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Fe Real | Lección 9: Altibajos en nuestra identidad | 4to Trimestre 2023 | Año B

Fe Real | Lección 9: Altibajos en nuestra identidad | 4to Trimestre 2023 | Año B

Lección 9:
Altibajos en nuestra identidad


Fe Real | Lección 9: Altibajos en nuestra identidad | 4to Trimestre  2021 | Año B

La importancia de un PERO

(Esta es una ilustración y nada más. ¿Qué relación podría tener con las citas bíblicas de la siguiente página?)



El esquí acuático no parece muy complicado, especialmente para alguien que se considera atlético. ¿Qué dificultad podría tener?, pensó el joven mientras un grupo de muchachas le preguntaba si él sabía practicarlo y si quería acompañarlas.
«Magnífico», respondió él, pretendiendo saber todo sobre esa especialidad. Jamás había esquiado, pero evitó reconocerlo y prefirió decir: «Sé cómo hacerlo». Es por ello que el único culpable de lo que sucedió fue él. Después de varios minutos de zigzaguear en el agua, finalmente se puso los esquís, dobló sus rodillas, estiró los brazos y asintió con la cabeza. De más está decir que esa era la primera vez que se paraba sobre unos esquís y, al parecer, no le resultaba difícil hacerlo.
Después de unos seis segundos de gloria y admiración por parte de las chicas en el bote, ambos esquís se abrieron y cayó al agua, pero lo hizo sin soltar la cuerda. Bueno, en realidad la soltó, pero demasiado tarde. Para entonces, había perdido su traje de baño en el agua. Cuando el bote se acercó para buscarlo, comenzó a gritar: «¡Quédense allí y láncenme una toalla!» (lo único que tenía puesto era el chaleco salvavidas). No existen las palabras para describir su humillación.
Estaba seguro de que podía hacerlo, pensando que el solo hecho de ser atlético sería suficiente.
Lo mismo le pasó a Pedro. Era un pescador profesional (Lucas 5), y sabía que las cosas estaban mal esa tarde. Su sabiduría y experiencia le gritaban: «No lo hagas. ¡La gente va a pensar que estás loco!». Pero la palabra más importante de cuatro letras en el mundo es precisamente esa: pero. Es una palabra decisiva. Es la separadora de ideas por excelencia. La palabra pero muestra un cambio de dirección. Las palabras que Pedro le dirigió a Cristo representan el momento decisivo de sumisión.
«Maestro, hemos estado trabajando toda la noche sin pescar nada; pero, ya que tú lo mandas, voy a echar las redes» (versículo 5).
«Pero ya que tú lo mandas» ha de ser entonces la frase de cabecera de nuestra vida espiritual.

Texto clave
Escoge uno de los textos de la sección del miércoles. Escríbelo aquí y apréndelo de memoria para esta semana.





Domingo
MI OPINIÓN
  • Gina vio que Craig, su hermano menor, cometía un error tras otro. Entre
    otras cosas, un fin de semana estuvo conduciendo bajo los efectos del alcohol. En otra ocasión llegó la madrugada y aún no había regresado. Le prometía a su hermana vez tras vez que iba a cambiar, pero sus promesas eran huecas. Ella le pagó la universidad hasta que él abandonó la carrera, haciéndole perder el dinero de todo un semestre.
  • Sin embargo, Craig parecía sincero y deseaba poner su vida en orden. Era el típico caso de la persona que tiene un espíritu dispuesto aunque es débil en la carne. ¿Qué podríamos hacer para que alguien como el hermano de Gina volviera a la senda correcta? ¿Qué podría hacer Gina? ¿Qué consejo o palabras de ánimo le daríamos a ella en medio de la frustración que siente por la actitud de su hermano?
  • Podemos visitar https://www.realtimefaith.net/ (en inglés) y exponer allí nuestras opiniones. Seamos claros y sinceros. Digamos lo que pensamos.



Lunes
¿QUÉ TRATAN DE DECIRNOS?

Diferentes personas, diferentes opiniones. Algunos pensamientos que siguen representan los puntos de vista de sinceros ciudadanos del reino de Dios, pero otros no. ¿Puedes distinguir entre unos y otros? ¿En qué se comparan estos pensamientos con lo que Dios dice en su Palabra? Después de repasar los textos de la sección «Dios dice...», escribe un párrafo que exprese tu opinión. Preparémonos para exponer en la Escuela Sabática lo que hemos escrito.


