Lección 4 de Juveniles MORIR POR UNAS MONEDAS Dios nos llama a ser plenamente auténticos y a tener un carácter sin doblez....
Lección 4 de Juveniles
MORIR POR UNAS MONEDAS
Dios nos llama a ser plenamente auténticos y a tener un carácter sin doblez. Desafortunadamente, Ananías y Safira no prestaron atención al llamado.
Hechos 4: 32-5: 11.
Los Hechos de los Apóstoles (Los Embajadores), capítulo 7.
«Un hombre llamado Ananías también vendió una propiedad y, en complicidad con su esposa Safira, se quedó con parte del dinero y puso el resto a disposición de los apóstoles» (Hechos 5: 1, 2).
Linterna
«En el caso de Ananías y Safira, el pecado del fraude contra Dios fue castigado inmediatamente. El mismo pecado se repitió a menudo en la historia ulterior de la iglesia, y muchos lo cometen en nuestro tiempo. Pero aunque no sea acompañado por una manifestación visible del desagrado de Dios, no es menos horrible a su vista ahora que en el tiempo de los apóstoles. La amonestación se ha dado; Dios ha manifestado claramente su aborrecimiento por este pecado; y todos los que se entregan a la hipocresía y a la codicia pueden estar seguros de que están destruyendo sus propias almas» (Los hechos de los apóstoles, p. 64).
¿Qué opinas?
¿Qué opinas: S (sí) o N (no)?
__ Un estudiante puede tener buenas calificaciones sin necesidad de hacer trampa.
__ La verdad siempre es el mejor camino a seguir.
__ Si quieres tener éxito en la vida, en algunas ocasiones tendrás que ser un poquito deshonesto.
__ Los atletas que son atrapados hacienda trampa en las competencias deportivas deberían ser sancionados con severidad.
__ Vale la pena ser honesto.
__ Todo el mundo hace un poquito de trampa.
__ Los seres humanos no pueden ser verdaderos amigos si no practican la honestidad absoluta.
__ Es posible mentir sin decir una palabra. __ Una pequeña mentira blanca puede ser en realidad una acción bondadosa.
__ Si una mentira en particular no hace daño a nadie entonces no hay problema en decirla.
¿Lo sabías?
La publicación School Library Journal (10 de marzo de 2008) informa que «un increíble 95 por ciento de los estudiantes de enseñanza media afirman haberse copiado o haber facilitado que otros se copien en los exámenes [...].
“El engaño abunda entre los estudiantes, pero esto no parece preocuparles”, dice Donald McCabe, profesor de administración y negocios de la Universidad Rutgers, en New Jersey.
El profesor ha estado analizando las prácticas de engaño de los estudiantes universitarios durante 18 años y de los estudiantes de enseñanza media durante seis años [...]. ¿Sus hallazgos? El 64 por ciento de los estudiantes afirman haber participado en al menos una instancia grave de engaño en los exámenes, como copiar de un compañero, ayudar que otro haga trampas en un examen, o copiar de notas preparadas con anticipación, dice McCabe».
Identifícate con la Historia
«Todos los creyentes eran de un solo sentir y pensar. Nadie consideraba suya ninguna de sus posesiones, sino que las compartían. Los apóstoles, a su vez, con gran poder seguían dando testimonio de la resurrección del Señor Jesús. La gracia de Dios se derramaba abundantemente sobre todos ellos, pues no había ningún necesitado en la comunidad. Quienes poseían casas o terrenos los vendían, llevaban el dinero de las ventas y lo entregaban a los apóstoles para que se distribuyera a cada uno según su necesidad. José, un levita natural de Chipre, a quien los apóstoles llamaban Bernabé (que significa “consolador”), vendió un terreno que poseía, llevó el dinero y lo puso a disposición de los apóstoles».
