Fe Real | Lección 8: Transformados por el bautismo | 3er Trimestre 2024 | Año A

Fe Real | Lección 8: Transformados por el bautismo | 3er Trimestre 2024 | Año A

Lección 8 Fe Real:
TRANSFORMADOS POR EL BAUTISMO

ANTES Y DESPUÉS

(Esto no es más que una ilustración. ¿Qué relación podría tener con las citas bíblicas de la página siguiente?).

Ben se sentó tranquilamente en el asiento trasero del vehículo de sus nuevos padres, camino a su nuevo hogar. Había soñado mucho con ese momento, pero no se parecía en nada a lo que había imaginado. El albergue donde había estado temporalmente y la incertidumbre de estar pasando de un lugar a otro, empacando sus pocas pertenencias en una pequeña bolsa, se habían convertido en una incómoda rutina para él. Pero esta vez era diferente, aunque no estaba seguro de si la naturaleza permanente de esta relación sería algo bueno para él o un terrible error.
Cuando el automóvil ingresó por el camino de entrada, su madre le dijo: «Llegamos a casa». Estas palabras le sonaron tan extrañas a Ben, que parecía que le estaban hablando en otro idioma. Ben observó la sencilla casa en la que había un gran letrero de bienvenida en la puerta, el cual hizo que sintiera una vez más esa sensación de incertidumbre. Anhelaba aquel momento más que cualquier otra cosa, pero se preguntaba si sería capaz de ser miembro de una familia.
Ben respiró profundamente y se bajó con decisión del automóvil para seguir a sus nuevos padres a la casa. Inmediatamente sintió que las cosas serían diferentes en este nuevo hogar. No sabía cómo ni por qué, pero tenía la certeza de que todo iba a cambiar. Ben tenía trece años cuando lo adoptaron y luchó durante dos años para adaptarse a sus nuevos padres. A pesar de ello, con el paso del tiempo, el amor persistente de ellos y el compromiso que demostraron hacia él ganaron la batalla.  
«De todas las emociones que podemos sentir —dice casi diez años después—, el miedo a cometer un error y hacer que nuestros nuevos padres se arrepientan de la decisión de habernos adoptado es terrible. Es por ello que comencé a probar cuán sólido era el compromiso de ellos conmigo y el amor que realmente me tenían. Lo sorprendente es que cuando vi que mis padres siguieron amándome a pesar de mi rebeldía, me molesté y comencé a pensar: ¡Ustedes no pueden amarme tanto! Pero lo hacían, y con el tiempo me acostumbré tanto al cariño de mi nuevo padre y a la alegría y el optimismo de mi nueva madre, que terminé riendo, abrazándolos, confiando en ellos y amándolos. Yo nunca antes había experimentado todas esas emociones.
¡La realidad más maravillosa de la adopción es que ellos me escogieron!,
y más tarde, cuando al fin pude hacerlo, ¡yo los escogí a ellos!».

Texto clave
Escoge uno de los textos de la sección del miércoles. Escríbelo aquí y apréndelo de memoria para esta semana.

Domingo

MI OPINIÓN

• Shelly, de quince años, está sentada en la iglesia durante una ceremonia bautismal. Entre los candidatos hay personas jóvenes y adultas.
  La ocasión es de mucha alegría, pero ella está afligida porque quiere comprometerse con Cristo pero le da miedo pensar que podría no serle fiel. Ella no quiere bautizarse solo por hacerlo, como han hecho algunos de sus amigos. El pastor hace ahora un llamado a aquellas personas que quieren prepararse para ser bautizadas, y ella siente que su corazón late con fuerza. ¿Qué debería hacer? ¿Qué preguntas debería hacerse? Si fuéramos uno de sus mejores amigos, ¿qué le aconsejaríamos?  
• Visitemos www.guidemagazine.org/rtf [en inglés] y publiquemos nuestra respuesta. Seamos claros y sinceros. Digamos lo que pensamos.

Lunes

¿QUÉ TRATAN DE DECIRNOS?

Personas diferentes, opiniones diferentes. Las citas que presentamos a continuación representan dos puntos de vista: el de los que son ciudadanos del reino de Dios, y el de aquellos que no lo son. ¿Puedes distinguir entre unos y otros? ¿En qué se comparan estos pensamientos con lo que Dios dice en su Palabra? Después de repasar los textos de la sección «Dios dice...», escribe un párrafo que exprese tu opinión. Preparémonos para exponer lo que hemos escrito en la Escuela Sabática.

• «Cuando nos bautizamos somos iniciados, coronados, escogidos, recibidos, lavados, adoptados, dotados, creados nuevamente y muertos al pecado. Esto significa que somos redimidos e identificados como propiedad de Dios. A partir de allí, se nos asigna nuestro lugar y nuestro trabajo en el reino». William Willimon, predicador estadounidense contemporáneo.
• «Un roble adulto no crece en tres años, y tampoco lo hace un siervo de Dios». Douglas Rumford, pastor estadounidense contemporáneo.
• «La gracia barata es aquella que nos concedemos nosotros mismos. La gracia barata es la predicación del perdón sin necesidad de arrepentimiento, el bautismo sin disciplina eclesiástica, y la comunión sin confesión. La gracia barata es aquella que no tiene discipulado, no tiene la cruz y no tiene al Cristo vivo y encarnado». Dietrich Bonhoeffer, teólogo alemán del siglo XX. 
• «En el evangelio descubrimos que somos peores de lo que pensábamos, y más amados de lo que imaginábamos». Steven Curtis Chapman, músico cristiano estadounidense contemporáneo. 
• «Dios dará nueve pasos hacia nosotros, pero no dará el décimo. Él nos llamará al arrepentimiento, pero él no puede hacerlo por nosotros». A. W. Tozer, autor y predicador contemporáneo.

