Fe Real | Lección 2: La manera de orar - 2da parte | 2do Trimestre 2022 | Año A
Lección 2 Fe Real:
LA MANERA DE ORAR. SEGUNDA PARTE
PEDIR LA BENDICIÓN
POR UN EMPAREDADO,
PEDIR LA BENDICIÓN POR UN AMIGO
Esta es simplemente una ilustración. ¿Qué relación podría tener con las citas bíblicas de la página siguiente?
Me senté a almorzar con un pequeño grupo de estudiantes, pero Miguel hizo algo un poco extraño en el momento en que cada uno oró por los alimentos. Miguel se sentó, miró su emparedado, y seguidamente lo empujó hacia mí. Entonces pensé: Eso de poner un almuerzo frente a mí, con el hambre que tengo, es peligroso. Seguidamente, Miguel inclinó su rostro, oró, levantó la cabeza, sonrió, estiró el brazo, recuperó su emparedado, y comenzó a comer. Yo no dije una sola palabra.
Después traté varias veces de sentarme frente a él para ver si era algo que hacía con regularidad; efectivamente, cada vez que comía con él y sus amigos, repetía sin falta ese pequeño ritual. Me moría de la curiosidad por saber qué significaba, de manera que un día le pregunté:
—Miguel, ¿por qué siempre alejas tu almuerzo cada vez que vas a orar?Miguel bajó su rostro y respondió apesadumbrado:
—Hace dos años mi mejor amigo se suicidó.
—Lo siento mucho —le respondí—. No lo sabía.
—Durante el funeral —continuó Miguel—, pensé en lo poco que había orado por él. De hecho, el día que murió había orado más por los alimentos que por la salvación de mi amigo. Desde entonces, cada vez que oro alejo el plato y pido por mis amigos. Dios ya sabe que estoy muy agradecido porque siempre tengo algo que comer.
Tres veces al día (o quizás más, si consideramos cómo comen los adolescentes) Miguel eleva a sus amigos al trono de la gracia, no por un cargo de conciencia ni por miedo, sino porque la gracia es más importante que pedir la bendición sobre un emparedado.— Pastor Troy
Texto clave
Escoge uno de los textos de la sección del miércoles. Escríbelo aquí y apréndelo de memoria para esta semana.
Domingo
MI OPINIÓN- Justin siempre ora y, si le preguntamos, nos dirá que la oración es la parte más importante de su fe. Pero él se siente bastante incómodo cuando está frente a otros, ya que piensa que la oración es algo muy personal. Cuando alguien le pide que ore, él es sincero y se niega, pero esto lo hace sentirse culpable. ¿Qué le diríamos para animarlo? ¿Qué creemos que debería hacer? (Si es que debe hacer algo).
- Visitemos www.guidemagazine.org/rtf [en inglés] y publiquemos nuestra respuesta. Seamos claros y sinceros. Digamos lo que pensamos.
Lunes
¿QUÉ TRATAN DE DECIRNOS?Personas diferentes, opiniones diferentes. Las citas que presentamos a continuación representan dos puntos de vista: el de los que son ciudadanos sinceros del reino de Dios, y el de aquellos que no lo son. ¿Puedes distinguir entre unos y otros? ¿En qué se comparan estos pensamientos con lo que Dios dice en su Palabra? Después de repasar los textos de la sección «Dios dice...», escribe un párrafo que exprese tu opinión. Preparémonos para exponer lo que hemos escrito en la Escuela Sabática.
- «Orar de manera decente y delicada no es un trabajo pesado. Pero orar verdaderamente, orar hasta que el infierno sienta el golpe que se le está asestando, orar hasta que las puertas de hierro de las dificultades se abran, hasta que las montañas de obstáculos desaparezcan, eso sí que es difícil. No obstante, es la mejor obra de Dios y el mejor oficio del hombre». E. M. Bounds, ministro y escritor cristiano estadounidense del siglo XIX.
- «Mientras más oremos, más fácil se nos hará hacerlo, y más querremos orar». Madre Teresa de Calcuta, religiosa cristiana humanitaria del siglo XX, ganadora del Premio Nobel de la Paz.
- «Orar es más que llenar verbalmente una planilla de solicitud. ¡Es confraternizar con Dios! Es tener comunión con Dios a través de la adoración, confiando en sus promesas y compartiendo con él nuestras necesidades». Billy Graham, predicador estadounidense contemporáneo.
- «Cierta noche, una niña sorprendió a su mamá, que acababa de orar por su familia y por sus amigos, diciendo: “Y ahora, Dios, ¿qué puedo hacer yo por ti?”». Sunday Times and Gospel Herald.
- «Oremos como si todo dependiera de Dios. Trabajemos como si todo dependiera de nosotros». Agustín de Hipona, teólogo cristiano del siglo IV.
«Orar es el acto de abrir nuestro corazón a Dios como a un amigo. No es que se necesite esto para que Dios sepa lo que somos, sino a fin de capacitarnos para recibirlo. La oración no baja a Dios hasta nosotros; antes bien nos eleva a él». Elena G. de White, escritora inspirada y uno de los miembros fundadores de la Iglesia Adventista del Séptimo Día..
«Yo digo que…
Martes
¿Y ENTONCES?- Hasta la persona más escéptica del mundo tiene momentos en que levanta los ojos al cielo y le dice algo a Dios, aunque no esté seguro de que él lo está escuchando. La mayoría de las personas sienten que «alguien» los está oyendo.