«Un hombre llamado Ananías también vendió una propiedad y, en complicidad con su esposa Safira, se quedó con parte del dinero y puso el resto a disposición de los apóstoles. —Ananías —le reclamó Pedro—, ¿cómo es posible que Satanás haya llenado tu corazón para que le mintieras al Espíritu Santo y te quedaras con parte del dinero que recibiste por el terreno? ¿Acaso no era tuyo antes de venderlo? Y una vez vendido, ¿no estaba el dinero en tu poder? ¿Cómo se te ocurrió hacer esto? ¡No has mentido a los hombres sino a Dios! Al oír estas palabras, Ananías cayó muerto. Y un gran temor se apoderó de todos los que se enteraron de lo sucedido. Entonces se acercaron los más jóvenes, envolvieron el cuerpo, se lo llevaron y le dieron sepultura. Unas tres horas más tarde entró la esposa, sin saber lo que había ocurrido. —Dime —le preguntó Pedro—, ¿vendieron ustedes el terreno por tal precio? —Sí —dijo ella—, por tal precio. —¿Por qué se pusieron de acuerdo para poner a prueba al Espíritu del Señor? —le recriminó Pedro—. ¡Mira! Los que sepultaron a tu esposo acaban de regresar y ahora te llevarán a ti. En ese mismo instante ella cayó muerta a los pies de Pedro. Entonces entraron los jóvenes y, al verla muerta, se la llevaron y le dieron sepultura al lado de su esposo. Y un gran temor se apoderó de toda la iglesia y de todos los que se enteraron de estos sucesos» (Hechos 4: 32-37; 5: 1-11).
Explica la Historia
Lee los pasajes de la sección Identifícate con la historia y responde las siguientes preguntas:
•Hechos 4: 32-35
¿Qué es lo que más te impresiona de esta descripción de la iglesia cristiana primitiva? ¿Qué piensas que necesita hacer la iglesia actual para recuperar las características centrales de esta comunidad basada en la Biblia?
•Hechos 4: 36, 37
Notemos que Bernabé vendió un campo, y «llevó el dinero y lo puso a disposición de los apóstoles» (los creyentes realizaban donaciones similares, fíjate en el versículo 35). En otras palabras, lo donó sin pedir nada a cambio. Bernabé dijo a los apóstoles: «Ustedes saben dónde es que existe mayor necesidad de construir el reino de Dios; confío lo suficiente en ustedes como para colocarlo a sus pies». ¡Qué contraste con la actitud que tuvieron Ananías y Safira!
•Hechos 5: 1-11
¿Qué es lo que más te impresiona de la historia? ¿Por qué?
Puntos de Impacto
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«Cuando en alguna de las ciudades de la tierra que el Señor tu Dios te da
veas a un hermano hebreo pobre, no endurezcas tu corazón ni le cierres tu
mano» (Deuteronomio 15: 7).
«Servir al pobre es hacerle un préstamo al Señor; Dios pagará esas buenas acciones» (Proverbios 19: 17). - «Manténganse libres del amor al dinero, y conténtense con lo que tienen, porque Dios ha dicho: “Nunca te dejaré; jamás te abandonaré”» (Hebreos 13: 5).
- «Además, las iglesias lo escogieron para que nos acompañe cuando llevemos la ofrenda, la cual administramos para honrar al Señor y demostrar nuestro ardiente deseo de servir. Queremos evitar cualquier crítica sobre la forma en que administramos este generoso donativo; porque procuramos hacer lo correcto, no solo delante del Señor sino también delante de los demás» (2 Corintios 8: 19-21).
- «Si quieres ser perfecto, anda, vende lo que tienes y dáselo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo. Luego ven y sígueme» (Mateo 19: 21).
Puntos de Vista
- «Si no tenemos ningún tipo de caridad en nuestro corazón, tenemos el peor de los problemas del corazón». — Bob Hope, comediante estadounidense del siglo XX.
- «Las cosas en sí no permanecen, pero sus efectos sí lo hacen. Por lo tanto, no tenemos que ser mezquinos y calculadores con lo que tenemos, sino dar con generosidad. Observemos tan solo cuánto se les da a los jugadores y a las bailarinas; ¿por qué no dar al menos la mitad para Cristo?» — Juan Crisóstomo, arzobispo de Constantinopla en el siglo IV.
- «Vive de tal manera que no te avergüence venderle el loro de la familia a la persona más chismosa del pueblo».—Will Rogers, actor, escritor y orador estadounidense de los siglos XIX y XX.
