Lección 2 de Cuna (Noviembre)

EL BUEN PASTOR

Texto y clase de referencias:
LUCAS 15:4-7;
PALABRAS DE VIDA DEL GRAN MAESTRO, pp. 145-151;
EL DESEADO DE TODAS LAS GENTES, cap. 52.

Versículo para memorizar:
“Alégrense conmigo; [...] ya encontré la oveja” (Lucas 15:6).

Mensaje:
Jesús se preocupa por ti y por mí.

Padres:
Al finalizar este mes su hijo(a) podrá:
Saber que Dios lo ama como el pastor amaba a su oveja.
Sentirseseguridad porque Dios se preocupa por él(ella).
Responder agradeciéndole a Jesús.

¡Bee! dice oveja Lanuda. La ovejita quiere a su mamá.
¡Bee-Bee! No te preocupes ovejita. El niño pastor te ayudará.

¡Despierta, pastor! Es tiempo de levantarse. (Señale al pastor, luego a la oveja.) ¡Despierta, oveja! Es hora de comer la fresca hierba verde.

¡Despierta, oveja Lanuda! Es hora del desayuno. ¡Bee – Bee!

No te muevas oveja querida. No te muevas oveja Lanuda. Es hora de que el pastor cuente las ovejas. (Toque la nariz del niño[a] cada vez que cuenta.) Uno, dos, tres, cuatro, cinco. El pastor está contando a las ovejas. “Veintiuno, veintidós, veintitrés, veinticuatro”. ¿Están todas las ovejas seguras? Noventa y ocho, noventa y nueve, ¡cien! ¡Sí!

(Aplauda.) Todas las ovejas están contadas. Todas las ovejas están bien.

El sol está alto en el cielo. El sol se siente caliente. Las ovejas tienen sed. La ovejita Lanuda se queda cerca de su mamá. ¡Mmmm-mmm! (Pretenda oler.) Las ovejas huelen el agua.
Corramos hacia el agua. (Corra hacia el lugar donde hay agua para beber, tome agua.)

Caminando, caminando. Las ovejas están cansadas de caminar. “Permanezcamos aquí por un rato”, dice el pastor.

Pero las horribles moscas negras zumban cerca de las orejas y las narices de los corderos. ¡Bzzz –Bzzz! Las moscas zumban en los ojos de Lanuda. Las moscas zumban en la nariz de Lanuda. Lanuda las patea. (Pise fuerte con sus pies.) Todas las ovejas patean a las moscas.

¡No te muevas oveja querida, no te muevas! El pastor le da un poco de medicina a cada oveja. (Toque la cara del niño[a].)

El pastor les da medicina y las cuenta.(Toque la nariz del niño y cuente.) “Noventa y siete, noventa y ocho, noventa y nueve...”.

¡Ah-oh! el corderito Lanudo no está aquí. ¿Dónde está el corderito Lanudo?

Cordero Lanudo, ¿dónde estás? (El niño[a] esconde su cara detrás de un pañuelo desechable.) ¿Está el cordero Lanudo en el estanque? (Señale.) No, él no está allí.(Sacuda la cabeza.) ¿Está detrás de la roca? (Señale.) No, no está allí. ¿Dónde está el cordero Lanudo? ¡Shhhsss...! Escuchen. (El niño dice, ¡Beee!)
¡Oh, allí estás! (Quite el pañuelo desechable, abrace al niño[a].)

¡Bee-bee! El cordero Lanudo está a salvo. Gracias pastor, por encontrarlo. Gracias pastor, por traerlo de regreso. ¡Gracias, Jesús, por amar a nuestro corderito! (Abrace a su niño[a]. Dé vueltas con el niño alrededor del cuarto.)