Lección de Escuela Sabática de Adultos 1er Trimestre 2020, Escuela Sabática Adultos 1er Trimestre 2020, Lección 1er Trimestre 2020,
Lección 6: Para el 8 de febrero de 2020
LEE PARA EL ESTUDIO DE ESTA SEMANA: Daniel 5; Apocalipsis 17:4–6; Salmo 96:5; Colosenses 1:15–17; Romanos 1:16–32; Eclesiastés 8:11; Apocalipsis 14:8.
PARA MEMORIZAR:
“Él muda los tiempos y las edades; quita reyes, y pone reyes; da la sabiduría a los sabios, y la ciencia a los entendidos” (Dan. 2:21).
En Daniel 5, la Palabra de Dios nos da un ejemplo poderoso de la arro-gancia humana que termina de una manera asombrosa y dramática. Aunque se podría decir que a Nabucodonosor le llevó mucho tiempo aprender la lección, al menos la aprendió. Su nieto, Belsasar, no. Al usar los vasos del Templo en una orgía palaciega, Belsasar los profana. Ese acto de profanación equivale no solo a desafiar a Dios sino a atacar a Dios mismo. De este modo, Belsasar llena la copa de sus iniquidades al actuar de forma semejante al cuerno pequeño (ver Dan. 8), que atacó los pilares del Santuario de Dios. Al eliminar el dominio de Belsasar, Dios prefigura lo que logrará contra los enemigos de su pueblo en los últimos días. Los acontecimientos narrados en Daniel 5 tuvieron lugar en 539 a.C., la noche en que Babilonia cayó ante el ejército medopersa. Aquí ocurre la transición del oro a la plata predicha en Daniel 2. Una vez más, resulta evidente que Dios gobierna en los asuntos del mundo.
LA FIESTA DE BELSASAR
Lee Daniel 5:1 al 4 junto con Daniel 1:1 y 2. ¿Qué tiene de malo lo que hace Belsasar? Esto que hace ¿cómo revela su verdadero carácter? Compara sus actos con Apocalipsis 17:4 al 6. ¿Qué paralelismos puedes encontrar?
El rey manda que los utensilios sagrados del Templo de Jerusalén se utilicen como recipientes para bebida. Nabucodonosor se apodera de los vasos del Templo de Jerusalén, pero los coloca en la casa de su dios, lo que demuestra que al menos respeta su estatus sagrado. No obstante, Belsasar convierte los vasos sagrados en utensilios para beber de la manera más profana.
Mientras bebían de los vasos sagrados, los dignatarios de Belsasar “ala-baron a los dioses de oro y de plata, de bronce, de hierro, de madera y de piedra” (Dan. 5:4). Cabe señalar que se mencionan seis materiales. Los ba-bilonios usaban el sistema sexagesimal (un sistema basado en el número sesenta), en contraste con el sistema decimal que utilizamos en la actualidad (basado en el número diez). Así, las seis categorías de dioses representan la totalidad de las deidades babilónicas y, por lo tanto, la plenitud del sistema religioso babilónico. Curiosamente, el orden de los materiales sigue el orden de los componentes de la estatua del sueño de Nabucodonosor, excepto que la madera reemplaza la arcilla. Como en el sueño, la piedra aparece en último lugar; aunque aquí indica la composición material de los ídolos, la piedra también nos recuerda el juicio de Dios sobre los imperios mundanos (ver Dan. 2:44, 45), simbolizados por Babilonia.
Esta fiesta ofrece una representación adecuada de la Babilonia del tiempo del fin, como aparece en el libro de Apocalipsis. Al igual que Belsasar, la mujer de la Babilonia del tiempo del fin sostiene una copa de oro y ofrece bebida contaminada a las naciones. En otras palabras, mediante falsas doctrinas y un sistema de adoración distorsionado, la Babilonia moderna seduce al mundo hacia el mal (Apoc. 17:4-6), ajena al juicio que pronto caerá sobre ella. Un día el juicio llegará.
■ ¿Cuáles son las formas en que nuestra sociedad y nuestra cultura profanan la ver-dad de la Palabra de Dios? ¿Cómo podemos estar atentos para no formar parte de esa profanación, ni siquiera de manera sutil? Lleva tu respuesta a la clase el sábado.
UN VISITANTE NO INVITADO
Lee Daniel 5:5 al 8. ¿Qué sucede, y por qué el rey responde de ese modo? ¿En qué aspectos el relato es paralelo a Daniel 2, y por qué es importante ese paralelismo? (Ver Sal. 96:5; Col. 1:15–17.)
Al igual que Nabucodonosor en crisis anteriores (Dan. 2:2; Dan. 4:7), Belsasar llama a los astrólogos, los caldeos y los adivinos para dilucidar la escritura misteriosa. Y, para asegurarse de que den lo mejor de sí, el rey les promete honores extravagantes: (1) vestimenta púrpura, un color usado por la realeza en la antigüedad (Est. 8:15); (2) una cadena de oro, que era señal de alto estatus social (Gén. 41:42); y (3) el tercer puesto como gobernante del reino. Esta última recompensa refleja con precisión las circunstancias históricas de Babilonia en ese momento. Debido a que Belsasar gobernaba en segundo lugar como corregente con su padre, Nabonido, ofrece el tercer puesto como gobernante. Pero, a pesar de las tentadoras recompensas, los sabios, una vez más, no aportan ninguna explicación.
Además de todos sus pecados, el rey intenta hallar sabiduría en el lugar equivocado. Los expertos babilónicos no pueden dilucidar el significado del mensaje. Está escrito en su propio idioma, arameo, como veremos mañana, pero no pueden entender las palabras. Esto podría recordarnos lo que el Señor dice por medio de Isaías: “Porque perecerá la sabiduría de sus sabios, y se desvanecerá la inteligencia de sus entendidos” (Isa. 29:14). Después de citar este versículo, el apóstol Pablo declara: “¿Dónde está el sabio? ¿Dónde está el escriba? ¿Dónde está el disputador de este siglo? ¿No ha enloquecido Dios la sabiduría del mundo? Pues ya que en la sabiduría de Dios, el mundo no conoció a Dios mediante la sabiduría, agradó a Dios salvar a los creyentes por la locura de la predicación” (1 Cor. 1:20, 21).
Algunas verdades son demasiado importantes para que la humanidad intente descubrirlas por sí misma. Por eso Dios nos revela estas verdades.
■ Piensa en cuáles serían las recompensas y, dado lo que estaba a punto de suceder, cuán inútiles realmente eran esas recompensas. ¿Qué debería decirnos esto sobre cuán fugaces pueden ser las cosas del mundo y por qué siempre debemos tener en mente la perspectiva de la eternidad en todo lo que hacemos?
ENTRA LA REINA
Lee Daniel 5:9 al 12. ¿Qué dice la reina sobre Daniel que el rey ya debería haber sabido? El hecho de que incluso ignorara la existencia de Daniel, ¿qué nos dice de él?
A medida que el salón de banquetes entra en caos debido al misterioso mensaje escrito en la pared, llega la reina y le ofrece una solución al con-fundido rey. Le recuerda que está Daniel, quien demostró capacidad para interpretar sueños y resolver misterios durante la época de Nabucodonosor. Si Belsasar hubiese sido tan inteligente como su predecesor, habría sabido dónde acudir para encontrar el significado de esta misteriosa escritura. La intervención de la reina resultó necesaria para el rey, que a estas alturas pa-rece totalmente perdido en cuanto a qué hacer a continuación. Las palabras de la reina suenan a reprensión para Belsasar por haber pasado por alto a la única persona del reino que podía interpretar la escritura misteriosa. Y también le da al rey un currículo oral de Daniel: el profeta tiene el Espíritu del Santo Dios; luz, entendimiento y sabiduría divinos; un espíritu excelente; conocimiento; es capaz de comprender e interpretar sueños, resolver acer-tijos y explicar enigmas; fue jefe de los magos, astrólogos, caldeos y adivinos en la época de Nabucodonosor (Dan. 5:11, 12).
A estas alturas, nuevamente nos preguntamos por qué Belsasar había ignorado a Daniel. El pasaje no ofrece una respuesta directa a esta pregunta, pero suponemos que en ese momento Daniel, después de trabajar para el rey al menos hasta el tercer año de su reinado (Dan. 8:1, 27), ya no estaba en servicio activo. Un factor podría ser la edad de Daniel. Probablemente tenía unos ochenta años, y es factible que el rey haya querido reemplazar a la antigua dirigencia por una generación más joven. Quizá también haya decidido ignorar a Daniel porque no quería comprometerse con el Dios de Daniel. Pero, cualquiera que sea la razón o la combinación de razones, con-tinúa siendo llamativo que alguien con una trayectoria como la de Daniel pudiera pasar al olvido tan rápidamente.
Lee Romanos 1:16 al 32. ¿De qué maneras vemos que se manifiesta el principio expresado en estos versículos, no solo en esta historia, sino también en el mundo actual?
PESADO Y HALLADO FALTO
Lee Daniel 5:13 al 28. ¿Cuál es la razón que presenta Daniel para la pronta caída de este rey?
Forzado por las circunstancias, el rey recurre a consultar a Daniel, pero parece que lo hace con reticencia. Esto quizá revele más sobre la actitud del rey hacia el Dios de Daniel que hacia el mismo Daniel.
A su vez, la respuesta de Daniel al ofrecimiento de recompensa del rey dice mucho sobre las prioridades y el carácter de Daniel. También es pro-bable que Daniel, al conocer el significado de las palabras misteriosas, se dé cuenta de cuán inútil es la recompensa.
Entonces, Daniel acusa al rey de tres cargos.
En primer lugar, Belsasar ignoró totalmente la experiencia de Nabucodo-nosor. De lo contrario, se habría arrepentido y humillado como su antecesor. En segundo lugar, Belsasar usó los vasos del Templo para beber vino y alabar a sus ídolos. Aquí Daniel menciona los seis tipos de materiales utilizados para hacer ídolos en el mismo orden señalado anteriormente.
En tercer lugar, el rey se olvidó de glorificar “al Dios en cuya mano está tu vida, y cuyos son todos tus caminos, [y que] nunca honraste” (Dan. 5:23).
Luego de ocuparse de los errores del rey, Daniel procede a la interpre-tación. Ahora descubrimos que el grafiti divino consiste en tres verbos arameos (el primero se repite). El rey y sus sabios debieron haber sabido su significado básico: MENE: “contado”; TEKEL: “pesado” y PERES: “dividido”.
Como el ejército medopersa estaba a las puertas de Babilonia, el rey y los sabios debieron haber sospechado algún significado ominoso en esa escritura, pero los sabios no se atrevieron a mencionarle nada desagradable al rey. Solo Daniel demuestra ser capaz de decodificar el verdadero mensaje como una declaración significativa para transmitir su significado completo a Belsasar: “MENE: Contó Dios tu reino, y le ha puesto fin. TEKEL: Pesado has sido en balanza, y fuiste hallado falto. PERES: Tu reino ha sido roto, y dado a los medos y a los persas” (Dan. 5:25-28).
No son precisamente palabras de consuelo y alegría.
■ El juicio llegó con presteza sobre el rey. ¿Cómo podemos aprender a confiar en Dios cuando, por el momento, la justicia y el juicio aún no han llegado? (Ver Ecl. 3:17; 8:11; Mat. 12:36; Rom. 14:12.)
LA CAÍDA DE BABILONIA
Lee Daniel 5:29 al 31 junto con Apocalipsis 14:8; 16:19; y 18:2. ¿Qué podemos aprender sobre la caída de la Babilonia de Belsasar que señala la caída de la Babilonia del tiempo del fin?
