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Primarios | Lección 1: Termina el viaje de Jacob | 4to Trimestre 2024 | Año A

Primarios | Lección 1: Termina el viaje de Jacob | 4to Trimestre 2024 | Año A
Primarios | Lección 1: Termina el viaje de Jacob | 4to Trimestre | Año A

Lección 1 de Primarios

TERMINA EL VIAJE DE JACOB

 

Acuérdate de alguna vez cuando alguien en tu familia te ayudó sin que tú se lo pidieras. ¿Qué hizo para ayudarte? ¿Te sorprendió su bondad hacia ti? Nuestra historia de esta semana nos recuerda algo muy importante. Podemos servir a otras personas siendo bondadosos en nuestra propia casa.


Texto y clase de referencias:
Génesis 29:1-14;
Patriarcas y profetas, cap. 17, p. 167.
Versículo para memorizar:
“Servimos [...] con bondad; en el Espíritu Santo y en amor sincero”
(2 Corintios 6:6).
Mensaje:
Ser bondadosos en casa nos ayuda a aprender a servir a otras personas.

 

A la mañana siguiente, después de que vio a los ángeles subiendo y bajando por la escalera, Jacob continuó su viaje. Iba a buscar a su tío Labán, hermano de su madre. Era un viaje muy largo de casi 700 kilómetros. Eso le llevaría unas tres semanas de caminata. Finalmente llegó cerca de la ciudad de Harán. Esperaba encontrar allí a la familia de su madre. Ya casi terminaba el largo viaje y estaba contento.

En las afueras de Harán, Jacob encontró un pozo. Era casi mediodía y había tres rebaños de ovejas junto al pozo. “¿Por qué estarán esos rebaños junto al pozo en pleno mediodía?”, se preguntó Jacob. Ese pozo era diferente a los que había cerca de la casa de Jacob. Luego se dio cuenta de que el pozo estaba cubierto con una piedra muy grande.

No había abrevaderos donde las ovejas pudieran beber. Jacob se acercó al pozo y les dijo a los pastores que estaban allí reunidos:

—Hermanos míos, ¿de dónde son ustedes?

—Venimos de Harán —le respondió uno de los pastores.

—¿Conocen a un hombre llamado Labán que vive allí? —preguntó Jacob.

—Sí, lo conocemos —contestaron los pastores.

—¿Se encuentra bien? —les preguntó entonces Jacob.

—Sí, está bien —respondió otro de los pastores—. De hecho, allí viene su hija Raquel con algunas de sus ovejas. Ella es una pastora.

El hombre señalaba a una joven que venía hacia ellos. Jacob volvió para mirar a Raquel que venía caminando hacia el pozo. Venía guiando un rebaño de ovejas, pero todavía se encontraba a cierta distancia.

Jacob continuó hablando con los pastores.

—Díganme —les preguntó—, ¿por qué no le dan de beber a sus ovejas y las llevan de nuevo a la pastura? Todavía queda por delante buena parte del día.

—No podemos —dijeron los pastores—. Acostumbramos esperar hasta que se junten todos los rebaños. Cuando ya están todos juntos, quitamos la piedra grande que cubre el pozo. Entonces todos los animales beben y volvemos a cubrir el pozo.

Mientras Jacob y los pastores hablaban, llegó Raquel con sus ovejas. Jacob se acercó más al pozo y quitó amablemente la piedra que lo cubría. Luego llevó a las ovejas hasta donde estaba el agua y las atendió.

Entonces Jacob le dijo con bondad a Raquel.—Soy Jacob. Uno de tus familiares. He venido desde muy lejos en busca de tu familia. Mi madre es Rebeca, hermana de tu padre.


Entonces besó a su prima. ¡Estaba tan feliz de encontrarse con un familiar, que comenzó a llorar!
Había terminado su largo viaje. Estaba otra vez entre familiares.

—Espera aquí por favor —le suplicó Raquel—. Le voy a avisar a mi padre que estás aquí.
Entonces salió corriendo hacia su casa.

Fue una Raquel muy emocionada la que le habló a su padre acerca de Jacob. Labán estaba asombrado de que Jacob hubiera llegado desde tan lejos. Rápidamente acompañó a Raquel de regreso hasta el
pozo.

—¡Qué maravilloso es conocerte, Jacob! —le dijo Laban emocionado mientras abrazaba y besaba a su sobrino—. ¡Estamos muy contentos de que hayas venido! ¡Ven, vamos a casa y ahí hablaremos!

Labán condujo a Jacob hasta su casa y muy pronto estaban conversando. Jacob le contó a su tío Labán acerca de la familia que había quedado atrás. Le habló acerca de su madre Rebeca y de que ella lo había enviado a verlo. Y el tío Labán le dio la bienvenida. Pronto Jacob llegó a ser parte de la familia de Labán.

Sí, Jacob ayudó a Raquel a quitar la pesada piedra que cubría el pozo. Le ayudó también a darles de beber a las ovejas. Nadie en realidad le pidió que ayudara. Jacob mostró cortesía y bondad hacia Raquel. ¿Piensas que puedes ayudar a los demás aunque no te lo pidan? Al ser amable y bondadoso con tu familia, aprendes a servir a los demás. ¿Qué vas a hacer para servir a los demás durante esta semana?

 

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Dios les bendiga!!!

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