Lección Joven Descifrando los pactos, Lección de escuela Sabática Joven 2do Trimestre 2021
Lección 1: Para el 03 de abril de 2021
EL PACTO ETERNO
inTro
Un tema de vital importancia
¿Por qué utilizamos un pasaje que abarca cuatro capítulos completos de la Biblia para dar inicio a esta serie de estudios? Porque lsaías 24 al 27 es una unidad temática, y porque contiene el texto 24: 5-6, que es el que tendrás que copiar de tu versión preferida de la Biblia para profundizar en él esta semana. En estos dos versículos aparece bien delineado el tema del pacto eterno. Este tema tiene que ver con los conceptos de juicio y bendición, especialmente en los últimos días, cuando el Señor finalmente triunfará sobre el mal
De esta directa y estremecedora introducción aprendemos varias cosas de vital
importancia:
- El «pacto eterno» existe, ya sea que hayamos oído hablar de él o no.
- El «pacto eterno» es crucial en las Escrituras, no es fruto de la imaginación de los teólogos, no es un asunto trivial ni tampoco debe limitarse su estudio al seminario de Teología.
- El pacto divino tiene una aplicación universal: «Me acordaré del pacto perpetuo entre Dios y todo ser viviente, con todo lo que tiene vida sobre la tierra» (Gén. 9: 16).
-
Incluye leyes y mandatos que, si se desobedecen, resultará en consecuencias
devastadoras: «La tierra ha sido profanada por sus habitantes, porque han
dejado de cumplir las leyes, han desobedecido los mandatos, han violado la
alianza eterna» (isa. 24: 5).
La consumación de ese pacto eterno y de los devastadores resultados que lo acompañan se pone de manifiesto en las Escrituras más adelante mediante la frase: «Con su sangre confirmó su alianza eterna» (Heb. 13: 20). Toda la revelación bíblica gira en torno a esa sangre del pacto (o alianza) eterno.
Entre las graves circunstancias descritas en lsaías 24: 5-6, y la solución revelada en Hebreos 13: 20, se presenta una extensa trama. Comienza con un pasado remoto que incluye el pacto eterno, y continúa en la tierra con una serie de pactos (con Adán, Noé, Abraham, Israel, David y, finalmente, el nuevo pacto). Cada uno de esos pactos es considerado a su vez como «un pacto eterno», con el fin de concretarsu relación con el pacto eterno. A través de estos pactos, Dios decidió ir revelando progresivamente el plan de salvación, tal comolo concibió ensu mente y en su corazón «desde la eternidad» (2 Tim. 1: 9).
Nuestro propósito esta semanaesque demos un amplio vistazo atodaesta narrativa, tal como se fue desarrollando en la sucesión histórica de otros pactos en ambos Testamentos. Así que, abróchate el cinturón de seguridad. Esta semana será intensa, ya que constituye un fundamento importante para el viaje de tres meses que tenemos por delante. No te preocupes si no lo captas todo perfectamentebienestasemana;tenemos mucho trayecto por recorrerantesdequeconcluya el estudio.
Cuando Dios inició y continuó dando vida a los seres que coronaban la creación, los abrazó y los arropó enunamorpactual. Él siempre los trataría aellos comoél deseaba que ellos lo trataran aél de haber estado en su lugar. Por ese motivo los creó conesos mismos rasgos morales de amorhacia él y hacia los demás.
Vayamos ahora al momento de la creación de nuestro mundo y de Adán.
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- Copia de tu versión preferida de la Biblia lsaías 24-27.
- Si tienes poco tiempo, escribe únicamente lsaías 24: 5-6.
- También puedes parafrasear el pasaje o hacer un bosquejo del capítulo.
inTerioriza
El pacto de gracia: 1ª fase
El pacto eterno abarca ambos Testamentos, y se manifiesta progresivamente en los pactos hechos con Adán, Noé, Abraham, Israel y David. Cada una de esas alianzas descritas en el Antiguo Testamento es identificada como una alianza o pacto eterno, con el propósito de reafirmar su papel como una expresión o adaptación, en un determinado tiempo y lugar, del arquetipo original o pacto eterno. El significado multidimensional y el alcance del «pacto eterno» y del «pacto de gracia» (adaptado a la era del pecado) se fue revelando progresivamente a lo largo de toda la historia de la redención. Cada pacto sucesivo, a su vez, incorporó las verdades reveladas en los pactos anteriores, agregando nuevos detalles del plan de salvación que se desarrollaba progresivamente. Por lo tanto, cada pacto es un convenio que lleva en su interior y revela el evangelio, lo que añade su propia contribución única a una comprensión más completa del «pacto eterno».
