Lección Juveniles 2do Trimestre 2021, Juveniles 2 Trimestre 2021
Lección 5 de Juveniles
UN TURBULENTO REGRESO A CASA
Lo que comenzó como una invitación para que Jesús predicara en la sinagoga de su niñez, se convierte en un atentado contra su vida.
Lucas 4: 16-30.
El Deseado de todas las gentes (El Libertador), capítulos 23 y 24.
«El Espíritu del Señor está sobre mí, porque me ha con-sagrado para llevar la buena noticia a los pobres; me ha enviado a anunciar libertad a los presos y dar vista a los ciegos; a poner en libertad a los oprimidos; a anunciar el año favorable del Señor».
(Lucas 4: 18-19)
Más que luz
«La venida del Mesías había sido anunciada primera-mente en Judea. En el templo de Jerusalén, el nacimien-to del precursor había sido predicho a Zacarías mientras oficiaba ante el altar. En las colinas de Belén, los ángeles habían proclamado el nacimiento de Jesús. A Jerusalén ha-bían acudido los magos a buscarle. En el templo, Simeón y Ana habían atestiguado su divinidad […]. La manifestación de su divinidad en la purificación del templo, sus milagros de sanidad y las lecciones de divina verdad que procedían de sus labios, todo proclamaba lo que des-pués de la curación del paralítico en Betesda había decla-rado ante el Sanedrín: su filiación con el Eterno» (El Deseado de todas las gentes, cap. 23, pp. 203, 204).
¿Qué opinas?
¿Qué esperarías ver si fueras con un grupo a escuchar a un predicador del que te han dicho que dice la verdad de una manera novedosa y poderosa, que produce una reacción fuerte en los que lo escuchan, y que reprende a los dirigentes religiosos? Escoge de la siguiente lista. Sería alguien que:
_____ tiene su propio programa de entrevistas
_____ acepta donativos en línea
_____ se comunica por medio de un blog
_____ usa trajes a la última moda
_____ tiene una esposa muy hermosa
_____ envía sus conferencias vía Ipad
_____ tiene un vehículo deportivo muy atractivo
_____ tiene una hermosa cabellera
_____ tiene un contrato con una industria cinematográfica
¿Qué sucedería si en camino a ver a esa persona, descubres que el predicador es alguien con quien creciste? De niño era estudioso y responsable, pero nada hacía presagiar que llegaría a ser alguien especial. Pero al verlo, te das cuenta de que no concuerda con la imagen que tenías de él, ¡que verdaderamente llegó a ser una persona muy especial!
¿Lo sabías?
Elena G. de White vio muchas veces a Jesús en visión. Aunque no ha-bla mucho de su aparien-cia física (un poco más alto que la mayoría de los hombres de su tiem-po, una frente amplia, con barba), aquí añadi-mos una descripción que ella hizo de él:
«Cuando los niños con-tem plaban su rostro, de sus ojos emanaba pure-za y bondad. En su sem-blante se combinaban la dulzura, la mansedum-bre, el amor y un poder espontáneo. Pero al pro-nunciar cada palabra, cada gesto, cada expre-sión, su rostro denota-ba supremacía divina. Su porte y modales se ca-racterizaron por la hu-mildad» (My Life Today, p. 300).
Identifícate con la Historia
«Jesús fue a Nazaret, el pueblo donde se había criado. El sábado entró en la sina-goga, como era su costumbre, y se puso de pie para leer las Escrituras. Le dieron a leer el libro del profeta Isaías, y al abrirlo encontró el lugar donde estaba escrito: “El Espí-ritu del Señor está sobre mí, porque me ha consagrado para llevar la buena noticia a los pobres; me ha enviado a anunciar libertad a los presos y dar vista a los ciegos; a poner en libertad a los oprimidos; a anunciar el año favorable del Señor”. Luego Jesús cerró el libro, lo dio al ayudante de la sinagoga y se sentó. Todos los que estaban allí tenían la vista fija en él. Él comenzó a hablar, diciendo: “Hoy mismo se ha cumplido la Escritu-ra que ustedes acaban de oír”.
»Todos hablaban bien de Jesús y estaban admirados de las cosas tan bellas que decía. Se preguntaban: “¿No es este el hijo de José?”.
