Fe Real | Lección 10: Los cristianos y la homosexualidad | 3er Trimestre 2024 | Año A

Fe Real | Lección 10: Los cristianos y la homosexualidad | 3er Trimestre 2024 | Año A

Lección 10 Fe Real:
LOS CRISTIANOS Y LA HOMOSEXUALIDAD

LA PRUEBA DEL DARDO

(Esto no es más que una ilustración. ¿Qué relación podría tener con las citas bíblicas de la página siguiente?).

Primera historia. Un día Sally entró al salón de clases e inmediatamente se dio cuenta de que la lección de ese día sería muy divertida. Su maestro, el Sr. Smith, siempre ideaba formas creativas de dar la clase. En esa ocasión puso un gran tablero de tiro al blanco en la pared, e invitó a los alumnos a hacer dibujos de alguien a quien no quisieran para ponerlo en el blanco. Después les pidió que lanzaran los dardos al dibujo de esa persona a quien tanto rencor le tenían.
Una de las amigas de Sally dibujó a una niña que le había «robado» el novio. Otra hizo un dibujo de su hermano menor. Sally dibujó a alguien que había sido su amiga, y lo hizo con tanto detalle, que hasta se podían apreciar las espinillas de la cara. Después de terminar los dibujos, los alumnos se alinearon y comenzaron a lanzar los dardos a sus enemigos. Cuando Sally llegó al frente, el maestro anunció que se había acabado el tiempo y que todos debían regresar a sus puestos. Sally estaba frustrada, pues no tuvo la oportunidad de lanzarle unos cuantos dardos al retrato de su «amiga».
Cuando todos estuvieron sentados, el Sr. Smith quitó el tablero de tiro al blanco y dejó al descubierto una imagen de Jesús que estaba debajo. Un silencio se apoderó del aula cuando vieron la imagen de Jesús toda agujereada.
El maestro Smith abrió entonces la Biblia y dijo: «De cierto os digo que en cuanto lo hicisteis a uno de estos mis hermanos más pequeños, a mí lo hicisteis»
(Mateo 25: 40; RV95).
Segunda historia. Cierto día después del colegio, Cristian, un alumno de quinto grado, le preguntó a su madre:
—Mamá, ¿qué significa ser «pato»?
—No estoy muy segura —respondió la mamá con sinceridad.
—Yo creo que es algo malo —dijo Cristian—, por la manera en que los otros niños lo dicen.
Al día siguiente la mamá fue a la oficina del director de la escuela a pedirle una explicación. El director, avergonzado, le dijo que en algunos lugares, ese era un término popular para llamar a los homosexuales.
Un tiempo después, en una salida con el Club de Conquistadores, el grupo estaba desempacando los artículos que utilizarían en la escuela donde se iban a quedar, alguien escribió en el pizarrón de uno de los salones: «¡Cristian es pato!»
Todos sabemos lo anticristiano y grosero que es poner apodos a otras personas, pero cuando se trata de alguien que luce «diferente» porque parece estar confundido en su orientación sexual, a algunos pareciera no importarle. Después de todo, ¿no detesta Dios a los homosexuales?
La respuesta es «no». Dios no los detesta ni rechaza. Dios ama a todos por igual, y cada palabra o acción desconsiderada, no importa a quién vaya dirigida, es un ataque contra Cristo mismo. ¡Jesús nunca confundió el pecado con el pecador!
Es algo para pensar, ¿no te parece?


Texto clave
Escoge uno de los textos de la sección del miércoles. Escríbelo aquí y apréndelo de memoria para esta semana.

Domingo

MI OPINIÓN

• «Fijémonos solamente en los programas de televisión de hoy en día —dijo el predicador—. En casi todas las series humorísticas hay personajes homosexuales, como si nosotros debiéramos aceptar eso como algo natural.
  ¡La Biblia dice que Dios detesta a los homosexuales! ¡Hollywood y todos sus personajes homosexuales van a arder en el infierno!» ¿Nos parece que Dios ve a los homosexuales de una manera diferente que a los heterosexuales? ¿En qué pasajes de la Biblia podemos basar nuestra creencia? ¿Qué pasajes de la Biblia muestran lo que Dios piensa del estilo de vida homosexual?
• Visitemos www.guidemagazine.org/rtf [en inglés] y publiquemos nuestra respuesta. Seamos claros y sinceros. Digamos lo que pensamos.

