Juveniles | Lección 1: Conócete a ti mismo, conoce a Dios | 4to Trimestre 2022 | Año D
Lección 1 de Juveniles
CONÓCETE A TI MISMO, CONOCE A DIOS
Solamente conociéndonos a nosotros mismos y a la persona en que nos estamos convirtiendo gracias a la obra de Cristo en nosotros seremos capa ces de transformar nuestra vida en un don para nuestra familia, amigos, colegas y vecinos.
1 Samuel 17.
El Conflicto de los siglos (Los Rescatados), capítulo 28.
«David le contestó: “Tú vienes contra mí con espada, lanza y jabalina, pero yo vengo a ti en el nombre del Señor Todopoderoso, el Dios de los ejércitos de Israel, a los que has desafiado”» (1 Samuel 17: 45).
Más que luz
«Si bien la vida del cristiano ha de ser caracterizada por la humildad, no tiene que destacarse por la tristeza y la denigración de sí mismo. Todos tienen el privilegio de vivir de manera que Dios los apruebe y los bendiga. No es la voluntad de nuestro Padre celestial que estemos siempre en condenación y tinieblas. Marchar con la cabeza baja y el corazón lleno de preocupaciones relativas a uno mismo no es prueba de verdadera humildad. Podemos acudir a Jesús y ser purificados, y permanecer ante la ley sin avergonzarnos ni sentir remordimientos» (El conflicto de los siglos, p. 469).
¿Qué opinas?
Lee las siguientes declaraciones:
• Soy un fallo.
• Soy una carga.
• Soy un tonto.
• No sirvo para nada.
• No puedo darme el lujo de cometer errores.
• No tengo el derecho de experimentar gozo y placer.
• No tengo el derecho de tener una opinión y expresar lo que realmente pienso y siento.
• Los demás me valoran por mi inteligencia, por mi dinero y por lo que hago, no por quien soy.
¿Te identificas con alguna de estas declaraciones?
¿Lo sabías?
Murray Bowen, el creador de la teoría de los sistemas familiares, acuñó un nuevo término: diferenciación. La diferenciación es la capacidad que tiene una persona para «definir los objetivos y valores propios de su vida de manera separada de las presiones o de los que lo rodean».
Se refiere también a la capacidad de mostrarse en desacuerdo con otra persona y sin embargo no interrumpir la relación con ella. Puede que una persona piense diferente de otra, pero esto no implica que deban evitarse mutuamente, rechazarse o criticarse para validar el punto de vista de cada una.
Bowen creó una escala de diferenciación. Los que están en el extremo inferior de la escala necesitan afirmación y validación continua de parte de los demás porque no tienen una conciencia clara de quiénes son. Su propio valor e identidad derivan de lo que piensan y sienten los que los rodean. Puede que también eviten la cercanía con los demás por temor a perder su propia identidad. Bajo coacción, se les hace sumamente difícil distinguir entre sus sentimientos y pensamientos.
