Juveniles | Lección 10: Con hambre de más | 4to Trimestre 2024 | Año B

Lección 10 de Juveniles

CON HAMBRE DE MÁS

 

El anciano profeta Esdras le lee la ley a su pueblo. Al no estar familiarizada con la ley de Dios y su vo-luntad para ella, la multitud estaba sedienta por escuchar y saber.

Relato bíblico y Comentario:
Nehemías 7-13.
Profetas y reyes, caps. 56 y 57.

Texto Clave:
«Ellos leían en voz alta el libro de la ley de Dios, y lo traducían para que se entendiera claramente la lectura»   
(Nehemías 8: 8).

 

Más que luz

«Cada verdadero retorno al Señor imparte gozo perma­nente a la vida. Cuando el pecador cede a la influencia del Espíritu Santo, ve su propia culpabilidad y contami­nación en contraste con la santidad del gran Escudri­ñador de los corazones [...]. Es una gloria para Dios ro­dear a los seres humanos pecaminosos y arrepentidos con los brazos de su amor, vendar sus heridas, limpiar­los de pecado y cubrirlos con las vestiduras de salvación» (Profetas y reyes, cap. 56 pp. 452, 453).

 

¿Qué opinas?

Clasifica en orden de importancia las siguientes declaraciones sobre las maneras de responder en adoración a la misericordia de Dios:

____  celebración festiva
____  reflexión profunda
____  obediencia fiel
____  repetir la historia frecuentemente
____  ofrecer excelencia en adoración, alaban­za y música 

 

Identifícate con la Historia

«El día primero del mes séptimo, el sacerdote Esdras trajo el libro de la ley ante la reunión compuesta de hombres, mujeres y todos los que tenían uso de razón; y desde la mañana hasta el mediodía lo leyó en presencia de todos ellos, delante de la plaza que está frente a la puerta del Agua. Todo el pueblo estaba atento a la lectura del libro de la ley.

El maestro Esdras estaba de pie sobre una tribuna de madera construida para ese fin. También de pie y a su derecha estaban Matatías, Sema, Anías, Urías, Hilcías y Maasías. A su izquierda estaban Pedaías, Misael, Malquías, Hasum, Hasbadana, Zacarías y Mesulam. Entonces Esdras abrió el libro a la vista de todo el pueblo, ya que se le podía ver por encima de todos; y al abrirlo, todo el mundo se puso de pie. Enton­ces Esdras alabó al Señor, el Dios todopoderoso, y todo el pueblo, con los brazos en alto, respondió: “Amén, amén”. Luego se inclinaron hasta tocar el suelo con la frente, y adoraron al Señor.

Los levitas Jesúa, Bani, Serebías, Jamín, Acub, Sabetai, Hodías, Maasías, Kelita, Azarías, Jozabed, Hanán y Pelaía explicaban la ley al pueblo. Mientras la gente per­manecía en su sitio, ellos leían en voz alta el libro de la ley de Dios, y lo traducían para que se entendiera claramente la lectura.

»Y como todo el pueblo lloraba al oír los términos de la ley, tanto el gobernador Nehemías como el maestro y sacerdote Esdras, y los levitas que explicaban la ley al pueblo, dijeron a todos que no se pusieran tristes ni lloraran, porque aquel día estaba dedicado al Señor, su Dios. Además les dijo Esdras: “Vayan y coman de lo mejor, beban vino dulce e inviten a quienes no tengan nada preparado, porque hoy es un día dedica­do a nuestro Señor. No estén tristes, porque la alegría del Señor es nuestro refugio”.

 »También los levitas calmaban a la gente, diciéndoles que se callaran y no llora­ran, porque era un día dedicado al Señor. Entonces toda la gente se fue a comer y beber, y a compartir su comida y celebrar una gran fiesta, porque habían comprendi­do lo que se les había enseñado. 

Al día siguiente, todos los jefes de familia y los sacerdotes y los levitas se reunieron con el maestro Esdras para estudiar los términos de la ley, y encontraron escrito en ella que el Señor había ordenado por medio de Moisés que, durante la fiesta religiosa del mes séptimo, los israelitas debían vivir debajo de enramadas. Entonces, por todas las ciudades y en Jerusalén, se hizo correr la voz de que la gente saliera a los montes a buscar ramas de olivo, arrayán, palmera o cualquier otro árbol frondoso para hacer las enramadas, conforme a lo que estaba escrito en la ley» (Nehemías 8: 2-­15)

¿Lo sabías?

