Lección Juveniles 2do Trimestre 2021, Juveniles 2 Trimestre 2021
Lección 8 de Juveniles
CAPAZ Y DISPUESTO
Un leproso moribundo se atrevió a entrar a la comunidad porque escuchó que Jesús vendría y que nunca había rechazado a nadie. ¿Lo aceptaría a él también?
Mateo 8: 1-4; Marcos 1: 40-45; Lucas 5: 12-28
El Deseado de todas las gentes (El Libertador), capítulo 27.
«Jesús tuvo compasión de él; lo tocó con la mano y dijo: “Quiero. ¡Queda limpio!”. Al momento se le quitó la lepra al enfermo, y quedó limpio».
(Marcos 1: 41, 42)
Más que luz
«En algunos casos de curación, Jesús no concedió inmediatamente la bendición pedida. Pero en el caso del leproso, apenas hecha la súplica fue concedida. Cuando pedimos bendiciones terrenales, tal vez la respuesta a nuestra oración sea dilatada, o Dios nos dé algo diferente de lo que pedimos, pero no sucede así cuando pedimos liberación del pecado. El quiere limpiarnos del pecado, hacernos hijos suyos y habilitarnos para vivir una vida santa» (El Deseado de todas las gentes, cap. 27, p. 237).
¿Qué opinas?
Ordena las siguientes opciones como crees que Dios las prefiere, y prepárate para explicar tu respuesta.
______ Servir al prójimo con corazón humilde.
_____ Llegar a ser personas sabias y hábiles.
_____ Tener un propósito claro respecto a tu carrera.
_____ Vivir en armonía con sus principios.
_____ Recibir el don de salvación con certidumbre.
_____ Ser generoso con tu tiempo y tus talentos.
Explica lo que piensas que es más importante para Dios. ¿Cuál es la relación entre tu elección y las otras de la lista?
¿Lo sabías?
La palabra «compasión» viene del vocablo griego splanknizomai (repítela tres veces rápido). En rea lidad, es un término mé dico para referirse a los intestinos o nuestras entrañas. A decir verdad, la palabra bien pue de traducirse como «sen tir algo tan profundamente que se te retuercen las tripas y te suenan». Suena un poco vul gar, pero expresa lo que Cristo sentía en favor de las personas condenadas a morir por causa del pecado. No es solo sentirse mal por los demás, tiene que ver con ser impulsados a hacer algo al respecto.
Identifícate con la Historia
«Cuando Jesús bajó del monte, mucha gente lo siguió. En esto se le acercó un hombre enfermo de lepra, el cual se puso de rodillas delante de él y le dijo: “Señor, si quieres, puedes limpiarme de mi enfermedad”. Jesús lo tocó con la mano, y dijo: “Quiero. ¡Queda limpio!”. Al momento, el leproso quedó limpio de su enfermedad. Jesús añadió: “Mira, no se lo digas a nadie; solamente ve y preséntate al sacerdote, y lleva la ofrenda que ordenó Moisés, para que conste ante los sacerdotes”.
Un hombre enfermo de lepra se acercó a Jesús, y poniéndose de rodillas le dijo: “Si quieres, puedes limpiarme de mi enfermedad”. Jesús tuvo compasión de él; lo tocó con la mano y dijo: “Quiero. ¡Queda limpio!”. Al momento se le quitó la lepra al enfermo, y quedó limpio. Jesús lo despidió en seguida, y le recomendó mucho: “Mira, no se lo digas a nadie; solamente ve y preséntate al sacerdote, y lleva, por tu purificación, la ofrenda que ordenó Moisés, para que conste ante los sacerdotes”. Pero el hombre se fue y comenzó a contar a todos lo que había pasado. Por eso Jesús ya no podía entrar abiertamente en ningún pueblo, sino que se quedaba fuera, en lugares donde no había gente; pero de todas partes acudían a verlo.