El pacto con Adán
En el libro de Génesis no se menciona un pacto previo celebrado con Adán; sin embargo, siglos más tarde, Oseas afirmaría que el descarriado Israel, «lo mismo que Adán, ha faltado a mi alianza» (Os. 6: 7). Dios creó a Adán con una naturaleza que estaba centrada en Dios y en el prójimo; sin embargo, debido a la transgresión de Adán, sus descendientes nacerían con una naturaleza egoísta, centrada en el yo, no inclinada a Dios ni al prójimo (ver Rom. 3: 10-19). La transgresión de Adán hizo que tanto él como sus descendientes cayeran en un «foso» y una «red» de sufrimiento y desesperanza, de los cuales no podrían escapar (ver Isa. 24: 17-18, RV95).
A la falta de fidelidad de Adán al pacto, Dios respondió con fidelidad al mismo, prometiendo hacer por Adán y sus descendientes lo que él deseaba que ellos hubieran hecho por él de haber estado en su lugar. Él les prometió una salida del «foso» del pecado en que los había sumido la desobediencia de Adán. La solución final se proveería a través de un descendiente de Eva (ver Gén. 3: 15). Los teólogos se refieren a Génesis 3: 15 como el «protoevangelio» (del griego proto, primero), es decir, la primera proclamación del evangelio, aunque se presenta en términos crípticos que necesitaron una progresiva revelación en los pactos subsiguientes. La imagen del amor pactual de Dios abrazando a la caída humanidad revela una alianza de gracia que había estado en la mente divina «desde la eternidad» (2 Tim. 1: 9).
El pacto con Noé
Poco después, encontramos la mención de un pacto eterno (Gén. 9: 16, LBLA) celebrado con Noé, en el que Dios básicamente dice: «¡No me doy por vencido con los seres humanos! Muchos escucharán mi invitación, la aceptarán y serán salvados.
Protegeré hasta el último momento su capacidad para tomar una decisión. El arcoíris les ayudará siempre a recordar mi promesa».
El pacto con Abraham
Dios celebra un pacto eterno (Gén. 15, 17) con Abraham, un anciano nómada que no tenía hijos. Aquella alianza se centró en la promesa de que Abraham engendraría un hijo, y de que entre sus descendientes uno daría cumplimiento a la promesa hecha a Eva de un libertador. Abraham creyó la promesa de Dios y se le consideró como un hombre justo ante Dios (Gén. 15: 1-6, 18).
El pacto con Israel
Los descendientes de Abraham incluían a su hijo Isaac y a su nieto Jacob (cuyo nombre luego cambió a Israel). Jacob tuvo doce hijos, de los cuales surgieron las doce tribus, que eventualmente se trasladaron a Egipto como una extensa familia. Allí se convertirían en una gran nación, que terminó luego esclavizada. Después de cuatrocientos años de esclavitud, Dios los liberó de Egipto a través del liderazgo de Moisés e instituyó un pacto con ellos como nación, conocido como el pacto sinaítico o del Sinaí (porque se celebró en el Monte Sinaí). También se lo conoce como pacto mosaico (porque Moisés lo recibió oficialmente), y como «antiguo pacto» (en contraste con el «nuevo pacto» que estaba aún por venir). La característica más conocida de este pacto son los Diez Mandamientos que Dios habló a la gente y escribió con su propio dedo en dos tablas de piedra. De hecho, Dios también llamó a ese pacto «los Diez Mandamientos» (o las «diez palabras», como veremos más adelante) (Deut. 4: 13, RVA), ya que mostraban en formas prácticas cómo el pueblo del «pacto eterno» debía actuar por amor a Dios y a los demás. Acerca de ese pacto, también conocido como «alianza eterna para Israel» (Sal. 105: 10), tendremos más que decir en lecciones futuras.
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Regresa al texto que has copiado y analízalo detenidamente.
- Encierra en un círculo las palabras, frases e ideas que se repiten.
- Subraya las palabras o frases que consideras más relevantes y que te resultan más significativas.
¿A qué parece apuntar lo que marcaste?
Del pasaje clave, selecciona un versículo para memorizarlo.
¿Por qué crees que esas revelaciones fueron presentadas poco a poco, a través de los años?
¿Qué patrones o conceptos observas en la transición del pacto adánico al pacto mosaico?
inTerpreta
El pacto de gracia: 2ª fase
La ilustración muestra los principales pactos históricos que Dios realizó con los seres humanos, desde Adán en la creación y tras la caída, hasta la ratificación final de su pacto de gracia con el sacrificio de Jesús en la cruz. Mediante estos pactos, Dios sigue revelando progresivamente dimensiones cada vez más profundas de su plan de salvación, el evangelio eterno.