Más allá de sus errores, Belsasar es un hombre de palabra. Por eso, a pesar de las malas noticias, queda satisfecho con la interpretación que le dio Daniel, por lo que le otorga al profeta los regalos prometidos. Al parecer, al admitir la verdad del mensaje de Daniel, el rey reconoce implícitamente la realidad del Dios de Daniel. Curiosamente, Daniel ahora acepta los regalos que rechazó antes, probablemente porque esos regalos ya no pueden influir en su interpretación. Además, a estas alturas, esos regalos carecen de signi-ficado, ya que el Imperio está a punto de caer. Por lo tanto, probablemente por cortesía, el profeta acepta las recompensas, sabiendo perfectamente que será el tercer gobernante del reino por unas pocas horas solamente.
Exactamente como lo anunció el profeta, Babilonia cae. Y lo hace rápi-damente; mientras el rey y sus cortesanos beben, la ciudad cae sin ninguna batalla. Según el historiador Herodoto, los persas cavaron un canal para desviar el río Éufrates e invadieron la ciudad a través del lecho del río. Esa misma noche Belsasar es asesinado. Su padre, el rey Nabonido, ya había abandonado la ciudad, entregándose más tarde a los nuevos gobernantes. De este modo, el mayor imperio que la humanidad haya conocido hasta ese momento llegó a su fin. Babilonia, la cabeza de oro, ya no existía...
“A Belsasar se le habían dado muchas oportunidades para conocer la voluntad de Dios y ponerla en práctica. Había visto que su abuelo Nabuco-donosor fue desterrado de la sociedad de los hombres. Había visto que el intelecto del que se gloriaba el orgulloso monarca le fue arrebatado por aquel que se lo dio. Había visto que el rey fue expulsado de su reino, y puesto en compañía de las bestias del campo. Pero el amor de Belsasar por la diversión y la autoglorificación borró las lecciones que nunca debería haber olvidado; y cometió pecados similares a los que acarrearon juicios insignes sobre Nabucodonosor. Desaprovechó las oportunidades que se le concedieron misericordiosamente, sin tener en cuenta las oportunidades que tenía a su alcance para familiarizarse con la verdad” (BE, 25 de abril de 1898).
■ ¿Qué oportunidades tenemos para “familiarizarnos con la verdad”? ¿Qué significa eso? ¿En qué momento podemos decir que estamos familiarizados con toda la ver-dad que necesitamos saber?
PARA ESTUDIAR Y MEDITAR:
Las grandes fiestas eran comunes en las cortes del mundo antiguo. A los reyes les encantaba hacer fiestas con extravagancia y lujo para mostrar su grandeza y seguridad en sí mismos. Aunque no conocemos todos los deta-lles de esta fiesta en particular, sabemos que tuvo lugar cuando el ejército medopersa estaba preparado para atacar Babilonia. Pero humanamente hablando, no había razón para preocuparse. Babilonia tenía paredes for-tificadas, un suministro de alimentos para muchos años y mucha agua, porque el río Éufrates atravesaba el corazón de la ciudad. Así que, el rey Belsasar no tuvo reparos en hacer una fiesta mientras el enemigo rodeaba la ciudad. Y ordenó una celebración trascendental, que pronto degeneró en una orgía. Qué poderoso testimonio para la arrogancia de la humanidad, especialmente en contraste con el poder del Señor. A través de Daniel, Dios le dice al rey que, a pesar de las oportunidades que tuvo para aprender la verdad, “al Dios en cuya mano está tu vida, y cuyos son todos tus caminos, nunca honraste” (Dan. 5:23).
“La historia de las naciones nos habla a nosotros hoy. Dios asignó a cada nación e individuo un lugar en su gran plan. Hoy los hombres y las naciones son probados por la plomada que está en la mano de aquel que no comete error. Por su propia elección, cada uno decide su destino, y Dios lo rige todo para cumplir sus propósitos” (PR 393).
PREGUNTAS PARA DIALOGAR:
1. En clase, analicen la respuesta a la pregunta del domingo sobre las formas en que la sociedad y la cultura profanan la verdad de Dios. ¿Cuáles son estas formas y cómo deberíamos nosotros, como iglesia e individual-mente, responder a esas profanaciones?
2. ¿Qué nos enseña esta historia? ¿En qué sentido la salvación no tiene que ver tanto con lo que sabemos sino con cómo respondemos a lo que sabemos? (Ver Dan. 5:22.)
3. Lee Daniel 5:23. ¿Qué principios espirituales importantes se encuen-tran en este versículo? Por ejemplo, ¿de qué manera el texto nos advierte en contra del desafío a Dios? O ¿qué nos enseña el versículo acerca de Dios no solo como Creador sino también como Sustentador de nuestra existencia?
4. Aun sin saber qué significan las palabras, Belsasar se asustó (Dan. 5:6). ¿Qué nos dice esto sobre lo que significa vivir con cargo de conciencia?
Dios lo bendiga!!!
EL SÁBADO ENSEÑARÉ...
Parte I: RESEÑA
Texto clave: Daniel 5:11, 12.
Enfoque del estudio:
Daniel 5:1-31; Proverbios 29:1; Salmo 75:7; Isaías 45:1, 2; Lucas 12:19.
Introducción: Daniel 5 guarda una estrecha relación con Daniel 4. Ambos capítulos describen gráficamente la soberanía de Dios por sobre los reinos del mundo. En Daniel 4, Dios le quitó el poder a Nabucodonosor por un período limitado. En Daniel 5, Dios le quita el poder a Belsasar y le pone fin al reino babilónico.
Temática de la lección:
1. La arrogancia. Un tema que abarca todo el libro de Daniel y se demuestra gráficamente aquí es la arrogancia de las potencias humanas en su rebelión contra Dios y lo que representa a Dios en el mundo. Cuando debía estar más concentrado en defender su ciudad contra el ataque inminente de los medos y los persas, Belsasar estaba ofreciendo un generoso banquete a sus funcionarios.
2. El juicio. El gesto blasfemo de Belsasar al profanar los vasos del Templo, que representaban el Templo, era equivalente a atacar a Dios mismo. A estas alturas, el rey de Babilonia y el sistema que representaba habían llenado la copa de su iniquidad. En ese momento, el tribunal celestial pronunció la sentencia. Una mano sobrenatural escribió en la pared del palacio el mensaje aleccionador: “MENE, MENE, TEKEL, UPARSIN”.
Aplicación para la vida: ¿Cuál fue el pecado más atroz la noche de la caída de Babilonia? Incluso más que organizar una fiesta hedonista, su peor pecado fue el trato que les dio a los vasos del Templo de Dios. El manejo blasfemo de los objetos sagrados sintetizó el desprecio de Belsasar por el Dios de Israel y finalmente llenó la copa de la iniquidad de Babilonia. Sin embargo, la raíz de sus faltas estaba en su rechazo a andar en la luz que Dios reveló a través de su trato con Nabucodonosor. Para evitar cometer el mismo error, nosotros también deberíamos prestar suma atención a las experiencias de los demás, tanto positivas como negativas. Aún más, debemos andar en la luz que Dios ha derramado en nuestra senda a través de su Palabra.
Parte II: COMENTARIO
1. La arrogancia.
La última noche de Babilonia estuvo marcada por una gran celebración. Jenofonte y Heródoto indican que los babilonios estaban celebrando una fiesta habitual. La Biblia no menciona las razones de la fiesta, pero los eruditos han especulado que podría haber sido la Fiesta Akītu de Año Nuevo. Cualquiera que haya sido, siendo que los medos y los persas estaban listos para atacar Babilonia (Dan. 5:29-31), nos preguntamos por qué hizo fiesta Belsasar. Lo más probable es que se haya sentido seguro dentro de la ciudad, que estaba rodeada de un muro de siete metros de ancho y al menos doce metros de alto. Dentro de la ciudad había abundante agua y provisión de alimentos para soportar muchos años de asedio. Por ende, Belsasar no albergaba ningún temor de una invasión en el futuro cercano. La fiesta transmitía una sensación de normalidad para los habitantes de la ciudad a pesar de que los enemigos se encontraban fuera de los muros de la ciudad.
En plena celebración, Belsasar alabó a los dioses “de plata y oro, de bronce, de hierro, de madera y de piedra” (Dan. 5:23), pero no al Dios viviente. Aparentemente, se olvidó de lo que Dios había hecho a través Daniel para enseñarle a Nabucodonosor. Sin embargo, el mero acto de profanación indica que Belsasar quizá no haya sido totalmente ajeno al Dios viviente. Al tomar los vasos del Templo de Jerusalén y usarlos para beber en la celebración blasfema, el rey de Babilonia demostró que no solo se negaba a honrar al Dios de los hebreos sino además lo menospreció deliberadamente. Al profanar los vasos del Templo, el rey expresó su desprecio más escandaloso por la realidad que esos objetos representaban, es decir, la adoración al Dios verdadero. Esos objetos, aunque estaban en el exilio, seguían siendo santos, y Belsasar debería haberlos tratado con sumo respeto.
Isaías demandó pureza de los exiliados que transportarían los vasos sagrados de vuelta a Jerusalén (Isa. 52:11, 12). Nabucodonosor aparentemente comprendió el estatus de los objetos del Templo cuando los colocó en el templo de su dios. A diferencia de su predecesor, Belsasar no mostró ningún respeto por los vasos del Templo. Al profanarlos en su celebración orgiástica, desafió a Dios mismo.
La profanación de los vasos sagrados por parte de Belsasar se destaca como otro episodio en el largo conflicto entre Babilonia y Jerusalén descrito en las Escrituras. El término Babilonia aparece por primera vez en Génesis 11 (aparece como Babel en la mayoría de las traducciones) cuando un grupo de rebeldes comenzó a construir una torre con la intención de llegar al cielo. A partir de entonces, un conflicto entre Dios y Babilonia (esta última como representante de las fuerzas que se oponen a Dios y su verdad) surge vez tras vez en las Escrituras. Cuando los ejércitos de Nabucodonosor invadieron Judá y redujeron a Jerusalén y el Templo a escombros, al parecer Babilonia había ganado. Belsasar parece resuelto a reconfirmar esas apariencias deshonrando los vasos del Templo de Dios. Al alabar a sus dioses y profanar los vasos del Templo, el rey de Babilonia intentó hacer una demostración pública de desprecio hacia el Dios de los judíos. Este acto de profanación apunta a los ataques escatológicos del cuerno pequeño y del rey del norte contra el pueblo de Dios y el Templo celestial de Dios, según se describe en la parte profética de Daniel. Posteriormente, el libro de Apocalipsis ofrece un cuadro más amplio del conflicto entre Babilonia y Jerusalén, que culmina con la aniquilación de Babilonia y el establecimiento del Reino eterno de Dios desde la Nueva Jerusalén.
2. El juicio.
En un momento escogido divinamente en medio del bullicio lujurioso, de repente apareció una escritura misteriosa en la pared de la sala del banquete. El rey inmediatamente percibió la gravedad de la situación. Aunque no podía leer la escritura, sintió que era una declaración siniestra de juicio inminente. Una vez más, los magos y los profesionales del palacio no lograron producir una interpretación que satisficiera al rey. Recién por sugerencia de la reina madre, el rey solicitó que llevaran a Daniel ante su presencia. Algunos eruditos identifican a esta mujer con Nitocris, hija de Nabucodonosor, esposa de Nabonido y madre de Belsasar.
Podríamos preguntarnos por qué ignoraron a Daniel hasta ese momento. En este sentido, debemos tener en cuenta que Daniel había trabajado hasta el tercer año de Belsasar (Dan. 8:1, 27). Por lo tanto, el anciano profeta no era ningún extraño para el rey. Sobre la base de la actitud y el comportamiento de Belsasar en general, al parecer este rey pudo haber relegado a Daniel al margen por conveniencia política (y religiosa).
