Fe Real | Lección 2: El estudio de la Biblia y la oración | 4to Trimestre 2024 | Año A
Lección 2 de Fe Real
EL ESTUDIO DE LA BIBLIA Y LA ORACIÓN
En esta lección se refleja el valor de la oración y del estudio de la Biblia, además de maneras creativas de ponerlos en práctica. Todos los ejercicios espirituales nacen de una conexión con Dios por medio de estas disciplinas.
TIENES UN MENSAJE
Esta es una ilustración y nada más. ¿Qué relación podría tener con las citas bíblicas de la siguiente página?Se cuenta que un soldado estaba asignado a miles de kilómetros de su prometida. Santiago le abría su corazón en las páginas que le escribía, como si ella estuviera allí con él. Lo único que los mantenía conectados eran las cartas que se enviaban. A veces el correo no llegaba a tiempo, y Sally comenzaba a preguntarse qué estaría pensando o haciendo Santiago. Había incluso momentos en los que se preguntaba si él aún la amaba. Santiago escribía de manera constante, pero a veces se perdían las cartas, se traspapelaban o las entregaban al destinatario equivocado. En una ocasión él describió su compromiso de amor con una pasión y una convicción inigualables, pero la carta, que mucho podría haber hecho para cimentar su relación, por alguna razón se perdió en la oficina postal de San Francisco, Estados Unidos. Las palabras de amor quedaron abandonadas en un rincón de una oficina de correos.
A pesar de ello, Santiago y Sally finalmente se casaron. En la celebración de sus cincuenta años de casados, contaron la manera en que, durante aquellos años que habían pasado separados, esperaban ansiosamente que la otra persona escribiera o llamara, y expresaron lo mal que se sentían cuando parecía que no obtenían respuesta.
Mientras tanto, la antigua oficina postal cerraba sus puertas definitivamente, y la carta escrita cincuenta años atrás fue descubierta por un trabajador llamado Bob. Este averiguó la dirección actual de Sally y se encargó él mismo de llevar la antigua misiva de amor a su destino. Al recibirla, Sally abrió la carta y no pudo contener el llanto al leer lo que estaba escrito en ella. Al fijarse en la fecha, se dio cuenta de que incluso en los momentos de silencio Santiago continuó comunicándole su amor. El mensaje simplemente no había llegado.
¿De qué manera las Escrituras, el mensaje de Dios para su pueblo, se asemejan a una carta de amor?
Texto clave
Escoge uno de los textos de la sección del miércoles. Escríbelo aquí y apréndelo de memoria para esta semana.
MI OPINIÓN
- Benjamín quiere comenzar a estudiar la Biblia con regularidad y aplicar sus enseñanzas a su vida diaria. Nunca antes ha intentado hacer algo así, y duda que pueda ser constante. No sabe ni siquiera por dónde empezar ni con quién hablar. La mayoría de sus amigos no muestran ninguna clase de interés en las cosas espirituales, y su familia solo asiste a la iglesia de vez en cuando. ¿Por dónde empezar? ¿Qué le diríamos?
- Visitemos www.guidemagazine.org/rtf [en inglés] y publiquemos nuestra respuesta. Seamos claros y sinceros. Digamos lo que pensamos.
¿QUÉ TRATA DE DECIRNOS?
Diferentes personas, diferentes opiniones. Algunos pensamientos que siguen representan los puntos de vista de sinceros ciudadanos del reino de Dios, pero otros no. ¿Puedes distinguir entre unos y otros? ¿En qué se comparan estos pensamientos con lo que Dios dice en su Palabra? Después de repasar los textos de la sección «Dios dice...», escribe un párrafo que exprese tu opinión. Preparémonos para exponer lo que hemos escrito en la Escuela Sabática.
- «El cielo está lleno de respuestas para las oraciones que nadie se preocupó en contestar». Billy Graham, orador y evangelista del siglo XX.
- «¿Acaso Cristo y sus apóstoles no hicieron milagros? El mismo Salvador compasivo vive en nuestros días, y está tan dispuesto a escuchar la oración de la fe como cuando andaba en forma visible entre los hombres […]. Forma parte del plan de Dios concedernos, en respuesta a la oración hecha con fe, lo que no nos daría si no se lo pidiésemos así».
