Lección 7 de Intermediarios
UN DIOS ASOMBROSO
¿A quién acudes cuando sientes que no te comprenden? Escuchemos una plática que pudo haber ocurrido entre uno de los nietos de Job y la esposa de Job. Ella pudo haber intentado explicar cómo se puede ver el cuadro general de lo que sucedió desde el punto de vista del amor.
Job 38-41;
El Deseado de todas las gentes, cap. 54, p. 472.
“Yo los sostendré. Yo los hice, y cuidaré de ustedes; los sostendré y los libraré”
(Isaías 46:4).
Podemos confiar en que el Dios que nos creó también nos sostendrá.
—¿Cómo está mi nieto favorito? —preguntó la abuela de Hiram.
—Abuela, te oí decir eso mismo a mi primo —comen tó el nieto.
—Así que me descubriste —dijo la abuela riendo—. Es que todos ustedes son mis
nietos favoritos. Me siento agradecida por tener una familia nuevamente. ¿Qué
quieres, Hiram?
—Nada realmente. Solo quería salir de casa un rato. A mi mamá no le gustan algunos de mis amigos. Dice que son como los amigos de mi abuelo Job. Cuando quise saber más, me dijo que viniera a preguntarle a él.
—¡Esa Jemima! —comentó la abuela sacudiendio la cabeza mientras pensaba en su hija, la madre de Hiram—. Tu abuelo no está aquí. Tal vez yo pueda ayudarte. Pero tú ya conoces la mayor parte de la historia.
—Sí. El abuelo perdió todo lo que tenía y se enfermó mucho.
—Así es. Tres de sus amigos, y luego un cuarto, vinieron a sentarse con él cuando se enfermó. En lugar de reconfortarlo, lo acusaron de haber hecho alguna cosa mala para que Dios lo tratara de ese modo. Job insistió en que era inocente. Pero sus amigos siguieron insistiendo en que debía confesar su pecado. Finalmente desistieron porque sabían que no cambiaría de parecer.
—Dios les había permitido hablar por largo tiempo, pero finalmente decidió intervenir él mismo —explicó la abuela—. Sus amigos oyeron un ruido como de una fuerte tormenta, pero Job escuchó la voz de Dios que le hablaba solamente a él.
—Dios le preguntó algo así como esto: “¿Quiénes son estos hombres que hablan de mí pero no me conocen?” Le recordó a tu abuelo que él era el Creador del mundo y del universo entero. Le preguntó: “¿Has hecho tú salir el sol alguna vez, o hacer que las estrellas viajen por el firmamento? ¿Puedes tú dar vida o resucitar a alguien de los muertos?”
—Parece que Dios lo trató con dureza, ¿verdad abuela? —dijo Hiram.
—Es posible. Pero solo estaba diciendo que él es Dios y nosotros no lo somos.
—¿Qué más dijo? —quiso saber Hiram.
—Dios hizo otras preguntas, como: “¿Cuán grande es el universo? ¿Dónde se encuentra la fuente de la luz? ¿Hasta cuándo me vas a poner en duda?” Y finalmente: “Job, ¿qué tienes que decir en tu favor?”
—¿Tuvo mi abuelo ocasión de decir algo? —preguntó Hiram.
—Sí, tu abuelo finalmente admitió que que no sabía tanto como pensaba que sabía. Pero Dios no quedó satisfecho con esa respuesta. Por eso le dijo: “Vamos, Job. Compórtate como un hombre en esto. Te haré algunas preguntas adicionales. Cuando termine, necesito que me des buenas respuestas”.
—¡Así es como dice mi mamá! —dijo Hiram, moviendo afirmativamente la cabeza.
—Deseaba saber si Job dudaba de su sabiduría y justicia —continuó diciendo la
abuela—. Luego Dios siguió preguntando: “¿Eres tú tan poderoso como yo?
¿Puedes
tú terminar con todo el pecado de la tierra quitando el aliento de todos? ¡Si
así fuera, puedes resolver tus propios problemas!”.
—Me parece que mi madre conoce bien a Dios, porque esa última parte me la ha dicho a mí.
—Bueno, Hiram —dijo la abuela—, por eso Dios creó a las madres. Aunque no pueden verlo todo como Dios lo ve, sí pueden ver el cuadro en general. Tu mamá quiere lo mejor para ti. A veces las cosas que pregunta no tienen sentido para ti en el momento. Pero si eres paciente y confías en que te ama, todo saldrá bien. Y esa fue la lección que Dios le dio a tu abuelo. Quería impresionarlo con la idea de que él, como Creador, era también el Sustentador. Es como si estuviera diciendo:
“¿No pensaste en que si te traje al mundo también te cuidaré?” —Abuela —preguntó Hiram—, ¿estuviste conversando con mi mamá?
—Oh, no, Hiram. No tuve necesidad —dijo la abuela sonriendo—. Tuvimos esta
misma conversación varias veces cuando ella estaba creciendo.
📖 | L1 | L2 | L3 | L4 | L5 | L6 |
L7 | L8 | L9 | L10 | L11 | L12 | L13 |
Dios les bendiga!!!
Post A Comment:
0 comments:
Escribe tu comentario.