Un día, estando Jesús en un pueblo, llegó un hombre enfermo de lepra; al ver a Jesús, se inclinó hasta el suelo y le rogó: “Señor, si quieres, puedes limpiarme de mi enfermedad”. Jesús lo tocó con la mano, diciendo: “Quiero. ¡Queda limpio!”. Al momento se le quitó la lepra al enfermo, y Jesús le ordenó: “No se lo digas a nadie; solamente ve y preséntate al sacerdote, y lleva por tu purificación la ofrenda que ordenó Moisés, para que conste ante los sacerdotes”. Sin embargo, la fama de Jesús aumentaba cada vez más, y mucha gente se juntaba para oírlo y para que curara sus enfermedades. Pero Jesús se retiraba a orar a lugares donde no había nadie» (Mateo 8: 1-4; Marcos 1: 40-45; Lucas 5: 12-16).
Explica la Historia
Compara las tres versiones del mismo incidente y nota en qué difieren los relatos y en qué se parecen. ¿Qué palabras y frases usan Marcos y Lucas que Mateo omite?
¿Qué palabras usa Lucas que Marcos y Mateo omiten?
¿Qué palabras o frases solo las usa Marcos?
¿En qué se parece la lepra al pecado?
El leproso presenta una apelación interesante al decir: «Si quieres, puedes limpiarme de mi enfermedad». ¿Había alguna duda desde la perspectiva del leproso de que Jesús sería capaz de sanarlo? ¿Cuál es el problema principal? ¿Por qué crees que alguien con lepra pensaría de esta manera? (Lee Juan 9: 1-3; 5: 13; Marcos 2: 3-5; Isaías 59: 1, 2).
¿Por qué crees que esta historia está en la Biblia? ¿Qué mensaje tiene hoy Dios para ti en este pasaje?
Explica la recomendación de Jesús: «Ve y preséntate al sacerdote, y lleva por tu purificación la ofrenda que ordenó Moisés». ¿Por qué crees que Jesús le pidió al leproso que hiciera esto?
¿Qué otra historia de la Biblia te recuerda este incidente?
Puntos de Impacto
- «Si decimos que no tenemos pecado, nos engañamos a nosotros mismos y no hay verdad en nosotros; pero si confesamos nuestros pecados, podemos confiar en que Dios, que es justo, nos perdonará nuestros pecados y nos limpiará de toda maldad» (1 Juan 1: 8, 9).
»Y la voluntad del que me ha enviado es que yo no pierda a ninguno de los que me ha dado, sino que los resucite en el día último. Porque la voluntad de mi Padre es que todos los que miran al Hijo de Dios y creen en él, tengan vida eterna; y yo los resucitaré en el día último» (Juan 6: 39, 40). - » Jesús tuvo compasión de ellos, y les tocó los ojos. En el mismo momento los ciegos recobraron la vista, y siguieron a Jesús» (Mateo 20: 34).
- » No es que el Señor se tarde en cumplir su promesa, como algunos suponen, sino que tiene paciencia con ustedes, pues no quiere que nadie muera, sino que todos se vuelvan a Dios» (2 Pedro 3: 9).
Puntos de Vista
- «Para recibir una pequeña recompensa, un hombre viaja largas distancias; mientras que para recibir la vida eterna, muchos no están dispuestos a dar un solo paso».— Tomás de Kempis, monje católico del siglo XV, autor de La imitación de Cristo.
- «Se nos dice que Cristo murió por nosotros, que su muerte lavó nuestros pecados, y que al morir inhabilitó a la misma muerte […]. Eso es cristianismo puro. Es lo que debemos creer».— C. S. Lewis, autor británico del siglo XX.
Aplica a tu Vida
Lee y resuelve el ejercicio de la sección ¿Qué opinas? de la lección de esta semana. La lista no incluye nada malo ni inmoral, pero el solo hecho de pensar en lo que Dios más quiere, es importante para la lección de esta semana sobre la curación del leproso. El pedido del hombre con lepra no es una pregunta sino una apelación: «Si quieres, puedes limpiarme de mi enfermedad» (Marcos 1: 40). Compara esta petición con lo que Jesús dice en Mateo 18: 12-14. El Salvador es claro sobre su misión y la voluntad de Dios, pero el leproso no se pregunta si Jesús lo puede sanar, sino si Cristo está dispuesto a hacerlo. ¿Por qué? ¿De qué manera afecta hoy esta misma duda nuestra relación con Cristo?