Al comparecer ante el rey, el anciano profeta ya no utilizó un lenguaje deferente, como anteriormente lo hizo con Nabucodonosor. Después de aclarar que rechazaba las recompensas que el rey prometió a cualquiera que interpretara la escritura, Daniel se dirigió al rey en los más duros términos. Por encima de todo, Daniel culpó a Belsasar por no aprender de la experiencia de Nabucodonosor, especialmente cuando el último fue expulsado del trono por un período de siete años (Dan. 4). Por consiguiente, Belsasar sabía lo que tenía que hacer: “Y tú, su hijo Belsasar, no has humillado tu corazón, sabiendo todo esto” (5:22). Por lo tanto, la escritura en la pared implicaba juicio para Belsasar y Babilonia: MENE, MENE (“contado”), TEKEL (“pesado”), UPARSIN (“y dividido”). Elena de White dice que esas letras “resplandecían como fuego”, y que al rey y los demás “les pareció estar emplazados ante el tribunal del Dios eterno, cuyo poder acababan de desafiar” (PR 386). La sentencia estaba dada, el rey de Babilonia y el reino estaban condenados. A pesar de la interpretación desfavorable, el rey cumplió con su palabra, recompensó a Daniel, y le dio el tercer lugar en el Imperio Babilónico, aunque solo por pocas horas.
Esa misma noche, el enemigo desvió el río Éufrates (que atravesaba la ciudad) a un pantano, y cuando bajó el nivel del agua los soldados entraron en Babilonia por debajo del muro de la ciudad, a través del lecho del río. Belsasar fue asesinado, y la poderosa Babilonia cayó en manos de los medos y los persas en octubre de 539 a.C. La caída de la histórica Babilonia (así como el oro dio paso a la plata) simboliza la derrota final de la Babilonia del tiempo del fin. En Apocalipsis, la caída de la Babilonia del tiempo del fin se relaciona con la sexta plaga, que termina con el secamiento del Éufrates con el fin de preparar el camino para los reyes del oriente (Apoc. 16:12). Al final, la ciudad victoriosa (Babilonia) es derrotada, y la ciudad derrotada (Jerusalén) triunfa para siempre.
Parte III: APLICACIÓN A LA VIDA
¿Cómo puedes evitar que la falta de Belsasar (de no aprender de las experiencias pasadas de su predecesor Nabucodonosor) se repita en tu vida hoy? ¿De qué manera puedes evitar caer en la misma trampa de no aprender de la experiencia de los demás?
¿Por qué es importante saber lo que Dios hizo en la historia pasada de su pueblo? ¿Qué ocurre con los que se olvidan del pasado? ¿Cómo podemos aprender de los actos pasados de Dios?
En tu opinión, ¿cuál fue el pecado más ofensivo de Belsasar? Explica tu respuesta.
Imagínate en el lugar de Daniel. Después de ser ignorado, finalmente, te llaman para resolver el problema que los astrólogos, los caldeos y los adivinos no pudieron resolver. ¿Cómo te habrías sentido? ¿De qué modo habrías tratado al rey? ¿Habrías aceptado las recompensas prometidas por el rey? Explica.
Belsasar ignoró al Dios verdadero y alabó a los dioses de oro y plata, bronce y hierro, madera y piedra. ¿Qué “dioses” actuales representan una amenaza para tu relación con el Dios verdadero? ¿El dinero? ¿El estatus? ¿La educación? ¿La carrera?
Daniel acusa al rey de no glorificar “al Dios en cuya mano está tu vida, y cuyos son todos tus caminos” (Dan. 5:23). ¿Cuán significativa es esta descripción de Dios para ti? ¿Qué sientes con un Dios así? ¿Amor? ¿Odio? Analicen.
¿De qué manera el juicio de Belsasar y la caída de Babilonia pueden darte la seguridad de que, al final, las fuerzas del mal serán derrotadas? ¿Qué imagen del juicio y del carácter de Dios puedes vislumbrar a partir de este relato?
Dios lo bendiga!!!
DE LA ARROGANCIA A LA DESTRUCCIÓN
Sábado 1º de febrero
LEE PARA EL ESTUDIO DE ESTA SEMANA: Daniel 5; Apocalipsis 17:4–6; Salmo 96:5; Colosenses 1:15–17; Romanos 1:16–32; Eclesiastés 8:11; Apocalipsis 14:8.
PARA MEMORIZAR:
“Él muda los tiempos y las edades; quita reyes, y pone reyes; da la sabiduría a los sabios, y la ciencia a los entendidos” (Dan. 2:21).
En Daniel 5, la Palabra de Dios nos da un ejemplo poderoso de la arro-gancia humana que termina de una manera asombrosa y dramática. Aunque se podría decir que a Nabucodonosor le llevó mucho tiempo aprender la lección, al menos la aprendió. Su nieto, Belsasar, no. Al usar los vasos del Templo en una orgía palaciega, Belsasar los profana. Ese acto de profanación equivale no solo a desafiar a Dios sino a atacar a Dios mismo. De este modo, Belsasar llena la copa de sus iniquidades al actuar de forma semejante al cuerno pequeño (ver Dan. 8), que atacó los pilares del Santuario de Dios. Al eliminar el dominio de Belsasar, Dios prefigura lo que logrará contra los enemigos de su pueblo en los últimos días. Los acontecimientos narrados en Daniel 5 tuvieron lugar en 539 a.C., la noche en que Babilonia cayó ante el ejército medopersa. Aquí ocurre la transición del oro a la plata predicha en Daniel 2. Una vez más, resulta evidente que Dios gobierna en los asuntos del mundo.
Notas EGW
Sábado
El orgullo de Asiria y su caída habían de servir como lección objetiva hasta el fin del tiempo. Acerca de las naciones de la tierra que hoy se levantan con arrogancia y orgullo contra él, Dios pregunta: “¿A quién te has comparado así en gloria y en grandeza entre los árboles de Edén? Pues derribado serás con los árboles de Edén en la tierra baja”. Ezequiel 31:18.
“Bueno es Jehová para fortaleza en el día de la angustia; y conoce a los que en él confían. Mas con inundación impetuosa hará consumación” de todos aquellos que procuran exaltarse a mayor altura que el Altísimo. Nahúm 1:7, 8.
“La soberbia del Assur será derribada, y se perderá el cetro de Egipto”. Zacarías 10:11. Esto se aplica no solo a las naciones que se levantaron contra Dios en los tiempos antiguos, sino también a las naciones de hoy que no cumplen el propósito divino. En el día de las recompensas finales, cuando el justo Juez de toda la tierra haya de “zarandear las gentes” (Isaías 30:28), y se deje entrar en la ciudad de Dios a los que guardaron la verdad, las bóvedas del cielo repercutirán con los cantos triunfantes de los redimidos. Declara el proteta: “Vosotros tendréis canción, como en noche en que se celebra pascua; y alegría de corazón, como el que va con flauta para venir al monte de Jehová, al Fuerte de Israel. Y Jehová hará oir su voz potente… Porque Assur que hirió con palo, con la voz de Jehová será quebrantado. Y en todo paso habrá madero fundado, que Jehová hará hincar sobre él con tamboriles y vihuelas”. Isaías 30:29-32 (Patriarcas y reyes, pp. 270, 271).
El mundo está repleto de fábulas y errores. Continuamente aparecen novedades en forma de espectáculos sensacionales con el fin de absorber toda la atención de la mente, así como abundan absurdas teorías destructivas para el avance moral y espiritual. La causa de Dios necesita intelectuales, pensadores, hombres versados en las Escrituras que se enfrenten a la marea de oposición. No debemos dar pábilo a la arrogancia, la estrechez de miras y a la incongruencia, aun a pesar de que puedan estar revestidas de piedad profesa. Los que tienen el poder santificador de la verdad en sus corazones ejercerán una influencia persuasiva (Testimonios para la iglesia, t. 4, p. 408).
Le pregunto a usted que se complace en estas asociaciones, que ama las reuniones donde puede manifestar su ingenio, donde puede divertirse y banquetear: ¿Lleva a Jesús consigo? ¿Procura usted salvar las almas de sus compañeros? ¿Es ése el objeto de su asociación con ellos? ¿Advierten ellos en usted la influencia vivificadora del Espíritu de Cristo? ¿Es evidente que usted es un testigo de Cristo, que pertenece a un pueblo peculiar, celoso de buenas obras? ¿Se ve claramente que su vida está gobernada por estos preceptos divinos: “Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente” (Mateo 22:37), y “Amarás a tu prójimo como a ti mismo” (Mateo 19:19)? La posibilidad de hablar a los corazones y las conciencias de quienes están por perecer, se halla fuera del alcance de los que no se entregan totalmente a Cristo. Su manera de hablar fluida y cálida, ¿dónde muestra que está centrado su interés? (Mensajes selectos, t. 2, pp. 143, 144).
Sábado
El orgullo de Asiria y su caída habían de servir como lección objetiva hasta el fin del tiempo. Acerca de las naciones de la tierra que hoy se levantan con arrogancia y orgullo contra él, Dios pregunta: “¿A quién te has comparado así en gloria y en grandeza entre los árboles de Edén? Pues derribado serás con los árboles de Edén en la tierra baja”. Ezequiel 31:18.
“Bueno es Jehová para fortaleza en el día de la angustia; y conoce a los que en él confían. Mas con inundación impetuosa hará consumación” de todos aquellos que procuran exaltarse a mayor altura que el Altísimo. Nahúm 1:7, 8.
“La soberbia del Assur será derribada, y se perderá el cetro de Egipto”. Zacarías 10:11. Esto se aplica no solo a las naciones que se levantaron contra Dios en los tiempos antiguos, sino también a las naciones de hoy que no cumplen el propósito divino. En el día de las recompensas finales, cuando el justo Juez de toda la tierra haya de “zarandear las gentes” (Isaías 30:28), y se deje entrar en la ciudad de Dios a los que guardaron la verdad, las bóvedas del cielo repercutirán con los cantos triunfantes de los redimidos. Declara el proteta: “Vosotros tendréis canción, como en noche en que se celebra pascua; y alegría de corazón, como el que va con flauta para venir al monte de Jehová, al Fuerte de Israel. Y Jehová hará oir su voz potente… Porque Assur que hirió con palo, con la voz de Jehová será quebrantado. Y en todo paso habrá madero fundado, que Jehová hará hincar sobre él con tamboriles y vihuelas”. Isaías 30:29-32 (Patriarcas y reyes, pp. 270, 271).
El mundo está repleto de fábulas y errores. Continuamente aparecen novedades en forma de espectáculos sensacionales con el fin de absorber toda la atención de la mente, así como abundan absurdas teorías destructivas para el avance moral y espiritual. La causa de Dios necesita intelectuales, pensadores, hombres versados en las Escrituras que se enfrenten a la marea de oposición. No debemos dar pábilo a la arrogancia, la estrechez de miras y a la incongruencia, aun a pesar de que puedan estar revestidas de piedad profesa. Los que tienen el poder santificador de la verdad en sus corazones ejercerán una influencia persuasiva (Testimonios para la iglesia, t. 4, p. 408).
