Lección 8:
ECHADO A PASTAR
Textos clave y referencias:
Daniel 4;
Profetas y reyes, cap. 42.
Versículo para Memorizar:
“Sus posesiones [...] las compartían”
(HECHOS 4:32).
Mensaje:
Los hijos de Dios comparten lo que tienen.
Daniel 4;
Profetas y reyes, cap. 42.
Versículo para Memorizar:
“Sus posesiones [...] las compartían”
(HECHOS 4:32).
Mensaje:
Los hijos de Dios comparten lo que tienen.
¿Te gustaría vivir en el campo, entre las vacas, y comer pasto? Un rey pasó una vez siete años viviendo entre los animales. Esto es lo que sucedió...
El rey Nabucodonosor estaba muy preocupado por el sueño de la gran imagen. Pero luego se sintió muy halagado de que su reino de Babilonia fuera el número uno. Lo que le molestaba era que hubiera otros reinos que vinieran después de su reino.
Entonces tuvo otro sueño muy extraño. Los hombres sabios del reino no podían interpretarle el sueño.
Así que una vez más Nabucodonosor mandó traer a Daniel. Le contó a Daniel su sueño, que era más o menos así:
“Soñé con un árbol muy grande que estaba en medio de la tierra. Era realmente enorme y parecía que llegaba al cielo. Las hojas eran hermosas y estaba lleno de frutos. Las aves hacían nido en sus ramas y los animales se abrigaban debajo de él. Entonces vi de pronto a un mensajero santo y escuché una fuerte voz del cielo que decía: ‘¡Derriba el árbol. Córtale las ramas. Di a los animales que se vayan de debajo de él y a las aves que encuentren otro lugar para poner su nido. Pero deja parte de su tronco en la tierra y sujétalo con hierro y bronce entre la hierba del campo’.
“La voz continuó diciendo: ‘Deja que se empape con el rocío del cielo. Deja que viva entre los animales. Deja que su mente humana se vuelva como la de un animal hasta que hayan pasado siete años.
“‘He tomado esta decisión para que todos los vivientes reconozcan que el Dios Altísimo es el soberano de todos los reinos humanos y que se los da al que él quiere’”.
Cuando Daniel escuchó el sueño, se sintió muy preocupado. El significado del sueño era muy claro. Y no era un mensaje agradable para comunicarle a un rey.
El rey podía enojarse mucho. Pero el rey Nabucodonosor lo animó para que le dijera su significado. Solo quería saber qué quería decir su sueño.
Daniel sabía que Dios quería que hablara la verdad. Así que le dijo al rey que su sueño era una advertencia que Dios le estaba dando. Le explicó al rey Nabucodonosor que él era ese árbol. Se había vuelto grande, fuerte y poderoso. Reinaba sobre muchos lugares. Sin embargo, Dios había visto su orgullo. Si Nabucodonosor no lo reconocía como Señor, algo extraño y terrible estaba por pasarle. Perdería la razón y viviría en el campo como un animal durante siete años. Al final de ese tiempo volvería a ser rey nuevamente.
Por un tiempo el rey Nabucodonosor pensó en lo que le había dicho Daniel. Puso a Dios en primer lugar; pero poco a poco volvió a sus viejos caminos.
Un año más tarde, Nabucodonosor estaba caminando por la terraza de su palacio real y vio complacido las maravillosas cosas que lo rodeaban. Se llenó de soberbia y dijo sonriente y orgulloso:
—¿No es esta la gran Babilonia que yo edifiqué con mi poder y para la gloria de mi majestad?
Tan pronto como dijo esas palabras, escuchó una voz del cielo que le dijo:
—Nabucodonosor, te vas a volver como un animal. Vivirás en el campo durante siete años. Al final de ese tiempo me vas a reconocer como Señor. Entonces volverás a ser rey.
Y sucedió como dijo Dios. Al final de los siete años Nabucodonosor se sanó y alabó a Dios como gobernante de toda la tierra. Sus consejeros y nobles vinieron a hablar con él y lo hicieron nuevamente rey. Sin embargo, esta vez Nabucodonosor no cometió el mismo error, sino que sirvió a Dios por el resto de su vida.
Fue difícil para Daniel darle al rey el mensaje que Dios le enviaba. Pero Dios estaba con él. Y Dios estará contigo cuando lo sirvas en dondequiera que te encuentres.
Dios lo bendiga!!!
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