Fe Real | Lección 9: Los cristianos y el dinero | 4to Trimestre 2024 | Año A
Lección 9 de Fe Real
LOS CRISTIANOS Y EL DINERO
El manejo del dinero desde una perspectiva cristiana va más allá de una vida libre de deudas. Se basa
en la premisa de que, como seres creados, todo lo que somos y tenemos se origina en Dios.
ES CUESTIÓN DE DINERO
Esta es una ilustración y nada más. ¿Qué relación podría tener con las citas bíblicas de la siguiente página?Tim Forneris es el tipo con suerte que para muchos resultó ser un tonto. Con suerte porque logró atrapar en las gradas del estadio la pelota del jonrón número 62 del afamado beisbolista Mark McGwire, que por tratarse de la pelota con la que se rompió un nuevo récord, podía llegar a alcanzar un valor de hasta un millón de dólares (más tarde, la pelota con la que conectó su jonrón número setenta fue vendida en tres millones de dólares). Un tonto, porque en vez de quedarse con ella, se la devolvió a McGwire.
A pesar de que lo considera «un gesto honorable», la revista Time usó a Forneris como un ejemplo de lo que es tener una pobre visión de los negocios (Time, 8 de febrero de 1999). Según la visión del mundo, él actuó de manera estúpida e impulsiva. Después de todo, tenía derecho a quedarse con la pelota. ¿A quién no le vendría bien un millón de dólares?
La respuesta de Forneris al artículo decía, en parte, lo siguiente: «La vida es mucho más que el dinero […]; algunas posesiones son invalorables» (Carta dirigida a la revista Time, 22 de marzo de 1999).
El dinero es como una unidad de medida en el mundo de hoy: cuanto más tenemos, tanto más valemos. ¡Pareciera que la vida es solo dinero!... ¿Será así?
Texto clave
Escoge uno de los textos de la sección del miércoles. Escríbelo aquí y apréndelo de memoria para esta semana.
MI OPINIÓN
- ¿Alguna vez hemos escuchado a alguien decir: «El dinero no lo es todo»? Nuestra reacción natural tal vez haya sido la misma de todo el mundo: «¿Qué? ¡Por supuesto que lo es!». Pensemos en todas las veces que les hemos pedido algo a nuestros padres y ellos han dicho: «¡No tenemos dinero para eso!». ¡Cómo quisiéramos tener dinero suficiente para obtener las cosas que queremos y que mejorarían sustancialmente nuestra vida!
- El dinero no es malo. Lo que es malo es el amor al dinero. ¿Cuál es la diferencia? ¿En qué momento nos parece que el dinero deja de ser una bendición y se convierte en una maldición? ¿Cuál creemos que es la conexión entre el dinero y la felicidad? ¿Podemos tener ambas cosas? ¿Es una de ellas una amenaza para la otra?
- Visitemos www.guidemagazine.org/rtf [en inglés] y publiquemos nuestra respuesta. Seamos claros y sinceros. Digamos lo que pensamos.
¿QUÉ TRATA DE DECIRNOS?
Diferentes personas, diferentes opiniones. Algunos pensamientos que siguen representan los puntos de vista de sinceros ciudadanos del reino de Dios, pero otros no. ¿Puedes distinguir entre unos y otros? ¿En qué se comparan estos pensamientos con lo que Dios dice en su Palabra? Después de repasar los textos de la sección «Dios dice...», escribe un párrafo que exprese tu opinión. Preparémonos para exponer lo que hemos escrito en la Escuela Sabática.
- «No midas tu bienestar por las cosas que tienes, sino por las cosas que tienes por las cuales no recibirías dinero». Autor desconocido.
- «Hay dos maneras en las que el cristiano puede ver el dinero: “¿Qué cantidad de mi dinero voy a usar para Dios?”, o: “¿Qué cantidad del dinero de Dios voy a usar para mí?”». W. Graham Scroggie, escritor y estudioso bíblico británico del siglo XX.
- «La verdadera medida de nuestro bienestar es cuánto valdríamos si perdiéramos todo nuestro dinero». J. H. Jowett, ministro y escritor inglés del siglo XX.
- «Dios dividió las manos en dedos para que el dinero pudiera pasar a través de ellos». Martín Lutero, líder reformador alemán del siglo XVI.
- «Cuando le damos algo a Dios, lo que estamos haciendo es quitarle las manos de encima a lo que le pertenece a él». Croft M. Pentz, escritor y pastor estadounidense contemporáneo.
- «El dinero es como el abono: no vale nada a menos que lo esparzas por todas partes». Corey Granville, en la serie televisiva Bull, (2000).
- «Aquellos que tienen dinero no necesitan a los demás». Alex P. Keaton, en la serie televisiva Lazos familiares (1982).
- «A los perros los entrenamos con dinero. A la gente la compramos con dinero». Hajime Saitoh, en la serie animada japonesa Rurouni Kenshin, (2000).
Escribe tu propio pensamiento
Yo digo que...
¿Y ENTONCES?
- La forma en que manejamos nuestro dinero es un reflejo de nuestra relación con Dios. A lo mejor esto no resulta ahora un gran problema para nosotros, pues tal vez no tenemos mucho dinero. Seguramente no tenemos un empleo ni facturas que pagar. Así que, ¿por qué hemos de preocuparnos por eso? Pues bien, la razón es muy simple: si comenzamos ahora podremos ahorrarnos un problema futuro que tienen muchos adultos, a saber, esa lucha con la administración del dinero que afecta a su relación con Jesús.
