Primarios | Lección 6: Noé construye un barco | 2do Trimestre 2024

Lección 6 de Primarios
NOÉ CONSTRUYE UN BARCO

Primarios | Lección 6: Noé construye un barco | 2do Trimestre | Año A

Textos clave y referencias:
Génesis 6;
Patriarcas y profetas, cap. 7, pp. 69-74.

Versículo para Memorizar:
“Enséñame a hacer tu voluntad, porque tú eres mi Dios”
(Salmos 143:10).

Mensaje:
Los miembros de la familia de Dios desean hacer su voluntad.

Cuando tus padres te piden que hagas algo, ¿lo haces sin preguntar por qué? ¿Lo haces porque los amas? Dios le pidió a Noé que construyera un barco enorme. Noé podría haberle dicho que no, pero, ¿qué crees que hizo?

Noé era un hombre temeroso de Dios en una época en que era difícil encontrar a alguien que obedeciera a Dios. La tierra aun era muy joven. Solo habían pasado diez generaciones desde la creación del mundo. Pero la gente se había vuelto tan malvada, que Dios se arrepintió de haberla creado. Así que decidió comenzar de nuevo..
Solo había una familia de personas justas sobre la faz de la tierra. A través de esa familia, Dios salvaría a la raza humana y a todas las criaturas que había creado. La familia incluía a Noé, su esposa y sus tres hijos.

Dios le comunicó a Noé su plan de destruir la tierra por medio de un diluvio. También le dijo que construyera un barco. El barco iba a mantener seguros a Noé, su familia y a cada especie de animales durante el diluvio. El barco que Noé debía construir no era un barco como cualquier otro. ¡Era enorme! Era tan largo como una cancha y media de fútbol. Era más alto que un edificio de cuatro pisos. Dios le dio a Noé instrucciones que debía seguir cuidadosamente y Noé se dispuso a seguirlas.

La construcción de un barco significaba un trabajo enorme. Seguramente muy pronto se convirtió en la tarea de la familia. De hecho, la idea de la Compañía constructora de Noé había estado en la familia desde hacía algún tiempo.

Enoc, el antepasado de Noé, había sido un hombre recto y justo. Dios lo llevó al cielo a fin de que no tuviera que morir. Dios le comunicó a Enoc su plan de destruir la tierra con un diluvio.

Enoc había dejado a su familia su herencia de devoción y santidad. También había dejado a Matusalén, su hijo, la advertencia de un diluvio. Matusalén por su parte se la pasó a sus hijos y a su nieto Noé.

Y luego Noé tuvo tres hijos: Sem, Cam y Jafet. De esta manera, todavía existía en la tierra una familia piadosa, un grupo de personas devotas. Y ellos ayudaron a Noé a construir ese enorme barco. En ese barco se salvarían la raza humana y todas las criaturas que Dios había creado. ¡Qué tremenda
responsabilidad!

Noé y sus hijos, sus tíos y abuelo, eran todos seres humanos. En 120 años de trabajar juntos, probablemente tuvieron algunos desacuerdos, pero tenían un objetivo importante: el enorme proyecto que debían llevar a cabo. Tenían que trabajar juntos para cumplir el plan de Dios. Tenían que poner a un lado sus diferencias a fin de cumplir la voluntad de Dios. Antes de que el barco estuviera terminado, Dios se llevó a Enoc al cielo a vivir con él. Y otros familiares de Noé murieron también. Solo quedaron Noé y su familia.

Tal vez nunca se te pida que construyas un gran barco. Nunca se te va a pedir que ayudes a salvar al mundo de otro diluvio. Pero Dios todavía desea que sus hijos hagan lo que él les pide. Todavía desea que sus hijos trabajen juntos para cumplir sus deseos. Tal vez te pida que hagas otra tarea que requiera trabajo en equipo. Necesitarás tanta cooperación como la que se necesitó para construir el arca. Hacer la voluntad de Dios es parte de su plan para nosotros. Y llevarnos bien con los demás sigue siendo parte del plan de Dios. Escuchar la voz de Dios y trabajar para él era importante para la Compañía constructora de Noé. Y es importante para nosotros hoy.

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