombre cumplir su propia voluntad en oposición a los requerimientos de Dios. No obstante, les resulta duro a los hombres aprender que Dios realmente quiere decir lo que dice. Por lo general, los que eligen como amigos y compañeros a personas que rechazan a Cristo y pisotean la ley de Dios, eventualmente adoptan la misma mentalidad y el mismo espíritu (Hijos e hijas de Dios, p. 167).
Domingo 20 de octubre: Comienza la oposición
Cerca de los israelitas que se habían dedicado a la tarea de reedificar el templo, moraban los samaritanos, raza mixta que provenía de los casamientos entre los colonos paganos oriundos de las provincias de Asiria y el residuo de las diez tribus que había quedado en Samaria y Galilea ...
Durante la época de la restauración, estos samaritanos se dieron a conocer como "enemigos de Judá y de Benjamín". Oyendo "que los venidos de la cautividad edificaban el templo de Jehová Dios de Israel, llegáronse a Zorobabel, y a los cabezas de los padres", y expresaron el deseo de participar con ellos en esa construcción ...
Sin embargo, si los caudillos judíos hubiesen aceptado este ofrecimiento de ayuda, habrían abierto la puerta a la idolatría. Supieron discernir la falta de sinceridad de los samaritanos. Comprendieron que la ayuda obtenida por una alianza con aquellos hombres sería insignificante, comparada con la bendición que podían esperar si seguían las claras órdenes de Jehová (Profetas y reyes, p. 415).
El profet... no consideraban a los habitantes de la tierra como adoradores del Dios verdadero, y aunque profesaron amistad y trataron de ayudarlos, no se atrevieron a unirse con ellos en ninguna cosa relacionada con el culto de Dios. Cuando fueron a Jernsalén para edificar el templo de Dios y restaurar su culto, no quisieron pedir ayuda al rey para que los asistiera en el camino, sino que buscaron la ayuda de Dios mediante el ayuno y la oración. Creían que Dios defendería y prosperaría a sus siervos en sus esfuerzos por servirle. El Creador de todas las cosas no necesita la ayuda de sus enemigos para establecer su culto de adoración. No pide el sacrificio de los impíos, ni acepta las ofrendas de los que tienen otros dioses delante de él.
Hemos escuchado la observación: "Usted es demasiado exclusivista". Como pueblo estamos dispuestos a hacer cualquier sacrificio para salvar las almas o conducirlas a la verdad. Pero no debemos atrevernos a unirnos con las personas mundanas, a amar las cosas que ellas aman ni a tener amistad con el mundo, porque en ese caso estaríamos en enemistad con Dios (Testimoníos para la iglesia, t. 1, p. 255).
En muchos el amor por lo humano eclipsa el amor por lo divino. Dan el primer paso en el camino de la apostasía al aventurarse a pasar por alto el expreso mandato del Señor; y la apostasía completa es a menudo el resultado. Siempre ha sido peligroso para el hombre cumplir su propia voluntad en oposición a los requerimientos de Dios. No obstante, les resulta duro a los hombres aprender que Dios realmente quiere decir lo que dice. Por lo general, los que eligen como amigos y compañeros a personas que rechazan a Cristo y pisotean la ley de Dios, eventualmente adoptan la misma mentalidad y el mismo espíritu (Hijos e hijas de Dios, p. 167).
Lunes 21 de octubre
LOS PROFETAS ALIENTAN
Lamentablemente, la oposición que los judíos encontraron en las naciones circundantes, como se describe en Esdras 4 al 6, los dejó atemorizados y reacios a trabajar en el Templo.
Como se mencionó anteriormente, Esdras 4:6 al 6:22 no está escrito en orden cronológico. Por lo tanto, veremos el capítulo 5 antes que el capítulo 4.
Lee Esdras 5:1 al 5. ¿Por qué Dios envía a los profetas Hageo y Zacarías a los judíos? ¿Cuál es el resultado de su profecía?
Los judíos habían dejado de construir porque tenían miedo. Pero Dios los había enviado a Judá para reconstruir el Templo y la ciudad. El plan de Dios fue hacer algo para animarlos. Por lo tanto, llamó a dos profetas para que intervinieran. La oposición humana no detiene a Dios; si bien los judíos contribuyeron a esta oposición con sus propios actos, Dios no los abandonó. Obró a través de los profetas para motivarlos e impulsarlos nuevamente a la acción.
Lee Hageo 1. ¿Cuál es el mensaje para ellos y qué podemos extraer de esto para nosotros?
“Los profetas Hageo y Zacarías fueron suscitados para hacer frente a la crisis. En sus testimonios conmovedores, esos mensajeros revelaron al pueblo la causa de sus dificultades. Declararon que la falta de prosperidad temporal se debía a que no se había dado el primer lugar a los intereses de Dios. Si los israelitas hubiesen honrado a Dios, si le hubiesen manifestado el respeto y la cortesía que le debían, haciendo de la edificación de su casa su primer trabajo, lo habrían invitado a estar presente y a bendecirlos” (PR 420).
Notas EGW
Lunes 21 de octubre: Los profetas alientan
Aunque sus campos estaban incultos y sus escasas provisiones se agotaban rápidamente, a pesar de que estaban rodeados por pueblos hostiles, los israelitas avanzaron por la fe, en respuesta al llamamiento de los mensajeros de Dios, y trabajaron diligentemente para reedificar el templo en ruinas. Era un trabajo que requería una firme confianza en Dios. Mientras el pueblo procuraba hacer su parte y obtener una renovación de la gracia de Dios en su corazón y en su vida, le fue dado un mensaje tras otro por medio de Ageo y Zacarías, para asegurarle que su fe tendría rica recompe11sa y que las palabras de Dios acerca de la gloria futura del templo cuyos muros se estaban levantando no dejarían de cumplirse. En ese mismo edificio se vería, vencido el plazo, al Deseado de todas las gentes como Maestro y Salvador de la humanidad.
No se dejó por tanto a los constructores luchar solos; estaban "con ellos los profetas de Dios que les ayudaban" (Esdras 5:2); y el mismo Jehová de los ejércitos había dicho: "Esfuérzate, ... y obrad: porque yo soy con vosotros". Hageo 2:4 (Profetas y reyes, p. 423).
Hoy también el Seflor declara a sus hijos: "Esfuérzate, ... y obrad: porque yo soy con vosotros". El creyente tiene siempre en el Señor a un poderoso auxüiador. Tal vez no sepamos cómo nos ayuda; pero esto sabemos: Nunca falta su ayuda para aquellos que ponen su confianza en él. Si los cristianos pudieran saber cuántas veces eJ Señor ordenó su camino, para que los propósitos del enemigo acerca de ellos no se cumplieran, no seguirían tropezando y quejándose. Su fe se estabilizaría en Dios, y ninguna prueba podría moverlos. Le reconocerían como su sabiduría y eficiencia, y él haría que se cumpliese lo que él desea obrar por su medio.
