Infantes | Lección 1: El pequeño príncipe | 3er Trimestre 2023

Lección 1:
El pequeño príncipe

Textos clave y referencias:

2 Reyes 11
Profetas y Reyes, cap. 16, pp. 141-143.

Versículo para Memorizar:

“Ámense como hermanos los unos a los otros”. (Romanos 12:10, DHH).

Mensaje:

Nos amamos y nos protegemos unos a otros.

¿Te ha amenazado alguna vez un niño mayor y más fuerte que tú? ¿Deseaste en ese momento tener a alguien que te protegiera? El tío y la tía del príncipe Joás hicieron exactamente eso.

El príncipe Joás vivía en el palacio real de Jerusalén. Pero aunque Joás era príncipe, todavía necesitaba alguien que lo protegiera. Necesitaba protección de Atalía, que era la reina.

La reina Atalía era cruel y malvada. No quería que Joás llegara a ser rey. Joás no podía protegerse a sí mismo de la reina Atalía porque era un bebé. Así que Dios envió a alguien para que lo cuidara.

Josaba, la tía de Joás, vivía en el templo con su esposo Joiada, el sacerdote. Dios la ayudó a proteger a Joás de la cruel reina. Así que Josaba tomó secretamente al bebé Joás con su nodriza y lo escondió en el templo. Allí ella y su esposo lo escondieron en una habitación.

Durante seis años Joás y su nodriza vivieron en el templo. La tía Josaba y el tío Joiada mantuvieron escondido a Joás. Secretamente le enseñaron que algún día sería rey. Aunque era un niñito, Joás sabía que un día sería el gobernante de Judá en vez de la reina Atalía.

Y finalmente llegó el día. Cuando Joás tenía 7 años, el tío Joiada decidió que había llegado elmomento de hacerlo rey. El tío Joiada llamó a los soldados al templo.

—El príncipe Joás está vivo —les dijo—. La tía Josaba y yo lo hemos protegido de la reina Atalía durante seis años. Ahora es tiempo de que ustedes protejan al príncipe contra la reina. Es hora de que Joás sea coronado rey.

Los soldados estuvieron de acuerdo. Ellos sabían que la reina era mala. Ellos prometieron mantenerse cerca de Joás dondequiera que fuera.

Muy pronto el tío Joiada condujo al príncipe Joás fuera del templo a un lugar donde se había reunido una multitud. Exactamente como lo habían prometido, los soldados se reunieron alrededor de Joás, el niño que sería coronado rey.

El tío Joiada derramó el aceite perfumado sobre la cabeza de Joás. Le entregó a Joás una copia de la ley y lo proclamó rey. La multitud observaba en silencio mientras Joiada ponía la corona sobre la cabeza de Joás. Luego todo el pueblo se alegró y gritó: “¡Viva el rey!”. Los trompeteros tocaron sus trompetas y los cantores entonaron los himnos.

La reina Atalía escuchó el ruido y corrió hacia el templo. ¡Allí vio al niño que acababa de ser coronado como rey! Se quedó muy sorprendida. ¡Y también muy enojada! Ordenó a los soldados que prendieran a Joás. Pero los soldados la tomaron prisionera a ella y no a Joás. Ella dejó de ser reina en ese momento.

Joás estaría seguro ahora mientras gobernaba a Israel. Él sabía que Dios había dirigido a la tía Josaba y a su tío Joiada para que lo protegieran todos aquellos años. Y él fue un buen rey que dirigió a su pueblo al conocimiento de Dios.

Nosotros también podemos proteger a los bebés y a los niños más pequeños. Podemos cuidarlos para que no se lastimen mientras juegan. Podemos cuidarlos jugando suavemente con ellos. Podemos ayudar a Dios a proteger y cuidar a los niños.

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