Lección Juveniles 1er Trimestre 2021, Juveniles 1 Trimestre 2021
Lección 2 de Juveniles
CUENTA REGRESIVA HASTA EL SALVADOR
Aunque los judíos deseaban la venida del Mesías, no comprendieron su misión y su propósito. Por lo tanto, cuando llegó no lo conocieron. Lo mismo nos puede pasar a nosotros.
El Deseado de todas las gentes (El Libertador), capítulos 2, 3.
«Así también fue determinada en el concilio celestial la hora en que Cristo había de venir; y cuando el gran reloj del tiempo marcó aquella hora, Jesús nació en Be-lén» (El Deseado de todas las gentes, cap. 3, p. 24).
Más que luz
«Durante más de mil años, los judíos habían esperado la venida del Salvador […]. En cantos y profecías, en los ri-tos del templo y en las oraciones familiares, habían en-gastado su nombre. Y sin embargo, cuando vino, no le conocieron […]. Sin embargo, Dios había elegido a Is-rael. Lo había llamado para conservar entre los hombres el conocimiento de su ley, así como los símbolos y las profecías que señalaban al Salvador […]. Debía revelar a Dios ante los hombres» (El Deseado de todas las gentes, cap. 2, p. 19)..
¿Qué opinas?
____ La nación judía y la Iglesia adventista son similares
____ La nación judía y la Iglesia adventista son diferentes
¿Estás de acuerdo o en desacuerdo con estas declaraciones?
Marca la que a tu juicio es la respuesta correc-ta. Prepárate para explicar tu respuesta.
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¿Lo sabías?
La Biblia contiene nu-merosas profecías con respecto a la venida del Mesías, específicamente a su primer y segundo ad venimientos. La pri-mera de ellas se encuen-tra en Génesis 3: 15, y se refiere no solo a la guerra entre Satanás y la iglesia de Dios, sino también al momento en el que Sa-tanás quedará aplastado después del daño menor (que había sido la muer-te humana) que le causó a Jesús.
Identifícate con la Historia
«No llegaron a ser la luz del mundo, sino que se aislaron del mundo a fin de rehuir la tentación de la idolatría. En las instrucciones dadas por medio de Moisés, Dios había impuesto restricciones a su asociación con los idolatras; pero esta ense-ñanza había sido falsamente interpretada. Estaba destinada a impedir que ellos se conformasen a las prácticas de los paganos. Pero la usaron para edificar un muro de separación entre Israel y todas las demás naciones» (El Deseado de todas las gentes, cap. 2, p. 21).
«Al apartarse de Dios, los judíos perdieron de vista mucho de lo que enseñaba el ritual. Este ritual había sido instituido por Cristo mismo. En todas sus partes, era un símbolo de él; y había estado lleno de vitalidad y hermosura espiritual. Pero los judíos perdieron la vida espiritual de sus ceremonias, y se aferraron a las formas muertas. Confiaban en los sacrificios y los ritos mismos, en vez de confiar en Aquel a quien estos señalaban» (Ibíd.).
«La venida del Salvador había sido predicha en el Edén. Cuando Adán y Eva oyeron por primera vez la promesa, esperaban que se cumpliese pronto. Dieron gozo-samente la bienvenida a su primogénito, esperando que fuera el Libertador. Pero el cumplimiento de la promesa tardó. Los que la recibieron primero murieron sin verlo. Desde los días de Enoc, la promesa fue repetida por medio de los patriarcas y los profetas, manteniendo viva la esperanza de su aparición, y sin embargo no había ve-nido. La profecía de Daniel revelaba el tiempo de su advenimiento, pero no todos interpretaban correctamente el mensaje. Transcurrió un siglo tras otro, y las voces de los profetas cesaron. La mano del opresor pesaba sobre Israel, y muchos estaban listos para exclamar: “Se han prolongado los días, y fracasa toda visión”. Pero, como las estrellas en la vasta órbita de su derrotero señalado, los propósitos de Dios no cono-cen premura ni demora» (Ibíd., cap. 3, pp. 23, 24).