Las fervientes súplicas y palabras de aliento dadas por medio de Ageo fueron recalcadas y ampliadas por Zacarías, a quien Di.os suscitó al lado de aquél para que también instara a Israel a cumplir la orden de leva11tarse y edificar. El primer mensaje de Zacarías expresó la seguridad de que nunca deja de cumplí rse la palabra de Dios, y prometió bendiciones a aquellos que escuchasen la segura palabra profética (Profetas y reyes, p. 422).
He aquí la promesa: "Fiel es Dios, que no os dejará ser tentados más de lo que podéis llevar; antes dará también juntamente con la tentación la salida". Mantened hasta el fin vuestra firmeza cristiana y no murmuréis contra Dios ... Considerad los valores eternos que todo esto abarca. No podéis desanimaros y desechar vuestra confianza. El Señor os ama; confiad en él. El Señor Jesús es vuestra única esperanza. Haced obra segura con resultados eternos. No debéis murmurar, ni quejaros ni condenaros a vosotros mismos. No descuidéis ningún medio de gracia. Estimulad a vuestra alma para que crea y confie en Dios.
En el Sefior tenemos justicia y fortaleza. Apoyaos en él, y por su poder podréis apagar .los ardientes dardos del adversario, y resultar más que vencedores (Mi vida hoy, p. 323).
Lunes 21 de octubre: Los profetas alientan
Aunque sus campos estaban incultos y sus escasas provisiones se agotaban rápidamente, a pesar de que estaban rodeados por pueblos hostiles, los israelitas avanzaron por la fe, en respuesta al llamamiento de los mensajeros de Dios, y trabajaron diligentemente para reedificar el templo en ruinas. Era un trabajo que requería una firme confianza en Dios. Mientras el pueblo procuraba hacer su parte y obtener una renovación de la gracia de Dios en su corazón y en su vida, le fue dado un mensaje tras otro por medio de Ageo y Zacarías, para asegurarle que su fe tendría rica recompe11sa y que las palabras de Dios acerca de la gloria futura del templo cuyos muros se estaban levantando no dejarían de cumplirse. En ese mismo edificio se vería, vencido el plazo, al Deseado de todas las gentes como Maestro y Salvador de la humanidad.
No se dejó por tanto a los constructores luchar solos; estaban "con ellos los profetas de Dios que les ayudaban" (Esdras 5:2); y el mismo Jehová de los ejércitos había dicho: "Esfuérzate, ... y obrad: porque yo soy con vosotros". Hageo 2:4 (Profetas y reyes, p. 423).
Hoy también el Seflor declara a sus hijos: "Esfuérzate, ... y obrad: porque yo soy con vosotros". El creyente tiene siempre en el Señor a un poderoso auxüiador. Tal vez no sepamos cómo nos ayuda; pero esto sabemos: Nunca falta su ayuda para aquellos que ponen su confianza en él. Si los cristianos pudieran saber cuántas veces eJ Señor ordenó su camino, para que los propósitos del enemigo acerca de ellos no se cumplieran, no seguirían tropezando y quejándose. Su fe se estabilizaría en Dios, y ninguna prueba podría moverlos. Le reconocerían como su sabiduría y eficiencia, y él haría que se cumpliese lo que él desea obrar por su medio.
Las fervientes súplicas y palabras de aliento dadas por medio de Ageo fueron recalcadas y ampliadas por Zacarías, a quien Di.os suscitó al lado de aquél para que también instara a Israel a cumplir la orden de leva11tarse y edificar. El primer mensaje de Zacarías expresó la seguridad de que nunca deja de cumplí rse la palabra de Dios, y prometió bendiciones a aquellos que escuchasen la segura palabra profética (Profetas y reyes, p. 422).
He aquí la promesa: "Fiel es Dios, que no os dejará ser tentados más de lo que podéis llevar; antes dará también juntamente con la tentación la salida". Mantened hasta el fin vuestra firmeza cristiana y no murmuréis contra Dios ... Considerad los valores eternos que todo esto abarca. No podéis desanimaros y desechar vuestra confianza. El Señor os ama; confiad en él. El Señor Jesús es vuestra única esperanza. Haced obra segura con resultados eternos. No debéis murmurar, ni quejaros ni condenaros a vosotros mismos. No descuidéis ningún medio de gracia. Estimulad a vuestra alma para que crea y confie en Dios.
En el Sefior tenemos justicia y fortaleza. Apoyaos en él, y por su poder podréis apagar .los ardientes dardos del adversario, y resultar más que vencedores (Mi vida hoy, p. 323).
Martes 22 de octubre
INTERRUPCIÓN DE LA OBRA
¿Qué hicieron los “enemigos” en Esdras 4:6 al 24 para detener la obra en Jerusalén?
El “pueblo de la tierra” escribió cartas de acusación contra los judíos y su obra primero a Darío (Esd. 5, 6); luego, al rey Jerjes (Asuero) así como a Artajerjes. Estaban haciendo todo lo posible para detener la obra en Jerusalén. El pueblo de las naciones vecinas sostenía que, si se reconstruía la ciudad, el rey perdería su poder sobre ella porque Jerusalén siempre había sido un lugar de rebelión y problemas en el pasado. Desgraciadamente, el rey Artajerjes se convenció de que los judíos estaban construyendo solamente porque querían obtener su independencia y, por lo tanto, incitar a la confrontación. Ordenó que cesara la obra, y el pueblo envió un ejército para impedir la construcción de la ciudad. Esta estrategia enérgica detuvo la obra de Dios.
Lee Esdras 4:23 y 24. ¿Por qué los judíos dejaron de construir? ¿No sabían que Dios quería que reconstruyeran la ciudad? ¿Qué se interpuso en el camino?
Es evidente que los judíos se dieron cuenta de que Dios los había llamado a reconstruir la ciudad y el Templo, pero debido a la fuerte oposición tuvieron miedo. Tal vez se les ocurrieron excusas como: “Ahora no debe ser el momento adecuado”, o “Si esto fuera realmente lo que Dios quería que hiciéramos, él nos habría proporcionado una manera”, o “Tal vez ni siquiera debíamos regresar aquí”. Cuando la oposición se interpone para hacer lo que creemos que Dios nos llama a hacer, tenemos la tendencia a cuestionar y dudar de la dirección de Dios. Podemos convencernos fácilmente de que cometimos un error. El miedo puede paralizar nuestra mente, y nuestros pensamientos se convierten en desesperación e impotencia en lugar de estar enfocados en el poder de Dios.
■ ¿Has experimentado algo similar, al estar convencido de que Dios te había llamado a hacer algo y, luego, albergar dudas cuando las cosas se pusieron difíciles? (Piensa, por ejemplo, en Juan el Bautista.) ¿Qué aprendiste de esa experiencia?
