Lección 7 de Intermediarios
EL REMEDIO DE PABLO PARA LA ANSIEDAD
¿Recuerdas alguna vez que te sentiste temeroso cuando te dejaron solo, o el primer día que fuiste a la escuela? ¿O recuerdas cuando tenías miedo de nadar en aguas profundas? ¿O de intentar algo
nuevo? Si es así, has experimentado algo que se llama ansiedad.
Romanos 8:28-39;
Los hechos de los apóstoles, cap. 21, pp. 161-165.)
”Pues estoy convencido de que ni la muerte ni la vida, ni los ángeles ni los demonios, ni lo presente ni lo por venir, ni los poderes, ni lo alto ni lo profundo, ni cosa alguna en toda la creación, podrá apartarnos del amor que Dios nos ha manifestado en Cristo Jesús nuestro Señor”
(Romanos 8:38, 39).
No importa lo que suceda, Jesús está siempre a nuestro lado para ayudarnos.
Los bebés sienten
ansiedad cuando sus madres los acuestan. Tú sientes lo mismo cuando tu mejor
amigo escoge la amistad de otra persona. Los adultos sienten ansiedad si
piensan que van a perder su empleo, su buen nombre, su honor o sus hijos. El
temor de separarnos de nuestros seres amados es un motivo para que temamos la
muerte, a las aguas profundas o a mudarnos de la ciudad donde vivimos.
El apóstol Pablo conoció esa ansiedad. Más de una vez miró la muerte cara a cara. Una vez tuvo que escapar descolgado por un muro escondido en un cesto. Imagínate un forzudo hombrecito con los ojos afectados metido en un cesto.
En otra ocasión Pablo y su amigo Silas fueron azotados y luego encarcelados y colocados en un cepo. Pero en lugar de maldecir, llorar o sentirse intimidados, ellos comenzaron a alabar a Dios a medianoche, sentados sobre el piso frío, con las piernas aprisionadas en el cepo.
Ahora, en el atardecer de su vida, Pablo se preocupa por los creyentes de Roma, y por nosotros en el futuro, por aquellos cuyo valor será probado por el sufrimiento y el infortunio. Pablo sabía que la ansiedad motivada por la separación puede destruir la confianza de una persona y que únicamente la gracia ofrece un remedio para ello.
Pablo sufrió ansiedad debido a la separación. Se distanció de los poderosos fariseos cuando se convirtió en cristiano. Continuamente tenía que despedirse de sus amigos debido a que los largos viajes misioneros lo mantenían en movimiento.
Así que en la larga carta de Pablo a los cristianos romanos, les ofrece una cura para la ansiedad producida por la separación. La encontramos en Romanos 8:28 al 39. El remedio de Pablo tiene tres elementos o preceptos: 1. Dios está a nuestro lado (vers. 31); 2. Dios resuelve los problemas para nuestro propio bien (vers. 28); y 3. Nada nos puede separar de su amor (vers. 38-39).
Los fariseos (¡Pablo era un fariseo, recuerden!) consideraban a Dios como una especie de secretario celestial que mantenía al día los registros divinos. Entre ellos: “¡Caminas muy lejos el sábado! Otra marca negativa para mantenerte fuera del cielo.” Pero Dios no es así. “Dios es con nosotros”. Él está a nuestro lado. Está haciendo todo lo que puede para llevarnos allá. La gracia nos busca a nosotros aun antes de que lo sepamos.
Después de que nos hayamos entregado a Dios, él continuará obrando en nuestro favor. ¿Dónde está Dios cuando nos suceden las cosas malas? Él estará obrando para cambiarlas para nuestro bien.
“Sabemos que Dios dispone todas las cosas para bien de quienes lo aman” (vers. 28). Así que no te rindas a causa de la ansiedad cuando te levantes y el mundo entero parezca estar en tu contra. Dios cuida de ti y de mí. La gracia está obrando para nuestro máximo bienestar.
¿Qué sucede si todavía te preocupas? ¿Qué debes hacer si deseas ir al cielo pero no sabes cómo lograrlo? ¿Cómo puede Pablo ayudarnos a enfrentar la ansiedad?
Escúchalo ahora:
“Pues estoy convencido de que ni la muerte ni la vida, ni los ángeles ni los demonios, ni lo presente ni lo por venir, ni los poderes, ni lo alto ni lo profundo, ni cosa alguna en toda la creación, podrá apartarnos del amor que Dios nos ha manifestado en Cristo Jesús nuestro Señor”.
Si no podemos separarnos del amor de Dios, la gracia está obrando en nuestro
favor y Dios está a nuestro lado, entonces: NO IMPORTA LO QUE SUCEDA JESÚS
SIEMPRE ESTÁ AHÍ PARA AYUDARNOS. ¿Por qué nos preocupamos? No necesitamos nada
más.
📖 | L1 | L2 | L3 | L4 | L5 | L6 |
L7 | L8 | L9 | L10 | L11 | L12 | L13 |
Dios les bendiga!!!
Post A Comment:
0 comments:
Escribe tu comentario.