Identifícate con la Historia
«David preguntó a los que estaban con él: “¿Qué dicen que le darán a quien mate a ese filisteo y salve así el honor de Israel? ¿Quién se cree este filisteo pagano, que se atreve a desafiar al ejército del Dios viviente?” “Al que lo mate —repitieron— se le dará la recompensa anunciada”. Eliab, el hermano mayor de David, lo oyó hablar con los hombres y se puso furioso con él. Le reclamó: “¿Qué has venido a hacer aquí? ¿Con quién has dejado esas pocas ovejas en el desierto? Yo te conozco. Eres un atrevido y mal intencionado. ¡Seguro que has venido para ver la batalla!” “¿Y ahora qué hice? —protestó David—. ¡Si apenas he abierto la boca!” Apar - tándose de su hermano, les preguntó a otros, quienes le dijeron lo mismo. Algunos que oyeron lo que había dicho David, se lo contaron a Saúl, y este mandó a llamarlo. Entonces David le dijo a Saúl: “¡Nadie tiene por qué desanimarse a causa de este filisteo! Yo mismo iré a pelear contra él”. “¡Cómo vas a pelear tú solo contra este filisteo! —replicó Saúl—. No eres más que un muchacho, mientras que él ha sido un guerrero toda la vida”. David le respondió: “A mí me toca cuidar el rebaño de mi padre. Cuando un león o un oso viene y se lleva una oveja del rebaño, yo lo persigo y lo golpeo hasta que suelta la presa. Y si el animal me ataca, lo sigo golpeando hasta matarlo. Si este siervo de Su Majestad ha matado leones y osos, lo mismo puede hacer con ese filisteo pagano, porque está desafiando al ejército del Dios viviente. El Señor, que me libró de las garras del león y del oso, también me librará del poder de ese filisteo”. “Anda, pues —dijo Saúl—, y que el Señor te acompañe”. Luego Saúl vistió a David con su uniforme de campaña. Le entregó también un casco de bronce y le puso una coraza. David se ciñó la espada sobre la armadura e intentó caminar, pero no pudo porque no estaba acostumbrado. “No puedo andar con todo esto —le dijo a Saúl—; no estoy entrenado para ello”. De modo que se quitó todo aquello, tomó su bastón, fue al río a escoger cinco piedras lisas, y las metió en su bolsa de pastor. Luego, honda en mano, se acercó al filisteo. Este, por su parte, también avanzaba hacia David detrás de su escudero. Le echó una mirada a David y, al darse cuenta de que era apenas un muchacho, trigueño y buen mozo, con desprecio le dijo: “¿Soy acaso un perro para que vengas a atacarme con palos?” Y maldiciendo a David en nombre de sus dioses, añadió: “¡Ven acá, que les voy a echar tu carne a las aves del cielo y a las fieras del campo!” David le contestó: “Tú vienes contra mí con espada, lanza y jabalina, pero yo vengo
Explica la Historia
Con tus propias palabras, describe las objeciones, quejas y significados ocultos que se encontraban detrás de las palabras que recibió David de parte de:
Su familia (versículo 28)
Saúl (el rey) (versículos 33 y 38)
Goliat (el matón) (versículos 41 a 44)
David era una persona con un yo altamente diferenciado. Él sabía bien quién era y no se dejó llevar por la opinión pública ni por la necesidad de aprobación. Analiza el pasaje y responde: ¿En qué aspectos puedes notar que David permaneció fiel a lo que creía y no permitió que las presiones y la ansiedad de los demás lo controlaran?
En el versículo 45 David exclama con confianza: «Tú vienes contra mí con espada, lanza y jabalina, pero yo vengo a ti en el nombre del Señor Todopoderoso, el Dios de los ejércitos de Israel, a los que has desafiado». ¿Por qué estaba tan confiado en que Dios lo ayudaría? Busca apoyo en la Biblia para defender lo que piensas al respecto.
Puntos de Impacto
- «Dichoso el hombre que no sigue el consejo de los malvados […] sino que en la ley del Señor se deleita, y día y noche medita en ella. Es como el árbol plantado a la orilla de un río que, cuando llega su tiempo, da fruto y sus hojas jamás se marchitan. ¡Todo cuanto hace prospera!» (Salmo 1: 1-3).
- «Así dice el Señor: “Deténganse en los caminos y miren; pregunten por los senderos antiguos. Pregunten por el buen camino, y no se aparten de él”» (Jeremías 6: 16).
- «Por sus frutos los conocerán. ¿Acaso se recogen uvas de los espinos, o higos de los cardos?» (Mateo 7: 16).
- «Hermanos míos, ¿de qué le sirve a uno alegar que tiene fe, si no tiene obras? ¿Acaso podrá salvarlo esa fe? Supongamos que un hermano o una hermana no tienen con qué vestirse y carecen del alimento diario, y uno de ustedes les dice: “Que les vaya bien; abríguense y coman hasta saciarse”, pero no les da lo necesario para el cuerpo. ¿De qué servirá eso?» (Santiago 2: 14-16).