Isaías muestra a Jehová hablando al muy esperado siervo mesiánico: «Yo soy el Señor, en justicia te he llamado. Te sostendré por la mano y por ti velaré, y te pondré como pacto para el pueblo, como luz para las naciones» {Isa. 42: 6-7, NBLA). En otras palabras: te libraré del «foso» {Isa. 24: 17-18). Juan el Bautista llega a las páginas del Nuevo Testamento diciendo: «Preparen el camino del Señor [Jehová]» (Luc. 3: 4). Un día, Juan pasa la antorcha al Señor mismo: «¡Miren, ese es el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo!» (Juan 1: 29). Finalmente, el Mesías llega. Él es:
- la simiente prometida a Adán, Abraham y David para librar al pueblo del «foso» del pecado;
- el Cordero prefigurado en el ritual de los sacrificios de animales. que proveyó un medio de perdón hasta que llegara el Mesías;
- el sumo e impoluto sacerdote y mediador entre Dios y los seres humanos.
El evangelio, revelado progresivamente a través de los pactos en cuanto a la forma en que finalmente llegaría la liberación, se basaba en la llegada del Mesías y en el cumplimiento de su misión de buscar a los perdidos y derramar su sangre para obtener la salvación de su pueblo.
Fijémonos en las diferentes presentaciones que hacen Jesús y los escritores del Nuevo Testamento respecto a su sangre derramada en la cruz:
- «Esto es mi sangre del pacto» (Mat. 26: 28, NVI; Mar 14: 24).
- «El nuevo pacto en mi sangre» (Luc. 22: 20; 1 Cor. 11: 25).
- «Mediante la sangre del pacto eterno» (Heb. 13: 20, NBLA).
Se observa claramente que «elpacto», «elnuevo pacto» y «el pacto eterno»no son tres pactos diferentes, sino diferentes formas de referirse a un mismo pacto, y que revelan un mismo «evangelio eterno» (Apoc. 14: 6, NVI). A la vez revelan que «desde la eternidad hasta la eternidad, tú eres Dios» (Sal. 90: 2, RVA; cf. Isa. 9: 6); un Dios que se identifica con su pueblo, se compromete con él, les hace llegar sus promesas, solicita la respuesta de ellos y actúa en su favor para librarlos del «foso» del pecado.
Un pacto y un evangelio de salvación que abarcan todas las etapas de la historia humana.
No obstante, podemos hablar de un antiguo pacto y de un nuevo pacto, gracias a que Jesucristo, el autor del pacto, vino a la tierra en un momento especial de la historia para ratificar «el pacto» en todas sus dimensiones, manifestaciones y promesas. Se trata de dos dispensaciones distintas del pacto, o del evangelio, en la historia del planeta:
- la primera (la época del Antiguo Testamento), anticipando la que vendrá en la segunda (la época del Nuevo Testamento),
- la segunda, cuando llega Jesús para ratificar «el pacto» con su «sangre de la alianza eterna».
Dos dispensaciones históricas, aunque un evangelio inmutable y eterno que abarcó ambas dispensaciones. ¡Pasar por alto este punto sería fatal en la tarea de descodificar los pactos!
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Después que hayas repasado el texto que has copiado y resaltado,
¿Qué te parece lo que has marcado o subrayado y relacionado?
¿Qué preguntas te surgen después de haber estudiado dicho pasaje?
¿Cuáles son las partes del pasaje que te parecen más difíciles?
¿Qué otros principios y conclusiones puedes identificar en este texto bíblico?
¿En qué sentido estas actividades te ayudan a entender los pactos?
¿Qué elementos te parecen aún confusos? lQué conceptos te parecen novedosos?
inVestiga
- Mateo 7: 9-12
- Génesis 3: 15
- Romanos 5: 20
- 2 Timoteo 1: 8-9
- Salmo 105: 7-10
- Isaías 42: 6-7
- Hebreos 13: 20-21
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¿Que relación consideras tiene n estos pasaies bíblicos con el texto clave?
¿Qué otros versículos o promesas crees que estan relacionados con Isaías 24-27?
inVita
El pacto y las relaciones interpersonales
El nombre técnico para describir la representación gráfica de un objeto tridimensional sobre un medio plano es estereograma. Seguro que has visto imágenes de este tipo; son coloridas y, cuando se miran correc tamente, muestran una imagen en 3D que parec ía estar oculta. Si uno sencillamente «se relaja» mientras observa la imagen externa y deja de esforzarse por ver la que está oculta, esta última emergerá. Al «relajarnos» respecto a nuestro pasaje de la lección de esta semana y ante la idea de descodificar los pactos, se mostrará la siguiente imagen: el pacto, o alianza, eterno (ver Isa. 24: 5) surge en una cultura única de amor, los inseparables vínculos de amor que unen a la Deidad.
