Lección 02: El nacimiento de Jesús
Unidad I. El nacimiento de Jesús
Lectura bíblica: Lucas 2:1-20; Mateo 2:1-12
Texto para memorizar: «Hoy les ha nacido en la ciudad de David un Salvador, que es Cristo el Señor.» Lucas 2:11 nvi
Objetivo: Que los niños comprendan que el gran don de Dios es que Jesús vino al mundo para ser nuestro Salvador, y que deseen recibir a Jesús en su vida.
Setecientos años antes de que Jesús viniera al mundo, Dios había dicho, por medio del profeta Miqueas, que su Hijo nacería en Belén. Miremos un mapa de la Tierra Santa y veamos que Belén queda lejos de Nazaret. ¿Recuerdan quiénes vivían en Nazaret?
José y María vivían en el pueblito de Nazaret, lejos de Belén. ¿Qué haría Dios para llevarlos a la aldea donde tenía que nacer su Hijo Jesús?
Cuando se acercaba el tiempo para el nacimiento de Jesús, Dios hizo que el emperador romano, Augusto César, dictara una nueva ley. Él gobernaba sobre muchos países y quería saber cuántos habitantes había en su imperio, para que pagaran impuestos. Mandó que todos se registraran en el pueblo de donde eran sus padres y sus abuelos.
El viaje a Belén
José y María tuvieron que ir a Belén. Fue un viaje muy largo. La aldea de Belén quedaba a 125 kilómetros de Nazaret. En ese tiempo no había trenes ni buses ni aviones. Todos los viajeros iban a pie o montados en burros. También así José y María.
Como todos tenían que ir a registrarse al lugar de donde eran sus padres y abuelos, todos los caminos estaban llenos de viajeros. ¡Ya podemos imaginar cuánto polvo levantaba la gente al caminar!
El camino hacia Belén bajaba de las montañas hasta el río, y subía otra vez por las colinas. Después de muchos días de viaje, José y María llegaron a Belén. José estaba muy ansioso de encontrar un lugar para que María pudiese descansar. ¡Cualquier día podría nacer el niño!
Belén era una aldea pequeña. Allí no había hoteles como en las ciudades de hoy. José fue a la posada del pueblo pero no había lugar para ellos. «¡No hay lugar!» dijo el dueño de la posada.
Como no había lugar en la posada tuvieron que hospedarse en un establo. Vivirían junto con los animales durante la estadía en Belén. Y allí, entre las vacas y los burros, nació el Rey Jesús.
José, María y Jesús
Con todo cariño María lo envolvió en pañales y lo acostó en una hermosa cuna… ¡No! Tal vez tenían una cuna en casa, pero en Belén sólo hubo un pesebre para Jesús. Su primera cama fue el lugar de donde comen paja los animales.
¡Esa noche Dios publicó la gran noticia! Como en esos tiempos no había radio ni televisión, Dios envió ángeles para dar la buena nueva.
Nuevas de gran gozo
La oscura y fría noche se iluminó y los ángeles contaron la noticia a los únicos que estaban despiertos: ¡unos pastores que cuidaban su rebaño!
Los pastores se asustaron; pero un ángel les habló: «No teman, porque les doy buenas noticias. En la ciudad de David, ha nacido un Salvador. Lo encontrarán envuelto en pañales y acostado en un pesebre.»
Un coro de ángeles
De repente apareció una multitud de ángeles que alababan a Dios.
«¡Gloria a Dios en las alturas, y en la tierra paz, buena voluntad para con los hombres!» cantó el coro de ángeles que Dios envió del cielo.
Los pastores apenas podían creer lo que acababan de escuchar. ¡Al fin Dios había enviado al Salvador!
La visita de los pastores
–Vamos a Belén a ver lo que ha sucedido! –dijeron los pastores–. ¡Vamos!
Ellos conocían los establos de Belén, y rápidamente encontraron a Jesús. En la quietud de la noche ofrecieron su adoración al Rey que había nacido.
Los magos de Oriente
Esa misma noche, Dios puso en el cielo una nueva y brillante estrella. En el lejano Oriente unos magos –hombres sabios– la observaron.
–¡Debe de haber nacido un rey! –exclamaron–. ¡Vamos para ofrecerle nuestra adoración!
Viajaron muchos días para llegar adonde estaba Jesús. Seguramente se sentían felices al ver que la estrella los iba guiando por el camino.
Los magos ofrecen sus presentes
Un día la estrella se detuvo sobre una casa. Los magos tocaron la puerta y preguntaron por el rey que había nacido. Al ver a Jesús le ofrecieron su adoración y sus presentes: oro, incienso, y mirra.
Aplicación
Jesús es el gran regalo de Dios para ti y para mí. Ya han pasado más de dos mil años desde que Él nació en Belén y vivió aquí en la tierra para ser nuestro Salvador. Jesús es el mismo hoy. Así como amaba a los niños en esos días, los ama ahora a cada uno de ustedes.
¿Cuál fue el mejor regalo que recibió Pedrito? Sí, lo mejor para él fue recibir a Jesús en su corazón. Pedrito también recibió una Biblia; el libro más leído del mundo. Se puede decir que es la «estrella» que nos guía hacia Jesús.
¿Quisieras pedir a Jesús que venga a tu vida para ser tu Salvador? Puedes hacerlo ahora mismo.
Materiales:
- Lección 02 La vida de Jesús
- Ayudas visuales: B/N | Color | Grande
- Hojita para pintar
- Perlita | Lámina
- Actividades: Colorear | Diferencias | Respuestas
- MULTIMEDIA: PPT | PDF
- RVR1960 Lección
Fuente: HermanaMargarita.com
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Dios les bendiga!!!
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