Juveniles | Lección 11: El fin del mundo conocido | 4to Trimestre 2022 | Año D
Lección 11 de Juveniles
EL FIN DEL MUNDO CONOCIDO
Muchas veces nos concentramos en las dificultades del tiempo del fin y olvidamos enfatizar el poder que Dios tiene para librarnos de ellas. Necesitamos recordar que no estamos solos, y que si permanecemos junto a Dios, estaremos verdaderamente seguros.
Daniel 12: 1, 2; Apocalipsis 1: 7; 7: 14-17; 1 Tesalonicenses 4: 16-18; Juan 14: 1-4.
El Conflicto de los siglos (Los Rescatados), capítulo 41.
«Entonces se levantará Miguel, el gran príncipe protector de tu pueblo. Habrá un período de angustia, como no lo ha habido jamás desde que las naciones existen. Serán salvados los de tu pueblo, cuyo nombre se halla anotado en el libro, y del polvo de la tierra se levantarán las multitudes de los que duermen, algunos de ellos para vivir por siempre, pero otros para quedar en la vergüenza y en la confusión perpetuas» (Daniel 12: 1, 2).
Más que luz
«La compensación de este sacrificio es la dicha de poblar la tierra con seres rescatados, santos, felices e inmortales. El resultado de la lucha del Salvador contra las potestades de las tinieblas es la dicha de los redimidos, la cual contribuirá a la gloria de Dios por toda la eternidad. Y tal es el valor del alma, que el Padre está satisfecho con el precio pagado; y Cristo mismo, al considerar los resultados de su gran sacrificio, no lo está menos» (El conflicto de los siglos, p. 633).
¿Qué opinas?
¿Qué significa la palabra «pronto» para ti? Siempre oímos decir que Jesús viene «pronto», pero nuestros padres, abuelos, bisabuelos y tatarabuelos también creían que Jesús vendría antes de que tuvieran que experimentar la muerte. Aun los apóstoles creían que Jesús vendría antes de que ellos tuvieran que descansar en la tumba. ¿Te parece importante saber si Jesús vendrá mañana, dentro de diez años o dentro de cien? ¿De qué manera esa noción afecta tu vida actual?
¿Lo sabías?
Hace tiempo se descubrió un antiguo calendario maya que anunciaba el fin del mundo para el año 2012. Basados en esta particularidad, muchos han sacado la conclusión de que los antiguos mayas eran capaces de conocer el futuro y sabían que el mundo llegaría a su fin en el año 2012. Algunos han dicho que en ese año un meteoro chocará contra nuestro planeta, acabando con toda forma de vida en él. Otros afirman que en ese año llegarán a la Tierra habitantes de otros planetas y la destruirán por completo. Incluso algunos se preguntan si no seremos nosotros mismos los que nos infligiremos la destrucción total debido a las fuerzas nucleares que controlamos. Más allá de lo que piensan unos y otros, muchos están convencidos de que «el fin del mundo» está próximo y, por lo tanto, están tratando de prepararse para ese gran apocalipsis. Algunos están almacenando alimentos y agua potable, cavando refugios bajo la tierra y guardando armas de fuego y municiones. Los seres humanos tienen miedo. ¿Deberíamos también nosotros estar atemorizados?
Identifícate con la Historia
«Entonces se levantará Miguel, el gran príncipe protector de tu pueblo. Habrá un período de angustia, como no lo ha habido jamás desde que las naciones existen. Serán salvados los de tu pueblo, cuyo nombre se halla anotado en el libro, y del polvo de la tierra se levantarán las multitudes de los que duermen, algunos de ellos para vivir por siempre, pero otros para quedar en la vergüenza y en la confusión perpetuas»
(Daniel 12: 1, 2).
«¡Miren que viene en las nubes! Y todos lo verán con sus propios ojos, incluso quienes lo traspasaron; y por él harán lamentación todos los pueblos de la tierra. ¡Así será! Amén»
(Apocalipsis 1: 7).
«Entonces uno de los ancianos me preguntó: “Esos que están vestidos de blanco, ¿quiénes son, y de dónde vienen?” “Eso usted lo sabe, mi señor”, res pondí. Él me dijo: “Aquellos son los que están saliendo de la gran tribu lación; han lavado y blanqueado sus túnicas en la sangre del Cordero. Por eso están delante del trono de Dios, y día y noche le sirven en su templo; y el que está sentado en el trono les dará refugio en su santuario. Ya no sufrirán hambre ni sed. No los abatirá el sol ni ningún calor abrasador. Porque el Cordero que está en el trono los pas toreará y los guiará a fuentes de agua viva; y Dios les enjugará toda lágrima de sus ojos”»
(Apocalipsis 7: 13-17).