Jesús resumió toda la ley y los profetas, y al mismo tiempo reveló la más profunda esencia del «pacto eterno», en una sencilla frase: «Así pues, hagan ustedes con los demás como quieran que los demás hagan con ustedes» (Mat. 7: 12). ¿De verdad es así de sencillo? ¡Este texto emplea un lenguaje que casi parece infantil! Quizás sea así, pero los teólogos han reconocido durante décadas que Mateo 7: 12 es el principio fundamental en torno al cual Jesús estructuró su Sermón del Monte. El principio presentado en este texto cimentaba las relaciones humanas en el pacto de amor del Dios eterno. Desde su más temprano punto de partida, toda la creación estuvo arropada y permeada por esta cultura de amor pactual. Desde el principio, Dios amó a su creación. El compromiso fue recíproco. Un ataque a una de las partes sería respondido por todas. Finalmente llevaría al mismo Hacedor del pacto a una cruz.
Desde el principio, el propósito del pacto eterno fue proteger y enriquecer
relaciones. En su trato con la humanidad, Dios usó varios modelos para
comunicar esta idea.
- A veces empleó ilustraciones de la naturaleza, como la estrecha relación que existe entre una vid y sus ramas (Juan 15: 1-5).
- En nuestro pasaje de esta semana, habla de velar por su pueblo como un dueño cuida su viña: «Yo, el Señor, soy quien lo cuido y con frecuencia lo riego. Lo cuido día y noche, para que no sufra ningún daño» (Isa. 27: 3). Los modelos de sus pactos con la humanidad, divinamente elegidos, suelen tener que ver con relaciones personales. La relación entre un amo y un sirvienmte (más efectiva que la de empleador-empleado en la sociedad moderna) sirve como muestra. Por ejemplo, los apóstoles a menudo y con orgullo se describían como siervos de Dios (2 Ped. 1: 1).
- También usó modelos de relaciones más íntimas para comparar su compromiso de pacto con la humanidad caída; por ejemplo, la relación entre esposo y esposa. Dios comparó su pacto con Israel con un pacto matrimonial: «Israel, yo te haré mi esposa para siempre, mi esposa legítima, conforme a la ley, porque te amo entrañablemente. Yo te haré mi esposa y te seré fiel» (Os. 2: 19-20); «yo era su esposo» (Jer. 31: 32, NVI).
- Dios usó la relación matrimonial como el ejemplo más parecido a su pacto con nosotros, a pesar de que los esposos generalmente tienen la opción de elegir con quién unirse, mientras que los hijos no pueden escoger a sus padres. Cristo eligió la relación padre-hijo, los lazos más fuertes sobre la tierra, como modelo para representar sus vínculos de amor hacia nosotros. Un estribillo del cántico de Moisés preguntaba: «¿No es él tu Padre, que te compró? ¿No te hizo y te estableció?» (Deut. 32: 6). Jehová/Jesús preguntó emotivamente a su nación que titubeaba: «¿Acaso una madre olvida o deja de amar a su propio hijo? Pues aunque ella lo olvide, yo no te olvidaré» (Isa. 49: 15). Jesús nos pidió que, al orar, dijéramos: «Padre nuestro» (Mat. 6: 9) y usó una ilustración de padre e hijo para presentar la Regla de Oro como la esencia de la cultura del «pacto eterno» y del amor de Dios por nosotros (Mat. 7: 9-12). Elena G. de White afirma: «El tema favorito de Cristo era el carácter paternal de Dios y su abundante amor» (Testimonios para la iglesia, t. 6, p. 62).
Según vayamos entrando más en profundidad en los pactos, estemos atentos para identificar nuevas muestras del amor por los seres humanos presentes en el pacto de Dios.
Escríbelo aquí
Reflexiona de nuevo en Isaías 24-27, intentando identificar la presencia de Jesús.
¿En qué forma este pasaje te inspira «confianza» respecto al juicio?
¿En qué sentido puedes ver a Jesús en forma diferente, o identificar algún rasgo nuevo de él?