- Es por ello que deberíamos aprender algo de esta lección. Al menos estudiémosla con mente abierta y practiquemos la actividad del viernes durante seis meses antes de decidir que esto te resulta totalmente irrelevante. ¿Trato hecho?
DIOS DICE...
- 1 Crónicas 29: 11
«¡Tuyos son, Señor, la grandeza, el poder, la gloria, el dominio y la majestad!Porque todo lo que hay en el cielo y en la tierra es tuyo. Tuyo es también el reino, pues tú, Señor, eres superior a todos». - Deuteronomio 10: 14
«Tengan en cuenta que del Señor su Dios son los cielos y lo más alto de los cielos, la tierra y todo lo que hay en ella». - 2 Corintios 8: 12
«Porque si alguien de veras quiere dar, Dios le acepta la ofrenda que él dé conforme a sus posibilidades. Dios no pide lo que uno no tiene». - Proverbios 28: 27
«Al que ayuda al pobre, nada le faltará; pero al que le niega su ayuda, mucho se le maldecirá». - Romanos 12: 6-8
«Dios nos ha dado diferentes dones, según lo que él quiso dar a cada uno. Por lo tanto, si Dios nos ha dado el don de profecía, hablemos según la fe que tenemos; si nos ha dado el don de servir a otros, sirvámoslos bien. El que haya recibido el don de enseñar, que se dedique a la enseñanza; el que haya recibido el don de animar a otros, que se dedique a animarlos. El que da, hágalo con sencillez; el que ocupa un puesto de responsabilidad, desempeñe su cargo con todo cuidado; el que ayuda a los necesitados, hágalo con alegría». - Eclesiastés 5: 19
«Por otra parte, a todo aquel a quien Dios da abundantes riquezas, le da también la facultad de comer de ellas y de tomar lo que le corresponde, pues el disfrutar de tanto trabajo viene de parte de Dios». - 1 Crónicas 29: 12
«De ti vienen las riquezas y la honra. Tú lo gobiernas todo. La fuerza y el poder están en tu mano, y en tu mano está también el dar grandeza y poder a todos». - Filipenses 4: 19
«Por lo tanto, mi Dios les dará a ustedes todo lo que les falte, conforme a las gloriosas riquezas que tiene en Cristo Jesús». - Lucas 16: 11
«De manera que, si con las falsas riquezas de este mundo ustedes no se portan honradamente, ¿quién les confiará las verdaderas riquezas?».
¿QUÉ TIENE QUE VER CONMIGO?
- Vivir en el reino de Dios es vivir en su presencia (ver Hebreos 4: 13).
¿Nos motiva esto a querer cambiar algunas de las cosas que hacemos y la manera en que gastamos nuestro dinero? Cuando entendemos que Dios es el dueño de todas las cosas, cada vez que gastamos nuestro dinero esta acción se convierte en una decisión espiritual. Nuestra actitud no dependerá del valor del dinero en términos de lo que este puede hacer por nosotros, sino que veremos el dinero como una bendición que tenemos que devolver a los demás, a Dios, a la iglesia y a nosotros mismos.
¿CÓMO FUNCIONA?
- Esta semana hemos aprendido mucho sobre el dinero, y tal vez estamos pensando que nos gustaría poner estas cosas en práctica. Pero solo somos unos niños, y lo más probable es que no tengamos un empleo ni posesiones. Es por ello que la mejor manera de comenzar es con la fuente de nuestro dinero, es decir, con nuestros padres, abuelos, tíos, etcétera. Sentémonos con ellos y planifiquemos una estrategia, una manera en la que podamos ser responsables con el dinero desde este mismo momento, de manera que no tengamos que depender de tarjetas de crédito y otras trampas financieras cuando seamos adultos.
- Podemos compartir el siguiente modelo de plan con la fuente de nuestro dinero. Usemos el plan de Sara tal cual aparece aquí, o cambiémoslo para que se adapte a nuestra situación. Sea como fuere que lo hagamos, prometamos seguirlo al pie de la letra.
El plan financiero de Sara - Sara tiene doce años y su fuente de dinero le da una cantidad semanal adecuada a su edad. De esta manera, como tiene doce años, recibe doce dólares semanales, lo que significa 48 dólares al mes. Sara y su fuente de dinero han acordado que la fuente será responsable de
su ropa, educación y alimentación, y han establecido límites en relación a cuánto se gastará en cada uno de los siguientes apartados. - Han decidido que Sara repartirá el dinero en sobres diferentes cada mes. Al separarlo evitará tomar «prestado» de un sobre para llenar el otro. De tanto en tanto, su fuente de dinero depositará sus AHORROS en una cuenta bancaria. Cuando el sobre FAMILIA alcance una cantidad específica, ella invitará a helado o a pizza a sus familiares. ¡Sara ahorró el contenido del sobre MISIONERO durante dos años y con ello, gracias a la intermediación de ADRA, pudo contribuir para que una niña de Bosnia asistiera a la escuela durante un año!
Diezmos 10%
Obra misionera 5%
Ofrendas 5%
Ahorros 10%
Familia 20%
Regalos para otros 10%
Gastos personales 40% - Cuando hayamos ideado un plan financiero similar junto a nuestra fuente de ingresos con el cual nos sintamos cómodos, pongámoslo en práctica durante seis meses. Sintamos la satisfacción de entablar una sociedad con el Dios que nos da todo lo que tenemos, e incluso más.
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Dios les bendiga!!!
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