Lunes

¿QUÉ TRATAN DE DECIRNOS?

Personas diferentes, opiniones diferentes. Las citas que presentamos a continuación representan dos puntos de vista: el de los que son ciudadanos del reino de Dios, y el de aquellos que no lo son. ¿Puedes distinguir entre unos y otros? ¿En qué se comparan estos pensamientos con lo que Dios dice en su Palabra? Después de repasar los textos de la sección «Dios dice...», escribe un párrafo que exprese tu opinión. Preparémonos para exponer lo que hemos escrito en la Escuela Sabática.

• «El Espíritu del Señor está sobre mí, porque me ha consagrado para llevar la buena noticia a los pobres; me ha enviado a anunciar libertad a los presos y dar vista a los ciegos; a poner en libertad a los oprimidos; a anunciar el año favorable del Señor». Jesús (Lucas 4: 18, 19).
• «Las palabras crueles causan grandes heridas, pero las palabras de amor las sanan rápidamente». Autor desconocido.
• «Es mucho más fácil sugerir soluciones cuando no sabemos mucho del problema». Malcolm Forbes, editor estadounidense del siglo XX.
• «Muy a menudo disfrutamos de la comodidad de opinar sin la incomodidad de pensar lo que vamos a decir». John F. Kennedy (1917-1963) trigésimo quinto presidente de Estados Unidos. 
• «Yo destruyo a mis enemigos haciéndome su amigo». Abraham Lincoln (1809-1865) decimosexto presidente de Estados Unidos. 
• «La única manera de que alguien merezca ser amado es amándolo». Thomas Merton, monje y autor estadounidense del siglo XX. 
• «Los niños necesitan más modelos que críticos». —Proverbio francés. 
• «Estos fueron reunidos, con sus diferentes defectos, todos con tendencias al mal, heredadas y cultivadas; pero en Cristo y por su medio habían de habitar en la familia de Dios, aprendiendo a ser uno en fe, doctrina y espíritu […]. Cristo es el gran centro, y ellos se acercarían el uno al otro en la proporción en que se acercasen al centro».
  Elena G. de White, autora inspirada y fundadora de la Iglesia Adventista del Séptimo Día.

Escribe tu propio pensamiento
«Yo digo que…

Martes

¿Y ENTONCES?

• Seguramente hemos escuchado decir que «Dios odia el pecado, pero ama al pecador». Pero decir esta frase es una cosa y ponerla en práctica otra, especialmente cuando hablamos de la homosexualidad.
• Los cristianos parecen pensar que la homosexualidad es algo que puede «dejarse», así como un obeso perdería kilos si dejara de comer dulces.
  Sin embargo, los homosexuales (se estima que son del uno al diez por ciento de la población) enfrentan una lucha permanente con su orientación sexual. Hay quienes la asumen y dicen: «Así soy yo». Otros siguen orando para que Dios los libre de esos sentimientos. 
• Algunos cristianos adoptan una actitud de «mantente lejos de mí hasta que cambies», pero es imposible imaginar a Jesús diciendo algo semejante.
  Él siempre recibía a las personas a pesar de su edad, género, raza u orientación sexual. Y aún lo sigue haciendo. 
• Lo más probable es que nosotros no seamos homosexuales, pero tal vez conocemos a uno (y no lo sabemos), o tenemos un compañero de clase que lo es (y tampoco lo sepamos). Muchos cristianos ven la homosexualidad como una señal de decadencia moral y asumen que es su deber librar a la sociedad de su influencia forzando a los homosexuales a que escondan sus tendencias. 
• Los cristianos, sin embargo, tienen un papel mucho más importante
  que asumir en este asunto, que es reflejar la actitud de Jesús hacia los homosexuales. La homosexualidad no es contagiosa y no se nos va a pegar. Pero si no tenemos cuidado, podemos terminar condenando y criticando a estas personas, y eso no reflejaría de ninguna manera la actitud de Cristo, quien dijo: «A los que vienen a mí, no los echaré fuera» (Juan 6: 37).

