Primarios | Lección 4: ¡Jesús vive! | 2do Trimestre 2024

Lección 4 de Primarios
¡JESÚS VIVE!

Primarios | Lección 4: ¡Jesús vive! | 2do Trimestre | Año A

Textos clave y referencias:
Mateo 27:57-61; 28:1-10; 16-20;
El Deseado de todas las gentes, cap. 80, pp. 727-737; cap. 86, pp. 773-784.

Versículo para Memorizar:
“Les digo: ‘Vayan por por todo el mundo y anuncien a todos este mensaje de salvación’”
(Marcos 16:15).

Mensaje:
Servimos a Dios cuando hablamos de Jesús a los demás.

¿Has tenido alguna vez noticias que quisiste compartir con los demás? Tal vez casi ni podías esperar para contarlas a alguien. María Magdalena estuvo entre los primeros que supieron que Jesús había resucitado. ¡Y no podía esperar para decírselo a todo el mundo!

Era domingo de mañana, había pasado el sábado más difícil en la vida de los discípulos de Jesús. Jesús había muerto justo unas horas antes de la puesta del sol del viernes y sus dolidos seguidores lo habían sepultado rápidamente en una tumba que pertenecía a José de Arimatea. Luego se apresuraron a irse a su casa porque pronto comenzaría el sábado.

Las mujeres que estuvieron cerca de la cruz cuando Jesús murió deseaban servirlo preparando su cuerpo para la sepultura.

Habían seguido y observado a quienes lo habían puesto en la tumba. Habían visto cómo colocaban una pesada piedra en la abertura de la tumba para sellarla. Ellas también habían descansado el sábado, pero tan pronto como hubo un poco de luz la mañana del domingo, se apresuraron a la tumba de Jesús llevando las especias para preparar el cuerpo.

—¿Quién nos va a ayudar a quitar esa piedra tan pesada? —se preguntaban unas a otras al acercarse a la tumba. No sa bían que un ángel ya la había quitado. A través de un poderoso terremoto había movido la piedra que tapaba la cueva y había llamado a Jesús en el nombre del Padre.

Las mujeres temblaron al ver la tumba abierta. Miraron valientemente dentro de ella. Un ángel que brillaba con la gloria del cielo les habló diciendo: —No tengan miedo. Yo sé que están buscando a Jesús, pero ya no está aquí. Ha resucitado de entre los muertos, como dijo que sucedería. Vayan pronto a decírselo a sus discípulos. Jesús se dirige a Galilea y van a verlo allá.

¿Puedes imaginarte lo sorprendidas que estaban? Después de todo lo que había pasado en aquellos últimos días, probablemente ya no sabían qué pensar. La Biblia dice que corrieron a decirlo a otros con gran temor y alegría.

Tal vez soltaron los frascos de especias que llevaban y corrieron tan rápido como pudieron para dar las buenas nuevas. ¿Crees que estaban llenas de energía? ¡Por supuesto que sí! ¿Crees que estaban entusiasmadas? ¡Sin lugar a dudas! Nada podía detenerlas en su afán de dar a conocer las buenas nuevas de que Jesús había resucitado de los muertos.

Nosotros tenemos el honor de darle a conocer al mundo ese mismo mensaje.

Antes de irse al cielo, Jesús les dijo a sus seguidores que llevaran ese mensaje a todo el mundo.
—Vayan por todo el mundo y prediquen el evangelio a toda nación, pueblo, tribu y lengua, bautizándolos en el nombre del Padre, el Hijo y el Espíritu Santo —les dijo.