«El Señor mismo descenderá del cielo con voz de mando, con voz de arcángel y con trompeta de Dios, y los muertos en Cristo resucitarán primero. Luego los que estemos vivos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados junto con ellos en las nubes para encontrarnos con el Señor en el aire. Y así estaremos con el Señor para siempre. Por lo tanto, anímense unos a otros con estas palabras»
(1 Tesalonicenses 4: 16-18).
«No se angustien. Confíen en Dios, y confíen también en mí. En el hogar de mi Padre hay muchas viviendas; si no fuera así, ya se lo habría dicho a ustedes. Voy a prepararles un lugar. Y si me voy y se lo preparo, vendré para llevármelos conmigo. Así ustedes estarán donde yo esté. Ustedes ya conocen el camino para ir adonde yo voy»
(Juan 14: 1-4).
Explica la Historia
A partir de estos pasajes, ¿qué clase de escenas puedes imaginar en relación con la venida de Jesús? Fíjate específicamente en lo que dicen 1 Tesalonicenses 4: 16-18 y Daniel 12: 1, 2.
Lee ahora lo que expresan 1 Tesalonicenses 4: 16-18 y Juan 14: 1-4. ¿Qué ánimo y consuelo específicos podemos hallar en estos pasajes de las Escrituras?
En Apocalipsis 7: 14-17 se hace una descripción simbólica de un grupo de personas que ha salido de «la gran tribulación».¿Qué clase de recompensa nos muestran estos símbolos?
¿Qué crees que significa ser fieles a Dios? ¿Qué es lo que Dios espera de nosotros? Apocalipsis 7: 14 nos dice que los salvados son aquellos que «han lavado sus ropas y las han blanqueado en la sangre del Cordero» (RV95). ¿Qué significa este símbolo? ¿De qué manera alcanzaremos finalmente la salvación y podremos acceder al cielo?
Puntos de Impacto
- «¡Ya se te ha declarado lo que es bueno! Ya se te ha dicho lo que de ti espera el Señor: Practicar la justicia, amar la misericordia, y humillarte ante tu Dios» (Miqueas 6: 8).
- «Este es mi mandamiento: Que os améis unos a otros, como yo os he amado» (Juan 15: 12, RV95).
- «Todo lo hizo hermoso en su tiempo, y ha puesto eternidad en el corazón del hombre, sin que este alcance a comprender la obra hecha por Dios desde el principio hasta el fin. Sé que no hay para el hombre cosa mejor que alegrarse y hacer bien en su vida» (Eclesiastés 3: 11, 12, RV95).
- «Pero del día y la hora nadie sabe, ni aun los ángeles de los cielos, sino solo mi Padre. Pero como en los días de Noé, así será la venida del Hijo del hombre, pues como en los días antes del diluvio estaban comiendo y bebiendo, casándose y dando en casamiento, hasta el día en que Noé entró en el arca, y no entendieron hasta que vino el diluvio y se los llevó a todos, así será también la venida del Hijo del hombre» (Mateo 24: 36-39, RV95).
Puntos de Vista
- «El mundo es muy diferente ahora, porque el ser humano tiene en sus manos mortales el poder de abolir todas las formas de pobreza humana y también todas las formas de vida humana». —John F. Kennedy, presidente estadounidense del siglo XX.
- «La supervivencia del planeta ha llegado a ser tan incierta, que cualquier esfuerzo o pensamiento que presuponga un futuro seguro no es más que una apuesta alocada». —Elías Canetti, escritor del siglo XX, ganador del Premio Nobel de Literatura.
Aplica a tu Vida
En demasiadas ocasiones, cuando pensamos en el tiempo de angustia que se producirá justo antes de la venida de Jesús, meditamos en las descripciones que hablan, por ejemplo, de que «habrá un período de angustia, como no lo ha habido jamás desde que las naciones existen» (Daniel 12: 1). Sin duda el tiempo de angustia ha de ser un período muy extremo de la historia de esta tierra, pero no es en esa parte donde Dios desea que concentremos toda nuestra atención. Tenemos que saber también que el pueblo de Dios será liberado. El tiempo de angustia no tiene que ver con el temor, sino con la victoria. Hay demasiados integrantes del pueblo de Dios que aguardan la segunda venida de Cristo como si fuera un período de temor en lugar de ser un momento de suma alegría.