Le pregunto a usted que se complace en estas asociaciones, que ama las reuniones donde puede manifestar su ingenio, donde puede divertirse y banquetear: ¿Lleva a Jesús consigo? ¿Procura usted salvar las almas de sus compañeros? ¿Es ése el objeto de su asociación con ellos? ¿Advierten ellos en usted la influencia vivificadora del Espíritu de Cristo? ¿Es evidente que usted es un testigo de Cristo, que pertenece a un pueblo peculiar, celoso de buenas obras? ¿Se ve claramente que su vida está gobernada por estos preceptos divinos: “Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente” (Mateo 22:37), y “Amarás a tu prójimo como a ti mismo” (Mateo 19:19)? La posibilidad de hablar a los corazones y las conciencias de quienes están por perecer, se halla fuera del alcance de los que no se entregan totalmente a Cristo. Su manera de hablar fluida y cálida, ¿dónde muestra que está centrado su interés? (Mensajes selectos, t. 2, pp. 143, 144).
Domingo 2 de febrero
LA FIESTA DE BELSASAR
Lee Daniel 5:1 al 4 junto con Daniel 1:1 y 2. ¿Qué tiene de malo lo que hace Belsasar? Esto que hace ¿cómo revela su verdadero carácter? Compara sus actos con Apocalipsis 17:4 al 6. ¿Qué paralelismos puedes encontrar?
El rey manda que los utensilios sagrados del Templo de Jerusalén se utilicen como recipientes para bebida. Nabucodonosor se apodera de los vasos del Templo de Jerusalén, pero los coloca en la casa de su dios, lo que demuestra que al menos respeta su estatus sagrado. No obstante, Belsasar convierte los vasos sagrados en utensilios para beber de la manera más profana.
Mientras bebían de los vasos sagrados, los dignatarios de Belsasar “ala-baron a los dioses de oro y de plata, de bronce, de hierro, de madera y de piedra” (Dan. 5:4). Cabe señalar que se mencionan seis materiales. Los ba-bilonios usaban el sistema sexagesimal (un sistema basado en el número sesenta), en contraste con el sistema decimal que utilizamos en la actualidad (basado en el número diez). Así, las seis categorías de dioses representan la totalidad de las deidades babilónicas y, por lo tanto, la plenitud del sistema religioso babilónico. Curiosamente, el orden de los materiales sigue el orden de los componentes de la estatua del sueño de Nabucodonosor, excepto que la madera reemplaza la arcilla. Como en el sueño, la piedra aparece en último lugar; aunque aquí indica la composición material de los ídolos, la piedra también nos recuerda el juicio de Dios sobre los imperios mundanos (ver Dan. 2:44, 45), simbolizados por Babilonia.
Esta fiesta ofrece una representación adecuada de la Babilonia del tiempo del fin, como aparece en el libro de Apocalipsis. Al igual que Belsasar, la mujer de la Babilonia del tiempo del fin sostiene una copa de oro y ofrece bebida contaminada a las naciones. En otras palabras, mediante falsas doctrinas y un sistema de adoración distorsionado, la Babilonia moderna seduce al mundo hacia el mal (Apoc. 17:4-6), ajena al juicio que pronto caerá sobre ella. Un día el juicio llegará.
■ ¿Cuáles son las formas en que nuestra sociedad y nuestra cultura profanan la ver-dad de la Palabra de Dios? ¿Cómo podemos estar atentos para no formar parte de esa profanación, ni siquiera de manera sutil? Lleva tu respuesta a la clase el sábado.
Notas EGW
Domingo
Se nos da la advertencia: “Y estas cosas les acontecieron como ejemplo, y están escritas para amonestarnos a nosotros, a quienes han alcanzado los fines de los siglos”. Notad la influencia de sus excesos y su fanatismo en el servicio del gran obrero maestro que es Satanás. Tan pronto como el malvado tuvo al pueblo bajo su dominio, hubo exhibiciones de carácter satánico. El pueblo comió y bebió sin dedicar un solo pensamiento a Dios y su misericordia, a la necesidad de resistir al diablo, que los estaba incitando a cometer los actos más vergonzosos. El mismo espíritu se manifestó en el sacrílego banquete de Belsasar. Hubo júbilo y danzas, hilaridad y cantos, y se llegó a una infatuación que seducía los sentidos; luego vino la complacencia de pasiones desordenadas y lujuriosas: todo esto se mezcló en la lamentable escena. Dios había sido deshonrado; su pueblo se había convertido en una vergüenza a la vista de los paganos. Los juicios estaban por caer sobre esa multitud infatuada y entontecida (Testimonios para los ministros, pp. 101, 102).
[Cristo] sometió ante nosotros el peligro de darle suma importancia a la comida y la bebida. Él revela el resultado de entregarse a la complacencia del apetito. Las facultades morales se debilitan de modo que el pecado no parece pecaminoso. Se toleran los delitos, y las pasiones bajas controlan la mente hasta que una corrupción general erradica los buenos principios e impulsos, y Dios es blasfemado. Todo esto es el resultado de comer y beber en exceso. Esta es precisamente la condición que él declara que existirá en su segunda venida.
¿Serán amonestados los hombres y las mujeres? ¿Estimarán la luz, o llegarán a ser esclavos del apetito y las bajas pasiones? Cristo nos presenta algo superior por lo cual trabajar, y no meramente por lo que comeremos y lo que beberemos, y con lo que nos vestiremos. Comer, beber y vestirse son llevados a tal exceso que se convierten en crímenes, y están entre los pecados señalados de los últimos días, y constituyen una señal de la pronta venida de Cristo… Es imposible presentar nuestros cuerpos a Dios en un sacrificio vivo cuando están llenos de corrupción y enfermedad por nuestra propia indulgencia pecaminosa (Testimonios para la iglesia, t. 3, p. 183).
¿Serán amonestados los hombres y las mujeres? ¿Estimarán la luz, o llegarán a ser esclavos del apetito y las bajas pasiones? Cristo nos presenta algo superior por lo cual trabajar, y no meramente por lo que comeremos y lo que beberemos, y con lo que nos vestiremos. Comer, beber y vestirse son llevados a tal exceso que se convierten en crímenes, y están entre los pecados señalados de los últimos días, y constituyen una señal de la pronta venida de Cristo. El tiempo, el dinero y las fuerzas, que son del Señor, pero que él nos los ha confiado, se malgastan en superfluidades de vestidos y lujos para satisfacer el apetito pervertido, que disminuyen la vitalidad y traen sufrimiento y decadencia. Es imposible presentar nuestros cuerpos a Dios en un sacrificio vivo cuando están llenos de corrupción y enfermedad por nuestra propia indulgencia pecaminosa (Testimonios para la iglesia, t. 5, p. 183).
Satanás emplea a hombres y mujeres como agentes para inducir al pecado y hacerlo atractivo. A estos agentes los educa fielmente para disfrazar el pecado a fin de poder destruir con más éxito a las almas y despojar a Cristo de su gloria. Satanás es el gran enemigo de Dios y del hombre. Se transforma por sus agentes en ángel de luz. En las Escrituras es llamado destructor, acusador de los hermanos, engañador, mentiroso, atormentador y homicida. Satanás tiene muchos servidores, pero tiene más éxito cuando puede emplear a los que profesan ser cristianos para realizar su obra satánica. Y cuanto mayor sea la influencia, más elevada la posición que ocupen, y mayor conocimiento profesen de Dios y de su servicio, tanto mayor será el éxito con que podrá emplearlos. Quienquiera que induzca a otro al pecado es su agente (Testimonios para la iglesia, t. 5, pp. 128, 129).
Domingo
Se nos da la advertencia: “Y estas cosas les acontecieron como ejemplo, y están escritas para amonestarnos a nosotros, a quienes han alcanzado los fines de los siglos”. Notad la influencia de sus excesos y su fanatismo en el servicio del gran obrero maestro que es Satanás. Tan pronto como el malvado tuvo al pueblo bajo su dominio, hubo exhibiciones de carácter satánico. El pueblo comió y bebió sin dedicar un solo pensamiento a Dios y su misericordia, a la necesidad de resistir al diablo, que los estaba incitando a cometer los actos más vergonzosos. El mismo espíritu se manifestó en el sacrílego banquete de Belsasar. Hubo júbilo y danzas, hilaridad y cantos, y se llegó a una infatuación que seducía los sentidos; luego vino la complacencia de pasiones desordenadas y lujuriosas: todo esto se mezcló en la lamentable escena. Dios había sido deshonrado; su pueblo se había convertido en una vergüenza a la vista de los paganos. Los juicios estaban por caer sobre esa multitud infatuada y entontecida (Testimonios para los ministros, pp. 101, 102).
[Cristo] sometió ante nosotros el peligro de darle suma importancia a la comida y la bebida. Él revela el resultado de entregarse a la complacencia del apetito. Las facultades morales se debilitan de modo que el pecado no parece pecaminoso. Se toleran los delitos, y las pasiones bajas controlan la mente hasta que una corrupción general erradica los buenos principios e impulsos, y Dios es blasfemado. Todo esto es el resultado de comer y beber en exceso. Esta es precisamente la condición que él declara que existirá en su segunda venida.
¿Serán amonestados los hombres y las mujeres? ¿Estimarán la luz, o llegarán a ser esclavos del apetito y las bajas pasiones? Cristo nos presenta algo superior por lo cual trabajar, y no meramente por lo que comeremos y lo que beberemos, y con lo que nos vestiremos. Comer, beber y vestirse son llevados a tal exceso que se convierten en crímenes, y están entre los pecados señalados de los últimos días, y constituyen una señal de la pronta venida de Cristo… Es imposible presentar nuestros cuerpos a Dios en un sacrificio vivo cuando están llenos de corrupción y enfermedad por nuestra propia indulgencia pecaminosa (Testimonios para la iglesia, t. 3, p. 183).
¿Serán amonestados los hombres y las mujeres? ¿Estimarán la luz, o llegarán a ser esclavos del apetito y las bajas pasiones? Cristo nos presenta algo superior por lo cual trabajar, y no meramente por lo que comeremos y lo que beberemos, y con lo que nos vestiremos. Comer, beber y vestirse son llevados a tal exceso que se convierten en crímenes, y están entre los pecados señalados de los últimos días, y constituyen una señal de la pronta venida de Cristo. El tiempo, el dinero y las fuerzas, que son del Señor, pero que él nos los ha confiado, se malgastan en superfluidades de vestidos y lujos para satisfacer el apetito pervertido, que disminuyen la vitalidad y traen sufrimiento y decadencia. Es imposible presentar nuestros cuerpos a Dios en un sacrificio vivo cuando están llenos de corrupción y enfermedad por nuestra propia indulgencia pecaminosa (Testimonios para la iglesia, t. 5, p. 183).
Satanás emplea a hombres y mujeres como agentes para inducir al pecado y hacerlo atractivo. A estos agentes los educa fielmente para disfrazar el pecado a fin de poder destruir con más éxito a las almas y despojar a Cristo de su gloria. Satanás es el gran enemigo de Dios y del hombre. Se transforma por sus agentes en ángel de luz. En las Escrituras es llamado destructor, acusador de los hermanos, engañador, mentiroso, atormentador y homicida. Satanás tiene muchos servidores, pero tiene más éxito cuando puede emplear a los que profesan ser cristianos para realizar su obra satánica. Y cuanto mayor sea la influencia, más elevada la posición que ocupen, y mayor conocimiento profesen de Dios y de su servicio, tanto mayor será el éxito con que podrá emplearlos. Quienquiera que induzca a otro al pecado es su agente (Testimonios para la iglesia, t. 5, pp. 128, 129).
Lunes 3 de febrero
UN VISITANTE NO INVITADO
Lee Daniel 5:5 al 8. ¿Qué sucede, y por qué el rey responde de ese modo? ¿En qué aspectos el relato es paralelo a Daniel 2, y por qué es importante ese paralelismo? (Ver Sal. 96:5; Col. 1:15–17.)
