Fe Real | Lección 5: Creciendo en la gracia | 1er Trimestre 2024 | Año A
Lección 5 Fe Real:
Creciendo en la gracia
HISTORIA
(Esta es una ilustración y nada más. ¿Qué relación podría tener con las citas bíblicas de la siguiente página?)
«Lo siento mucho, pero su hija no va a poder caminar nunca más». Las palabras sonaron como una sentencia final para la pequeña niña y su mamá. Pero no lo era. La pierna izquierda de Wilma había quedado retorcida y debilitada por la poliomielitis, pero su madre estaba decidida a que algún día su hija pudiera caminar otra vez.
Semana tras semana, la madre de Wilma la llevaba al consultorio donde hacía sus terapias, a unos 80 kilómetros de su casa. Su madre, sus hermanos y su hermana la ayudaban en casa a ejercitar la pierna. Wilma asistía a la escuela usando un pesado artefacto ortopédico en su pierna izquierda. Aparte de eso, tenía que usar muletas y zapatos ortopédicos. Pero a pesar de todos los pronósticos, Wilma llegó a caminar.
Cuando cumplió doce años, finalmente logró caminar sin ninguna clase de ayuda, y fue allí cuando tomó una decisión muy importante. Ya había logrado vencer un obstáculo tremendo: estaba caminando a pesar de que los doctores le habían dicho que jamás lo haría. Pero ella quería más que simplemente caminar. Quería correr. Quería convertirse en una atleta de fama mundial.
Este tal vez era un sueño alocado para una niña negra del sur de los Estados Unidos en la década de 1950. La pobreza, la discriminación racial y la incapacidad física se confabulaban contra Wilma Rudolph. Todo indicaba que jamás lograría un éxito semejante.
Pero su fuerza de voluntad, el apoyo de su familia y su determinación estaban de su lado. Día tras día se entrenaba en la pista con el objetivo de fortalecer su pierna izquierda tanto como la derecha. Se entrenó hasta correr como la haría cualquiera otra adolescente de su edad, y siguió entrenando hasta alcanzar grandes progresos.
A los 16 años, Wilma asistió a sus primeros Juegos Olímpicos y regresó a casa con una medalla de bronce. Cuatro años más tarde, en los Juegos Olímpicos de Roma de 1960, se convirtió en la primera estadounidense en ganar tres medallas de oro olímpicas. .
Texto clave
Escoge uno de los textos de la sección del miércoles. Escríbelo aquí y apréndelo de memoria para esta semana.
Domingo
MI OPINIÓN- «Yo no quiero ser cristiano —nos dice un amigo del colegio—. Es demasiado difícil y no es divertido. ¡Tener que seguir todas esas reglas tontas que te prohíben de todo!»
- Estamos a punto de abrir nuestra boca cuando un amigo que asiste a otra iglesia nos dice: «¡Estás loco! Ser cristiano no es difícil, ¡es facilísimo! Jesús simplemente nos salva. Yo me salvé cuando tenía diez años, y no me preocupo más por eso. ¿Cuál es la dificultad?»
- ¿Qué pensamos? ¿Con cuál de nuestros dos amigos estamos de acuerdo? ¿Es nuestra opinión diferente? ¿Es fácil o difícil ser cristiano? ¿O lo explicaríamos de otra manera?
Lunes
¿QUÉ TRATAN DE DECIRNOS?Diferentes personas, diferentes opiniones. Algunos pensamientos que siguen representan los puntos de vista de sinceros ciudadanos del reino de Dios, pero otros no. ¿Puedes distinguir entre unos y otros? ¿En qué se comparan estos pensamientos con lo que Dios dice en su Palabra? Después de repasar los textos de la sección «Dios dice...», escribe un párrafo que exprese tu opinión. Preparémonos para exponer lo que hemos escrito en la Escuela Sabática.
- «Tomaré mi cruz y te seguiré, aunque mis amigos se queden y yo sea el único que lo haga […]. Aunque me critiquen, hablen a mis espaldas y digan palabras hirientes. Hasta el día que muera y me sepulten, yo a Dios serviré». —T-Bone, cantante de rap cristiano, en su tema Prasin’.
- «El pecado es la ropa sucia de la vida; pero Dios tiene una lavandería que nos limpia. Esto sucede en el momento en que confiamos en Cristo para el perdón de nuestros pecados, y continúa durante el proceso que conocemos como “santificación”. Este proceso es de por vida, y en él descubrimos continuamente pecados y los confesamos, aprendemos la verdad y nos conformamos a ella, todo gracias al poder de Dios». —Shaun Groves, músico cristiano.
- «En el fondo, tú siempre has sido una buena persona. Lo único que tienes que hacer es quitarte la cáscara». —Duane Alan Hahn, extraído de su página en Internet.
- «Pero todos se han desviado, todos por igual se han pervertido. ¡Ya no hay quien haga lo bueno! ¡No hay ni siquiera uno!». —Salmo 53: 3.
- «Nosotros podemos cambiar nuestras vidas. Podemos hacer y tener exactamente lo que queramos». —Anthony Robbins, escritor y orador motivador.
- «¿Puede un negro cambiar de color? ¿Puede un leopardo quitarse sus manchas? Pues tampoco ustedes, acostumbrados al mal, pueden hacer lo bueno». —Jeremías 13: 23.
Escribe tu propio pensamiento
«Yo digo que…
Martes
¿Y ENTONCES?- ¿Es fácil o difícil ser cristiano? En cierto sentido, es fácil. Aceptamos a Jesús y somos salvos. Dios hace todo el trabajo.