Notas EGW
Martes 22 de octubre: Interrupción de la obra
Desde el comienzo, los adversarios habían debilitado "las manos del pueblo de Judá, y los arredraban de edificar, ... e hiciéronles cesar con poder y fuerza". Esdras 4:4, 23. Pero el Señor se había interpuesto en favor de los constructores ...
Durante toda la historia del pueblo de Dios, los que hayan procurado ejecutar los propósitos del Cielo se han visto frente a montañas de dificultades, aparentemente iosuperables. El Señor permite esos obstáculos para probar nuestra fe. Cuando nos vemos rodeados por todos lados, es el momento cuando más debemos confiar en Dios y en el poder de su Espíritu. El ejercicio de una fe viva significa un aumento de fuerza espiritual y el desarrollo de una confianza inquebrantable. Así llega a ser el alma una fuerza vencedora. Ante la demanda de la fe, desaparecerán los obstáculos puestos por Satanás en la senda del cristiano; porque las potestades del cielo acudirán en su ayuda. "Nada os será imposible". Mateo 17:20 (Profetas y reyes, p. 437).
Perturbaba a JuaJ1 [el bautista) el ver que por amor a él sus ,ropios discípulos albergaban incredulidad para con Jesús. ¿Habría sido vana su obra para ellos? ¿Habría sido él infiel en su misión, y habría de ser separado de ella? Si el Libertador prometido había aparecido, y Juan había sido bailado :fiel a su misión, ¿no derribaría Jesús el poder del opresor, dejando en libertad a su heraldo?
Pero el Bautista no renunció a su fe en Cristo. El recuerdo de la voz del cielo y de la paloma que había descendido sobre él, la ü1maculada pureza de Jesús, el poder del Espíritu Santo que había descansado sobre Juan cuando estuvo en la presencia del Salvador, y el testimonio de las escrituras proteticas, todo atestiguaba que Jesús de Nazaret era el Prometido (El Deseado de todas las gentes, p. 187).
Cuando pensamos mucho en nosotros mismos, nos alejamos de Cristo, la fuente de la fortaleza y la vida. Por esto Satanás se esfuerza constantemente por mantener la atención apartada del Salvador, a fin de impedir la unión y comunión del alma con Cristo. Valiéndose de los placeres del mundo, los cuidados, perplejidades y tristez.as de la vida, así como de nuestras propias faltas e imperfecciones, o de las ajenas, procura desviar nuestra atención hacia todas estas cosas, o hacia algunas de ellas. No nos dejemos engañar por sus maquinaciones. Con demasiada frecuencia logra que muchos, realmente concienzudos y deseosos de vivir para Dios, se detengan en sus propios defectos y debilidades, y separándolos así de Cristo, espera obtener la victoria. No debemos hacer de nuestro yo el centro de nuestros pensamientos, ni alimentar ansiedad ni temor ... Todo esto desvía el alma del.a Fuente de nuestra fortaleza. Encomendemos a Dios la custodia de uuestra alma, y confiemos en El. Hablemos del Señor Jesús y pensemos en El. Piérdase en él nuestra personalidad. Desterremos toda duda; disipemos nuestros temores ... Reposemos en Dios. El puede guardar lo que Je hemos confiado. Si nos ponemos en sus manos, nos hará más que vencedores por medio de Aquel que nos amó (El camino a Cristo, p. 71 ).
Martes 22 de octubre: Interrupción de la obra
Desde el comienzo, los adversarios habían debilitado "las manos del pueblo de Judá, y los arredraban de edificar, ... e hiciéronles cesar con poder y fuerza". Esdras 4:4, 23. Pero el Señor se había interpuesto en favor de los constructores ...
Durante toda la historia del pueblo de Dios, los que hayan procurado ejecutar los propósitos del Cielo se han visto frente a montañas de dificultades, aparentemente iosuperables. El Señor permite esos obstáculos para probar nuestra fe. Cuando nos vemos rodeados por todos lados, es el momento cuando más debemos confiar en Dios y en el poder de su Espíritu. El ejercicio de una fe viva significa un aumento de fuerza espiritual y el desarrollo de una confianza inquebrantable. Así llega a ser el alma una fuerza vencedora. Ante la demanda de la fe, desaparecerán los obstáculos puestos por Satanás en la senda del cristiano; porque las potestades del cielo acudirán en su ayuda. "Nada os será imposible". Mateo 17:20 (Profetas y reyes, p. 437).
Perturbaba a JuaJ1 [el bautista) el ver que por amor a él sus ,ropios discípulos albergaban incredulidad para con Jesús. ¿Habría sido vana su obra para ellos? ¿Habría sido él infiel en su misión, y habría de ser separado de ella? Si el Libertador prometido había aparecido, y Juan había sido bailado :fiel a su misión, ¿no derribaría Jesús el poder del opresor, dejando en libertad a su heraldo?
Pero el Bautista no renunció a su fe en Cristo. El recuerdo de la voz del cielo y de la paloma que había descendido sobre él, la ü1maculada pureza de Jesús, el poder del Espíritu Santo que había descansado sobre Juan cuando estuvo en la presencia del Salvador, y el testimonio de las escrituras proteticas, todo atestiguaba que Jesús de Nazaret era el Prometido (El Deseado de todas las gentes, p. 187).
Cuando pensamos mucho en nosotros mismos, nos alejamos de Cristo, la fuente de la fortaleza y la vida. Por esto Satanás se esfuerza constantemente por mantener la atención apartada del Salvador, a fin de impedir la unión y comunión del alma con Cristo. Valiéndose de los placeres del mundo, los cuidados, perplejidades y tristez.as de la vida, así como de nuestras propias faltas e imperfecciones, o de las ajenas, procura desviar nuestra atención hacia todas estas cosas, o hacia algunas de ellas. No nos dejemos engañar por sus maquinaciones. Con demasiada frecuencia logra que muchos, realmente concienzudos y deseosos de vivir para Dios, se detengan en sus propios defectos y debilidades, y separándolos así de Cristo, espera obtener la victoria. No debemos hacer de nuestro yo el centro de nuestros pensamientos, ni alimentar ansiedad ni temor ... Todo esto desvía el alma del.a Fuente de nuestra fortaleza. Encomendemos a Dios la custodia de uuestra alma, y confiemos en El. Hablemos del Señor Jesús y pensemos en El. Piérdase en él nuestra personalidad. Desterremos toda duda; disipemos nuestros temores ... Reposemos en Dios. El puede guardar lo que Je hemos confiado. Si nos ponemos en sus manos, nos hará más que vencedores por medio de Aquel que nos amó (El camino a Cristo, p. 71 ).
Miércoles 23 de octubre
NEHEMÍAS ACTÚA (444 A.C.)