Al igual que Nabucodonosor en crisis anteriores (Dan. 2:2; Dan. 4:7), Belsasar llama a los astrólogos, los caldeos y los adivinos para dilucidar la escritura misteriosa. Y, para asegurarse de que den lo mejor de sí, el rey les promete honores extravagantes: (1) vestimenta púrpura, un color usado por la realeza en la antigüedad (Est. 8:15); (2) una cadena de oro, que era señal de alto estatus social (Gén. 41:42); y (3) el tercer puesto como gobernante del reino. Esta última recompensa refleja con precisión las circunstancias históricas de Babilonia en ese momento. Debido a que Belsasar gobernaba en segundo lugar como corregente con su padre, Nabonido, ofrece el tercer puesto como gobernante. Pero, a pesar de las tentadoras recompensas, los sabios, una vez más, no aportan ninguna explicación.
Además de todos sus pecados, el rey intenta hallar sabiduría en el lugar equivocado. Los expertos babilónicos no pueden dilucidar el significado del mensaje. Está escrito en su propio idioma, arameo, como veremos mañana, pero no pueden entender las palabras. Esto podría recordarnos lo que el Señor dice por medio de Isaías: “Porque perecerá la sabiduría de sus sabios, y se desvanecerá la inteligencia de sus entendidos” (Isa. 29:14). Después de citar este versículo, el apóstol Pablo declara: “¿Dónde está el sabio? ¿Dónde está el escriba? ¿Dónde está el disputador de este siglo? ¿No ha enloquecido Dios la sabiduría del mundo? Pues ya que en la sabiduría de Dios, el mundo no conoció a Dios mediante la sabiduría, agradó a Dios salvar a los creyentes por la locura de la predicación” (1 Cor. 1:20, 21).
Algunas verdades son demasiado importantes para que la humanidad intente descubrirlas por sí misma. Por eso Dios nos revela estas verdades.
■ Piensa en cuáles serían las recompensas y, dado lo que estaba a punto de suceder, cuán inútiles realmente eran esas recompensas. ¿Qué debería decirnos esto sobre cuán fugaces pueden ser las cosas del mundo y por qué siempre debemos tener en mente la perspectiva de la eternidad en todo lo que hacemos?
Notas EGW
Lunes
Un Vigilante que no fue reconocido, pero cuya presencia era un poder de condenación, contempló esta escena de profanación. Pronto el Huésped invisible, que no había sido invitado, hizo que se sintiera su presencia. En el momento en que la sacrílega orgía estaba en su punto máximo, apareció una mano incruenta, y escribió palabras de juicio condenatorio sobre la pared del salón del banquete. Palabras ardientes procedieron de los movimientos de la mano: “MENE, MENE, TEKEL, UPARSIN”, se escribió con letras de fuego. Fueron pocos los caracteres trazados por aquella mano en la pared frente al rey; pero mostraron la presencia del poder de Dios.
Belsasar se atemorizó. Se despertó su conciencia. Lo embargaron el temor y el recelo que siempre acompañan al culpable. Cuando Dios infunde temor a los hombres, éstos no pueden ocultar la intensidad de su terror. Los grandes hombres del reino quedaron alarmados. Su blasfema profanación de las cosas sagradas se transformó en un momento. Un frenético terror superó a todo dominio propio…
El rey trató en vano de leer las ardientes letras. Se encontraba ante un poder demasiado formidable para él. No podía leer la escritura (Comentarios de Elena G. de White en Comentario bíblico adventista del séptimo día, t. 4, 1192).
Si cada miembro permitiera que la Palabra de Dios entrara en su vida, esta alumbraría y haría entender a los simples… “Así dijo Jehová: No se alabe el sabio en su sabiduría, ni en su valentía se alabe el valiente, ni el rico se alabe en sus riquezas. Mas alábese en esto el que se hubiere de alabar: en entenderme y conocerme, que yo soy Jehová, que hago misericordia, juicio, y justicia en la tierra; porque estas cosas quiero, dice Jehová” (Isaías 29:18-21).
Nunca hubo un tiempo en que el Señor quiso manifestar su grandiosa gracia hacia sus escogidos más plenamente que en estos últimos días, cuando han invalidado su ley (Testimonios para los ministros, pp. 95, 96).
Es el deber de cada hijo e hija de Dios almacenar en su mente las verdades divinas; y entre más haga esto, más fuerza y claridad de mente tendrá para entender los asuntos profundos de Dios. Y a medida que los principios de la verdad se lleven a cabo en su vida diaria podrá ser cada vez más serio y vigoroso.
Lo que bendecirá a la humanidad es la vida espiritual. El que está en armonía con Dios, dependerá constantemente de él para obtener fortaleza. “Sed vosotros perfectos, como vuestro Padre que está en los cielos es perfecto”. La obra de nuestra vida debería consistir en avanzar constantemente para alcanzar la perfección del carácter cristiano, esforzándonos siempre por conformarnos a la voluntad de Dios. Los esfuerzos iniciados en la tierra continuarán por toda la eternidad. Los adelantos hechos aquí nos pertenecerán cuando entremos en la vida futura.
Los que son participantes de la humildad, la pureza y el amor de Cristo, se gozarán en Dios, y esparcirán luz y alegría a todo su alrededor (Hijos e hijas de Dios, p. 329).
Lunes
Un Vigilante que no fue reconocido, pero cuya presencia era un poder de condenación, contempló esta escena de profanación. Pronto el Huésped invisible, que no había sido invitado, hizo que se sintiera su presencia. En el momento en que la sacrílega orgía estaba en su punto máximo, apareció una mano incruenta, y escribió palabras de juicio condenatorio sobre la pared del salón del banquete. Palabras ardientes procedieron de los movimientos de la mano: “MENE, MENE, TEKEL, UPARSIN”, se escribió con letras de fuego. Fueron pocos los caracteres trazados por aquella mano en la pared frente al rey; pero mostraron la presencia del poder de Dios.
Belsasar se atemorizó. Se despertó su conciencia. Lo embargaron el temor y el recelo que siempre acompañan al culpable. Cuando Dios infunde temor a los hombres, éstos no pueden ocultar la intensidad de su terror. Los grandes hombres del reino quedaron alarmados. Su blasfema profanación de las cosas sagradas se transformó en un momento. Un frenético terror superó a todo dominio propio…
El rey trató en vano de leer las ardientes letras. Se encontraba ante un poder demasiado formidable para él. No podía leer la escritura (Comentarios de Elena G. de White en Comentario bíblico adventista del séptimo día, t. 4, 1192).
Si cada miembro permitiera que la Palabra de Dios entrara en su vida, esta alumbraría y haría entender a los simples… “Así dijo Jehová: No se alabe el sabio en su sabiduría, ni en su valentía se alabe el valiente, ni el rico se alabe en sus riquezas. Mas alábese en esto el que se hubiere de alabar: en entenderme y conocerme, que yo soy Jehová, que hago misericordia, juicio, y justicia en la tierra; porque estas cosas quiero, dice Jehová” (Isaías 29:18-21).
Nunca hubo un tiempo en que el Señor quiso manifestar su grandiosa gracia hacia sus escogidos más plenamente que en estos últimos días, cuando han invalidado su ley (Testimonios para los ministros, pp. 95, 96).
Es el deber de cada hijo e hija de Dios almacenar en su mente las verdades divinas; y entre más haga esto, más fuerza y claridad de mente tendrá para entender los asuntos profundos de Dios. Y a medida que los principios de la verdad se lleven a cabo en su vida diaria podrá ser cada vez más serio y vigoroso.
Lo que bendecirá a la humanidad es la vida espiritual. El que está en armonía con Dios, dependerá constantemente de él para obtener fortaleza. “Sed vosotros perfectos, como vuestro Padre que está en los cielos es perfecto”. La obra de nuestra vida debería consistir en avanzar constantemente para alcanzar la perfección del carácter cristiano, esforzándonos siempre por conformarnos a la voluntad de Dios. Los esfuerzos iniciados en la tierra continuarán por toda la eternidad. Los adelantos hechos aquí nos pertenecerán cuando entremos en la vida futura.
Los que son participantes de la humildad, la pureza y el amor de Cristo, se gozarán en Dios, y esparcirán luz y alegría a todo su alrededor (Hijos e hijas de Dios, p. 329).
Martes 4 de febrero
ENTRA LA REINA
Lee Daniel 5:9 al 12. ¿Qué dice la reina sobre Daniel que el rey ya debería haber sabido? El hecho de que incluso ignorara la existencia de Daniel, ¿qué nos dice de él?
A medida que el salón de banquetes entra en caos debido al misterioso mensaje escrito en la pared, llega la reina y le ofrece una solución al con-fundido rey. Le recuerda que está Daniel, quien demostró capacidad para interpretar sueños y resolver misterios durante la época de Nabucodonosor. Si Belsasar hubiese sido tan inteligente como su predecesor, habría sabido dónde acudir para encontrar el significado de esta misteriosa escritura. La intervención de la reina resultó necesaria para el rey, que a estas alturas pa-rece totalmente perdido en cuanto a qué hacer a continuación. Las palabras de la reina suenan a reprensión para Belsasar por haber pasado por alto a la única persona del reino que podía interpretar la escritura misteriosa. Y también le da al rey un currículo oral de Daniel: el profeta tiene el Espíritu del Santo Dios; luz, entendimiento y sabiduría divinos; un espíritu excelente; conocimiento; es capaz de comprender e interpretar sueños, resolver acer-tijos y explicar enigmas; fue jefe de los magos, astrólogos, caldeos y adivinos en la época de Nabucodonosor (Dan. 5:11, 12).
A estas alturas, nuevamente nos preguntamos por qué Belsasar había ignorado a Daniel. El pasaje no ofrece una respuesta directa a esta pregunta, pero suponemos que en ese momento Daniel, después de trabajar para el rey al menos hasta el tercer año de su reinado (Dan. 8:1, 27), ya no estaba en servicio activo. Un factor podría ser la edad de Daniel. Probablemente tenía unos ochenta años, y es factible que el rey haya querido reemplazar a la antigua dirigencia por una generación más joven. Quizá también haya decidido ignorar a Daniel porque no quería comprometerse con el Dios de Daniel. Pero, cualquiera que sea la razón o la combinación de razones, con-tinúa siendo llamativo que alguien con una trayectoria como la de Daniel pudiera pasar al olvido tan rápidamente.
Lee Romanos 1:16 al 32. ¿De qué maneras vemos que se manifiesta el principio expresado en estos versículos, no solo en esta historia, sino también en el mundo actual?
Notas EGW
Martes
Entonces la reina madre recordó a Daniel, quien, más de medio siglo antes, había dado a conocer al rey Nabucodonosor el sueño de la gran imagen y su interpretación. Dijo ella: “Rey, para siempre vive, no te asombren tus pensamientos, ni tus colores se demuden: En tu reino hay un varón, en el cual mora el espíritu de los dioses santos; y en los días de tu padre se halló en él luz e inteligencia y sabiduría, como ciencia de los dioses: al cual el rey Nabucodonosor … constituyó príncipe sobre todos los magos, astrólogos, Caldeos, y adivinos: por cuanto fue hallado en él mayor espíritu, y ciencia, y entendimiento, interpretando sueños, y declarando preguntas, y deshaciendo dudas, es a saber, en Daniel; al cual el rey puso por nombre Beltsasar. Llámese pues ahora a Daniel, y él mostrará la declaración …
Ante aquella muchedumbre aterrorizada, estaba Daniel en pie, imperturbable frente a la promesa del rey, con la tranquila dignidad de un siervo del Altísimo, no para hablar palabras de adulación, sino para interpretar un mensaje de condenación. Dijo entonces: “Tus dones sean para ti, y tus presentes dalos a otro. La escritura yo la leeré al rey, y le mostraré la declaración” (Profetas y reyes, pp. 387, 388).
