Fe Real | Lección 8: Vivir para los demás | 1er Trimestre 2023 | Año B
Lección 8 de Fe Real
VIVIR PARA LOS DEMÁS
No se trata de ti. Refuerza la noción de los jóvenes de cómo compartir el amor de Dios de manera práctica y tangible, y la posibilidad de sufrir persecuciones como consecuencia de llevar una vida de obediencia a Dios. La única pertenencia verdadera, es la pertenencia a Jesús..
NO SE TRATA DE TI
(Esto no es más que una ilustración. ¿Qué relación podría tener con las citas bíblicas de la página siguiente?).«Adivinen lo que tengo aquí», dijo Ahmad, abriendo su mochila y mostrándoles a sus dos amigos una revista por la que seguramente se meterían en problemas. Los ojos de ellos se abrieron de par en par. «Nos vemos en el garaje de mi casa después de la escuela». La espera se hizo eterna. El asunto se estaba convirtiendo en un hábito: el misterio, las reuniones secretas y la revista a todo color.
Algunos de los chicos estaban tan entusiasmados con esta actividad, que se lo contaron a sus amigos. Pronto se corrió la voz, y cada vez más y más chicos comenzaron a visitar el garaje de Ahmad para curiosear la revista. A pesar de ello, eran prudentes, pues sabían que podían meterse en serios problemas por mirar esa clase de material.
Cierto día, Ahmad llegó con sus amigos al garaje sin saber que alguien lo estaba esperando en la sombra. Como de costumbre, los demás llegaron y se reunieron alrededor de Ahmad para ver la revista.
De pronto, una voz exclamó: «¡Ajá! ¡Los sorprendí! Ustedes saben que no pueden tener esto, y que lo que están haciendo está mal. ¡Todos van presos!» El agente de la policía hizo que se agruparan y los introdujo en el vehículo policial. Entonces, todos partieron en dirección al centro de la ciudad para ser interrogados. Uno tras otro se vieron obligados a responder a las preguntas del oficial.
«¿De dónde sacaron esa revista? ¿Por qué están viendo semejante basura? ¿Por qué invitaron a otros chicos a participar? ¿Acaso no saben que lo que estaban haciendo es ilegal?»
Todos fueron interrogados, pero nadie dijo una palabra. Sus padres finalmente fueron llegando, mostrándose molestos y avergonzados. Los chicos estaban en una celda mezclados con ladrones y asesinos, lo que les causaba terror. Se les informó que serían sometidos a un juicio y que podrían pasar el resto de sus vidas en la cárcel si no comenzaban a hablar. Sin embargo, nadie abrió la boca.
La mamá de Ahmad no podía entender cómo esos chicos estaban dispuestos a dar sus vidas por una estúpida revista. Pero Ahmad le dijo:
—No se trata de una estúpida revista, mamá. Esta revista tiene poder. Habla de Dios y de su Hijo Jesús, y de cómo él vino a esta tierra a salvarnos de nuestros pecados. Si él no nos negó, aunque tengamos que pasar el resto de nuestra vida en prisión, tampoco lo haremos.
—Ahmad, sácate ya esa tonta idea de la cabeza, por favor —rogó su mamá—. Tienes toda una vida por delante. No la desperdicies.
—Es imposible, mamá —le aseguró Ahmad—. Desde que aprendí quién es Jesús he comenzado a vivir la vida verdadera y he entendido que no tiene que ver conmigo. Hay algo que me trasciende, y por ello, a todo el que pueda lo proclamaré, ya sea en la escuela, en el pueblo o aun en la cárcel.
Texto clave
Escoge uno de los textos de la sección del miércoles. Escríbelo aquí y apréndelo de memoria para esta semana.
MI OPINIÓN
- Varias iglesias de nuestra comunidad han donado alimentos, dinero y ropa para enviar al exterior. Nuestro grupo de jóvenes ha sido seleccionado para distribuir los artículos donados a Afganistán. El gobierno nos advierte que mientras estemos allí no podemos hablar del cristianismo ni de Jesús. Algunas personas creen que el viaje es muy riesgoso y que debería ser cancelado. Afirman que si no podemos hablar de Jesús, no se trata de un viaje misionero.