«Con intenso interés, los mundos que no habían caído habían mirado para ver a Jehová levantarse y barrer a los habitantes de la tierra. Y si Dios hubiese hecho esto, Satanás estaba listo para llevar a cabo su plan de asegurarse la obediencia de los seres celestiales […]. En toda época y en todo momento, el amor de Dios se había manifestado en favor de la especie caída» (Ibíd., p. 28).
Explica la Historia
¿Conoces a algunos adventistas que «estén en el mundo» aunque no sean del mundo? ¿Tienes algún buen amigo que no sea adventista?
Explica por qué los diversos componentes del servicio ritual del templo eran símbolos de Cristo. ¿Qué símbolos de Cristo están incluidos en los cultos de adoración de la Iglesia Adventista?
¿Por qué se interesaron tanto los habitantes de los mundos no caídos en lo que sucedía en esta tierra? ¿Crees que esos seres están interesados en el mundo actualmente?
¿Cómo se puede reconciliar la declaración de que «en toda época y en todo momento, el amor de Dios se había manifestado en favor de la espe-cie caída» con el hecho de que en la vida real suceden calamidades como el holocausto (el intento de aniquilar a la población judía durante la Ale-mania nazi) y el tsunami de la Navidad del año 2004? Explica tu respuesta.
Puntos de Impacto
- «Pero cuando se cumplió el tiem-po, Dios envió a su Hijo, que nació de una mujer, sometido a la ley de Moisés, para rescatarnos a los que estábamos bajo esa ley y conceder-nos gozar de los derechos de hijos de Dios» (Gálatas 4: 4, 5).
- «Jesús les contestó: “No les co-rresponde a ustedes conocer el día o el momento que el Padre ha fija-do con su propia autoridad; pero cuando el Espíritu Santo venga so bre ustedes, recibirán poder y saldrán a dar testimonio de mí, en Jerusalén, en toda la región de Judea y de Samaria, y hasta en las partes más lejanas de la tierra”» (Hechos 1: 7, 8).
- «Yo lo he escogido para que mande a sus hijos y descendientes que obe-dezcan mis enseñanzas y hagan todo lo que es bueno y correcto, para que yo cumpla todo lo que le he prome-tido» (Génesis 18: 19).
- «Porque ustedes son un pueblo apar-tado especialmente para el Señor su Dios; el Señor los ha elegido de en-tre todos los pueblos de la tierra, para que ustedes le sean un pueblo especial» (Deuteronomio 7: 6).
Puntos de Vista
- «Contempla a Jesús, Hijo de Dios; ven a salvarnos, Hijo de Dios. En su momento llegó conforme a la profecía; en este momento suplicamos que venga otra vez. Estamos en el mundo, pero no somos del mundo. El Salvador es nuestro guía y nosotros, sus hijos bienaventurados. Debemos decidir: ¿Serviremos a Dios o a las riquezas en nuestra vida diaria? ¿De qué nos sirve si no pertenecemos completamente a él?».— Rick Blondo.
Aplica a tu Vida
«Y sin embargo, cuando vino, no le conocieron» (El Deseado de todas las gentes, cap. 2, p. 19). William Shakes-peare escribió que «el pasado es un prólogo». ¿Habrá un grupo de perso-nas en los últimos días que, al igual que en el antiguo Israel, estudiarán las Escrituras y aun así no reconocerán que la hora de su venida está cerca? ¿Cómo podemos evitar formar parte de ese grupo? ¿Qué podemos hacer para estar pendientes de las señales de su venida?