Aplica a tu Vida
Repasa tus respuestas en la sección ¿Qué opinas?. Traza un círculo alrededor de aquellas en las que estás ciento por ciento seguro de tu respuesta. Subraya las declaraciones que en tu opinión podrían responderse con un «sí» o con un «no».
Subraya todo lo que, en la sección Identifícate con la historia, te proporcione alguna enseñanza sobre la integridad, la hipocresía y la dadivosidad. A partir del texto, ¿qué podemos aprender en relación con la integridad?
¿Qué podemos aprender de la hipocresía?
¿Qué podemos aprender de la dadivosidad?
Lee el Texto clave y analiza las siguientes preguntas:
¿Era una obligación que Ananías y Safira vendieran la propiedad y depositaran todo el dinero a los pies de los apóstoles?
¿Cuál fue su pecado?
¿Ameritaba su pecado un castigo tan estricto? ¿Por qué?
Reflexiona en los comentarios de Elena G. de White que se encuentran justo antes de las declaraciones reproducidas en la sección Linterna:
«Aferrémonos a la veracidad con mano firme, y sea ella parte de nuestra vida. Practicar el disimulo y jugar al tira y afloja con la verdad, para acomodar los planes egoístas de uno, significa provocar el naufragio de la fe. “Estad, pues, firmes, ceñidos vuestros lomos con la verdad” (Efe. 6: 14). El que declara falsedades, vende su alma a bajo precio. Sus mentiras pueden parecerle útiles en casos de apuro; de esta manera le parecerá que adelanta en sus negocios como no podría hacerlo mediante un proceder correcto, pero llega finalmente al punto en que no puede confiar en nadie» (Los hechos de los apóstoles, pp. 63, 64).
Lee los versículos de Puntos de impacto. Determina cuál es la idea clave de cada uno de ellos. A continuación escribe una oración que logre captar la idea central de estos versículos.
Pregúntate: ¿Cuán digno de confianza soy? ¿Cómo puedo hacer para cultivar la confianza que los demás han depositado en mí? ¿De qué forma puedo cimentar mi confianza en Dios? ¿Qué puedo hacer para afianzar la confianza de Dios en mí?
Marilee Jones, directora de admisiones del Instituto Tecnológico de Massachussets (MIT, por sus siglas en inglés), presentó la renuncia luego de admitir que el currículum personal que había presentado 28 años atrás para acceder a un puesto de principiante en el departamento tenía numerosos datos inventados. Según su currículum, Jones había asistido al Colegio Médico de Albany, el Colegio Unión, y el Instituto Politécnico de Rensselaer, tres instituciones muy respetadas de Nueva York. En realidad, solo había asistido a Rensselaer como estudiante de tiempo parcial, y solo durante un año.
«Hace 28 años, cuando solicité trabajo en el MIT, tergiversé mis títulos académicos. Desde entonces no tuve el valor de corregir mi currículum, ni siquiera cuando solicité trabajar en el puesto actual», dijo la Srta. Jones en una declaración publicada en la página de Internet de la institución. «Lo siento mucho, y me duele defraudar a tantas personas de la comunidad que me apoyaron, creyeron en mí, y me brindaron extraordinarias oportunidades».
Desde que la Srta. Jones asumió el cargo de directora de admisiones en 1997, fue considerada por todos la máxima autoridad en su especialidad. Escribió varios libros, incluyendo títulos como Estrés menor, éxito mayor, en el cual escribe: «En algunas ocasiones se hace muy difícil conservar la integridad debido a que podríamos sentirnos tentados a hacer trampa o buscar atajos.
Pero no debemos olvidar que uno cosecha lo que siembra, y que esto significa que la vida tiene maneras graciosas de devolvernos lo que nosotros le hemos dado».
Hazte la siguiente pregunta:
¿Qué puedo aprender de la historia de la Srta. Jones?
¿Cómo puedo llegar a vivir sin tener nada que esconder?
Plan de lectura para esta semana*
Los Hechos de los Apóstoles (Los Embajadores), capítulo 7.
*Siguiendo este plan podrás leer al menos un libro cada año de la serie El
conflicto de los siglos.
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Dios les bendiga!!!
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