Lee Nehemías 4. ¿Qué hicieron los judíos, bajo el liderazgo de Nehemías, para enfrentarse a la oposición? ¿Por qué era importante para ellos prepararse para luchar, en lugar de no hacer nada, creyendo que Dios los protegería?
Después de tantas idas y vueltas, el pueblo comenzó a trabajar de nuevo. Los judíos oraron, y luego Nehemías montó una guardia activa. El pueblo tenía turnos rotativos durante el día y la noche, y estaba preparado para cualquier ataque inminente. Nehemías también organizó al pueblo alrededor del muro, con armas, a fin de que cada familia estuviera lista para pelear. Además, dividió a sus siervos en dos grupos: mientras uno trabajaba, el otro portaba armas. También había disposiciones especiales para todos aquellos que trabajaban en el muro, ya que estaban más expuestos al peligro. Cada uno de los constructores portaba una espada en una mano y con la otra colocaba ladrillos/piedras y mortero en el muro. Estaban preparados para enfrentar a la oposición. Hicieron su parte; Dios hizo el resto. La fe de Nehemías en la protección de Dios es inspiradora. Sin embargo, no se sentó en el sofá a esperar que Dios hiciera todo. Se prepararon lo mejor que pudieron.
Los dos pasajes, “No temáis delante de ellos; acordaos del Señor, grande y temible, y pelead por vuestros hermanos, por vuestros hijos y por vuestras hijas, por vuestras mujeres y por vuestras casas” (ver Neh. 4:13, 14), y “Nuestro Dios peleará por nosotros” (ver 4:19, 20) son algunas de las declaraciones más inspiradoras que se encuentran en la Biblia.
Los judíos podrían haber dejado de construir una vez más debido a la persistente resistencia, pero esta vez, en lugar de dejarse vencer por el miedo, se aferraron a la promesa de que Dios lucharía por ellos. Cuando nos enfrentamos a la oposición en nombre de Dios, por nuestras creencias o por lo que Dios nos llama a hacer, debemos recordar que “Dios peleará por nosotros”.
Finalmente, los judíos se dieron cuenta de que el Señor estaba detrás de lo que hacían, y esto les dio valor para seguir adelante.
■ ¿Por qué es tan importante saber que lo que estás haciendo es la voluntad de Dios? Por consiguiente, es importante preguntarse: ¿Cómo sé si lo que estoy haciendo es la voluntad de Dios?
Notas EGW
Miércoles 23 de octubre: Nehemías actúa (444 a.C.)
La reedificación de las defonsas de Jerusalén no progresó sin impedimentos. Satanás estaba obrando para incitar oposición y desaliento ... Pero los desafíos y el ridículo, la oposición y las amenazas no parecían lograr otra cosa que inspirar en Nehemías una determina,ción más firme e incitarle a una vigilancia aún mayor. Reconocía los peligros que debía arrostrar en est.a guerra contra sus enemigos, pero su valor no se arredrnba. Declara: "Entonces oramos a nuestro Dios, y ... pusimos guarda contra ellos de día y de noche ... "
Al lado de Nehemías había un hombre con trompeta, y eu dderentes partes de la muralla se hallaban sacerdotes con las trompetas sagradas. El pueblo estaba dispersado en sus labores; pero al acercarse el peligro a cualquier punto, los trabajadores oían la indicación de juntarse allí sin dilación. "Nosotros pues trabajábamos en la obra -dice Nchemías-; y la mitad de ellos tenían lanzas desde la subida del alba hasta salir las estrellas" ... Nehemías y sus compañeros no rehuían las penurias ni los servicios arduos. Ni siquiera durante los cortos plazos dedicados al sueiio, de día ni de noche se sacaba11 la ropa ni deponían su armadura ( Conflicto y valor, p. 266).
Como Nebemías, los hijos de Dios no deben temer ni despreciar a sus enemigos. Cifrando su confianza en Dios, deben ir adelante con firmeza, hacer su obra con abnegación y entregar a su providencia la causa que representan.
En medio del gran desaliento, Nehemías puso su confianza en Dios, e hizo de él su segura defensa. Y el que sostuvo entonces a su siervo ha sido el apoyo de su pueblo en toda época. En toda crisis sus hijos pueden declarar confiadamente: "Si Dios por nosotros, ¿quién contra nosotros?" Romanos 8:31. Por grande que sea la astucia con que Satanás y sus agentes hagan sus maquinaciones, Dios puede discernirlas y anular todos s11s consejos. La Tespuesta que la fe dará hoy será la misma que dio Nehemías: "Nuestro Dios peleará por oosootros;" porque Dios se encarga de la obra y nadie puede impedir que esta alcance el éxito final (Profetas y reyes, p. 476).
Por el estudio de las Escrituras y la oración ferviente, tratad de obtener un claro concepto de vuestro deber y luego cumplidlo fielmente. Es esencial que cultivéis, la fidelidad en las cosas pequeñas, y al hacerlo adquiriréis costumbres de integridad en las responsabilidades mayores ... La mente necesita ser educada por las pruebas diarias, a fin de adquirir fuerza para resistir en cualquier situación dificil. En los días de prueba y peligro, necesitaréis ser fortalecidos para permanecer firmes de parle de lo recto, independientes de toda influencia opositora. Dios quiere hacer mucho por vosotros, basta con que sintáis vuestra necesidad de él. Jesús os ama. Tratad siempre de andar en la luz de la sabiduría de Dios. Y en todos los variados escenarios de la vida, no descanséis hasta saber que vuestra voluntad está en armonía con la voluntad de vuestro Creador (Testimonios pura la iglesia, t. 4, p. 554).
Miércoles 23 de octubre: Nehemías actúa (444 a.C.)
La reedificación de las defonsas de Jerusalén no progresó sin impedimentos. Satanás estaba obrando para incitar oposición y desaliento ... Pero los desafíos y el ridículo, la oposición y las amenazas no parecían lograr otra cosa que inspirar en Nehemías una determina,ción más firme e incitarle a una vigilancia aún mayor. Reconocía los peligros que debía arrostrar en est.a guerra contra sus enemigos, pero su valor no se arredrnba. Declara: "Entonces oramos a nuestro Dios, y ... pusimos guarda contra ellos de día y de noche ... "
Al lado de Nehemías había un hombre con trompeta, y eu dderentes partes de la muralla se hallaban sacerdotes con las trompetas sagradas. El pueblo estaba dispersado en sus labores; pero al acercarse el peligro a cualquier punto, los trabajadores oían la indicación de juntarse allí sin dilación. "Nosotros pues trabajábamos en la obra -dice Nchemías-; y la mitad de ellos tenían lanzas desde la subida del alba hasta salir las estrellas" ... Nehemías y sus compañeros no rehuían las penurias ni los servicios arduos. Ni siquiera durante los cortos plazos dedicados al sueiio, de día ni de noche se sacaba11 la ropa ni deponían su armadura ( Conflicto y valor, p. 266).