Escribe tu propio pensamiento
«Yo digo que…

Martes

¿Y ENTONCES?

• Una investigación demostró que el 90 por ciento de las conversiones ocurren antes de los veinte años de edad. A medida que la edad aumenta, el número de personas que se entregan a Cristo desciende drásticamente. Algunos afirman que los jóvenes deberían esperar para entregarse hasta estar «mejor preparados» o hasta «saber más» de la fe cristiana, pero, ¿sabíamos que una de las reprensiones más fuertes que hizo Jesús estuvo dirigida a aquellas personas que ponen trabas para que los jóvenes se entreguen? Apartemos un minuto para buscar y leer Mateo 18: 4-6.
• ¿Qué pensamos ahora de la fe en los jóvenes? Si aún no nos hemos bautizado y nos estamos preguntando si estamos listos, preguntémonos: «¿Por qué no habría de bautizarme?» y fijémonos en nuestra respuesta. El bautismo es un paso importante, pero los pasos que damos después de salir del bautisterio pueden ser aún más importantes. Lo que hacemos después que el agua del bautismo se seca y cuando vamos al colegio el lunes es sumamente importante. Para aquellos que han elegido a Cristo como su Salvador y Señor, el desafío es «seguir» dando esos pequeños pasos de niño en dirección al Padre.

Miércoles

DIOS DICE…

• Juan 3: 1-7
  «Había un fariseo llamado Nicodemo, que era un hombre importante entre los judíos. Este fue de noche a visitar a Jesús, y le dijo:
  —Maestro, sabemos que Dios te ha enviado a enseñarnos, porque nadie podría hacer los milagros que tú haces, si Dios no estuviera con él.
  Jesús le dijo:
  —Te aseguro que el que no nace de nuevo, no puede ver el reino de Dios. Nicodemo le preguntó:
  —¿Y cómo puede uno nacer cuando ya es viejo? ¿Acaso podrá entrar otra vez dentro de su madre, para volver a nacer?
  Jesús le contestó:
  —Te aseguro que el que no nace de agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios. Lo que nace de padres humanos, es humano; lo que nace del Espíritu, es espíritu. No te extrañes de que te diga: “Todos tienen que nacer de nuevo”».
• Romanos 6: 3-7
  «¿No saben ustedes que, al quedar unidos a Cristo Jesús en el bautismo, quedamos unidos a su muerte? Pues por el bautismo fuimos sepultados con Cristo, y morimos para ser resucitados y vivir una vida nueva, así como Cristo fue resucitado por el glorioso poder del Padre. Si nos hemos unido a Cristo en una muerte como la suya, también nos uniremos a él en su resurrección. Sabemos que lo que antes éramos fue crucificado con Cristo, para que el poder de nuestra naturaleza pecadora quedara destruido y ya no siguiéramos siendo esclavos del pecado. Porque, cuando uno muere, queda libre del pecado».
• Juan 1: 10-13
  «Aquel que es la Palabra estaba en el mundo; y, aunque Dios hizo el mundo por medio de él, los que son del mundo no lo reconocieron. Vino a su propio mundo, pero los suyos no lo recibieron. Pero a quienes lo recibieron y creyeron en él, les concedió el privilegio de llegar a ser hijos de Dios. Y son hijos de Dios, no por la naturaleza ni los deseos humanos, sino porque Dios los ha engendrado».
• 1 Corintios 12: 12, 13
  «El cuerpo humano, aunque está formado por muchos miembros, es un solo cuerpo. Así también Cristo. Y de la misma manera, todos nosotros, judíos o no judíos, esclavos o libres, fuimos bautizados para formar un solo cuerpo por medio

Jueves

¿QUÉ TIENE QUE VER CONMIGO?

• Algunos adolescentes que escogieron bautizarse en uno de esos momentos de fe «infantil» sienten que no habían entendido «todo» lo que entienden ahora. Es posible, pero como adolescentes tampoco entendemos muchas cosas que entenderemos cuando estemos en la universidad. ¿Y qué de cuando nos casemos y tengamos hijos? ¿Sabremos más en ese momento?Tal vez sí. 
• La vida como hijos de Dios es un viaje. El bautismo es una parte importante de ese viaje y debe ser el resultado de una decisión concienzuda. Es como abotonarnos una camisa. La fe en la gracia de Dios y la promesa de su poder para salvarnos es el primer botón. Si asimilamos esto, abotonarnos de ahí en adelante será mucho más fácil. 
• Puede ser que nuestro bautismo sea (o haya sido) en agua fría, o que nuestros abuelos no puedan (o no hayan podido) asistir, o que nuestro pastor tenga (o haya tenido) una pierna fracturada. Eso no es lo importante. Lo importante es dónde comenzar. Tomemos el bautismo como una celebración. A medida que vamos creciendo se nos presentarán desafíos que nos recordarán que tenemos que entregar nuestra vida a Dios cada día. Aferrémonos a él en todo momento para consagrar nuestro corazón a Cristo como Señor y Salvador, y de esta forma nuestro bautismo cada vez cobrará más valor para nosotros.    

Viernes

¿CÓMO FUNCIONA?

Las fotos de situaciones donde se presenta un «antes» y un «después» (como en los avisos televisivos que tratan de vendernos algún producto) pueden resultar engañosas. Una característica que encontramos en las fotos del «antes» es que las personas suelen estar tristes, con cara seria o encorvadas. Por el contrario, en las fotos del «después» aparecen felices y sonrientes. En algunos casos, esa es la única diferencia. En el cuadro que dice «Antes» anotemos las partes del viejo «yo» que no extrañaremos. En el cuadro que dice «Después» anotemos las cosas que esperamos desarrollar en nuestro caminar diario con Dios.

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Dios lo bendiga!!!