- ¿Creemos también nosotros que sería mejor cancelar el viaje? ¿Por qué sí o por qué no? ¿Podría considerarse un viaje misionero si no podemos nombrar a Jesús? ¿Iríamos de todas maneras y hablaríamos de Jesús aunque el gobierno nos hubiera pedido que no lo hiciéramos?
- Visitemos www.guidemagazine.org/rtf (en inglés) y publiquemos nuestra respuesta. Seamos claros y sinceros. Digamos lo que pensamos.
¿QUÉ TRATA DE DECIRNOS?
Personas diferentes, opiniones diferentes. Las citas que presentamos a continuación representan dos puntos de vista: el de los que son ciudadanos del reino de Dios, y el de aquellos que no lo son. ¿Puedes distinguir entre unos y otros? ¿En qué se comparan estos pensamientos con lo que Dios dice en su Palabra? Después de repasar los textos de la sección «Dios dice...», escribe un párrafo que exprese tu opinión. Preparémonos para exponer lo que hemos escrito en la Escuela Sabática.
- «Todo corazón sin Cristo es un viaje misionero; todo corazón con Cristo es un misionero». Dick Hills, misionero estadounidense en Asia.
- «Los misioneros van a reformar el mundo, quiéralo este o no». Oscar Wilde, escritor irlandés del siglo XIX.
- «Detesto a los convertidos casi tanto como detesto a los misioneros». H. L. Mencken, editor estadounidense del siglo XX.
- «La vida se hace más difícil para nosotros cuando vivimos para los demás, pero también se hace más rica y más feliz». Albert Schweitzer, teólogo, médico y misionero franco-alemán de los siglos XIX y XX.
- «¿Cómo puedo amar a Jesús / si nunca he visto su rostro? / Te veo morir /¿y me doy la vuelta y me marcho?». Kirk Franklin en el tema musical «Apóyate en mí».
- «¿Qué estáis haciendo, queridos jóvenes, para hacer saber a otros cuán importante es tener la Palabra de Dios como guía, guardar los mandamientos de Jehová?». Elena G. de White, escritora inspirada y miembro fundador de la Iglesia Adventista del Séptimo Día.
Escribe tu propio pensamiento
Yo digo que...
¿Y ENTONCES?
- En un mundo donde la filosofía es: «Lo que importa es lo mío»; o: «Yo en primer lugar», Dios nos llama a mirar un poco más allá de nosotros mismos. Si dejáramos por un momento el teléfono y la televisión, o de mirarnos tanto en el espejo, nos daríamos cuenta de que hay un mundo más allá de nosotros en el que la mayoría de sus habitantes no saben nada de Jesús y de la alegría que él puede producir en el corazón. Esto es tan cierto en el último rincón del planeta como lo es cerca de nosotros, en el vecindario o en el colegio.
- El problema es que el mundo es cada vez más hostil hacia los «fanáticos» que siguen a Jesús. Ser cristiano no está de moda. De hecho, podemos meternos en problemas con la ley o tener inconvenientes en el colegio por compartir nuestra fe en ciertas situaciones. Entonces, ¿para qué arriesgarnos?
- La gente necesita desesperadamente saber de Jesús, y él nos pidió que les contemos a los demás sobre su vida y misión (no vamos a decirle que no al Rey del universo, ¿no te parece?). Puede que no sea la tarea más fácil, divertida o segura del mundo, pero tenemos que pensar más allá de nosotros y llevarla a cabo de la mejor manera. Y cuando nos dediquemos a cumplir esta misión, Dios ha prometido que nos dará su poder, su protección y una recompensa eterna.
- Podemos continuar viviendo como lo estamos haciendo, pero la vida no será tan divertida o gratificante como lo será si nos dedicamos a cumplir la misión que Dios nos ha encomendado.