La ley de Dios casi se pierde en la traducción. Judá había incurrido en casamientos mixtos, mez clándose tanto con otras naciones que ha­bía perdido la cone xión con el idioma de la ley de Dios. Por eso recu­rrieron a otras personas para que los ayudaran a entender. 

Según las costumbres judías, el que el pueblo se haya puesto de pie significa que guar daron completo silencio.

 

Explica la Historia

Encierra en un círculo el verbo «entender» cada vez que aparezca en el pasaje. ¿Cuántas frases hay que sugieran que los maestros u oyentes entendían lo que se leía? ¿Por qué crees que se hace tanto énfasis en el hecho de «entender»?

¿Qué otros versículos o frases clave encuentras al leer la historia?

¿Cómo describirías a los adoradores reunidos en este servicio sagra­do? ¿Qué actitud mantuvieron hacia la Palabra de Dios? ¿Cuánto tiem­po duró su culto de adoración?

¿Qué versículo de la historia te ayuda a comprender mejor lo que sucedió?

Hay en la historia…

•    ¿Una verdad que creer?
•    ¿Una promesa que reclamar?
•    ¿Una conducta que adoptar? ¿Qué otras historias o acontecimientos de las Escrituras te recuerda este pasaje? ¿Por qué?

Puntos de Impacto

• «El Señor, el Dios Santo de Israel, dice: “Vuelvan, quédense tranquilos y estarán a salvo. En la tranquilidad y la confianza estará su fuerza”» (Isaías 30: 15).
• «Por eso, vuélvanse ustedes a Dios y conviértanse, para que él les borre sus pecados» (Hechos 3: 19).
• «Cuando vayas al templo de Dios, cuida tu conducta: en vez de ofre­cer sacrificios como la gente tonta que no se da cuenta de que hace mal, acércate dispuesto a obedecer. No te apresures, ni con los labios ni con el pensamiento, a hacer pro­mesas a Dios, pues Dios está en el cielo y tú en la tierra. Por eso, habla lo menos que puedas»
  (Eclesiastés 5: 1, 2). 
• «Bendeciré al Señor con toda mi alma; bendeciré con todo mi ser su santo nombre. Bendeciré al Señor con toda mi alma; no olvidaré ningu­no de sus beneficios. Él es quien per­dona todas mis maldades, quien sana todas mis enfermedades, quien li­bra mi vida del sepulcro, quien me colma de amor y ternura, quien me satisface con todo lo mejor y me rejuvenece como un águila»  (Salmo 103: 1-5).
  

 

Puntos de Vista

• «¿Qué calamidad podría ser peor para una nación que el menoscabo de la adoración?». Ralph Waldo Emerson, poeta y ensayista del siglo XIX.
• «Un servicio de adoración perfecto sería aquel que casi ni notáramos. Toda nuestra aten-ción estaría puesta en Dios». C. S. Lewis, novelista y ensayista británico del siglo XX.

 

Aplica a tu Vida

Sábado

La sección ¿Qué opinas? de la lección de esta semana te invita a clasificar la que para ti es la mejor manera de res­ponder a Dios en adoración. El pueblo de Judá se reunió para encontrarse nuevamente con Dios y su ley, pero muchos de los presentes habían sido es­clavos, liberados por Nehemías y otros. Tristemente, algunos no conocían a Dios, ni su ley, ni el idioma, así que los líderes tuvieron que explicar el men­saje en un idioma entendible y senci­llo. Lee Hebreos 5: 12 y describe las similitudes entre los hebreos del An­tiguo Testamento y los del Nuevo Tes­tamento.

 

Domingo

Lee la cita de la sección Identifícate con la historia y contesta las pregun­tas de estudio que se presentan. Al contemplar aquel día de adoración y renovación espectacular, notarás la respuesta sincera que brotó del cora­zón del pueblo de Dios. Aunque se levantaron los muros, gran parte de la ciudad aún estaba en ruinas, lo que simbolizaba la condición del pueblo. Aunque el pueblo actuaba con since­ridad, su comprensión de Dios y de su voluntad aún estaba en pañales. ¿Qué parte de esta historia te inspira más a nivel personal? ¿Por qué?