Elena G. de White, escritora inspirada y fundadora de la Iglesia Adventista del Séptimo Día. - «Algunos pensamientos son oraciones. Hay momentos en que, sea cual sea la actitud del cuerpo, el alma está de rodillas». Víctor Hugo, escritor francés del siglo XIX.
- «Deberíamos ejercitar en el estudio de las Santas Escrituras todas las fuerzas del entendimiento y procurar comprender, hasta donde es posible a los mortales, las profundas enseñanzas de Dios; pero no debemos olvidar que la disposición del estudiante debe ser dócil y sumisa como la de un niño». Elena G. de White, escritora inspirada y fundadora de la Iglesia Adventista del Séptimo Día.
- «Los hombres no rechazan la Biblia porque esta se contradiga a sí misma, sino porque los contradice a ellos». E. Paul Hovey, ministro e historiador presbiteriano del siglo XX.
- «La Biblia no es solo un libro que puedo entender, sino un libro que me entiende». Emile Cailliet, escritor y teólogo francés del siglo XX.
- «Nadie puede sobrepasar las Escrituras. Este es un libro que se vuelve más amplio y profundo con el paso de los años». Charles Spurgeon, predicador británico del siglo XIX.
Escribe tu propio pensamiento
Yo digo que...
¿Y ENTONCES?
- Escuchar a Dios es tan importante como tener que decirle algo. Si hay algo difícil en el ejercicio espiritual es el estudio de la Biblia y la oración. ¿Por qué?Porque por lo general estamos acostumbrados a comunicarnos con otros cara a cara. Dios entiende nuestras dificultades. Imaginemos lo difícil que es para él tratar de comunicarse con nosotros a pesar de todos los obstáculos que nosotros mismos le ponemos. Imaginemos que estamos tratando de decirle a alguien cuánto lo amamos en un idioma que esa persona no entiende.
- Pedro le dijo a un grupo de creyentes que nunca habían conocido a Jesús cara a cara: «Ustedes aman a Jesucristo, aunque no lo han visto; y ahora, creyendo en él sin haberlo visto, se alegran con una alegría tan grande y gloriosa que no pueden expresarla con palabras, porque están alcanzando la meta de su fe, que es la salvación» (1 Pedro 1: 8, 9).
- Percibamos nuestra Biblia como un teléfono celular, o como el diario en el que Dios anota las cosas que son importantes para él. Veamos la oración como una conversación entre dos. Recordemos que leer y saber cosas no es el objetivo de la vida espiritual, pero tener una conversación con Dios sí lo es.
DIOS DICE...
- 1 Pedro 1: 8, 9
«Ustedes aman a Jesucristo, aunque no lo han visto; y ahora, creyendo en él sin haberlo visto, se alegran con una alegría tan grande y gloriosa que no pueden expresarla con palabras, porque están alcanzando la meta de su fe, que es la salvación». - Lucas 16: 12-15
«Y si no se portan honradamente con lo ajeno, ¿quién les dará lo que les pertenece? “Ningún sirviente puede servir a dos amos; porque odiará a uno y querrá al otro, o será fiel a uno y despreciará al otro. No se puede servir a Dios y a las riquezas”. Los fariseos, que eran amigos del dinero, oyeron todo esto y se burlaron de Jesús. Jesús les dijo: “Ustedes son los que se hacen pasar por justos delante de la gente, pero Dios conoce sus corazones; pues lo que los hombres tienen por más elevado, Dios lo aborrece”». - Romanos 15: 4
«Todo lo que antes se dijo en las Escrituras, se escribió para nuestra instrucción, para que con constancia y con el consuelo que de ellas recibimos, tengamos esperanza». - Mateo 26: 40, 41
«Luego volvió a donde estaban los discípulos, y los encontró dormidos.
Le dijo a Pedro: “¿Ni siquiera una hora pudieron ustedes mantenerse despiertos conmigo? Manténganse despiertos y oren, para que no caigan en tentación. Ustedes tienen buena voluntad, pero son débiles”». - Salmo 119: 4, 5
«Tú has ordenado que tus preceptos se cumplan estrictamente.