Los adventistas hemos sido llamados a ser un pueblo separado. Eso significa que no nos conformamos a las cos-tumbres mundanas pervertidas, aun-que seamos parte del mundo. Dentro del adventismo se hace evidente esta separación del mundo en nuestro esti-lo de vida, dónde vivimos, cómo nos vestimos, dónde estudiamos, el auto-móvil que manejamos, lo que bebe-mos, y así por el estilo. ¿Qué grado de separación del mundo tienes tú? ¿Qué piensas o cómo reaccionas hacia otras personas según el grado de separación del mundo que tengan?
El Mesías no llegó tan rápidamente como los patriarcas habían esperado. Con el paso del tiempo, muchos per-dieron las esperanzas. Otros perdie-ron la visión por completo. Elena G. de White declara que «los propósitos de Dios no conocen premura ni demora».
¿Qué piensas sobre la segunda venida de Cristo? ¿Crees que podría suceder el próximo mes? ¿El próximo año? ¿En el transcurso de tu vida? ¿Esperas tener algún logro especial en tu vida antes de la segunda venida de Cristo, como aprender a conducir, graduarte en la universidad, casarte y tener rela-ciones sexuales, etc.? ¿Te ofrece con-suelo el siguiente versículo? «Dios ha preparado para los que lo aman cosas que nadie ha visto ni oído, y ni siquiera pensado» (1 Corintios 2: 9). De ser así, ¿cómo?
¿Quiénes componen el concilio celes-tial? Si las cosas de este mundo suceden de acuerdo al «gran reloj del tiempo» metafórico, ¿habrá méritos para la idea de la predestinación? ¿Es posible que los humanos puedan apresurar o demorar la segunda venida de Cristo?
¿Qué imagen de Dios dan los adven-tistas del séptimo día? Otra manera de expresarlo sería: Cuando tus com-pañeros de clases, tus amigos, tus ve-cinos, tus colegas, tus maestros, los oficiales de policía, tu novio, tu no-via, tus padres, o tu mascota (bueno, tal vez exageramos con esta última, pero me comprendiste, ¿verdad?) te observan, ¿qué imagen de Dios reci-ben de ti?
Tú no estás solo en la vida. Siempre hay alguien que te cuida o te está buscando, al igual que un pastor cuida a su rebaño. ¿Te hace sentir cómodo o te molesta saber esto? Tal vez depende del lugar en el que estás en relación con el resto del rebaño. Y ese alguien podría ser «Alguien», u otra persona como un abuelito, uno de tus padres, un pastor, un maestro o un amigo. Es posible que tú mismo seas ese alguien que busca a otra persona. Al encon-trar una oveja, una moneda o una per-sona que se había perdido, se produce una experiencia de regocijo en la tierra y en el cielo. ¿Has experimentado ese gozo, ya sea porque fuiste hallado o por haber hallado a otra persona?
Si Dios te da la oportunidad en esta vida de tener un hogar propio, ¿te gus-taría vivir en un lugar donde vivan mu-chos adventistas? ¿Por qué si o por qué no? ¿Te gustaría prestar servicio misio-nero en un país o ambiente diferente al tuyo? ¿Por qué si o por qué no?
Si crees que la segunda venida de Cristo ocurrirá en un tiempo muy le-jano, ¿has pensado en lo que podría suceder con tu vida? Si tu vida termi-nara mañana (en mi casa decimos «si un camión cargado con cemento te atropellara mañana»), la siguiente escena que verías sería la segunda venida de Cristo. ¿Estás tranquilo y seguro de que eres salvo ahora por medio del sacrificio de Jesús en la cruz? Si no lo estás o si te sientes in-seguro, habla con tu maestro de Es-cuela Sabática, con tus padres o con el pastor. No es presunción tener esa seguridad de salvación. Es una promesa cumplida.
Plan de lectura para esta semana*
El Deseado de todas las gentes (El Libertador), capítulos 2, 3.
*Siguiendo este plan podrás leer al menos un libro cada año de la serie El
conflicto de los siglos.
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Dios les bendiga!!!
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