Como Nebemías, los hijos de Dios no deben temer ni despreciar a sus enemigos. Cifrando su confianza en Dios, deben ir adelante con firmeza, hacer su obra con abnegación y entregar a su providencia la causa que representan.
En medio del gran desaliento, Nehemías puso su confianza en Dios, e hizo de él su segura defensa. Y el que sostuvo entonces a su siervo ha sido el apoyo de su pueblo en toda época. En toda crisis sus hijos pueden declarar confiadamente: "Si Dios por nosotros, ¿quién contra nosotros?" Romanos 8:31. Por grande que sea la astucia con que Satanás y sus agentes hagan sus maquinaciones, Dios puede discernirlas y anular todos s11s consejos. La Tespuesta que la fe dará hoy será la misma que dio Nehemías: "Nuestro Dios peleará por oosootros;" porque Dios se encarga de la obra y nadie puede impedir que esta alcance el éxito final (Profetas y reyes, p. 476).
Por el estudio de las Escrituras y la oración ferviente, tratad de obtener un claro concepto de vuestro deber y luego cumplidlo fielmente. Es esencial que cultivéis, la fidelidad en las cosas pequeñas, y al hacerlo adquiriréis costumbres de integridad en las responsabilidades mayores ... La mente necesita ser educada por las pruebas diarias, a fin de adquirir fuerza para resistir en cualquier situación dificil. En los días de prueba y peligro, necesitaréis ser fortalecidos para permanecer firmes de parle de lo recto, independientes de toda influencia opositora. Dios quiere hacer mucho por vosotros, basta con que sintáis vuestra necesidad de él. Jesús os ama. Tratad siempre de andar en la luz de la sabiduría de Dios. Y en todos los variados escenarios de la vida, no descanséis hasta saber que vuestra voluntad está en armonía con la voluntad de vuestro Creador (Testimonios pura la iglesia, t. 4, p. 554).
Jueves 24 de octubre
HACIENDO UNA “GRAN OBRA”
Lee Nehemías 6:1 al 13. ¿Por qué Nehemías considera que lo que está haciendo en Jerusalén es una “gran obra” (Neh. 6:3)? En este caso, ¿cuáles fueron los intentos por detenerlo?
El capítulo 6 describe muchos intentos en la vida de Nehemías. Sanbalat y Gesem siguieron enviándole cartas a Nehemías para que fuese con ellos, con el pretexto de una reunión. Sin embargo, la reunión era en la llanura de Ono, que se encontraba en territorio enemigo, y de este modo revelaba la verdadera intención de la invitación. Sanbalat, Tobías y Gesem vieron una ventana de oportunidad que duraría solo hasta que el muro estuviera terminado y las puertas estuvieran cerradas. Los judíos tenían la protección del rey persa y, por lo tanto, sus enemigos no podían conquistarlos a través de una ofensiva frontal. Pero, si acababan con el líder, detendrían el progreso o quizás hasta podrían detener a los judíos para siempre. No se daban por vencidos. Aunque Nehemías no respondía, seguían intentando. Debió de haber sido frustrante para Nehemías tener que lidiar con la oposición en todo momento. Él les respondió diciendo: “Yo hago una gran obra” (Neh. 6:3).
Según los parámetros del mundo, Nehemías estaba haciendo una gran obra como copero del rey, que era una profesión prestigiosa, una de las más encumbradas en la tierra donde se desempeñaba como asesor del rey. Pero, construir una ciudad que estaba en ruinas, que aparentemente no tenía ninguna importancia para el mundo, ¿es eso lo que él llama una gran obra? Nehemías consideraba que la obra para Dios era “grande” y más importante porque comprendía que el honor del nombre de Dios estaba en juego en Jerusalén.
Además, cuando Dios estableció los servicios del Santuario, instituyó el sacerdocio. Para que el Santuario siguiera siendo santo y especial en la mente del pueblo, solo permitió que los sacerdotes realizaran las tareas dentro del Templo. Se nos hace difícil ver la santidad de Dios por nuestra cuenta; por lo tanto, Dios hizo provisión para ayudar a los israelitas a llegar ante su presencia con reverencia. Nehemías sabía que los patios del Templo eran para todos, pero no los espacios interiores. Según sus palabras, al reunirse dentro del Templo, Semaías no solo se mostró como un falso profeta al sugerir algo que era contrario a las directivas de Dios, sino también se presentó como traidor.
■ Hoy, sin un Santuario terrenal, ¿cómo podemos tener ante nosotros una percepción de la santidad de Dios? Comprender la santidad de Dios, en contraposición con nuestra pecaminosidad, ¿cómo nos acerca a la Cruz?
Notas EGW
Jueves 24 de octubre: Haciendo una "gran obra"
Sambalat y sus con federados no se atrevían a guerrear abiertamente contra los judíos; pero con creciente malicia continuaban en secreto sus esfuerzos para desalentarlos y ocasionarles perplejidad y perjuicio. La muralla que cercaba a Jerusalén estaba llegando rápidamente a su terminación. Una vez que se la hubiese acabado y se hubiesen colocado las puertas, aquellos enemigos de Israel no podrían entrar ya en la ciudad. Era por lo tanto cada vez mayor su deseo de detener cuanto antes el trabajo. Idearon al fin un plan por medio del cual esperaban apartar a Nehemías de su puesto y matarlo o encarcelarlo una vez que lo tuviesen en su poder.
Fingiendo que deseaban que ambos partidos opositores trnnsigieran, procuraron celebrar una conferencia con Nehemías, y le invitaron a reunirse con el los en una aldea de la llanura de Ono. Mas él, iluminado por el Espíritu Santo acerca del verdadero fin que perseguían, rehusó. Escribe: "Enviéles mensajeros, diciendo: Yo hago una grande obra, y no puedo ir: porque cesaría la obra, dejándola yo para ir a vosotros". Pero los tentadores eran persistentes. Cuatro veces le mandaron mensajes similares, y cada vez recibieron la misma respuesta (Profetas y reyes, p. 483).
Toda estratagema que pueda sugerir el príncipe de las tinieblas será empleada para inducir a los siervos de Dios a confederarse con los agentes de Satanás. Les llegarán repetidamente solicitudes para apartarlos de su deber; pero, como Nehemías, deben contestar firmemente: "Yo hago una grande obra, y no puedo ir". En plena seguridad, los que trabajan para Dios pueden seguir adelante con su obra y dejar que sus csfücrzos refuten las mentiras que la malicia invente para perjudicarles. Como los que construían los mtuos de Jenisalén, deben negarse a permitir que las amenazas, las burlas o las mentiras los distraigan de su obra. Ni por un momento deben relajar su vigilancia; porque hay enemigos que de continuo les siguen los pasos. Siempre deben elevar su oración a Dios y poner "guarda contra ellos de día y de noche". Nehemías 4:9.