- «Por lo tanto, hermanos, tomando en cuenta la misericordia de Dios, les ruego que cada uno de ustedes, en adoración espiritual, ofrezca su cuerpo como sacrificio vivo, santo y agradable a Dios. No se amolden al mundo actual, sino sean transformados mediante la renovación de su mente. Así podrán comprobar cuál es la voluntad de Dios, buena, agradable y perfecta» (Romanos 12: 1, 2).
Puntos de Vista
- «Conocer a otros es tener inteligencia; conocerse a uno mismo es tener verdadera sabiduría. Dominar a los demás es tener fortaleza; dominarse a uno mismo es tener verdadero poder». —Lao-Tsé, filósofo de la antigua China que se cree escribió el Tao Te Ching.
Aplica a tu Vida
A medida que crecemos, recibimos muchos mensajes de parte de nuestros padres, maestros y amigos (aun los resultados de las decisiones que tomamos constituyen un tipo de mensajes para nosotros). Estos mensajes que recibimos de otros pueden ser positivos («Te seguimos queriendo aunque no hayas aprobado el examen de álgebra») o negativos («No puedo ir a verte jugar otra vez, el trabajo es más importante que mi relación contigo»). Lee Efesios 3: 17-19; Lucas 15: 11-20; Juan 15: 15. ¿Qué mensaje te está enviando Dios?
Si tú fueras David y recibieras todos estos mensajes negativos, ¿cómo te sentirías? ¿Qué sentirías hacia los que pronunciaron esas palabras? ¿En qué sentido tus respuestas serían similares o diferentes a las de David, y por qué?
David pudo mantenerse fiel a su verdadera identidad sin dejar de estar cerca de las personas que le resultaban importantes. Pudo elegir qué hacer para estar de parte de lo que era correcto sin dejarse arrastrar por la aprobación o la desaprobación de los que lo rodeaban. ¿Has tenido que pasar alguna vez por situaciones en las que te sentiste forzado a retroceder por temor, o a «usar una armadura» que no te quedaba bien? ¿Qué clase de presiones resultantes de las circunstancias, o qué fuerzas relacionadas con los demás, te llevaron a adoptar una conducta semejante?
Elena G. de White establece una diferencia entre la humildad falsa y la verdadera. A muchos de nosotros se nos hace difícil marcar la diferencia entre nuestro verdadero yo y un yo falso que demostramos con el único propósito de ser aceptados en un determinado grupo. Dedica un tiempo cada día de esta semana a reflexionar en las palabras que has dicho y en las decisiones que has tomado. Ante cada situación, completa la siguiente oración: Cuando hice/dije ______________ mostré que soy _______________
Al leer los versículos que aparecen en la sección Puntos de impacto de la lección de esta semana, ¿cuál de ellos te llama la atención de manera especial para el día de hoy? ¿Por qué crees que este versículo es especialmente relevante en este día?
Dedica tiempo a responder las siguientes preguntas:
1. ¿Qué cosas te hacen enojar?
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2. ¿Qué cosas te ponen triste?
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3. ¿A qué cosas les tienes miedo?
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4. ¿Qué te gusta hacer?
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5. ¿Qué o a quién quieres de verdad?
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6. ¿Qué cosas te sorprenden?
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7. ¿Qué cosas te disgustan?
Tal vez no puedas responder todas estas preguntas, o tal vez puedas decir más cosas de una o dos preguntas que del resto. Si ese es tu caso, dedica todo el tiempo que necesites para una pregunta determinada hasta que estés satisfecho con tu respuesta.
Escribe una oración en la que le pidas a Dios que te ayude a saber quién eres en realidad, y quién estás llegando a ser, mientras sigues avanzando en este proceso de conocer a Dios de manera cada vez más cercana.
Plan de lectura para esta semana*
El Conflicto de los siglos (Los Rescatados), capítulo 28
*Siguiendo este plan podrás leer al menos un libro cada año de la serie El
conflicto de los siglos.
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Dios les bendiga!!!
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