Lección 1 de Infantes
UN NIÑO COMO YO
¿Cómo puedes mostrar a los demás que los amas? ¿Los abrazas mucho? ¿Eres bondadoso con ellos? ¿Les das regalos? ¿Haces lo que te piden? ¿Los ayudas?
LUCAS 2:39, 40, 51, 52;
EL DESEADO DE TODAS LAS GENTES, CAP. 7, PP. 51-55.
“Así que Jesús bajó con sus padres a Nazaret y vivió sujeto a ellos” (LUCAS 2:51).
Somos como Jesús cuando obedecemos y ayudamos.
Jesús también fue
pequeño como tú. Él no asistió a la escuela ni al kínder. Estuvo en casa con
su mamá, María. Ella le enseñaba cada día acerca de Dios. Sin embargo, no
tenía una Biblia como la que nosotros
tenemos. Pero ella le contaba las
historias de Adán y Eva, de Noé y el arca, de David y Goliat. Ella le enseñó a
orar. ¿Qué crees que decía Jesús cuando oraba? Probablemente decía: “Querido
Padre celestial, gracias por amarme. Amén”. Su mamá le enseñaba cantos como
los que tú aprendes en la Escuela Sabática. ¿Cuál es tu canto favorito?
Jesús y María con frecuencia salían a caminar. Escuchaban cómo cantaban los pájaros. Observaban a los escarabajos que subían a los troncos y cómo tejían sus telas las arañas. Estudiaban el rocío que se veía sobre la hierba. Observaban a los animales mientras jugaban. Miraban los colores cambiantes del cielo a la puesta del sol. Mientras veían todo aquello, María le decía a Jesús que Dios había hecho el mundo y todo lo que hay en él. Jesús se gozaba por el mundo tan bello y maravilloso que Dios había hecho.
La familia de Jesús vivía en una casa pequeña que estaba muy limpia. Jesús ayudaba a su mamá en la casa. Ayudaba a poner la mesa para la comida y luego a lavar y a secar los platos. Tendía su cama. Ayudaba a María a hacer pan. Siempre que su mamá le pedía que hiciera algo, lo hacía alegremente.
Jesús también ayudaba a su papá, José. Le ayudaba a cuidar los animales, a alimentarlos y a darles de beber. Ayudaba a José a arreglar y a organizarlo todo. Cuando Jesús ya era más grande ayudaba a José en el taller de carpintería.
Jesús era bondadoso con sus vecinos. Le gustaba ayudar cuando veía que alguien lo necesitaba; como por ejemplo, a una abuelita que llevaba una carga de leña por la calle (haga como si llevara una pesada carga) o haciendo reír a un niño triste (sonría y ría).
Jesús también tenía tiempo para jugar. A los otros niños de su vecindario les gustaba jugar con Jesús. Cuando llegaba la hora de volver a la casa, y su madre María lo llamaba, venía corriendo rápidamente.
Cada viernes de tarde, la familia de Jesús comía una cena especial para recibir el sábado. Jesús ayudaba a encender las velas para la comida. Luego escuchaba atentamente mientras José oraba y hablaba acerca de Dios.
El día sábado, María y José llevaban a Jesús a la sinagoga. Allí él escuchaba la lectura de los libros de la Biblia. En aquellos días los libros de la Biblia estaban escritos en pergaminos.
Un pergamino es una pieza de papel o de piel enrollada con palabras escritas en ella. Jesús escuchaba cuidadosamente la lectura de las palabras escritas en los rollos. Él aprendía las palabras y podía recitarlas de memoria.
Jesús cantaba mientras trabajaba. La gente se sentía contenta cuando pasaba
cerca de su casa porque él siempre estaba cantando. Pero lo más importante es
que hacía que su familia se sintiera bien porque obedecía a sus padres y los
ayudaba a todos.
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Dios les bendiga!!!
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