Lee la sección Identifícate con la historia y usa las preguntas de la sección Explica la historia como una guía para tu estudio. La lección de esta semana te ofrece tres perspectivas sobre el mismo episodio (Mateo, Marcos y Lucas). Al leer, notarás leves diferencias presentadas por cada autor. ¿Cuál es tu percepción al prestar atención a estos detalles? ¿En qué se parece el encuentro del leproso con Jesús a la experiencia de cada creyente respecto al pecado y la salvación? ¿Cómo presenta esta historia la manera en que deberíamos acudir a Cris to? ¿Qué nos dice el relato sobre la manera en que Cristo responde a las personas que acuden a él con alguna necesidad? ¿Cuál crees que es el versículo más importante en esta historia? ¿Por qué?
El Texto clave de esta semana se encuentra en Marcos 1: 41, 42, que dice: «Jesús tuvo compasión de él; lo tocó con la mano y dijo: “Quiero. ¡Queda limpio!”. Al momento se le quitó la lepra al enfermo, y quedó limpio». El Evangelio de Lucas dice que el hombre estaba «enfermo de lepra»; sin embargo, Jesús muestra compasión en todo momento. Dedica hoy unos minutos a imaginar las escenas de este episodio, a la vez que memorizas las palabras de Cristo y lo visualizas tocando al enfermo.
Lee la cita de El Deseado de todas las gentes de la sección Más luz, y reflexiona sobre las oraciones que elevas pidiendo ayuda, sanidad, fuerza y perdón. Esta verdad proclama a viva voz el más profundo deseo de Dios: salvar. Al revisar este poderoso mensaje sobre la respuesta de Dios a nuestra oración pidiendo «liberación del pecado», piensa en alguien que conozcas que necesite desesperadamente escuchar que la respuesta de Dios a la petición de perdón siempre recibe como respuesta un «sí» categórico. Posiblemente le puedas escribir una carta y decirle que el gozo de la salvación está a una oración de distancia.
Los Puntos de impacto de la lección de esta semana señalan el deseo y entusiasmo de Dios por salvarnos. Piensa en la manera en que estos agudos versículos se presentan vívidamente en esta historia del leproso. Después de leerlos cuidadosamente, piensa en cómo los organizarías si le fueras a dar un estudio bíblico a otra persona. ¿Cuáles versículos mencionarías en primero, segundo y tercer lugar, y por qué?
Si bien hoy la lepra no es un problema de salud tan grave como lo era en el tiempo de Jesús, el significado del relato se aplica perfectamente a cualquier época. ¿Alguna vez has sentido que no puedes orar, o por haber cometido una equivocación se te dificulta pedirle perdón a Dios? Recuerda la vacilación inicial del leproso cuando dijo: «Señor, si quieres…». El pecado nos impulsa a escondernos de Dios o a dudar en buscar ayuda, pero Dios no quiere que nos de moremos. Él quiere que nos acerquemos «con confianza al trono de nuestro Dios amoroso, para que él tenga misericordia de nosotros y en su bondad nos ayude en la hora de necesidad» (Hebreos 4: 16). Por eso, hoy —en este mismo instante—, ora a Dios confiando en su misericordia por el don de la salvación. El leproso se fue y contó a todos lo que Jesús había hecho, pero no se registra nada de que haya mostrado su gratitud a Jesús. Escribe una nota de agradecimiento a Jesús por ser capaz de salvarte y estar dispuesto a hacerlo.
Piensa en un momento en el que tu vida haya dado un giro dramático para bien o para mal. Medita en lo rápido que la vida puede dar un vuelco, como le ocurrió al hombre que fue sanado de su lepra. Analiza la manera en que cada vez que procuras alcanzar a Dios, y expresas tu deseo de pertenecer a él, tu vida cambia para la eternidad.
Plan de lectura para esta semana*
El Deseado de todas las gentes (El Libertador), capítulo 27.
*Siguiendo este plan podrás leer al menos un libro cada año de la serie El
conflicto de los siglos.
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Dios les bendiga!!!
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