Lección 4 de Infantes

AMIGO DE TODOS

¿Te gustan los animales? ¿Qué te gusta hacer con los animales? ¿Tenerlos como mascotas? A Jesús le gustaban los animales y los cuidaba.

Texto y clase de referencias:
LUCAS 2:40, 51, 52; EL DESEADO DE TODAS LAS GENTES, CAP. 8, PP. 53, 61, 64.

Versículo para memorizar:
“Sean bondadosos [...] unos con otros”
(EFESIOS 4:32).

Mensaje:
Servimos a Dios cuando somos amables.

La mayor parte de las familias del poblado donde Jesús vivía tenía al menos un animal. ¿Puedes imaginar qué animal era? ¡Un burrito!

Los burros son animales muy fuertes. Son buenos para llevar cargas. Cuando la familia de Jesús iba a alguna parte, Jesús ayudaba a José a empacar las bolsas con comida y ropa para que el burrito las llevara en el lomo.

Probablemente Jesús cuidaba del burrito de la familia. Se aseguraba de que tuviera agua y comida. Cuando el trabajo del día se terminaba, Jesús alimentaba al burrito, le daba agua y lo llevaba a un lugar para que descansara durante la noche.

Algunas veces si Jesús se encontraba con algún animal pequeño lo acariciaba. Por otro lado, si veía a algunos niños molestando a un animal, les pedía que dejaran de hacerlo. Cuando algún animal tenía hambre, le daba de comer. Siempre trataba a los animales con mucho cariño.

Los caballos venían al cerco cuando él pasaba. A los gatos les gustaba rozarse en sus piernas. A los perros les gustaba lamerle la mano.

Incluso a los animales del campo les gustaba la compañía de Jesús. Las ardillas comenzaban a parlotear cuando veían a Jesús, como si quisieran decirle: “¡Hola, Jesús!”. Los conejos se sentaban sobre sus ancas y movían las orejas cuando él pasaba cerca.

Si Jesús veía a un pajarito que había caído de su nido, lo volvía a poner en su lugar. Luego la mamá cantaba como si dijera: “Gracias, Jesús”.

A Jesús también le gustaba observar a los insectos. A él le encantaba ver a las orugas y las hormigas. Les permitía que caminaran en sus manos.

A Jesús le gustaba mucho contemplar las hermosas cosas que Dios había hecho. Estudiaba las estrellas y la luna por las noches. Observaba cómo crecían las flores y cómo también brotaban en algunos árboles. A veces le llevaba flores hermosas a su mamá.

Jesús amaba a la gente, por encima de todo. No le gustaba ver a nadie sufriendo o lastimado. Compartía su comida con las personas que estaban hambrientas. Si alguien estaba sediento, le daba un vaso de agua.

Jesús jugaba con los niños que nadie quería. Visitaba a las personas que no tenían familia. A la gente le gustaba su compañía porque siempre estaba feliz. Cantaba himnos mientras trabajaba. Los cantos hacían que sus vecinos se sintieran bien al escucharlo.