- Hay un dicho popular que dice: «Desde aquí es imposible llegar a allí». De igual manera, es probable que sin oración no podamos conocer a Dios. No existen atajos, caminos alternativos o trucos que nos ayuden a llegar a Dios sin haber tenido una conversación sincera y abierta con él. Bien se trate de un encuentro planificado o de una conversación espontánea, los jóvenes que oran experimentan una paz y una presencia de ánimo que los hace sobresalir.
Miércoles
DIOS DICE…- Mateo 6: 9-13
«Ustedes deben orar así: “Padre nuestro que estás en el cielo, santificado sea tu nombre. Venga tu reino. Hágase tu voluntad en la tierra, así como se hace en el cielo. Danos hoy el pan que necesitamos. Perdónanos el mal que hemos hecho, así como nosotros hemos perdonado a los que nos han hecho mal. No nos expongas a la tentación, sino líbranos del maligno”». - 1 Samuel 12: 23
«En cuanto a mí, que el Señor me libre de pecar contra él dejando de rogar por ustedes. Antes bien, les enseñaré a comportarse de manera buena y recta». - Romanos 8: 26, 27
«De igual manera, el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad. Porque no sabemos orar como es debido, pero el Espíritu mismo ruega a Dios por nosotros, con gemidos que no pueden expresarse con palabras. Y Dios, que examina los corazones, sabe qué es lo que el Espíritu quiere decir, porque el Espíritu ruega, conforme a la voluntad de Dios, por los del pueblo santo». - Colosenses 4: 2-4
«Manténganse constantes en la oración, siempre alerta y dando gracias a Dios. Oren también por nosotros, a fin de que el Señor nos abra las puertas para predicar el mensaje y anunciar el designio secreto de Cristo, pues por eso estoy preso. Oren para que yo lo dé a conocer tan claramente como debo hacerlo». - 1 Pedro 4: 7
«Ya se acerca el fin de todas las cosas. Por eso, sean ustedes juiciosos y dedíquense seriamente a la oración». - Santiago 5: 16-18
«Por eso, confiésense unos a otros sus pecados, y oren unos por otros para ser sanados. La oración fervorosa del justo tiene mucho poder. El profeta Elías era un hombre como nosotros, y cuando oró con fervor pidiendo que no lloviera, dejó de llover sobre la tierra durante tres años y medio. Después, cuando oró otra vez, volvió a llover, y la tierra dio su cosecha». - Marcos 11: 24, 25
«Por eso les digo que todo lo que ustedes pidan en oración, crean que ya lo han conseguido, y lo recibirán. Y cuando estén orando, perdonen lo que tengan contra otro, para que también su Padre que está en el cielo les perdone a ustedes sus pecados».
Jueves
¿QUÉ TIENE QUE VER CONMIGO?- La oración es el vehículo de la gracia de Dios. Si queremos recibirla, tenemos que hablar con Dios sobre ello. Y en el momento en que elevamos nuestra atención al cielo, Dios se detiene y aguarda. En Marcos 10 un hombre ciego clama a Jesús, y él se detiene. Una mujer hace su último intento por encontrar sanidad tocando la túnica de Jesús, y apenas sus dedos entran en contacto con la tela de su túnica, él se detiene. Cuando Zaqueo decide mantenerse a distancia sobre el árbol, Jesús se detiene. Cuando la mujer sirofenicia clama pidiendo ayuda, Jesús se detiene y sana a su hija a la distancia.
- En el pozo de agua, en la casa, en la montaña, en el bote, sobre el agua o bajo el agua, el resultado siempre es el mismo: cuando hablamos con Dios en oración, todo se detiene y recibimos su atención exclusiva. Es realmente asombroso. ¿Qué estamos esperando entonces para comenzar a orar? ¿Ha pasado mucho tiempo desde la última vez que lo hiciste? Él no nos va a echar nada en cara, así que comencemos a conversar con él. ¿No estamos seguros de qué decirle? Conversemos con él por medio de un papel, de una canción, en nuestra mente o a viva voz; pero no perdamos la oportunidad de detener literalmente el mundo para conversar con el Creador. Esto nos hará diferentes.
Viernes
¿CÓMO FUNCIONA?A continuación se presentan algunas maneras en que podemos orar esta semana:
- Oración de cuatro partes
Digamos todo lo que queramos a Dios sobre estas cuatro cosas, según el siguiente orden:
1. Adoración
2. Confesión
3. Peticiones
4. Agradecimientos - La oración de Jesús por los demás (la oración de Juan 17)
1. Oremos para que seamos uno con Dios
2. Oremos para que nuestros amigos sean uno con Dios
3. Oremos para que otros lleguen a conocer a Dios por medio de nuestros amigos. - Oremos con David
Busquemos algunos de los salmos de David que son oraciones
y elevemos una plegaria por las mismas cosas que pidió David, pero con nuestras propias palabras. - Oremos por cosas grandes
Dediquemos un día a orar por las cosas grandes que están sucediendo y por las que han de suceder (por ejemplo: por la posibilidad de llevar el evangelio a los confines de la tierra, por la conversión de los líderes del mundo, por las víctimas de desastres naturales, por la cura del cáncer, etc.). - Escribamos una oración a Dios como si fuera una carta
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_________________________________ - Si queremos dar a conocer las Escrituras a nuestros amigos a través de la oración de una manera amena, visitemos www.prayitsayit.net [en inglés].
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Dios les bendiga!!!
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