Jesús les respondió: “Seguramente ustedes me dirán este refrán: ‘Médico, cúrate a ti mismo’. Y además me dirán: ‘Lo que oímos que hiciste en Capernaúm, hazlo tam-bién aquí en tu propia tierra’”.
»Y siguió diciendo: “Les aseguro que ningún profeta es bien recibido en su propia tierra. Verdaderamente, había muchas viudas en Israel en tiempos del profeta Elías, cuando no llovió durante tres años y medio y hubo mucha hambre en todo el país; pero Elías no fue enviado a ninguna de las viudas israelitas, sino a una de Sarepta, cerca de la ciudad de Sidón. También había en Israel muchos enfermos de lepra en tiempos del profeta Eliseo, pero no fue sanado ninguno de ellos, sino Naamán, que era de Siria”.
Al oír esto, todos los que estaban en la sinagoga se enojaron mucho. Se levantaron y echaron del pueblo a Jesús, llevándolo a lo alto del monte sobre el cual el pueblo es-taba construido, para arrojarlo abajo desde allí. Pero Jesús pasó por en medio de ellos y se fue» (Lucas 4: 16-30).
Explica la Historia
Las palabras que Jesús leyó del pergamino en la sinagoga fueron acen-tuadas por su sorprendente declaración: «Hoy mismo se ha cumplido la Escritura que ustedes acaban de oír». ¿Si tú hubieses estado allí, qué habrías pensado al escuchar esas palabras sabiendo que las pronunciaba alguien que había crecido en el barrio, ahora hecho hombre?
¿Por qué crees que los que lo escucharon se sorprendieron «de las cosas tan bellas que decía»?
¿Por qué crees que «ningún profeta es bien recibido en su propia tierra»?
Su admiración pronto se convirtió en furia. ¿Por qué?
¿Qué quiso decir Jesús al citar el proverbio «Médico, cúrate a ti mis-mo», en el contexto en que lo usó?
¿Por qué no tuvo éxito la turba en su intento de matar a Jesús en ese momento?
Puntos de Impacto
- «Y así, cuando Jesús cumplió doce años, fueron allá todos ellos, como era costumbre en esa fiesta […]. Cuando volvían a casa, el niño Je-sús se quedó en Jerusalén […]. Al cabo de tres días lo encontraron en el templo, sentado entre los maes-tros de la ley, escuchándolos y ha-ciéndoles preguntas. Y todos los que lo oían se admiraban de su in-teligencia y de sus respuestas. Cuan-do sus padres lo vieron, se sorpren-dieron; y su madre le dijo: “Hijo mío, ¿por qué nos has hecho esto? Tu padre y yo te hemos estado bus-cando llenos de angustia”. Jesús les contestó: “¿Por qué me buscaban? ¿No sabían que tengo que estar en la casa de mi Padre?”» (Lucas 2: 42, 43, 46-49).
- «¡Jerusalén, Jerusalén, que matas a los profetas y apedreas a los mensaje-ros que Dios te envía! ¡Cuántas ve-ces quise juntar a tus hijos, como la gallina junta sus pollitos bajo las alas, pero no quisiste!» (Mateo 23: 37).
Puntos de Vista
- «El único significado de la vida consiste en ayudar a establecer el reino de Dios, y esto solo puede hacerse a través del reconocimiento y profesión de la verdad de parte de cada uno de nosotros».— Leo Tolstoi, escritor ruso del siglo XIX.
- «No hay refugio de la confesión más que el suicidio; y el suicidio es confesión».— Daniel Webster, estadista estadounidense del siglo XIX.
Aplica a tu Vida
¿Qué cosas llegarían a tu mente si es-cucharas hablar sobre un predicador extraordinario en todos los noticieros? ¿Cómo es que atrae a tantos? ¿Cómo maneja la fama? Jesús no tenía una chispa especial. Su mensaje era popu-lar entre muchas personas, pero no en-tre aquellos de su pueblo natal ni de los dirigentes religiosos. «Pero no fue simplemente la ausencia de gloria ex-terna en la vida de Jesús lo que indujo a los judíos a rechazarle. Era él la per-sonificación de la pureza, y ellos eran impuros. Moraba entre los hombres como ejemplo de integridad inmacula-da. Su vida sin culpa hacía fulgurar la luz en sus corazones. Su sinceridad re-velaba la falta de sinceridad de ellos. Ponía de manifiesto el carácter huero de su piedad presuntuosa, y les revelaba la iniquidad en toda su odiosidad. Esa luz no era bienvenida para ellos» (El Desea-do de todas las gentes, cap. 24, p. 215). El Jesús adulto no fue apreciado por aquellos que lo conocieron en Nazaret. Muchos pudieron haber sentido lo que sintió el padre del niño poseído (Mar-cos 9: 14-29) al clamar «Yo creo. ¡Ayú-dame a creer más!». ¿Y qué de ti? ¿Se te hace difícil aceptar la voz de Dios cuan-do proviene de personas que tú consi-deras que no son «suficientemente reli-giosas»? ¿Por qué sí o por qué no?