¿Cómo respondes al ver a Jesús de esa manera?
imPlícate
La gracia
«Así como la Biblia presenta dos leyes, una inmutable y eterna, la otra provisional y temporaria, así también hay dos pactos. El pacto de la gracia se estableció primeramente con el hombre en el Edén, cuando después de la caída se dio la promesa divina de que la simiente de la mujer heriría a la serpiente en la cabeza. Este pacto puso al alcance de todos los hombres el perdón y la ayuda de la gracia de Dios para obedecer en lo futuro mediante la fe en Cristo. También les prometía la vida eterna si eran fieles a la ley de Dios. Así recibieron los patriarcas la esperanza de la salvación.
»Este mismo pacto le fue renovado a Abraham en la promesa: “En tu simiente serán benditas todas las gentes de la tierra” (Gén. 22: 18). Esta promesa dirigía los pensamientos hacia Cristo. Así la entendió Abraham (ver Gál. 3: 8, 16), y confió en Cristo para obtener el perdón de sus pecados. Fue esta fe la que se le contó como justicia. El pacto con Abraham también mantuvo la autoridad de la ley de Dios. El Señor se le apareció y le dijo: “Yo soy el Dios Todopoderoso; anda delante de mí, y sé perfecto''. El testimonio de Dios respecto a su siervo fiel fue: “Oyó Abraham mi voz, y guardó mi precepto, mis mandamientos, mis estatutos y mis leyes•: y el Señor le declaró: “Estableceré mi pacto entre mí y ti, y tu simiente después de ti en sus generaciones, por alianza perpetua, para serte a ti por Dios, y a tu simiente después de ti” (Gén. 17: 1, 7; 26: 5). [ … ) Aunque este pacto fue hecho con Adán, y más tarde se le renovó a Abrahán, no pudo ratificarse sino hasta la muerte de Cristo. Existió en virtud de la promesa de Dios desde que se indicó por primera vez la posibilidad de redención. Fue aceptado por fe: no obstante, cuando Cristo lo ratificó fue llamado el pacto nuevo. La ley de Dios fue la base de este pacto, que era sencillamente un arreglo para restituir al hombre a la armonía con la voluntad divina, colocándolo en situación de poder obedecer la ley de Dios».-ELENA G. DE WHITT, Patriarcas yProfetas, cap. 32, pp. 340-341
«Los términos de esta unidad entre Dios y el hombre en el gran pacto de la redención fueron decididos con Cristo desde la eternidad pasada. El pacto de la gracia fue revelado a los patriarcas. El pacto hecho con Abraham fue un pacto confirmado por Dios en Cristo, el mismo evangelio que se nos predica ahora».-ELENA G. DE WHITE, La maravillosa gracia de Dios, p.129
«La salvación de la raza humana ha sido siempre el propósito de los concilios del cielo. El pacto de la misericordia fue establecido antes de la fundación del mundo. ¿Ha existido desde la eternidad pasada, y se lo llama el pacto eterno. Tan ciertamente como nunca ha dejado de haber Dios, no ha habido momento cuando no haya sido la delicia de la Mente eterna manifestar su gracia a la humanidad».-ibid.,p. 130
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¿Qué promesas personales reconoces que se cumplen en tu vida?
¿Qué otras promesas prácticas reconoces que deberías aplicar en tu universidad, en tu hogar, en tu trabajo y en tu iglesia?
inQuiere
Comparte con tu clase de Escuela Sabática, o con tu grupo de estudio de la Biblia, algunas ideas del versículo que has memorizado y del estudio de la Biblia de esta semana, así como cualquier otro dato, observaciones y preguntas.
Plantéate con el resto del grupo las siguientes reflexiones y cómo aplicarlas en la vida real.
¿Te sentías confundido en el pasado respecto al tema de los pactos? ¿En qué aspectos? ¿Cómo lo entendías anteriormente?
¿Cómo has reconciliado los beneficios positivos de las promesas divinas y las repercusiones negativas relacionadas con el juicio, aplicables a los seres humanos que continúan en su rebelión?
¿Por qué crees que Dios fue revelando su pacto a lo largo de varias generaciones?
¿En qué forma cambia tu perspectiva de los Diez Mandamientos al considerarlos como una promesa, en lugar de verlos como reglamentos?
¿Qué interrogantes te surgen al ver que los diferentes pactos mencionados en la Biblia tienen un mismo propósito, aunque puedan estar expresados de manera diferente?
¿Cuál sería un ejemplo de un pacto reciente que has realizado?
¿Qué enseñanzas podrías sacar de ese pacto que serían parecidas al pacto que realiza Dios con nosotros?
¿En qué sentido la aparente complejidad de la solución propuesta por Dios revela la envergadura del problema que afecta a los seres humanos?
¿Qué significa para ti un Dios que hace promesas y las cumple?
"DESCIFRANDO LOS PACTOS"
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Dios lo bendiga!!!
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