A medida que se acerca el tiempo del fin, se harán sentir con más poder las tentaciones a las cuales Satanás somete a los que trabajen para Dios. Empleará agentes humanos para escarnecer a los que edifiquen la muralla. Pero si los constructores se rebajasen a hacer fente a los ataques de sus enemigos, ello no podría sino retardar la obra. Deben esforzarse por derrotar los propósitos de sus adversarios; pero no deben permitir que cosa alguna los aparte de su trabajo. La verdad es más fuerte que el error, y el bien prevalecerá sobre el mal (Profetas y reyes, p. 487).
La gloria de Dios se muestra en la obra de sus manos. La mente se fortalecerá buscando los misterios que hay en ella. Las mcnles que se han dive1tido y debilitado leyendo ficciones pueden encontrar un libro abierto en la naturaleza y leer la verdad en las obras de Dios que los rodean. Todos pueden encontrar temas de estudio en la sencilla hoja de un árbol del bosque, los brotes de hierba que cubren la tierra con una alfombra de terciopelo verde, las plantas y las llores, los grandes árboles del bosque, las altas montañas, las rocas de granito, el cambiante océano, las preciosas gemas de luz que salpican del cielo y adornan la noche, las inagotables riquezas de la luz del sol, la solemne gloria de la luna, el frío del invierno, el calor del verano, las estaciones cambiantes y cíclicas en perfecto orden y armonía. controladas por un poder iníinito, son temas que suscitan un pensamiento profundo y refuerzan la imagiuación (Testimonios para la iglesia, t. 4, p. 574).
Jueves 24 de octubre: Haciendo una "gran obra"
Sambalat y sus con federados no se atrevían a guerrear abiertamente contra los judíos; pero con creciente malicia continuaban en secreto sus esfuerzos para desalentarlos y ocasionarles perplejidad y perjuicio. La muralla que cercaba a Jerusalén estaba llegando rápidamente a su terminación. Una vez que se la hubiese acabado y se hubiesen colocado las puertas, aquellos enemigos de Israel no podrían entrar ya en la ciudad. Era por lo tanto cada vez mayor su deseo de detener cuanto antes el trabajo. Idearon al fin un plan por medio del cual esperaban apartar a Nehemías de su puesto y matarlo o encarcelarlo una vez que lo tuviesen en su poder.
Fingiendo que deseaban que ambos partidos opositores trnnsigieran, procuraron celebrar una conferencia con Nehemías, y le invitaron a reunirse con el los en una aldea de la llanura de Ono. Mas él, iluminado por el Espíritu Santo acerca del verdadero fin que perseguían, rehusó. Escribe: "Enviéles mensajeros, diciendo: Yo hago una grande obra, y no puedo ir: porque cesaría la obra, dejándola yo para ir a vosotros". Pero los tentadores eran persistentes. Cuatro veces le mandaron mensajes similares, y cada vez recibieron la misma respuesta (Profetas y reyes, p. 483).
Toda estratagema que pueda sugerir el príncipe de las tinieblas será empleada para inducir a los siervos de Dios a confederarse con los agentes de Satanás. Les llegarán repetidamente solicitudes para apartarlos de su deber; pero, como Nehemías, deben contestar firmemente: "Yo hago una grande obra, y no puedo ir". En plena seguridad, los que trabajan para Dios pueden seguir adelante con su obra y dejar que sus csfücrzos refuten las mentiras que la malicia invente para perjudicarles. Como los que construían los mtuos de Jenisalén, deben negarse a permitir que las amenazas, las burlas o las mentiras los distraigan de su obra. Ni por un momento deben relajar su vigilancia; porque hay enemigos que de continuo les siguen los pasos. Siempre deben elevar su oración a Dios y poner "guarda contra ellos de día y de noche". Nehemías 4:9.
A medida que se acerca el tiempo del fin, se harán sentir con más poder las tentaciones a las cuales Satanás somete a los que trabajen para Dios. Empleará agentes humanos para escarnecer a los que edifiquen la muralla. Pero si los constructores se rebajasen a hacer fente a los ataques de sus enemigos, ello no podría sino retardar la obra. Deben esforzarse por derrotar los propósitos de sus adversarios; pero no deben permitir que cosa alguna los aparte de su trabajo. La verdad es más fuerte que el error, y el bien prevalecerá sobre el mal (Profetas y reyes, p. 487).
La gloria de Dios se muestra en la obra de sus manos. La mente se fortalecerá buscando los misterios que hay en ella. Las mcnles que se han dive1tido y debilitado leyendo ficciones pueden encontrar un libro abierto en la naturaleza y leer la verdad en las obras de Dios que los rodean. Todos pueden encontrar temas de estudio en la sencilla hoja de un árbol del bosque, los brotes de hierba que cubren la tierra con una alfombra de terciopelo verde, las plantas y las llores, los grandes árboles del bosque, las altas montañas, las rocas de granito, el cambiante océano, las preciosas gemas de luz que salpican del cielo y adornan la noche, las inagotables riquezas de la luz del sol, la solemne gloria de la luna, el frío del invierno, el calor del verano, las estaciones cambiantes y cíclicas en perfecto orden y armonía. controladas por un poder iníinito, son temas que suscitan un pensamiento profundo y refuerzan la imagiuación (Testimonios para la iglesia, t. 4, p. 574).
Viernes 25 de octubre
PARA ESTUDIAR Y MEDITAR:
Lee Elena de White, Profetas y reyes, “Los edificadores de la muralla”, “Reproches contra la extorsión” y “Maquinaciones paganas”, pp. 469-488.
“La oposición y el desaliento que en los tiempos de Nehemías los constructores sufrieron –tanto por parte de sus enemigos abiertos como de los que se decían amigos suyos– son típicos de lo que experimentarán en nuestro tiempo los que trabajan para Dios. Los cristianos son probados no solo por medio de la ira, el desprecio y la crueldad de sus enemigos, sino también por medio de la indolencia, la inconsecuencia, la tibieza y la traición de quienes se dicen sus amigos y ayudadores” (PR 475).
“En la resuelta devoción de Nehemías a la obra de Dios, y en su igualmente firme confianza en Dios, residía la razón del fracaso que sufrieron sus enemigos al tratar de atraerlo adonde lo tuviesen en su poder. El alma indolente cae fácilmente presa de la tentación; pero en la vida que tenga nobles fines y un propósito absorbente el mal encuentra poco lugar donde asentar el pie. La fe del que progresa constantemente no se debilita; porque encima, debajo y más allá de lo que se ve reconoce al Amor infinito que obra en todas las cosas para cumplir su buen propósito. Los verdaderos siervos de Dios obran con determinación inagotable, porque dependen constantemente del Trono de la gracia” (PR 488).