 

Lunes

El Texto clave de esta semana se en­cuentra en Nehemías 8: 8: «Ellos leían en voz alta el libro de la ley de Dios, y lo traducían para que se entendiera claramente la lectura». ¿Cuántas ve­ces has abierto la Palabra de Dios y te has esforzado en comprender el signifi­cado o el propósito del pasaje? Algu­nos piensan que la Biblia es un libro mágico, y que con solo abrir las pági­nas algo debe pasar. Pero la verdad es que el estudio de la Biblia y tu propia devoción a Dios son el resultado de una comunión continua con él. Dedi­ca un momento para pensar en lo que debes hacer para tener una relación más íntima con Dios y para que tu ex­periencia con él sea personal.

 

Martes

En la cita de Profetas y reyes de la sec­ción Más luz de esta semana, Elena G. de White nos recuerda cuánto tiempo espera Dios para restaurar al pecador y regocijarse con todos aquellos que acuden a él con fe. Nos dice: «Es una gloria para Dios rodear a los seres hu­manos pecaminosos y arrepentidos con los brazos de su amor, vendar sus heridas, limpiarlos de pecado y cubrir­los con las vestiduras de salvación» (Profetas y reyes, cap. 56 p. 453). ¿Coin­cide esta descripción de Dios con tu percepción de él? ¿Cuán a menudo te has resistido a orar o acercarte a Dios por la distancia que ha crecido entre tú y él? Aunque no lo parezca, Dios desea enormemente una reconcilia­ción. Tal vez conoces a alguien que se ha alejado de Dios y siente que no puede regresar y ni siquiera hablar con él. Comienza tu día orando por esa persona y posiblemente compartiendo este anhelo de Dios con él o ella.

 

Miércoles

Los Puntos de impacto de la lección de esta semana presentan una varie­dad de temas que podemos extraer de esta historia. Arrepentimiento, adora-ción y consagración son algunos de los temas que surgen. ¿Qué texto te ha­bla más a nivel personal? ¿Cuál capta la esencia del servicio de adoración que se lleva a cabo en la historia de esta semana? ¿Recuerdas una expe­riencia de adoración que haya marca­do especialmente tu crecimiento es­piritual? ¿Qué elementos de ese ser vicio recuerdas más? ¿Por qué?

 

Jueves

En la lección de esta semana podemos ver un servicio de adoración repleto de hermosas imágenes del pueblo de Dios familiarizándose nuevamente con él y consagrando sus vidas a su propósito. Son tantas las cosas buenas que pasan en este servicio que el pueblo no sabe cómo reaccionar. ¿Deben danzar, can­tar y hacer una fiesta? ¿Deben ser más reflexivos y serenos? La manera en que debemos responder a la gracia de Dios no es algo que se deba legislar ni fabri­car. El ejercicio de estar en silencio y serenos es extremadamente útil para el ser, pero también lo es dar voces de ala­banza a Dios provenientes de un cora­zón lleno de gratitud. Esta semana pue­des practicar ambas cosas. Encuentra maneras de expresar tu gozo y también de estar en silencio. Alaba así a Dios y permítele que te transforme desde el interior.

 

Viernes

¿Alguna vez has sido el único en decir «Amén» mientras todos los demás guar­daron silencio? Piensa en lo que Dios siente cuando nos acercamos a él en adoración y lo feliz que está por nues­tra presencia. Es difícil imaginar a Dios esforzándose en captar nuestra aten­ción, solo para informarnos cuál es la postura correcta y la clase de programa con el que él prefiere que lo adoremos. Si esta historia busca que reflexione­mos en algo, es en la manera sencilla en que Dios nos llama a que regrese­mos a él y la libertad que tenemos de adorarlo y mostrarle nuestra gratitud de manera personal.

 

Plan de lectura para esta semana*

Profetas y reyes (Los Ungidos), capítulo 56 y 57.

*Siguiendo este plan podrás leer al menos un libro cada año de la serie El conflicto de los siglos.

 

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Dios les bendiga!!!