Lección 2 de Infantes

EL AYUDANTE DE PAPÁ

¿Qué estás aprendiendo a hacer? ¿Estás aprendiendo a ayudar en tu casa? Cuando haces lo mejor que puedes estás pareciéndote a Jesús.

Texto y clase de referencias:
MATEO 13:55; MARCOS 6:3;
EL DESEADO DE TODAS LAS GENTES, CAP. 7, PP. 56, 57.

Versículo para memorizar:
“Aun el niño se da a conocer por sus acciones”
(PROVERBIOS 20:11, NRV).

Mensaje:
Servimos a Dios cuando nos esforzamos por hacer un buen trabajo.

José, el papá de Jesús, era carpintero. Un carpintero es una persona que hace o arregla cosas de madera.

José tenía un taller cerca de su casa. Hacía muebles en su taller. ¿Qué tipos de muebles crees que hacía? Fabricaba sillas, mesas, y otras cosas también.

También hacía herramientas. ¿Sabes lo que es una herramienta? Es algo que se usa para hacer un trabajo. Él tomaba un pedazo de madera y lo alisaba bien. Luego tomaba un pedazo de piedra y la fijaba al extremo de la madera. De esa manera hacía un mazo, algo para golpear o majar cosas.

¿Sabes qué herramienta hizo José? Sí, tienes razón, hizo un martillo.

José hacía grandes herramientas, como un arado, por ejemplo. ¿Sabes qué es un arado? Es una herramienta para arar la tierra, utilizada por los campesinos para remover la tierra. (Si es posible, muestre a su hijo[a] una fotografía o un dibujo de un arado o use algo apropiado para mostrarle cómo abre el arado la tierra.)

José enseñaba a Jesús cómo trabajar en la carpintería. Primero le mostró cómo usar un martillo para hincar o clavar un clavo en la madera. Cuando Jesús era mayor, José le enseñó a usar una sierra para cortar madera. La madera era pesada, así que Jesús desarrolló fuertes músculos al tener que levantarla. ¿Tienes músculos fuertes? Muéstramelos.

Jesús tenía que usar muchas herramientas agudas y con filo en el taller de carpintería, así que era muy cuidadoso. Cuando Jesús creció más, José le permitía que hiciera muchas cosas sin ayuda. Jesús siempre ponía todas las herramientas en su lugar cuando terminaba su trabajo. También ayudaba a limpiar el taller, barriendo el piso al final de cada día.

Jesús amaba a su padre y a su madre. Le gustaba ayudar a José en el taller de carpintería. Le gustaba ayudar a su mamá María en los quehaceres de la casa. Se sentía muy feliz porque era muy útil. Cualquier cosa que le pedían la hacía en la mejor forma que podía.

“Me siento muy feliz cuando tú me ayudas. ¿Qué cosas piensas que puedes hacer para ayudar? Puedes ayudarme a regar las flores. Puedes traerme las cosas que necesito. Puedes sacudir el polvo de los muebles. Cuando ayudes haciendo lo mejor que puedas, crecerás hasta llegar a ser como Jesús”.

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