PREGUNTAS PARA DIALOGAR:
1. Ponte en el lugar de Zorobabel, Josué y los demás líderes cuando esos hombres acudieron a ellos con el ofrecimiento de ayuda. Al mirar hacia atrás, podemos ver que hicieron lo correcto al no aceptar ese ofrecimiento. Como adventistas, ¿cómo podemos saber cuándo deberíamos colaborar o no con otros que no son de nuestra fe? ¿Cómo decidimos si está bien o mal? ¿Qué criterios podemos seguir?
2. A lo largo de la historia bíblica, vemos los peligros de transigir con el mundo respecto de nuestra fe. De hecho, toda la historia del antiguo Israel, hasta el cautiverio babilónico, fue un ejemplo poderoso de esta avenencia. Al mismo tiempo, ¿qué sucede cuando la gente se va a un extremo tratando de evitar ese peligro? Cuando acusaron al mismo Jesús de violar el sábado (ver Juan 9:14-16), ¿no tenemos un ejemplo poderoso de que sus acusadores se fueron al otro extremo? ¿Cómo hallar el equilibrio adecuado?
Notas EGW
Viernes 25 de octubre: Para estudiar y meditar
Profetas y reyes, "Los edificadores de la muralla", pp. 468-476.
El ministerio de curación, "La ciencia que se ha de poseer'', pp. 359,360.
Viernes 25 de octubre: Para estudiar y meditar
Profetas y reyes, "Los edificadores de la muralla", pp. 468-476.
El ministerio de curación, "La ciencia que se ha de poseer'', pp. 359,360.
Dios lo bendiga!!!
- MATERIAL AUXILIAR PARA EL MAESTRO -
Lección 4
Lección 4
EL SÁBADO ENSEÑARÉ...
Parte I: RESEÑA
Texto clave: Esdras 5:5; Nehemías 4:20.
Enfoque del estudio: Esdras 4:4-24; 5; 6 (ver además Neh. 4; 6:1- 13 para un panorama completo); Daniel 10:12, 13, 20.
Esta lección amplía las historias de oposición que enfrentó cada grupo de repatriados mientras reconstruían el Templo, la ciudad y las murallas, primero durante el tiempo del gobernador Zorobabel; luego, de Esdras, el sacerdote; y finalmente, con el gobernador Nehemías. Aunque las historias no siempre están escritas en orden cronológico (algunas partes del libro están organizadas temáticamente), podemos reconstruir la secuencia de eventos basados en los reyes que se mencionan en cada carta y la queja contra los judíos.
A pesar de que la obra se detuvo varias veces porque el pueblo temía las amenazas de los reyes o de las naciones circundantes y perdían la fe en la protección de Dios, el Señor siempre enviaba líderes que alentaban al pueblo a construir nuevamente. A veces, pasaron varios años antes de que continuara un proyecto, pero no se abandonó indefinidamente. Dios quería que los israelitas regresaran a la Tierra Prometida y estaba con ellos a pesar de la oposición, la humillación y, a veces, la violencia contra ellos. El hecho de que algo sea difícil no significa que Dios no nos haya llamado a hacerlo. Dios le pide cosas grandes a la gente común, y luego él mismo provee lo necesario para hacer que sucedan. En Esdras y Nehemías, Dios inspiró a los líderes y a los profetas a mantenerse firmes contra la hostilidad.
Dios siempre busca gente de fe que confíe en él a pesar de las circunstancias complicadas, para que pueda intervenir en su favor y hacer su obra. Dios recompensa la colaboración, la voluntad de seguir adelante y la determinación de cumplir con su tarea encomendada.
Parte II: COMENTARIO
Cronología de la obra en Esdras
Bajo las órdenes del gobernador Zorobabel
- 537-535 a.C.: reconstrucción del altar y los cimientos del Templo (Esd. 3).
- 535-520 a.C.: se abandona la obra por una fuerte oposición (Esd. 4-6).
- 520-515 a.C.: obra retomada bajo el ministerio profético de Hageo y Zacarías.
- 515 a.C.: Templo terminado (Esd. 6:13-22).
Antes de Esdras
- 465-464 a.C.: oposición a la reconstrucción de Jerusalén (Esd. 4:7-23); Artajerjes detiene la obra en sus primeros años.
Esdras
- 457 a.C.: Esdras llega a Jerusalén (Esd. 7) mientras la obra está parada.
Esdras 3 menciona la reconstrucción del altar del Templo y los cimientos, que tuvo lugar de 537 a 535 a.C. como resultado del edicto de Ciro (Esd. 1:1-2:70).
Después de una celebración inicial (Esd. 3:10-13), se abandonó la obra (Esd. 4:1-5) debido a una fuerte oposición, que comenzó alrededor de 535 a.C. y duró hasta 520 a.C. (para más detalles, ver Esd. 4:24-6:12). Esdras 4:6 describe brevemente la oposición para construir bajo el reinado de Jerjes (486-465 a.C.). Luego, en Esdras 4:7 al 23, leemos acerca de la oposición durante el reinado temprano del rey Artajerjes. Esdras incluye copias de las cartas que fueron enviadas a ambos reyes, Artajerjes y Darío. Las cartas se insertan en arameo, mientras que el resto del libro está escrito en hebreo, lo que significa que se trataba de documentos oficiales conservados en el idioma que se usaba para los documentos públicos en ese momento. (El arameo era el idioma universal en ese momento y bajo ese imperio, al igual que el inglés lo es en la actualidad.) En el año 520 a.C., luego de quince años de vigorosa oposición, el profeta Hageo animó al pueblo a seguir construyendo el Templo (lee sus cinco sermones, cortos y poderosos, en el libro de Hageo). El profeta Zacarías sumó su apoyo, lo que dio lugar a la terminación del Templo en menos de cinco años y su dedicación en marzo de 515 a.C. (Esd. 6:13-18), seguido de la celebración de la Pascua un mes después (Esd. 6:19-22).
Daniel 10:12, 13, 20
Dios preparó todo para que el pueblo de Dios pudiera reconstruir el Templo de Jerusalén después de su regreso del exilio babilónico. Él se comprometió personalmente a impedir los obstáculos y allanar el camino para esta actividad divina. Según Daniel 10, el ángel Gabriel y Miguel (otro nombre para Jesucristo) luchaban por la mente de los reyes persas, es decir, Ciro y su hijo Cambises, a fin de persuadirlos para que avanzaran en el programa de reconstrucción cuando los celosos enemigos locales de Israel incitaron a estos gobernantes a acabar con la obra de restauración del Templo. Dios estaba luchando con la mente de estos príncipes para que se inclinaran a favor de otorgarle al pueblo de Dios un lugar para adorar al Dios viviente. Es lamentable que los judíos estuvieran desanimados y dejaran de trabajar en este momento a pesar de que Dios, con su poder, estaba de su lado. La obra se reanudó cuando el profeta Hageo apareció en escena.