Miércoles

DIOS DICE…

• Mateo 5: 45-48
  «Así ustedes serán hijos de su Padre que está en el cielo; pues él hace que su sol salga sobre malos y buenos, y manda la lluvia sobre justos e injustos. Porque si ustedes aman solamente a quienes los aman, ¿qué premio recibirán? Hasta los que cobran impuestos para Roma se portan así. Y si saludan solamente a sus hermanos, ¿qué hacen de extraordinario? Hasta los paganos se portan así. Sean ustedes perfectos, como su Padre que está en el cielo es perfecto».
• Mateo 7: 12
  «Así pues, hagan ustedes con los demás como quieran que los demás hagan con ustedes; porque en eso se resumen la ley y los profetas».
• Mateo 25: 40 (RV95)
  «De cierto os digo que en cuanto lo hicisteis a uno de estos mis hermanos más pequeños, a mí lo hicisteis».
• Lucas 15: 1, 2
  «Todos los que cobraban impuestos para Roma y otra gente de mala fama se acercaban a Jesús, para oírlo. Los fariseos y los maestros de la ley lo criticaban por esto, diciendo: “Este recibe a los pecadores y come con ellos”».
• Romanos 9: 15
  «Porque Dios dijo a Moisés: “Tendré misericordia de quien yo quiera, y tendré compasión también de quien yo quiera”».
• 2 Corintios 1: 3, 4
  «Alabado sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, pues él es el Padre que nos tiene compasión y el Dios que siempre nos consuela. Él nos consuela en todos nuestros sufrimientos, para que nosotros podamos consolar también a los que sufren, dándoles el mismo consuelo que él nos ha dado a nosotros».
• Colosenses 3: 12, 13
  «Dios los ama a ustedes y los ha escogido para que pertenezcan al pueblo santo. Revístanse de sentimientos de compasión, bondad, humildad, mansedumbre y paciencia. Sopórtense unos a otros, y perdónense si alguno tiene una queja contra otro. Así como el Señor los perdonó, perdonen también ustedes».
• Santiago 5: 11
  «Pues nosotros consideramos felices a los que soportan con fortaleza el sufrimiento. Ustedes han oído cómo soportó Job sus sufrimientos, y saben de qué modo lo trató al fin el Señor, porque el Señor es muy misericordioso y compasivo».
  Y...
• La temperancia, pp. 99, 100.
  «Quienes confían en Cristo no han de ser esclavos de tendencias y hábitos hereditarios o adquiridos. En vez de quedar sujetos a la naturaleza inferior, han de dominar sus apetitos y pasiones. Dios no deja que peleemos contra el mal con nuestras fuerzas limitadas. Cualesquiera que sean las tendencias al mal, que hayamos heredado o cultivado, podemos vencerlas mediante la fuerza que Dios está pronto a darnos».

Jueves

¿QUÉ TIENE QUE VER CONMIGO?

• El sexo es bueno. Eso es verdad. Dios nos creó para que fuéramos felices, y parte de esa felicidad es la atracción que sentimos hacia el sexo opuesto. Pero a veces, por razones que nadie sabe explicar, algunas personas se sienten atraídas por alguien del mismo sexo. 
• Si conocemos a alguien que está lidiando con este problema, no nos burlemos de él o de ella o le pongamos sobrenombres. No corramos rumores ni hablemos de esa persona a sus espaldas. Más bien, animémoslo a hablar con alguien que pueda ayudarlo sin condenarlo. Recordémosle que siempre pueden contar con nuestra amistad. No olvidemos lo que dice la Biblia:
  «Algunas amistades se rompen fácilmente, pero hay amigos más fieles que un hermano» (Proverbios 18: 24). 
• Lo más importante es que ayudemos a nuestro amigo/amiga a entender que Dios nunca nos pide que hagamos algo sin que él nos dé el poder para hacerlo.

Viernes

¿CÓMO FUNCIONA?

• Escribamos una carta a alguien que sea homosexual (si no conocemos personalmente a ninguno, imaginemos que se la estamos escribiendo a una figura pública como Elton John, Juan Gabriel o Ellen Degeneres). Imaginemos que es Dios el que escribe esa carta, y que en ella hay un mensaje muy importante que la persona tiene que leer.
• Después que escribamos la carta, coloquémosla en un sobre y enviémonosla a nosotros mismos por correo. Cuando nos llegue, pretendamos que somos la persona a quien se la escribimos. Hagámonos la siguiente pregunta:
  ¿Fue útil el mensaje? ¿Me ayudó a acercarme a Dios? ¿O más bien me alejó? ¿Qué cosas pudimos haber expresado de otra manera?

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Dios lo bendiga!!!