Primarios | Lección 5: Samuel habla en nombre de Dios | 1er Trimestre 2025 | Año B

Lección 5 de Primarios

SAMUEL HABLA EN NOMBRE DE DIOS

 

¿Has deseado alguna vez hacer algo, aun cuando eso entristecería a tu mamá, a tu papá, o a tus maestros? El pueblo de Israel le hizo eso a Dios.

Texto y clase de referencias:
1 Samuel 12;
Patriarcas y profetas, cap. 59, pp. 595–603.

Versículo para memorizar:
“Por amor a su gran nombre, el Señor [...] se ha dignado hacerlos a ustedes su propio pueblo”
(1 Samuel 12:22).

Mensaje:
Dios se alegra de haberme hecho su hijo.

 

El pueblo de Israel decidió que quería un rey en lugar de Dios.

Así que Samuel habló con Dios y Dios les dio a Saúl como rey. Cuando Saúl ayudó a Israel en una batalla, la gente quiso celebrar
que tenía un rey.

—Vayamos a Gilgal —sugirió Samuel al pueblo—. Podemos coronar a Saúl y ofrecer sacrificios a Dios.

Así que Samuel, el rey Saúl y todo el pueblo, se reunieron para la celebración. Sacrificaron animales y adoraron al Señor. Entonces Samuel, que ya para entonces era anciano pidió silencio y comenzó su discurso:

—Dios ha hecho lo que ustedes le han pedido —dijo Samuel—. Les ha dado un rey; él es su líder. ¿Y yo? Yo he sido su líder desde que era joven. Díganme: ¿Los engañé alguna vez? ¿Les robé en alguna ocasión?

—No —dijo la gente—. Podemos decir que jamás nos engañaste o nos hiciste daño.

—Muy bien —contestó Samuel—. Ahora escúchenme. Les voy a recordar todas las cosas buenas que Dios hizo por ustedes y por sus padres y por sus abuelos cuando el Señor era su rey. 

Samuel les recordó cómo Dios había enviado a Moisés y a Aarón para que sacaran a su pueblo de Egipto. 

—¿Se acuerdan de cómo Israel se apartó de Dios y adoró a los ídolos? Dios dejó entonces que fueran esclavos de Sísara. ¿Y qué hizo entonces la gente?—preguntó Samuel. 

—Le pidieron a Dios que los salvara —dijeron algunos. 

—Prometieron servir a Dios —dijeron otros.

—Esto sucedió una y otra vez —les recordó Samuel—. Muchas veces Israel se olvidó de Dios y adoró ídolos y entonces se convirtieron en esclavos. “Hicimos mal; lo sentimos mucho. Vamos a servirte, Señor”. Prometieron una vez más. 

En cada ocasión el Señor los perdonó y los salvó.

—Y ahora —continuó Samuel—, ustedes han pedido un rey y Dios les ha dado uno. No siempre les va a gustar lo que el rey les ordene que hagan. Pero deben obedecerlo, así como deben obedecer al Señor.

—Ahora miren lo que va a hacer el Señor. Es tiempo de la cosecha. Voy a pedirle a Dios que envíe relámpagos y lluvia. Esto es para mostrarles que ustedes han hecho algo malo. Pidieron un rey en vez de dejar que Dios los gobernara.

Samuel oró a Dios, y ese mismo día se oyeron truenos y cayó una fuerte lluvia.

Todos se apretujaron, mojados, con frío y muy asustados.

—Ayúdanos —le pidieron a Samuel—. Nos equivocamos al pedir un rey.

—No tengan miedo —les contestó tiernamente Samuel—. “Por amor a su gran nombre [...] se ha dignado hacerlos a ustedes su propio pueblo” (1 Samuel 12:22).

La gente comenzó a sentirse mejor solo con saber que Dios se alegraba de haberlos escogido como sus hijos. Eso los hizo sentir bien.

—Ustedes hicieron mal —dijo Samuel—. Pero siguen siendo el pueblo de Dios. Voy a orar por ustedes y estaré aquí todavía para enseñarles cómo seguir el “buen camino”. Recuerden siempre servir a Dios con todo su corazón. No adoren a ningún ídolo.

El pueblo elegido de Dios se sintió feliz. Decidieron que siempre recordarían las cosas buenas que Dios había hecho por ellos.

 

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Dios les bendiga!!!