¡Ojalá yo me mantenga firme en la obediencia a tus leyes!». - Romanos 7: 18, 19
«Porque yo sé que en mí, es decir, en mi naturaleza débil, no reside el bien; pues aunque tengo el deseo de hacer lo bueno, no soy capaz de hacerlo. No hago lo bueno que quiero hacer, sino lo malo que no quiero hacer». - 1 Samuel 12: 23
«En cuanto a mí, que el Señor me libre de pecar contra él dejando de rogar por ustedes. Antes bien, les enseñaré a comportarse de manera buena y recta». - Romanos 8: 26, 27
«De igual manera, el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad. Porque no sabemos orar como es debido, pero el Espíritu mismo ruega a Dios por nosotros, con gemidos que no pueden expresarse con palabras. Y Dios, que examina los corazones, sabe qué es lo que el Espíritu quiere decir, porque el Espíritu ruega, conforme a la voluntad de Dios, por los del pueblo santo».
¿QUÉ TIENE QUE VER CONMIGO?
- Pensemos en una bolsita de té y una taza de agua hirviendo. Cuando el agua penetra la bolsa, el té contenido en ella se mezcla con el agua.
Las maneras más comunes que Dios tiene de llegar a nosotros es por medio de su Palabra y en el momento cuando nos comunicamos con él por medio de la oración. Y una vez que la Palabra de Dios entra en contacto con nosotros, somos colmados de ella. - Pensemos en algunas personas que conozcamos que se sientan gozosas de pasar tiempo con Dios. ¡Son personas que están realmente vivas! El mensaje de Dios de que hemos sido perdonados se halla en su Palabra (Romanos 1: 9). La verdad de que él nunca dejará de amarnos también se encuentra allí (Jeremías 31: 3, Isaías 1, Efesios 1).
- La Palabra de Dios está repleta de mensajes para nosotros. La Biblia no solo nos dice lo que tenemos hacer, sino que también nos anima y nos fortalece (Romanos 15: 4). En las Escrituras se encuentra el mensaje que nos recuerda que somos hijos de Dios. Está allí. Lo único que tenemos que hacer es entrar en contacto con ella y, cuando lo hagamos, ella entrará en nosotros.
¿CÓMO FUNCIONA?
- Las siguientes preguntas nos ayudarán a profundizar en nuestra relación con las Sagradas Escrituras y a tener una conversación más íntima con Dios. Escojamos cualquier sección de la Palabra o elijamos uno de los pasajes bíblicos del día miércoles. Esta semana, tomemos la decisión de sumergirnos realmente en el estudio de la Palabra de Dios.
- Paso 1: Apartemos un tiempo para orar y aclarar nuestra mente y nuestro corazón, de manera que podamos escuchar a Dios. Invitémoslo a que nos hable.
- Paso 2: Cuando leamos las Escrituras, intentemos comprender lo que están tratando de decirnos. Analicemos cada palabra. Fijémonos en los detalles. Imaginemos a Pablo o a Moisés dirigiendo esas palabras a alguien. Preguntémonos algunas cosas en relación con el texto escogido:
1. ¿Se nos dan algunas instrucciones que tenemos que seguir?
2. ¿Hay alguna promesa a la que podamos aferrarnos?
3. ¿Nos está llamando el texto a alabar a Dios o a darle gracias por algo?
4. ¿Hay algún ejemplo que debamos seguir?
5. ¿Hay alguna verdad que debamos creer?
6. ¿Hay alguna norma o consejo que pueda aplicar a mi vida?
7. ¿Se me reta a algo?
8. ¿Cuál es el mensaje que ofrece el pasaje para aquellos que lo leen?Digámoslo con nuestras propias palabras. - Paso 3: ¿Cuál es el mensaje que Dios quiere darme a nivel personal en este pasaje? ¿Qué me está diciendo?
- Paso 4: ¿Qué cosas puedo cambiar en mi vida como consecuencia de mi conversación con Dios?
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Dios les bendiga!!!
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