Desde el principio, fue el plan estudiado de Satanás inducir a los hombres a olvidarse de Dios, a fin de que pudiese someterlos. Por eso mintió acerca del carácter de Dios, a fin de inducirlos a albergar un falso concepto de él. Les presentó al Creador como revestido de los atributos del príncipe del mal mismo: arbitrario, severo, inexorable, a fin de que le temiesen, rehuyesen, y hasta odiasen. Satanás esperaba confundir de tal manera las mentes de aquellos a quienes había engañado, que desechasen a Dios de su conocimiento. Entonces borraría la imagen divina del hombre y grabaría su propia semejanza sobre el alma; llenaría a los hombres de su propio espíritu y los haría cautivos de su voluntad…
Cristo vino para revelar a Dios al mundo como un Dios de amor, lleno de misericordia, ternura y compasión. Las densas tinieblas con que Satanás había tratado de rodear el trono de la divinidad fueron disipadas por el Redentor del mundo, y el Padre volvió a quedar manifiesto a los hombres como la luz de la vida (Testimonios para la iglesia, t. 5, pp. 689, 690).
El proceder de Dios respecto a la rebelión desenmascarará completamente la obra que durante tanto tiempo se ha hecho en forma oculta. Los resultados del dominio de Satanás y del rechazamiento de los estatutos divinos quedarán revelados a la vista de todos los seres racionales. La ley de Dios está plenamente vindicada. Se verá que todos los actos de Dios tuvieron por fin el bien eterno de su pueblo y de todos los mundos creados. Satanás mismo, en presencia del universo, confesará la justicia del gobierno de Dios y la rectitud de su ley (Patriarcas y profetas, pp. 351, 352).
Martes
Entonces la reina madre recordó a Daniel, quien, más de medio siglo antes, había dado a conocer al rey Nabucodonosor el sueño de la gran imagen y su interpretación. Dijo ella: “Rey, para siempre vive, no te asombren tus pensamientos, ni tus colores se demuden: En tu reino hay un varón, en el cual mora el espíritu de los dioses santos; y en los días de tu padre se halló en él luz e inteligencia y sabiduría, como ciencia de los dioses: al cual el rey Nabucodonosor … constituyó príncipe sobre todos los magos, astrólogos, Caldeos, y adivinos: por cuanto fue hallado en él mayor espíritu, y ciencia, y entendimiento, interpretando sueños, y declarando preguntas, y deshaciendo dudas, es a saber, en Daniel; al cual el rey puso por nombre Beltsasar. Llámese pues ahora a Daniel, y él mostrará la declaración …
Ante aquella muchedumbre aterrorizada, estaba Daniel en pie, imperturbable frente a la promesa del rey, con la tranquila dignidad de un siervo del Altísimo, no para hablar palabras de adulación, sino para interpretar un mensaje de condenación. Dijo entonces: “Tus dones sean para ti, y tus presentes dalos a otro. La escritura yo la leeré al rey, y le mostraré la declaración” (Profetas y reyes, pp. 387, 388).
Desde el principio, fue el plan estudiado de Satanás inducir a los hombres a olvidarse de Dios, a fin de que pudiese someterlos. Por eso mintió acerca del carácter de Dios, a fin de inducirlos a albergar un falso concepto de él. Les presentó al Creador como revestido de los atributos del príncipe del mal mismo: arbitrario, severo, inexorable, a fin de que le temiesen, rehuyesen, y hasta odiasen. Satanás esperaba confundir de tal manera las mentes de aquellos a quienes había engañado, que desechasen a Dios de su conocimiento. Entonces borraría la imagen divina del hombre y grabaría su propia semejanza sobre el alma; llenaría a los hombres de su propio espíritu y los haría cautivos de su voluntad…
Cristo vino para revelar a Dios al mundo como un Dios de amor, lleno de misericordia, ternura y compasión. Las densas tinieblas con que Satanás había tratado de rodear el trono de la divinidad fueron disipadas por el Redentor del mundo, y el Padre volvió a quedar manifiesto a los hombres como la luz de la vida (Testimonios para la iglesia, t. 5, pp. 689, 690).
El proceder de Dios respecto a la rebelión desenmascarará completamente la obra que durante tanto tiempo se ha hecho en forma oculta. Los resultados del dominio de Satanás y del rechazamiento de los estatutos divinos quedarán revelados a la vista de todos los seres racionales. La ley de Dios está plenamente vindicada. Se verá que todos los actos de Dios tuvieron por fin el bien eterno de su pueblo y de todos los mundos creados. Satanás mismo, en presencia del universo, confesará la justicia del gobierno de Dios y la rectitud de su ley (Patriarcas y profetas, pp. 351, 352).
Miércoles 5 de febrero
PESADO Y HALLADO FALTO
Lee Daniel 5:13 al 28. ¿Cuál es la razón que presenta Daniel para la pronta caída de este rey?
Forzado por las circunstancias, el rey recurre a consultar a Daniel, pero parece que lo hace con reticencia. Esto quizá revele más sobre la actitud del rey hacia el Dios de Daniel que hacia el mismo Daniel.
A su vez, la respuesta de Daniel al ofrecimiento de recompensa del rey dice mucho sobre las prioridades y el carácter de Daniel. También es pro-bable que Daniel, al conocer el significado de las palabras misteriosas, se dé cuenta de cuán inútil es la recompensa.
Entonces, Daniel acusa al rey de tres cargos.
En primer lugar, Belsasar ignoró totalmente la experiencia de Nabucodo-nosor. De lo contrario, se habría arrepentido y humillado como su antecesor. En segundo lugar, Belsasar usó los vasos del Templo para beber vino y alabar a sus ídolos. Aquí Daniel menciona los seis tipos de materiales utilizados para hacer ídolos en el mismo orden señalado anteriormente.
En tercer lugar, el rey se olvidó de glorificar “al Dios en cuya mano está tu vida, y cuyos son todos tus caminos, [y que] nunca honraste” (Dan. 5:23).
Luego de ocuparse de los errores del rey, Daniel procede a la interpre-tación. Ahora descubrimos que el grafiti divino consiste en tres verbos arameos (el primero se repite). El rey y sus sabios debieron haber sabido su significado básico: MENE: “contado”; TEKEL: “pesado” y PERES: “dividido”.
Como el ejército medopersa estaba a las puertas de Babilonia, el rey y los sabios debieron haber sospechado algún significado ominoso en esa escritura, pero los sabios no se atrevieron a mencionarle nada desagradable al rey. Solo Daniel demuestra ser capaz de decodificar el verdadero mensaje como una declaración significativa para transmitir su significado completo a Belsasar: “MENE: Contó Dios tu reino, y le ha puesto fin. TEKEL: Pesado has sido en balanza, y fuiste hallado falto. PERES: Tu reino ha sido roto, y dado a los medos y a los persas” (Dan. 5:25-28).
No son precisamente palabras de consuelo y alegría.
■ El juicio llegó con presteza sobre el rey. ¿Cómo podemos aprender a confiar en Dios cuando, por el momento, la justicia y el juicio aún no han llegado? (Ver Ecl. 3:17; 8:11; Mat. 12:36; Rom. 14:12.)
Notas EGW
Miércoles
En vano trató el rey de leer las letras ardientes. Encerraban un secreto que él no podía sondear, un poder que le era imposible comprender o contradecir. Desesperado, se volvió hacia los sabios de su reino en busca de ayuda. Su grito frenético repercutió en la asamblea, cuando invitó a los astrólogos, caldeos y adivinos a que leyesen la escritura … Pero de nada valió la súplica que dirigió a sus consejeros de confianza ni su ofrecimiento de ricas recompensas. La sabiduría celestial no puede comprarse ni venderse. “Todos los sabios del rey … no pudieron leer la escritura, ni mostrar al rey su declaración”. Les era tan imposible leer los caracteres misteriosos como lo había sido para los sabios de una generación anterior interpretar los sueños de Nabucodonosor (Profetas y reyes, pp. 386, 387).
El ánimo carnal es enemistad contra Dios, y se rebela contra su voluntad. Deséchese el yugo de la obediencia, y aquel ánimo cae inconscientemente en la iniquidad del delito. La iniquidad abunda entre los que hablan elocuentemente de la libertad religiosa pura y perfecta. Su conducta es aborrecible para el Señor, y son colaboradores del adversario de las almas. Desvían sus ojos de la luz revelada, y las bellezas de la santidad son tan solo sombras para ellos…
Se me ha mostrado lo que es el hombre sin conocimiento de la voluntad de Dios. Los crímenes y la iniquidad llenan su vida. Pero cuando el Espíritu de Dios le revela el significado pleno de la ley, ¡qué cambio se produce en su corazón! Como Belsasar, lee inteligentemente la escritura del Todopoderoso, y la convicción se apodera de su alma. Los truenos de la Palabra de Dios le sacan de su letargo, y pide misericordia en el nombre de Jesús. Y Dios escucha siempre con oído voluntario esa humilde plegaria. Nunca aparta al penitente sin consolarlo (Testimonios para la iglesia, t. 4, pp. 17, 18).
El gran día del Señor está cerca. Cuando Cristo aparezca en las nubes de los cielos, los que no lo han buscado de todo corazón, los que han permitido que se los engañe, ciertamente perecerán. Nuestra única seguridad consiste en ser hallados en Cristo por medio del arrepentimiento y la confesión y debido a que nuestros pecados han sido borrados. Los que quieran buscar hoy al Señor fervientemente, dispuestos a humillar sus corazones ante él, y a abandonar sus pecados, serán preparados para formar parte de la familia real y ver al Rey en su hermosura, por medio de la santificación de la verdad…
Hemos sido invitados a ser el pueblo especial del Señor en un sentido mucho más elevado de lo que muchos comprenden. El mundo yace en maldad y el pueblo de Dios tiene que salir de él y mantenerse separado. Tiene que estar libre de las costumbres y los hábitos mundanos. No debe concordar con los sentimientos del mundo; por el contrario, los suyos deben ser distintos, como pueblo peculiar del Señor que es, manifestando fervor en todos sus servicios. No tiene que comulgar con las obras de las tinieblas (Cada día con Dios, p. 246).
Miércoles
En vano trató el rey de leer las letras ardientes. Encerraban un secreto que él no podía sondear, un poder que le era imposible comprender o contradecir. Desesperado, se volvió hacia los sabios de su reino en busca de ayuda. Su grito frenético repercutió en la asamblea, cuando invitó a los astrólogos, caldeos y adivinos a que leyesen la escritura … Pero de nada valió la súplica que dirigió a sus consejeros de confianza ni su ofrecimiento de ricas recompensas. La sabiduría celestial no puede comprarse ni venderse. “Todos los sabios del rey … no pudieron leer la escritura, ni mostrar al rey su declaración”. Les era tan imposible leer los caracteres misteriosos como lo había sido para los sabios de una generación anterior interpretar los sueños de Nabucodonosor (Profetas y reyes, pp. 386, 387).
El ánimo carnal es enemistad contra Dios, y se rebela contra su voluntad. Deséchese el yugo de la obediencia, y aquel ánimo cae inconscientemente en la iniquidad del delito. La iniquidad abunda entre los que hablan elocuentemente de la libertad religiosa pura y perfecta. Su conducta es aborrecible para el Señor, y son colaboradores del adversario de las almas. Desvían sus ojos de la luz revelada, y las bellezas de la santidad son tan solo sombras para ellos…
Se me ha mostrado lo que es el hombre sin conocimiento de la voluntad de Dios. Los crímenes y la iniquidad llenan su vida. Pero cuando el Espíritu de Dios le revela el significado pleno de la ley, ¡qué cambio se produce en su corazón! Como Belsasar, lee inteligentemente la escritura del Todopoderoso, y la convicción se apodera de su alma. Los truenos de la Palabra de Dios le sacan de su letargo, y pide misericordia en el nombre de Jesús. Y Dios escucha siempre con oído voluntario esa humilde plegaria. Nunca aparta al penitente sin consolarlo (Testimonios para la iglesia, t. 4, pp. 17, 18).