«El éxito de un hombre puede depender de su voluntad para tomar decisiones difíciles».— Frank A. Clark.

«Si alguna vez nos sentimos tentados a darnos por vencidos, recordemos a Brahms, a quien le tomó siete largos años componer su famosa “Canción de cuna”. Cada vez que comenzaba a tocarla se quedaba dormido en el piano».— Robert Orben, humorista estadounidense contemporáneo.

«El fracaso es el curso de acción que requiere menos perseverancia». —W. A. Clarke.

«Nosotros tomamos decisiones, y después nuestras decisiones se voltean y nos toman a nosotros».— F. W. Boreham, predicador bautista inglés en Australia y Nueva Zelanda en los siglos XIX y XX.

«Asusta pensar que la mayoría de las personas que fallaron en las Escrituras lo hicieron en la segunda mitad de sus vidas».— Joe Aldrich, ministro estadounidense.

«Tener valor es estar muy asustado pero aun así, subirse al caballo».— John Wayne, actor estadounidense del siglo XX.

«Preocupémonos más por nuestro carácter que por nuestra reputación; porque nuestro carácter representa realmente lo que somos, mientras que nuestra reputación es solo lo que los demás piensan de nosotros».— John Wooden, ex entrenador de baloncesto de la Universidad de California, Los Ángeles, Estados Unidos.

Escribe tu propio pensamiento
«Yo digo que…





Martes
¿Y ENTONCES?

Si en algo era constante el apóstol Pedro, era en meterse en problemas tanto por sus palabras como por sus acciones. Repasemos un poco. Pedro era un pescador. Sin embargo, a pesar de todos sus conocimientos sobre pesca, tuvo una aleccionadora experiencia sobre el poder de Cristo para lograr lo imposible. Esta experiencia le cambió la vida.

Cuando pensó que podía impresionar a Jesús con su comprensión del tema del perdón, le propuso al Maestro perdonar a los demás hasta siete veces. Jesús lo invitó entonces a buscar una calculadora y a sacar cuentas. ¿Y qué podemos decir de la ocasión cuando Pedro reaccionó ante las palabras de Jesús de que tenía que ir a Jerusalén a morir?Prácticamente le prohibió a su Maestro que siguiera hablando de esa manera. ¿Recordamos lo que le respondió Jesús? «Aléjate de mí, Satanás». Estas palabras tienen que haber penetrado profundamente en su orgullo. Tienen que haberlo dejado devastado.

Cuando Pedro proclamó abiertamente que Jesús era el Mesías en un momento en que nadie tenía las agallas para decirlo, Jesús prometió edificar su iglesia en el testimonio de gente como Pedro, que con valentía confesó que Jesús era su Señor. Pero ese clímax se transformó en una terrible caída cuando Pedro prometió que nunca negaría a su Maestro y esa misma noche rompió su promesa en reiteradas ocasiones. La experiencia fue tan amarga que otros jamás habrían regresado a ver a Jesús. Pero Pedro, arrepentido y acongojado, permaneció cerca de él. Y Jesús también permaneció cerca de Pedro. Con el paso del tiempo, el apóstol fue creciendo, y lo mismo puede suceder en nuestro caso. Si algo puede enseñarnos la vida de Pedro es a tener valor y a estar dispuestos a arriesgarnos. También nos enseña que debemos aferrarnos a Jesús aun en nuestros errores. ¿Podemos imaginar la clase de historias que Pedro va a contarnos en el cielo?




Miércoles
DIOS DICE…

►Hechos 4: 13
«Cuando las autoridades vieron la valentía con que hablaban Pedro y Juan, y se dieron cuenta de que eran hombres sin estudios ni cultura, se quedaron sorprendidos, y reconocieron que eran discípulos de Jesús».