- Por otra parte, a veces pareciera que hay demasiadas reglas y exigencias. Tenemos que ir a la iglesia, seguir las reglas y dar un buen ejemplo.
- Si es tan fácil, ¿por qué es tan difícil? La verdad es que ser cristianos es lo más fácil y lo más difícil que podemos hacer. Es fácil estar bien con Dios. Lo único que tenemos que hacer es decirle que queremos que perdone nuestros pecados. Él se encarga del resto.
- A partir de allí, Dios comenzará a convertirnos en la persona que él desea que seamos. Nos acepta tal como somos, con nuestros malos hábitos, nuestro mal comportamiento y nuestras malas obras. Pero él nos ama demasiado como para dejarnos en ese estado pecaminoso; de manera que, al igual que un atleta olímpico que se está entrenando, nos esforzamos por ganar la carrera, rendir nuestros músculos rebeldes a la rutina y mantenernos en forma. No obstante, no hacemos todo esto con el propósito de ganarnos el favor de Dios o comprar nuestro boleto al cielo, sino porque comenzamos a entender cuál es la clase de persona que quiere que seamos. Dios quiere que lleguemos a ser unos medallistas olímpicos de la fe; personas transformadas a su imagen.
Miércoles
DIOS DICE…- Hebreos 12: 1
«Por eso, nosotros, teniendo a nuestro alrededor tantas personas que han demostrado su fe, dejemos a un lado todo lo que nos estorba y el pecado que nos enreda, y corramos con fortaleza la carrera que tenemos por delante». - 2 Timoteo 4: 7
«He peleado la buena batalla, he llegado al término de la carrera, me he mantenido fiel». - 1 Corintios 9: 24-27
«Ustedes saben que en una carrera todos corren, pero solamente uno recibe el premio. Pues bien, corran ustedes de tal modo que reciban el premio. Los que se preparan para competir en un deporte, evitan todo lo que pueda hacerles daño. Y esto lo hacen por alcanzar como premio una corona que en seguida se marchita; en cambio, nosotros luchamos por recibir un premio que no se marchita. Yo, por mi parte, no corro a ciegas ni peleo como si estuviera dando golpes al aire. Al contrario, castigo mi cuerpo y lo obligo a obedecerme, para no quedar yo mismo descalificado después de haber enseñado a otros». - 2 Corintios 5: 17
«Por lo tanto, el que está unido a Cristo es una nueva persona. Las cosas viejas pasaron; se convirtieron en algo nuevo». - 2 Pedro 3: 18
«Pero conozcan mejor a nuestro Señor y Salvador Jesucristo y crezcan en su amor. ¡Gloria a él ahora y para siempre! Amén». - Mateo 5: 48
«Sean ustedes perfectos, como su Padre que está en el cielo es perfecto». - (Versículos adicionales: Romanos 6: 4; Gálatas 2: 20; 1 Juan 1: 9).
Jueves
¿QUÉ TIENE QUE VER CONMIGO?- A lo mejor nosotros mismos hemos dicho en alguna ocasión que ser cristiano es muy difícil. Tal vez estamos fijándonos en la clase de vida que los adultos de la iglesia esperan que llevemos, y nos sentimos juzgados o criticados.
- Esa no es una buena actitud. Dios tiene grandes expectativas para nosotros, pero él se complace con cada pequeño paso que damos hacia él. ¿Recordamos la historia de Wilma Rudolph? La primera vez que pudo caminar con sus muletas y su aparato ortopédico, su mamá no le dijo: «Vamos, Wilma, ¡reconoce que tú no eres tan rápida como las otras niñas! ¡Y deja ya de estar cojeando!».
- Por supuesto que no. Un padre amoroso desea que su hijo se desarrolle al máximo y sea lo mejor posible. Y ese padre se mantiene al lado de su hijo apoyando cada pequeño paso que da, ayudándolo a superar las dificultades, dándole cariño.
- Esa es la clase de padre que es Dios para nosotros. Él no descansará hasta que seamos lo mejor que podamos. Pero él no espera que lo logremos solos. Él nos da el poder de su Espíritu Santo a cada paso. Y no nos critica o nos juzga cuando resbalamos y caemos. Por el contrario, nos tiende la mano, nos levanta de nuevo, y nos anima a seguir.
Viernes
¿CÓMO FUNCIONA?- No estamos en vísperas de Año Nuevo, pero es un buen momento para establecer nuevas metas. No es lo mismo que fijarnos «resoluciones» o escoger lo que estamos determinados a hacer, aunque nos matemos haciéndolo. Eso es simplemente confiar en nuestras propias fuerzas. El crecimiento en la vida cristiana es diferente, pues confiamos únicamente en el poder de Dios para alcanzar el objetivo aunque tengamos que estar permanentemente tomando la decisión de permanecer en contacto con él.
- Dediquemos unos minutos para hacer una lista de cinco cosas que nos gustaría cambiar, lograr o mejorar en nuestra vida durante los próximos seis meses. Cuando hayamos terminado la lista, vayamos a un lugar tranquilo y oremos en voz alta diciéndole a Dios lo que queremos que él cambie en nuestra vida, y pidiéndole que nos dé las fuerzas necesarias para lograrlo. Al finalizar la oración, leamos 2 Corintios 5: 17 y solicitemos a Dios que cumpla en nosotros su promesa de hacernos una nueva persona.
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Dios les bendiga!!!
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