El gran día del Señor está cerca. Cuando Cristo aparezca en las nubes de los cielos, los que no lo han buscado de todo corazón, los que han permitido que se los engañe, ciertamente perecerán. Nuestra única seguridad consiste en ser hallados en Cristo por medio del arrepentimiento y la confesión y debido a que nuestros pecados han sido borrados. Los que quieran buscar hoy al Señor fervientemente, dispuestos a humillar sus corazones ante él, y a abandonar sus pecados, serán preparados para formar parte de la familia real y ver al Rey en su hermosura, por medio de la santificación de la verdad…
Hemos sido invitados a ser el pueblo especial del Señor en un sentido mucho más elevado de lo que muchos comprenden. El mundo yace en maldad y el pueblo de Dios tiene que salir de él y mantenerse separado. Tiene que estar libre de las costumbres y los hábitos mundanos. No debe concordar con los sentimientos del mundo; por el contrario, los suyos deben ser distintos, como pueblo peculiar del Señor que es, manifestando fervor en todos sus servicios. No tiene que comulgar con las obras de las tinieblas (Cada día con Dios, p. 246).
Jueves 6 de febrero
LA CAÍDA DE BABILONIA
Lee Daniel 5:29 al 31 junto con Apocalipsis 14:8; 16:19; y 18:2. ¿Qué podemos aprender sobre la caída de la Babilonia de Belsasar que señala la caída de la Babilonia del tiempo del fin?
Más allá de sus errores, Belsasar es un hombre de palabra. Por eso, a pesar de las malas noticias, queda satisfecho con la interpretación que le dio Daniel, por lo que le otorga al profeta los regalos prometidos. Al parecer, al admitir la verdad del mensaje de Daniel, el rey reconoce implícitamente la realidad del Dios de Daniel. Curiosamente, Daniel ahora acepta los regalos que rechazó antes, probablemente porque esos regalos ya no pueden influir en su interpretación. Además, a estas alturas, esos regalos carecen de signi-ficado, ya que el Imperio está a punto de caer. Por lo tanto, probablemente por cortesía, el profeta acepta las recompensas, sabiendo perfectamente que será el tercer gobernante del reino por unas pocas horas solamente.
Exactamente como lo anunció el profeta, Babilonia cae. Y lo hace rápi-damente; mientras el rey y sus cortesanos beben, la ciudad cae sin ninguna batalla. Según el historiador Herodoto, los persas cavaron un canal para desviar el río Éufrates e invadieron la ciudad a través del lecho del río. Esa misma noche Belsasar es asesinado. Su padre, el rey Nabonido, ya había abandonado la ciudad, entregándose más tarde a los nuevos gobernantes. De este modo, el mayor imperio que la humanidad haya conocido hasta ese momento llegó a su fin. Babilonia, la cabeza de oro, ya no existía...
“A Belsasar se le habían dado muchas oportunidades para conocer la voluntad de Dios y ponerla en práctica. Había visto que su abuelo Nabuco-donosor fue desterrado de la sociedad de los hombres. Había visto que el intelecto del que se gloriaba el orgulloso monarca le fue arrebatado por aquel que se lo dio. Había visto que el rey fue expulsado de su reino, y puesto en compañía de las bestias del campo. Pero el amor de Belsasar por la diversión y la autoglorificación borró las lecciones que nunca debería haber olvidado; y cometió pecados similares a los que acarrearon juicios insignes sobre Nabucodonosor. Desaprovechó las oportunidades que se le concedieron misericordiosamente, sin tener en cuenta las oportunidades que tenía a su alcance para familiarizarse con la verdad” (BE, 25 de abril de 1898).
■ ¿Qué oportunidades tenemos para “familiarizarnos con la verdad”? ¿Qué significa eso? ¿En qué momento podemos decir que estamos familiarizados con toda la ver-dad que necesitamos saber?
Notas EGW
Jueves
“Así es el que hace para sí tesoro, y no es rico en Dios”. Este cuadro se adapta a todos los tiempos. Podéis hacer planes para obtener meros goces egoístas, podéis allegaros tesoros, podéis edificaros grandes y altas mansiones, como los edificadores de la antigua Babilonia; pero no podéis edificar muros bastante altos ni puerta bastante fuerte para impedir el paso de los mensajeros de la muerte. El rey Belsasar “hizo un gran banquete” en su palacio, “y alabaron a los dioses de oro y de plata, de metal, de hierro, de madera, y de piedra”. Pero la mano del Invisible escribió en la pared las palabras de su condena, y se oyó a las puertas de su palacio el paso de los ejércitos hostiles. “La misma noche fue muerto Belsasar, rey de los caldeos”, y un monarca extranjero se sentó en el trono (Daniel 5:30).
Vivir para sí es perecer. La codicia, el deseo de beneficiarse a sí mismo, separa al alma de la vida. El espíritu de Satanás es conseguir, atraer hacia sí. El espíritu de Cristo es dar, sacrificarse para bien de los demás. “Y este es el testimonio: Que Dios nos ha dado vida eterna; y esta vida está en su Hijo. El que tiene al Hijo, tiene la vida: el que no tiene al Hijo de Dios, no tiene la vida” (1 Juan 5:11, 12) (Palabras de vida del gran Maestro, p. 203).
Quienes estén imbuidos del espíritu que actuó sobre Daniel, no serán orgullosos ni estrechos de mente, sino que decidirán ponerse firmemente del lado de lo correcto. En todas sus asociaciones, ya sea con sus hermanos o con otros, no se apartarán de los principios, al mismo tiempo que mostrarán una paciencia similar a la de Cristo (Consejos sobre la salud, p. 151).
El cristiano es primero un recién nacido en Cristo. Luego se transforma en niño. Debe realizar continuos avances en proporción a las oportunidades y privilegios que se le conceden. Siempre debe recordar que no es suyo, que ha sido comprado con precio y que debe hacer el mejor uso posible de los talentos que se le han confiado. Aun en la infancia de su entendimiento espiritual el cristiano debe esforzarse para hacer el más decidido avance hacia la vida más elevada, más santa. Ha de reconocer que es un labrador junto con Dios…
Nunca ha de sentirse autosuficiente, sino que debe estimarlo todo como pérdida por la excelencia del conocimiento de su Señor, Cristo Jesús. Debe caminar y obrar en compañerismo con su Salvador. A medida que lo haga, su fe aumentará. Al contemplar continuamente a Cristo, será transformado a la misma imagen y carácter de su Señor (In Heavenly Places, p. 183; parcialmente en En los lugares celestiales, p. 185).
Jueves
“Así es el que hace para sí tesoro, y no es rico en Dios”. Este cuadro se adapta a todos los tiempos. Podéis hacer planes para obtener meros goces egoístas, podéis allegaros tesoros, podéis edificaros grandes y altas mansiones, como los edificadores de la antigua Babilonia; pero no podéis edificar muros bastante altos ni puerta bastante fuerte para impedir el paso de los mensajeros de la muerte. El rey Belsasar “hizo un gran banquete” en su palacio, “y alabaron a los dioses de oro y de plata, de metal, de hierro, de madera, y de piedra”. Pero la mano del Invisible escribió en la pared las palabras de su condena, y se oyó a las puertas de su palacio el paso de los ejércitos hostiles. “La misma noche fue muerto Belsasar, rey de los caldeos”, y un monarca extranjero se sentó en el trono (Daniel 5:30).
Vivir para sí es perecer. La codicia, el deseo de beneficiarse a sí mismo, separa al alma de la vida. El espíritu de Satanás es conseguir, atraer hacia sí. El espíritu de Cristo es dar, sacrificarse para bien de los demás. “Y este es el testimonio: Que Dios nos ha dado vida eterna; y esta vida está en su Hijo. El que tiene al Hijo, tiene la vida: el que no tiene al Hijo de Dios, no tiene la vida” (1 Juan 5:11, 12) (Palabras de vida del gran Maestro, p. 203).
Quienes estén imbuidos del espíritu que actuó sobre Daniel, no serán orgullosos ni estrechos de mente, sino que decidirán ponerse firmemente del lado de lo correcto. En todas sus asociaciones, ya sea con sus hermanos o con otros, no se apartarán de los principios, al mismo tiempo que mostrarán una paciencia similar a la de Cristo (Consejos sobre la salud, p. 151).
El cristiano es primero un recién nacido en Cristo. Luego se transforma en niño. Debe realizar continuos avances en proporción a las oportunidades y privilegios que se le conceden. Siempre debe recordar que no es suyo, que ha sido comprado con precio y que debe hacer el mejor uso posible de los talentos que se le han confiado. Aun en la infancia de su entendimiento espiritual el cristiano debe esforzarse para hacer el más decidido avance hacia la vida más elevada, más santa. Ha de reconocer que es un labrador junto con Dios…
Nunca ha de sentirse autosuficiente, sino que debe estimarlo todo como pérdida por la excelencia del conocimiento de su Señor, Cristo Jesús. Debe caminar y obrar en compañerismo con su Salvador. A medida que lo haga, su fe aumentará. Al contemplar continuamente a Cristo, será transformado a la misma imagen y carácter de su Señor (In Heavenly Places, p. 183; parcialmente en En los lugares celestiales, p. 185).
Viernes 7 de febrero
PARA ESTUDIAR Y MEDITAR:
Las grandes fiestas eran comunes en las cortes del mundo antiguo. A los reyes les encantaba hacer fiestas con extravagancia y lujo para mostrar su grandeza y seguridad en sí mismos. Aunque no conocemos todos los deta-lles de esta fiesta en particular, sabemos que tuvo lugar cuando el ejército medopersa estaba preparado para atacar Babilonia. Pero humanamente hablando, no había razón para preocuparse. Babilonia tenía paredes for-tificadas, un suministro de alimentos para muchos años y mucha agua, porque el río Éufrates atravesaba el corazón de la ciudad. Así que, el rey Belsasar no tuvo reparos en hacer una fiesta mientras el enemigo rodeaba la ciudad. Y ordenó una celebración trascendental, que pronto degeneró en una orgía. Qué poderoso testimonio para la arrogancia de la humanidad, especialmente en contraste con el poder del Señor. A través de Daniel, Dios le dice al rey que, a pesar de las oportunidades que tuvo para aprender la verdad, “al Dios en cuya mano está tu vida, y cuyos son todos tus caminos, nunca honraste” (Dan. 5:23).
“La historia de las naciones nos habla a nosotros hoy. Dios asignó a cada nación e individuo un lugar en su gran plan. Hoy los hombres y las naciones son probados por la plomada que está en la mano de aquel que no comete error. Por su propia elección, cada uno decide su destino, y Dios lo rige todo para cumplir sus propósitos” (PR 393).
PREGUNTAS PARA DIALOGAR:
1. En clase, analicen la respuesta a la pregunta del domingo sobre las formas en que la sociedad y la cultura profanan la verdad de Dios. ¿Cuáles son estas formas y cómo deberíamos nosotros, como iglesia e individual-mente, responder a esas profanaciones?
2. ¿Qué nos enseña esta historia? ¿En qué sentido la salvación no tiene que ver tanto con lo que sabemos sino con cómo respondemos a lo que sabemos? (Ver Dan. 5:22.)
3. Lee Daniel 5:23. ¿Qué principios espirituales importantes se encuen-tran en este versículo? Por ejemplo, ¿de qué manera el texto nos advierte en contra del desafío a Dios? O ¿qué nos enseña el versículo acerca de Dios no solo como Creador sino también como Sustentador de nuestra existencia?