Esta situación también nos advierte contra la falta de fe y la cobardía en no seguir la dirección de Dios cuando él prepara una manera para que avancemos para hacer su voluntad. Sin embargo, la providencia de Dios siempre funciona mejor que nuestros mejores cálculos o planes. Pero necesitamos confiar en su conducción y seguir su dirección. Podemos estar seguros de que sus planes y orientaciones son los mejores, y que siempre tiene en mente nuestra prosperidad.
Hageo y Zacarías
Los profetas Hageo y Zacarías llegan a la escena después de quince largos años de oposición a la construcción. El pueblo se ha desanimado y deja de trabajar en la reconstrucción del Templo. Dios llamó y ordenó a estos profetas que hablaran al pueblo para inspirarlo a construir a pesar de la oposición hostil. Dios los alentó a no tener miedo. Él estaba con ellos, y su presencia los sostendría.
Dios se acercó al pueblo con la pregunta: “¿Es para vosotros tiempo, para vosotros, de habitar en vuestras casas artesonadas, y esta casa está desierta?” (Hag. 1:4). Estudia todos los casos en que aparece la palabra “artesonado” (safun) en la Biblia en términos de proyectos de construcción, y verás algo interesante. Todos esos ejemplos están relacionados con el cedro (1 Rey. 6:9; 7:3, 7; Jer. 22:14). Por lo tanto, Dios dijo que las casas de su pueblo eran “artesonadas” (Hag. 1:4) porque no estaban hechas del material que normalmente se usa en esa región. ¿Cuál era el problema con los troncos de cedro? Originalmente, los judíos ordenaron troncos de cedro del Líbano para reconstruir el Templo. El Templo debía construirse de acuerdo con el modelo que Salomón estableció al intercalar bloques de piedra y paneles de madera de cedro. Planeaban usar los troncos de cedro para los paneles del Templo. Sin embargo, cuando la oposición los “forzó” a dejar de trabajar en el Templo, tenían madera disponible. ¿Por qué no usarla? A pesar de que utilizaron la madera destinada a su Templo para sus propias casas, Dios encontró otra solución. Los envió a las montañas para traer madera de allí y construir su casa. Dios no requiere los materiales más caros para su propia casa. Él solo quiere una casa para poder habitar con ellos.
Lo más importante es que Dios quería que su pueblo deseara que su presencia estuviera con ellos, que era el propósito del Templo. El mayor problema era la falta de compromiso de su corazón: el Templo sin terminar solamente era el síntoma de su apatía. Cuando alguien está comprometido con una tarea o con otra persona, no será detenido fácilmente por la oposición. La falta de trabajo demostraba la falta de compromiso de parte del pueblo de Dios con él.
Y, sin embargo, el ánimo por parte de Dios despertó al pueblo de su letargo y su miedo, y lo motivó a comenzar de nuevo la obra del Templo. Después de eso, no vacilaron en su trabajo. Terminaron el Templo cinco años después. A veces nos quedamos empantanados en lo mundano y la comodidad. En ese momento, lo que necesitamos es un recordatorio de lo que es importante en la vida.
Cronología de la obra en Nehemías
- 445/444 a.C. Nehemías llega a Jerusalén (Neh. 1, 2).
- Oposición a la obra (Neh. 2:11-20; 4:1-23; 6:1-14).
- Después de 52 días (menos de dos meses) se termina el muro (Neh. 6:15-19).
Nehemías 4
Sanbalat, quien junto con Tobías controlaba Samaria al norte de Judá, amenazó a Nehemías, y recurrió a la burla y el ridículo para mofarse de los judíos.
Estaba emparentado con los judíos a través del linaje del sumo sacerdote (matrimonio mediante) y, por lo tanto, podía intuir que su poder sobre la nación judía sería restringido una vez que restauraran el muro. Creía que los judíos no eran lo suficientemente fuertes, que eran inferiores y que su tarea era demasiado grande para ellos. Decía que los judíos nunca podrían reconstruir el muro. Otros gobernantes de la región se unieron a Sanbalat en un golpe político para detener a los israelitas. Los árabes estaban bajo el liderazgo de Gesem y ocupaban el territorio del sur debajo de Judá; los amonitas vivían al este, en territorio persa; y Asdod estaba al oeste de Judá. Por lo tanto, Judá estaba completamente rodeada de fuerzas hostiles. Cuando el pueblo de Israel tuvo miedo, Nehemías tomó esto como una afrenta a Dios y a la nación judía. El nombre de Dios y el nombre de Israel fueron avergonzados por los enemigos, por lo que clamó a Dios que “escuch[e]” y que “ha[ga] que sus ofensas recaigan sobre ellos mismos” (Neh. 4:4, NVI). Él no tomó represalias, sino que le pidió a Dios que tomara el asunto en sus manos. Nehemías estaba seguro de que Dios le había ordenado liderar la reconstrucción del muro, como lo demuestra la respuesta favorable del rey, así como la del pueblo de Israel. Debido a que las palabras amenazadoras de sus vecinos jugaron con su imaginación y los asustaron, Nehemías alentó al pueblo a “pele[ar]” porque Dios es “grande y temible” (Neh. 4:14, NVI), y él “peleará por nosotros” (Neh. 4:20, NVI). Nehemías reunió a los judíos, los vistió con el traje militar completo y los puso por grupos en cada hueco del muro, lo que permitió que sus enemigos los vieran. Le estaba demostrando al mundo que estaban listos para un ataque.
La estrategia funcionó; los planes de los enemigos se vieron frustrados. Se les recordó a los judíos que confiaran en Dios y que no permitieran que los enemigos humanos resultaran más grandes que su Dios. A pesar de algunas otras amenazas hacia los israelitas, continuaron construyendo hasta que el muro se terminó en apenas 52 días de trabajo (Neh. 6:15).
Parte III: APLICACIÓN A LA VIDA
- ¿Qué hizo el profeta Hageo a fin de motivar al pueblo para que trabajara unido y con éxito en la reconstrucción del Templo?
- ¿Qué sucede cuando en nuestra mente reproducimos vez tras vez lo que podría pasar? Eso solo empeora las cosas, ¿verdad? Nos preocupamos hasta que el resultado se vuelve tan terrible que nuestras expectativas y nuestra imaginación nos impiden confiar en Dios y seguir avanzando. Los obstáculos son más grandes que la vida, y olvidamos que Dios promete “pelear por nosotros”. ¿Cómo podemos ser como Nehemías y cultivar una fe firme en que Dios verdaderamente estará con nosotros?
- ¿Qué cualidades de liderazgo podemos aprender de Nehemías al alentar a los que nos rodean?
- ¿Qué tipo de factores te han asustado y te han impedido hacer la obra de Dios? 5. ¿Qué puedes hacer para alentar a quienes, sumidos en las dificultades de la vida, temen los desafíos que enfrentan y tienen problemas para confiar en que el Señor “peleará por ellos”?
Dios lo bendiga!!!
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