- Podemos compartir el amor de Dios con nuestras palabras y de maneras más practicas y tangibles, como alimentar a los hambrientos o ayudar a aquellos que han sido víctimas de desastres naturales, guerras o viven en la miseria. Cuando decidimos dedicarnos por completo a cumplir nuestro compromiso con Dios, él revela su poder en nosotros y nos permite presenciar y ser testigos de milagros que de otra manera solo escucharíamos durante los diez minutos misioneros. Cuando decidimos vivir para los demás, ¡estamos decidiendo vivir la verdadera vida!
DIOS DICE...
- Mateo 24: 14
«Y esta buena noticia del reino será anunciada en todo el mundo, para que todas las naciones la conozcan; entonces vendrá el fin». - Romanos 15: 20
«Pero siempre he procurado anunciar el Evangelio donde nunca antes se había oído hablar de Cristo, para no construir sobre bases puestas por otros». - Colosenses 4: 5, 6
«Compórtense sabiamente con los no creyentes, y aprovechen bien el tiempo. Su conversación debe ser siempre agradable y de buen gusto, y deben saber también cómo contestar a cada uno». - 1 Pedro 3: 14
«Pero aun si por actuar con rectitud han de sufrir, ¡dichosos ustedes! No tengan miedo a nadie, ni se asusten». - 1 Crónicas 16: 23, 24
«Canten al Señor, habitantes de toda la tierra; anuncien día tras día su salvación. Hablen de su gloria y de sus maravillas ante todos los pueblos y naciones». - 1 Pedro 4: 16
«Pero si sufre por ser cristiano, no debe avergonzarse, sino alabar a Dios por llevar ese nombre». - 1 Pedro 5: 10
«Pero después que ustedes hayan sufrido por un poco de tiempo, Dios los hará perfectos, firmes, fuertes y seguros. Es el mismo Dios que en su gran amor nos ha llamado a tener parte en su gloria eterna en unión con Jesucristo». - 2 Corintios 4: 8, 9
«Así, aunque llenos de problemas, no estamos sin salida; tenemos preocupaciones, pero no nos desesperamos. Nos persiguen, pero no estamos abandonados; nos derriban, pero no nos destruyen».
¿QUÉ TIENE QUE VER CONMIGO?
- Se busca: Una persona joven, valiente y aventurera que responda al llamado de ir a proclamar el evangelio. La misión, en caso de ser aceptada, es ir por los caminos y autopistas, por salones y centros comerciales, y hablar de Jesús. Esto se logra atreviéndose a ser diferentes y viviendo una vida que agrade a Dios. Podemos compartir este mensaje si les hablamos a otros de Jesús en cada oportunidad que surja.
- Este llamado nos invita no solo a compartir a Jesús con nuestros vecinos y amigos, sino a ir más lejos, a lugares comunes y cercanos o a lugares lejanos y exóticos. Todos necesitan escuchar el evangelio, y muchos necesitan de nuestra ayuda. Hay todavía tanta gente que no ha recibido las bendiciones que podemos disfrutar nosotros. De hecho, nosotros mismos podemos llegar a ser bendición para otros. El acto de dar parte de nuestro tiempo, nuestro dinero y nuestro corazón será de más valor que cualquier elemento material que podamos compartir.
- No será fácil, pero Dios ha prometido enviar su Espíritu Santo para que hable en nuestro lugar. Él ha prometido que su amor nos librará del temor y que su gracia compensará cualquier cosa que nos falte. ¡Solo tenemos que ser muy decididos
y confiar en él, y muy valientes para obedecer lo que nos mande! Si así lo hacemos, Dios se encargará de que nuestros esfuerzos merezcan la pena.
¿CÓMO FUNCIONA?
- Es hora de comenzar nuestra misión. Aunque hay algunos lugares a
los que no podemos llegar por nosotros mismos, sí podemos llegar allí «de rodillas». Dediquemos un tiempo especial para escribir una oración dedicada a un lugar concreto que necesite de las buenas nuevas del evangelio. Oremos por aquellos que están siendo perseguidos por su fe. Oremos también para que Dios nos muestre qué desea que hagamos en beneficio de su obra.
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Dios les bendiga!!!
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