Lección 3 de Primarios

ABRAHAM AL RESCATE

Cuando el señor Gómez enfermó, tuvo que pasar muchos días en el hospital. Belkis y Agustín decidieron ayudar a la Sra. Gómez sin aceptar dinero por ello.

En todo el camino hasta su casa se sentían muy satisfechos. Así exactamente debe haberse sentido Abraham el día que se encontró con Melquisedec.

Texto y clase de referencias:
Génesis 14;
Patriarcas y profetas, cap. 12, pp. 111-115.

Versículo para memorizar:
“Sírvanse unos a otros con amor”
(Gálatas 5:13).

Mensaje:
Serviré a los demás por amor.

Todo comenzó cuando cuatro importantes reyes enemigos atacaron cinco pequeñas ciudades, una de las cuales era Sodoma, donde vivía Lot el sobrino de Abraham. Los reyes de las cinco ciudades pequeñas reunieron sus ejércitos y fueron a pelear al valle de Sidim.

—Vamos a sorprender a los cuatro grandes reyes enemigos —dijeron—. Vamos a detener al enemigo y a salvar nuestras ciudades.

Entonces el rey Bera de Sodoma se puso al frente. Pero en la batalla los reyes de las cinco ciudades pequeñas y sus hombres se perdieron entre los grandes pozos de asfalto que había en el valle. Muchos de sus soldados cayeron en los pozos de asfalto.

Sin embargo, los cuatro grandes reyes enemigos conocían el camino entre aquellos grandes pozos y pronto entraron a la ciudad de Sodoma. Los soldados enemigos capturaron a todas las personas que vivían allí, incluyendo a Lot, y se llevaron muchas de las posesiones valiosas de la ciudad.

Uno de los cautivos escapó y corrió al encinar cerca de Mamré, para decirle a Abraham lo que había pasado.

—Los cuatro reyes enemigos nos atacaron. Capturaron a tu sobrino Lot con toda su familia —le dijo el hombre a Abraham.

Rápidamente Abraham llamó a sus empleados y salieron a buscar a los cuatro reyes enemigos. Abraham y sus hombres estaban decididos a rescatar a Lot tan pronto como fuera posible.

Imagina a Abraham y a su pequeño grupo persiguiendo a los cuatro reyes enemigos y a sus miles de soldados. El gran ejército enemigo había derrotado a los soldados de los cinco reyes de las ciudades pequeñas y seguramente iban a destruir al pequeño grupo de Abraham.

Pero Abraham tenía a Dios de su lado. Seguramente Abraham pidió la ayuda de Dios durante todo el camino hasta llegar al norte de Dan, donde alcanzó a los cuatro reyes enemigos.

Durante la noche, Abraham y sus hombres los atacaron por sorpresa. Los cuatro reyes enemigos pensaron que estaban rodeados por un gran ejército, así que lo abandonaron todo y salieron huyendo.

Dejaron los prisioneros, las cosas que se habían robado de Sodoma y hasta sus propias pertenencias de valor. Los asustados soldados corrieron todo el camino hasta llegar a sus casas.

Lot y los demás cautivos de Sodoma fueron liberados y cada cual comenzó a tomar los despojos que habían dejado los reyes enemigos vencidos. Pronto llegaron al valle de Sidim y estuvieron de regreso en Sodoma. Se encontraban muy cansados y hambrientos. Por otro lado Abraham estaba feliz ya que Dios lo había usado para salvar a Lot y a todas las familias de Sodoma.

En el camino de regreso salió a recibirlos el rey de Sodoma. Imagínate lo impresionado que estaba el rey, porque un hombre, con su grupo de pastores de ganado, había logrado con la ayuda de Dios lo que no pudieron hacer cinco reyes.

Otro importante rey fue también a darle la bienvenida a Abraham y a su grupo de siervos. Aquel otro rey era Melquisedec, rey de Salem. Él también era un sacerdote que servía a Dios.

Melquisedec llevó comida y bebida para Abraham y sus hombres. Aquel rey y sacerdote oró por Abraham y lo bendijo, diciendo:

“¡Que el Dios altísimo, creador del cielo y de la tierra bendiga a Abraham! ¡Bendito sea el Dios altísimo, que entregó en tus manos a tus enemigos!” (Gén. 14:19, 20).

Abraham sabía que Dios le había dado la victoria, así que alegremente contó todo el oro y la plata y los rebaños que habían obtenido y le dio al sacerdote y rey el diezmo de todo: uno de cada diez animales y de las piezas de plata y oro.

El rey de Sodoma vio la generosidad de Abraham y su devolución de los diezmos y le dijo que le diera las personas y que se quedara con el resto de las cosas.