Lección 1 de Intermediarios
SERVICIO DE ESPÍAS
¿Has sido llamado alguna vez por Dios para hacer algo que requiere ser más valiente de lo que te sientes? Tal vez haya sido una cosa pequeña pero ha requerido valor de tu parte. Imagínate si te hubieran pedido servir como espía.
Números 13; Patriarcas y profetas, pp. 407-409.
“Caleb hizo callar al pueblo ante Moisés, y dijo: ‘Subamos a conquistar esa tierra. Estoy seguro de que podremos hacerlo’” (Números 13:30).
Podemos enfrentar riesgos con valor cuando servimos a Dios.
Moisés contempló a los doce hombres que estaban frente a él: uno de cada una de las doce tribus. Los examinó cuidadosamente. De su serio rostro surgió una sonrisa.
—Ha llegado el momento —exclamó, y sus ojos brillaban cuando les dijo— Y ustedes doce serán los primeros. Caleb suspiró profundamente. No podía creer que fuera uno de los escogidos. Sería uno de los primeros israelitas en pisar la maravillosa tierra prometida.
—Gracias, Señor, por este gran privilegio —dijo, mientras oraba silenciosamente.
Los doce hombres escuchaban atentamente las instrucciones de Moisés.
—Quiero que vayan al norte, a la tierra de Canaán —les dijo—. Vayan luego a la parte montañosa del país. Vean cómo es la tierra. Vean cuánta gente hay, y si viven en aldeas o en ciudades amuralladas. Vean si la tierra es buena para la agricultura. Vean si hay bosques. Y luego añadió:
—Asegúrense de traer algunos de los frutos que encuentren allí.
Los hombres prometieron al unísono que partirían a la mañana siguiente, antes de que saliera el sol. Luego se apresuraron a regresar a sus tiendas a despedirse de sus familiares y a descansar un poco. Sin embargo, les fue casi imposible descansar. Los amigos, los vecinos y los familiares sentían gran curiosidad, todos querían saber de qué se trataba la misión de los espías.
—¿Cómo creen que es esa tierra? —les preguntaban—. ¿Qué creen que encontrarán allí?
Al día siguiente, las estrellas brillaban todavía en el firmamento cuando los espías abandonaron el campamento. Se encaminaron hacia el norte en medio de la oscuridad. Era una larga jornada la que tenían que cubrir para completar su misión.
Los espías descubrieron que la tierra de Canaán era rica y hermosa.
—Miren esos campos de pastoreo —exclamó Caleb—. Nuestros animales y rebaños engordarán y prosperarán aquí.
Los espías descubrieron que la tierra de Canaán tenía abundante agua. Había muchos bosques y lugares donde podían cortar madera. Descubrieron que la tierra era extensa; las ciudades, inmensas, lo mismo que sus habitantes, pues eran de elevada estatura. En efecto, descubrieron que había gigantes en la ciudad de Hebrón.
Los espías estuvieron cuarenta días en la tierra de Canaán y después regresaron a informar a Moisés de lo que habían encontrado en ese lugar. Recordaron que él les había pedido que trajeran frutas, por tanto trajeron un racimo de uvas que seguramente lo impresionaría. El racimo era tan pesado que dos hombres tuvieron que traerlo colgando de un palo que llevaban entre los dos. Trajeron también granadas jugosas e higos dulces.
Toda la multitud acudió para escuchar el informe de los espías.
—Es una tierra rica y fértil —dijo Samúa—. ¡Miren estas frutas!
—La gente de Canaán es increíblemente fuerte y poderosa —confesó Nahbi—. Viven en ciudades grandes y amuralladas. Están preparados para defenderse y defender sus hogares. Y algunos de los que moran en esa tierra son en realidad gigantes.
Todo el campamento escuchaba atentamente el informe de los espías. Estaban maravillados con las frutas que los espías habían traído. Pero las noticias sobre las ciudades amuralladas y la gente poderosa, sin dejar de mencionar a los gigantes, los inquietaron, y comenzaron a murmurar y a quejarse.
—¿Por qué nos trajo Moisés aquí para morir? —se lamentaron. Caleb escuchó a la multitud murmurar. Avanzó un paso y dijo:
—¡Un momento! Podemos hacerlo: podemos avanzar y tomar esa tierra. Debemos atacar ahora mismo. ¡Somos suficientemente fuertes para conquistarla!
Josué se adelantó y se puso al lado de Caleb para apoyarlo.
—¡Es una tierra hermosa! —exclamó—. Fluye leche y miel, y nosotros prosperaremos en ella. ¡El Señor nos guiará allí y nos la dará! ¡No tengamos temor alguno!
📖 | L1 | L2 | L3 | L4 | L5 | L6 |
L7 | L8 | L9 | L10 | L11 | L12 | L13 |
Dios les bendiga!!!
Post A Comment:
0 comments:
Escribe tu comentario.