4. Aun sin saber qué significan las palabras, Belsasar se asustó (Dan. 5:6). ¿Qué nos dice esto sobre lo que significa vivir con cargo de conciencia?
Notas EGW
Viernes
Maranatha, “¿Lloraremos o nos regocijaremos?”, p. 39.
En los lugares celestiales, “Edificando sobre Cristo”, p. 132.
Viernes
Maranatha, “¿Lloraremos o nos regocijaremos?”, p. 39.
En los lugares celestiales, “Edificando sobre Cristo”, p. 132.
Dios lo bendiga!!!
- MATERIAL AUXILIAR PARA EL MAESTRO -
Lección 6
Lección 6
EL SÁBADO ENSEÑARÉ...
Parte I: RESEÑA
Texto clave: Daniel 5:11, 12.
Enfoque del estudio:
Daniel 5:1-31; Proverbios 29:1; Salmo 75:7; Isaías 45:1, 2; Lucas 12:19.
Introducción: Daniel 5 guarda una estrecha relación con Daniel 4. Ambos capítulos describen gráficamente la soberanía de Dios por sobre los reinos del mundo. En Daniel 4, Dios le quitó el poder a Nabucodonosor por un período limitado. En Daniel 5, Dios le quita el poder a Belsasar y le pone fin al reino babilónico.
Temática de la lección:
1. La arrogancia. Un tema que abarca todo el libro de Daniel y se demuestra gráficamente aquí es la arrogancia de las potencias humanas en su rebelión contra Dios y lo que representa a Dios en el mundo. Cuando debía estar más concentrado en defender su ciudad contra el ataque inminente de los medos y los persas, Belsasar estaba ofreciendo un generoso banquete a sus funcionarios.
2. El juicio. El gesto blasfemo de Belsasar al profanar los vasos del Templo, que representaban el Templo, era equivalente a atacar a Dios mismo. A estas alturas, el rey de Babilonia y el sistema que representaba habían llenado la copa de su iniquidad. En ese momento, el tribunal celestial pronunció la sentencia. Una mano sobrenatural escribió en la pared del palacio el mensaje aleccionador: “MENE, MENE, TEKEL, UPARSIN”.
Aplicación para la vida: ¿Cuál fue el pecado más atroz la noche de la caída de Babilonia? Incluso más que organizar una fiesta hedonista, su peor pecado fue el trato que les dio a los vasos del Templo de Dios. El manejo blasfemo de los objetos sagrados sintetizó el desprecio de Belsasar por el Dios de Israel y finalmente llenó la copa de la iniquidad de Babilonia. Sin embargo, la raíz de sus faltas estaba en su rechazo a andar en la luz que Dios reveló a través de su trato con Nabucodonosor. Para evitar cometer el mismo error, nosotros también deberíamos prestar suma atención a las experiencias de los demás, tanto positivas como negativas. Aún más, debemos andar en la luz que Dios ha derramado en nuestra senda a través de su Palabra.
Parte II: COMENTARIO
1. La arrogancia.
La última noche de Babilonia estuvo marcada por una gran celebración. Jenofonte y Heródoto indican que los babilonios estaban celebrando una fiesta habitual. La Biblia no menciona las razones de la fiesta, pero los eruditos han especulado que podría haber sido la Fiesta Akītu de Año Nuevo. Cualquiera que haya sido, siendo que los medos y los persas estaban listos para atacar Babilonia (Dan. 5:29-31), nos preguntamos por qué hizo fiesta Belsasar. Lo más probable es que se haya sentido seguro dentro de la ciudad, que estaba rodeada de un muro de siete metros de ancho y al menos doce metros de alto. Dentro de la ciudad había abundante agua y provisión de alimentos para soportar muchos años de asedio. Por ende, Belsasar no albergaba ningún temor de una invasión en el futuro cercano. La fiesta transmitía una sensación de normalidad para los habitantes de la ciudad a pesar de que los enemigos se encontraban fuera de los muros de la ciudad.
En plena celebración, Belsasar alabó a los dioses “de plata y oro, de bronce, de hierro, de madera y de piedra” (Dan. 5:23), pero no al Dios viviente. Aparentemente, se olvidó de lo que Dios había hecho a través Daniel para enseñarle a Nabucodonosor. Sin embargo, el mero acto de profanación indica que Belsasar quizá no haya sido totalmente ajeno al Dios viviente. Al tomar los vasos del Templo de Jerusalén y usarlos para beber en la celebración blasfema, el rey de Babilonia demostró que no solo se negaba a honrar al Dios de los hebreos sino además lo menospreció deliberadamente. Al profanar los vasos del Templo, el rey expresó su desprecio más escandaloso por la realidad que esos objetos representaban, es decir, la adoración al Dios verdadero. Esos objetos, aunque estaban en el exilio, seguían siendo santos, y Belsasar debería haberlos tratado con sumo respeto.
Isaías demandó pureza de los exiliados que transportarían los vasos sagrados de vuelta a Jerusalén (Isa. 52:11, 12). Nabucodonosor aparentemente comprendió el estatus de los objetos del Templo cuando los colocó en el templo de su dios. A diferencia de su predecesor, Belsasar no mostró ningún respeto por los vasos del Templo. Al profanarlos en su celebración orgiástica, desafió a Dios mismo.
La profanación de los vasos sagrados por parte de Belsasar se destaca como otro episodio en el largo conflicto entre Babilonia y Jerusalén descrito en las Escrituras. El término Babilonia aparece por primera vez en Génesis 11 (aparece como Babel en la mayoría de las traducciones) cuando un grupo de rebeldes comenzó a construir una torre con la intención de llegar al cielo. A partir de entonces, un conflicto entre Dios y Babilonia (esta última como representante de las fuerzas que se oponen a Dios y su verdad) surge vez tras vez en las Escrituras. Cuando los ejércitos de Nabucodonosor invadieron Judá y redujeron a Jerusalén y el Templo a escombros, al parecer Babilonia había ganado. Belsasar parece resuelto a reconfirmar esas apariencias deshonrando los vasos del Templo de Dios. Al alabar a sus dioses y profanar los vasos del Templo, el rey de Babilonia intentó hacer una demostración pública de desprecio hacia el Dios de los judíos. Este acto de profanación apunta a los ataques escatológicos del cuerno pequeño y del rey del norte contra el pueblo de Dios y el Templo celestial de Dios, según se describe en la parte profética de Daniel. Posteriormente, el libro de Apocalipsis ofrece un cuadro más amplio del conflicto entre Babilonia y Jerusalén, que culmina con la aniquilación de Babilonia y el establecimiento del Reino eterno de Dios desde la Nueva Jerusalén.
2. El juicio.
En un momento escogido divinamente en medio del bullicio lujurioso, de repente apareció una escritura misteriosa en la pared de la sala del banquete. El rey inmediatamente percibió la gravedad de la situación. Aunque no podía leer la escritura, sintió que era una declaración siniestra de juicio inminente. Una vez más, los magos y los profesionales del palacio no lograron producir una interpretación que satisficiera al rey. Recién por sugerencia de la reina madre, el rey solicitó que llevaran a Daniel ante su presencia. Algunos eruditos identifican a esta mujer con Nitocris, hija de Nabucodonosor, esposa de Nabonido y madre de Belsasar.
Podríamos preguntarnos por qué ignoraron a Daniel hasta ese momento. En este sentido, debemos tener en cuenta que Daniel había trabajado hasta el tercer año de Belsasar (Dan. 8:1, 27). Por lo tanto, el anciano profeta no era ningún extraño para el rey. Sobre la base de la actitud y el comportamiento de Belsasar en general, al parecer este rey pudo haber relegado a Daniel al margen por conveniencia política (y religiosa).
Al comparecer ante el rey, el anciano profeta ya no utilizó un lenguaje deferente, como anteriormente lo hizo con Nabucodonosor. Después de aclarar que rechazaba las recompensas que el rey prometió a cualquiera que interpretara la escritura, Daniel se dirigió al rey en los más duros términos. Por encima de todo, Daniel culpó a Belsasar por no aprender de la experiencia de Nabucodonosor, especialmente cuando el último fue expulsado del trono por un período de siete años (Dan. 4). Por consiguiente, Belsasar sabía lo que tenía que hacer: “Y tú, su hijo Belsasar, no has humillado tu corazón, sabiendo todo esto” (5:22). Por lo tanto, la escritura en la pared implicaba juicio para Belsasar y Babilonia: MENE, MENE (“contado”), TEKEL (“pesado”), UPARSIN (“y dividido”). Elena de White dice que esas letras “resplandecían como fuego”, y que al rey y los demás “les pareció estar emplazados ante el tribunal del Dios eterno, cuyo poder acababan de desafiar” (PR 386). La sentencia estaba dada, el rey de Babilonia y el reino estaban condenados. A pesar de la interpretación desfavorable, el rey cumplió con su palabra, recompensó a Daniel, y le dio el tercer lugar en el Imperio Babilónico, aunque solo por pocas horas.
Esa misma noche, el enemigo desvió el río Éufrates (que atravesaba la ciudad) a un pantano, y cuando bajó el nivel del agua los soldados entraron en Babilonia por debajo del muro de la ciudad, a través del lecho del río. Belsasar fue asesinado, y la poderosa Babilonia cayó en manos de los medos y los persas en octubre de 539 a.C. La caída de la histórica Babilonia (así como el oro dio paso a la plata) simboliza la derrota final de la Babilonia del tiempo del fin. En Apocalipsis, la caída de la Babilonia del tiempo del fin se relaciona con la sexta plaga, que termina con el secamiento del Éufrates con el fin de preparar el camino para los reyes del oriente (Apoc. 16:12). Al final, la ciudad victoriosa (Babilonia) es derrotada, y la ciudad derrotada (Jerusalén) triunfa para siempre.
Parte III: APLICACIÓN A LA VIDA
¿Cómo puedes evitar que la falta de Belsasar (de no aprender de las experiencias pasadas de su predecesor Nabucodonosor) se repita en tu vida hoy? ¿De qué manera puedes evitar caer en la misma trampa de no aprender de la experiencia de los demás?
¿Por qué es importante saber lo que Dios hizo en la historia pasada de su pueblo? ¿Qué ocurre con los que se olvidan del pasado? ¿Cómo podemos aprender de los actos pasados de Dios?
En tu opinión, ¿cuál fue el pecado más ofensivo de Belsasar? Explica tu respuesta.
Imagínate en el lugar de Daniel. Después de ser ignorado, finalmente, te llaman para resolver el problema que los astrólogos, los caldeos y los adivinos no pudieron resolver. ¿Cómo te habrías sentido? ¿De qué modo habrías tratado al rey? ¿Habrías aceptado las recompensas prometidas por el rey? Explica.
Belsasar ignoró al Dios verdadero y alabó a los dioses de oro y plata, bronce y hierro, madera y piedra. ¿Qué “dioses” actuales representan una amenaza para tu relación con el Dios verdadero? ¿El dinero? ¿El estatus? ¿La educación? ¿La carrera?
Daniel acusa al rey de no glorificar “al Dios en cuya mano está tu vida, y cuyos son todos tus caminos” (Dan. 5:23). ¿Cuán significativa es esta descripción de Dios para ti? ¿Qué sientes con un Dios así? ¿Amor? ¿Odio? Analicen.
¿De qué manera el juicio de Belsasar y la caída de Babilonia pueden darte la seguridad de que, al final, las fuerzas del mal serán derrotadas? ¿Qué imagen del juicio y del carácter de Dios puedes vislumbrar a partir de este relato?
Dios lo bendiga!!!
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