►1 Corintios 16: 13, 14
«Manténganse despiertos y firmes en la fe. Tengan mucho valor y firmeza. Y todo lo que hagan, háganlo con amor»

►Hebreos 3: 1-6
«Por lo tanto, hermanos, ustedes los del pueblo santo, que han sido llamados por Dios a ser suyos, consideren atentamente a Cristo Jesús, el Apóstol y Sumo Sacerdote, gracias al cual profesamos nuestra fe. Pues Jesús ha sido fiel a Dios, que lo nombró para este servicio, como también Moisés fue fiel en su servicio en toda la casa de Dios. Pero a Jesús se le ha concedido más honor que a Moisés, del mismo modo que el que hace una casa recibe más honor que la casa misma. Toda casa tiene que estar hecha por alguien; pero Dios es el que hizo todo lo que existe. Así pues, Moisés, como siervo, fue fiel en toda la casa de Dios, y su servicio consistió en ser testigo de las cosas que Dios había de decir. Pero Cristo, como Hijo, es fiel sobre esta casa de Dios que somos nosotros mismos,
si mantenemos la seguridad y la alegría en la esperanza que tenemos».

►Hechos 3: 6
«Pero Pedro le dijo: “No tengo plata ni oro, pero lo que tengo te doy: en el nom-bre de Jesucristo de Nazaret, levántate y anda”».

►Hechos 4: 18-20
«Así que los llamaron y les ordenaron que no hablaran ni enseñaran nada acerca del nombre de Jesús. Pero Pedro y Juan les contestaron: “Juzguen ustedes mismos si es justo delante de Dios obedecerlos a ustedes en lugar de obedecerlo a él. Nosotros no podemos dejar de decir lo que hemos visto y oído”».

►Hechos 10: 34-35
«Ahora entiendo que de veras Dios no hace diferencia entre una persona y otra, sino que en cualquier nación acepta a los que lo reverencian y hacen lo bueno».

►Hechos 12: 5
«Así que Pedro estaba en la cárcel, bien vigilado, pero los de la iglesia seguían orando a Dios por él con mucho fervor».



Jueves
¿QUÉ TIENE QUE VER CONMIGO?

La experiencia de Pedro nos recuerda que la gracia de Dios es más grande que nuestros peores errores. Algunas personas contemplan sus vidas y se preguntan si Dios realmente los está ayudando a crecer. Se sienten tan desanimados que están listos para darse por vencidos. Prestemos atención a las palabras que Pedro escribió más adelante, en otra etapa de su vida, al aconsejar a los miembros de la iglesia a que se dedicaran a hacer grandes cosas por el Señor. En caso de que llegaran a fallar y sintieran que no hubieran logrado lo que se habían propuesto, Pedro les dice lo siguiente: «Pero el que no las posee [fe, entendimiento, dominio propio, paciencia, devoción, afecto fraternal y amor] es como un ciego o corto de vista; ha olvidado que fue limpiado de sus pecados pasados» (2 Pedro 1: 9).

Pedro señala con claridad cuál es el problema. Si no estamos conscientes de que nuestros pecados han sido perdonados gracias a la muerte de Cristo en el Calvario, no hay manera de tener esperanza. Es hora de que recordemos lo que Jesús siempre ha estado tratando de decirnos: «Yo […] no me acordaré más de sus pecados» (Hebreos 8: 12); «Aunque sus pecados sean como el rojo más vivo, yo los dejaré blancos como la nieve» (Isaías 1: 18); «Nuestros pecados ha alejado de nosotros, como ha alejado del oriente el occidente» (Salmo 103: 12). Pedro perfeccionó el arte de encontrar misericordia en Cristo, y eso potenció a uno de los hombres más valientes de la tierra. ¿Qué hará por nosotros la gracia de Dios?



Viernes
¿CÓMO FUNCIONA?

En la vida todos enfrentamos retos. A menudo tenemos que tomar decisiones que son incómodas e impopulares. Algunas de esas decisiones requieren de grandes dosis de valor. Sin embargo,
Pedro asumió el costo. Él dijo: «He estado intentando todo el día y no he pescado nada, pero si tu lo dices, ¡me adentro a las profundidades!». Pensemos en tres aspectos de nuestra vida en los que necesitamos adentrarnos en las profundidades. Describamos claramente cuál es el problema o la situación, y del otro lado de la palabra «pero» escribamos lo que pensamos que Dios quiere que hagamos.

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Dios les bendiga!!!

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