Repasa una vez más los versículos mencionados en esta lección, y escribe todos los que brinden ánimo y ofrezcan promesas de liberación al pueblo de Dios. Memoriza el ver - sículo que sientas que te habla de manera directa.
Lee los pasajes de la sección Identifícate con la historia de esta semana. Pon a un lado tus preconceptos, y dedícate a analizarlos por un momento. ¿Qué clase de descripciones encuentras en ellos? Si Dios te estuviera diciendo estas cosas directamente a ti, ¿cómo crees que te las diría? ¿Crees que te las diría de tal manera que te daría seguridad y ánimo?
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Dios comprende el temor que sentimos al pensar en el fin del mundo. Es un pensamiento que puede resultarnos aterrador, y Dios no nos culpa por sentirnos así. Es por ello que nos has dado su consuelo y sus promesas, para que sepamos de qué manera promete ocuparse de nosotros.
David pudo mantenerse fiel a su verdadera identidad sin dejar de estar cerca de las personas que le resultaban importantes. Pudo elegir qué hacer para estar de parte de lo que era correcto sin dejarse arrastrar por la aprobación o la desaprobación de los que lo ro - deaban. ¿Has tenido que pasar alguna vez por situaciones en las que te sentiste forzado a retroceder por temor, o a «usar una armadura» que no te quedaba bien? ¿Qué clase de presiones resultantes de las circunstancias, o qué fuerzas relacionadas con los demás, te llevaron a adoptar una conducta semejante?
Elena G. de White nos da una vislumbre particular de Dios después de que el pecado haya sido destruido para siempre. En la sección Más luz de la lección de esta semana, ella afirma que después de todo lo que Jesús tuvo que soportar en esta tierra, después de toda la miseria del pecado y la batalla que ha sido peleada entre las fuerzas del bien y del mal, Dios ha de creer que la lucha ha merecido la pena. ¡La tortura y la muerte de Jesús han merecido la pena! ¿Por qué? Porque por medio de esa batalla, tú has podido regresar a tu verdadero hogar. Cuando piensas en esa clase de amor, ¿no se te hace más fácil confiar en que Dios ha de cuidar de ti?
¿Recuerdas alguna ocasión en la que hayas hecho algo que te resultó sumamente difícil en beneficio de alguien que amabas? ¿Valió la pena? Explica tu respuesta.
El fin del mundo no tiene por qué resultar atemorizante si pertenecemos a Dios. Sabemos que él nos protegerá y que podremos llegar a tener vida eterna, para no volver a experimentar más dolor, muerte o pecado. No obstante, ¿cómo podemos saber si estamos en paz con Dios? Lee con detenimiento los pasajes que aparecen en la sección Puntos de impacto de esta semana. ¿Qué es lo que necesitamos hacer a fin de estar conectados con Dios? En primer lugar, lo más importante es tener una relación con él. Necesitamos conocerlo. Necesitamos hablarle y comunicarnos con él. Necesitamos escucharlo cuando él nos responde. No se trata de cumplir reglas, sino de sentir el deseo de estar más cerca de Dios, para entonces permitir que los demás puedan recibir su amor por nuestro medio.
Lee con detenimiento la lista del fruto del Espíritu que aparece en Gálatas 5: 22, 23. Elige una de las características mencionadas y explica de qué forma Dios está obrando en tu vida para que ese «fruto» crezca, y así amar a los demás en nombre y representación de Cristo.
¿Qué puedes hacer para tener la seguridad de que estás listo para la venida de Jesús? ¿Cómo puedes llegar a conocer a Jesús de manera personal, de forma que cuando él regrese a esta tierra tengas la confianza de que te encontrarás con un Amigo y no con un Juez?
¿Conoces realmente bien a Dios como para estar listo para cuando él regrese a buscarnos? Si es así, ¿qué es lo que te ha ayudado a conocer a Dios? Si sientes que no estás listo, ¿qué podrías hacer para llegar a conocerlo bien?
Plan de lectura para esta semana*
El Conflicto de los siglos (Los Rescatados), capítulo 41.
*Siguiendo este plan podrás leer al menos un libro cada año de la serie El
conflicto de los siglos.
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Dios les bendiga!!!
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