Lección Juveniles 2do Trimestre 2021, Juveniles 2 Trimestre 2021
Lección 1 de Juveniles
UNA MISIONERA POCO COMÚN
Por el testimonio de una mujer, una aldea completa se convenció de que Jesús era el Mesías. En verdad, ¿puede la vida de una persona hacer eso?
Juan 2: 1-42
El Deseado de todas las gentes (El Libertador), capítulo 19.
«La mujer dejó su cántaro y se fue al pueblo, donde dijo a la gente: “Vengan a ver a un hombre que me ha dicho todo lo que he hecho. ¿No será este el Mesías?”. Entonces salieron del pueblo y fueron a donde estaba Jesús».
(Juan 4: 28-30)
Más que luz
«Tan pronto como halló al Salvador, la mujer samaritana trajo otros a él. Demostró ser una misionera más eficaz que los propios discípulos. Ellos no vieron en Samaria indicios de que era un campo alentador. Tenían sus pensamientos fijos en una gran obra futura, y no vieron que en derredor de sí había una mies que segar. Pero por medio de la mujer a quien ellos despreciaron, toda una ciudad llegó a oír del Salvador» (El Deseado de todas las gentes, cap. 19, p. 171)..
¿Qué opinas?
En tu opinión, ¿cuáles de las siguientes actividades son necesarias para ser un testigo de Jesús? (marca todas las que creas). Una persona que quiera testificar en favor de Jesús debería:
_____ haber leído toda la Biblia
_____ bautizarse
_____ haber concluido su educación media
_____ amar a Jesús
_____ haber pasado por la experiencia del nuevo nacimiento
_____ haber dado un estudio bíblico
_____ asistir a la iglesia con regularidad
¿Lo sabías?
Los samaritanos vivían al norte de Judea en la época de Jesús. Los judíos creían que los samaritanos descendían de gentiles que habitaron la tierra después de la conquista asiria. Independientemente de su origen, los samaritanos adoraban al Dios de Israel, aunque mu chas de sus costumbres y tradiciones eran di ferentes a las de los judíos. Eran considerados por la mayoría de ellos como personas de una clase inferior, y los judíos del tiempo de Jesús evitaban cualquier relación con los samaritanos, como lo hacían con los gentiles.
Identifícate con la Historia
«Los discípulos habían ido al pueblo a comprar algo de comer. En eso, una mujer de Samaria llegó al pozo a sacar agua, y Jesús le dijo: “Dame un poco de agua” […]. La mujer le respondió: “¿Cómo es que tú, siendo judío, me pides agua a mí, que soy samaritana?”.
Jesús le contestó: “Si supieras lo que Dios da y quién es el que te está pidiendo agua, tú le pedirías a él, y él te daría agua viva”. La mujer le dijo: “Señor, ni siquiera tienes con qué sacar agua, y el pozo es muy hondo: ¿de dónde vas a darme agua viva?”
Jesús le contestó: “Todos los que beben de esta agua, volverán a tener sed; pero el que beba del agua que yo le daré, nunca volverá a tener sed. Porque el agua que yo le daré se convertirá en él en manantial de agua que brotará dándole vida eterna”. La mujer le dijo: “Señor, dame de esa agua, para que no vuelva yo a tener sed ni tenga que venir aquí a sacar agua”. Jesús le dijo: “Ve a llamar a tu marido y vuelve acá”. La mujer le contestó: “No tengo marido”.
Jesús le dijo: “Bien dices que no tienes marido; porque has tenido cinco maridos, y el que ahora tienes no es tu marido. Es cierto lo que has dicho”. Al oír esto, la mujer le dijo: “Señor, ya veo que eres un profeta. Nuestros antepasados, los samaritanos, adoraron a Dios aquí, en este monte; pero ustedes los judíos dicen que Jerusalén es el lugar donde debemos adorarlo”. Jesús le contestó: “Créeme, mujer, que llega la hora en que ustedes adorarán al Padre sin tener que venir a este monte ni ir a Jerusalén […]. Dios es Espíritu, y los que lo adoran deben hacerlo de un modo verdadero, conforme al Espíritu de Dios”.