A veces la verdad es dolorosa. Eso fue lo que sucedió cuando Jesús dijo la verdad y muchos de los que lo escucharon se enfurecieron. En su estado desquiciado, la turba lo llevó a un precipicio con la intención de arrojarlo. Pero sus planes se frustraron al llegar al pináculo. Lucas dice: «Pero Jesús pasó por en medio de ellos y se fue». ¡Un momento! ¿Cómo es eso? La sierva del Señor arroja más luz sobre este incidente cuando decla-ra en El Deseado de todas las gentes, cap. 24, pp. 212, 213, lo siguiente: «Le lle-varon hasta la orilla de un precipicio, con la intención de despeñarle. Gri-tos y maldiciones llenaban el aire. Al-gunos le tiraban piedras, cuando re-pentinamente desapareció de entre ellos. Los mensajeros celestiales que habían estado a su lado en la sinagoga estaban con él en medio de la muche-dumbre enfurecida. Le resguardaron de sus enemigos y le condujeron a un lu-gar seguro».
Cuando Jesús leyó lo que ahora es el capítulo 61 del libro de Isaías, leyó una referencia profética a su persona. ¿Ha-brá algún pasaje de la Biblia que pue-das leer y que se aplique a ti, no como un cumplimiento profético, sino como una certeza? Escribe lo que piensas a con-tinuación:
«Su filiación con el Eterno» es una de-claración impresionante y sumamente profunda. Igualmente de conmovedor es el hecho de que somos herederos de su reino. Estamos conectados con el Eterno por la gracia de su filiación. ¡Ala-bado sea Dios! «La manifestación de su divinidad en la purificación del tem-plo» es claramente descrita por Elena G. de White en El Deseado de todas las gentes, cap. 16, p. 136, de la siguiente manera: «Sus ojos recorrían toda la multitud, posándose en cada uno de los pre-sentes […]. Una luz divina iluminaba su rostro. Habló, y su voz clara y penetrante —la misma que sobre el monte Sinaí había proclamado la ley que los sacerdo-tes y príncipes estaban transgredien-do—, se oyó repercutir por las bóve-das del templo: “Quitad de aquí esto, y no hagáis la casa de mi Padre casa de mercado”». ¿De qué manera este acto de Jesús revela su divinidad?
La encarnación del Hijo de Dios, total-mente humano y totalmente divino, sigue siendo un misterio. ¿Cuándo se enteró Jesús de su dualidad? ¿Cuán triste crees que se sintió al ser despreciado y rechazado por los hombres, aun por los de Nazaret que lo habían conocido más tiempo?
El templo desempeñaba un papel funda-mental en la formación religiosa de los niños y jóvenes judíos, incluyendo al niño Jesús. Era un lugar donde se expre-saban libremente preguntas y respuestas sobre asuntos espirituales, se conocía la historia de sus ancestros, y se desarrollaban relaciones. ¿Se puede decir lo mismo de tu escuela sabática? Si es así, ¿qué la hace ser de esa manera? Si no, ¿qué se podría hacer para que fuera así?
Si antes tú o tus padres tenían otra re-ligión y experimentaste una conver-sión al adventismo, podrías tener una noción de lo que Jesús sintió cuando fue cuestionado o considerado alguien de dudosa reputación por parte de los que lo conocieron en su juventud. De ser así, ¿qué te dice esa experiencia y cómo está afectando (o afectó) tu vida?
Plan de lectura para esta semana*
El Deseado de todas las gentes (El Libertador), capítulos 23 y 24..
*Siguiendo este plan podrás leer al menos un libro cada año de la serie El
conflicto de los siglos.
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Dios les bendiga!!!
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