La mujer le dijo: “Yo sé que va a venir el Mesías (es decir, el Cristo); y cuando él venga, nos lo explicará todo”. Jesús le dijo: “Ese soy yo, el mismo que habla contigo” […]. La mujer dejó su cántaro y se fue al pueblo, donde dijo a la gente: “Vengan a ver a un hombre que me ha dicho todo lo que he hecho. ¿No será este el Mesías?”
Muchos de los habitantes de aquel pueblo de Samaria creyeron en Jesús por lo que les había asegurado la mujer: “Me ha dicho todo lo que he hecho”. Así que, cuando los samaritanos llegaron, rogaron a Jesús que se quedara con ellos. Él se quedó allí dos días, y muchos más creyeron al oír lo que él mismo decía. Y dijeron a la mujer: “Ahora creemos, no solamente por lo que tú nos dijiste, sino también porque nosotros mismos le hemos oído y sabemos que de veras es el Salvador del mundo”»
(Juan 4: 7-42).
Explica la Historia
¿Por qué se sorprendió inicialmente la mujer cuando Jesús le pidió un poco de agua? ¿Qué reveló Jesús acerca de sí mismo al pedirle de beber?
En tu opinión, ¿qué quiso decir Jesús con «agua viva»?
¿Qué convenció a la mujer de que Jesús era el Mesías?
¿Por qué crees que los samaritanos salieron a escuchar a Jesús?
¿Qué papel desempeñó el testimonio de la mujer en la conversión de las personas de su aldea?
Puntos de Impacto
- «No hay diferencia entre los judíos y los no judíos; pues el mismo Señor es Señor de todos, y da con abundancia a todos los que lo invocan. Porque esto es lo que dice: “Todos los que invoquen el nombre del Señor, alcanzarán la salvación”. Pero, ¿cómo van a invocarlo, si no han creído en él? ¿Y cómo van a creer en él, si no han oído hablar de él? ¿Y cómo van a oír, si no hay quien les anuncie el mensaje? ¿Y cómo van a anunciar el mensaje, si no son enviados? Como dice la Escritura: “¡Qué hermosa es la llegada de los que traen buenas noticias!”» (Romanos 10: 12-15).
- «Al volver Jesús a la barca, el hombre que había estado endemoniado le rogó que lo dejara ir con él. Pero Jesús no se lo permitió, sino que le dijo: “Vete a tu casa, con tus parientes, y cuéntales todo lo que el Señor te ha hecho, y cómo ha tenido compasión de ti”. El hombre se fue, y comenzó a contar por los pueblos de Decápolis lo que Jesús había hecho por él; y todos se quedaron admirados» (Marcos 5: 18-20).
Puntos de Vista
- «No deberíamos preguntar qué le ha sucedido a este mundo, porque ese diagnóstico ya fue dado. En lugar de eso, deberíamos preguntar qué pasó con la sal y la luz».— John Stott, teólogo y clérigo británico (1921-2011).
- «¿Dices que no has sido llamado? ¡Será que no has escuchado el llamado! […]. Presta atención al corazón oprimido y agonizante de la humanidad, y escucha cómo suplica por ayuda».— William Booth, predicador británico del siglo XIX, fundador del Ejército de Salvación.
Aplica a tu Vida
Lee la historia completa de Jesús y la samaritana de Juan 4: 1-42. Ponte en el lugar de la mujer. ¿Cómo crees que reaccionó ante Jesús en diferentes momentos del relato? ¿Cuál fue el «momento decisivo» para ella en esta conversación? Inmediatamente después de haber conocido a Jesús y conversado con él, esta mujer se convirtió en misionera. De hecho, Juan 4: 29 sugiere que ni siquiera estaba completamente «convertida» cuando comenzó a testificar ante los demás. En vez de decir: «¡Él es el Mesías!», dijo: «¿Será este el Mesías?». Pero fue suficiente para que las personas de su pue blo lo pensaran y fueran corriendo a ver a Jesús.
Repasa la sección ¿Lo sabías? de la lección. En los días de Jesús, que un ju dío se detuviera a conversar con un samaritano era algo que se salía de la rutina. También se puede decir lo mismo del hecho de que Jesús conversara con una mujer. Se esperaba que las mujeres guardaran silencio en público, permanecieran en casa y no discutieran cosas con otros hombres que no fueran sus esposos o familiares cercanos.
¿Por qué Jesús estuvo tan dispuesto a derribar estas barreras culturales? ¿Qué nos dice Lucas 5: 29-32 sobre la reacción de las personas a la forma en que Jesús se relacionó con los demás?
Si Jesús viviera en la tierra hoy, ¿con qué grupos de personas de la sociedad a la que perteneces conversaría y comería?
El texto clave de esta historia nos dice que la samaritana pasó directamente de su encuentro con Jesús a hablarles a los demás de él. Pero no solo les habló, sino que los invitó a venir a ver a Jesús.
Nosotros no tenemos la oportunidad de invitar a nuestras amistades a conocer a Jesús en persona. Sin embargo, que remos invitarlos a tener un encuentro personal con él. ¿Cómo podemos lograr ese objetivo? Podríamos dar a las personas oportunidades de experimentar a Jesús de primera mano al:
- orar con ellos.
- animarlos a leer la Biblia.
- invitarlos a adorar en la iglesia.
- invitarlos a participar en acciones de
- servicio a los demás.
- ___________________ (agrega tus propias ideas).
Lee la sección Más luz de la lección. ¿De qué manera fueron Jesús y sus discípulos diferentes en su forma de ver a los samaritanos?
______________________________
¿En qué estaban concentrados los discípulos cuando fueron a Samaria?
_____________________________
¿En qué pensaba Jesús?
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La testificación es efectiva solo cuando nos concentramos en lo que es real, aquí y ahora. En vez de imaginarte la obra grandiosa que puedes hacer por Dios algún día en el futuro, observa a las personas que él ha traído a tu vida ahora: familiares, amigos y vecinos. Comparte su amor con las personas que conoces y tendrás el secreto para ser un verdadero misionero.
Compara el relato de la mujer samaritana de Juan 4 con las historias del hombre ciego de Juan 9 y el hombre poseído por un demonio que registra el Evangelio de Marcos.
Completa el siguiente cuadro:
Persona: ______________________
Lo que Jesús hizo por ellos:________
Lo que dijeron a otros de Jesús: ____
A menudo pensamos que «testificar» de Jesús es algo complicado que requiere de mucho entrenamiento y experiencia. Pero ser testigo significa simplemente compartir con los demás lo que él ha hecho por ti.
Jesús nunca tuvo miedo de asociarse con personas rechazadas por la sociedad. Aun cuando otros lo criticaran o cuestionaran, estuvo dispuesto a conversar con cualquiera. Fue por su amor, su aceptación y su manera abierta de presentar su mensaje que pudo llegar a todas las personas y clases sociales. Piensa en tres personas o grupos de personas que sean considerados «forasteros» en tu comunidad, iglesia o escuela. ¿Cómo te relacionas con esas per sonas? ¿Cómo las tratas? ¿Sigues el ejemplo de Jesús?
La mujer del pozo regresó a su aldea, les habló a otros de Jesús, y preguntó: «¿Será este el Mesías?». A pesar de que ella desconocía cada aspecto de su nueva fe en Jesús, «testificó» al contarles a otros lo que le había sucedido e hizo una pregunta que llamó la atención de las demás personas. Ellos entonces vinieron y conocieron a Jesús personalmente.
A menudo pensamos que no estamos calificados para ser testigos de Jesús porque no tenemos suficientes conocimientos, o porque nuestra fe no siempre está en su mejor momento. Siguiendo el ejemplo de la mujer del pozo, ¿qué dirías a los demás de tu propia experiencia con Jesús?
Plan de lectura para esta semana*
El Deseado de todas las gentes (El Libertador), capítulo 19.
*Siguiendo este plan podrás leer al menos un libro cada año de la serie El
conflicto de los siglos.
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Dios les bendiga!!!
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