Lección 2 de Primarios

ESCAPE DE LA PRISIÓN

l verano había sido maravilloso para Pedro y Marta. Sus padres habían asistido a unas reuniones y se habían hecho adventistas. Los niños habían disfrutado mucho de las reuniones especiales para ellos. Les gustaron las historias y los cantos. También habían hecho muchos amigos.
Entonces comenzaron las clases. Pedro y María tenían ahora un problema muy, muy grande. En su país, el gobierno ordenaba que todos los niños tenían que ir a la escuela en sábado. Pero ellos habían aprendido que el sábado era el día de reposo; un día en que adoramos a Dios juntamente con otros en la iglesia. ¿Qué podían hacer? ¿A quién debían obedecer? ¿Obedecerían a Dios, o al gobierno? ¿Qué piensas que hicieron?

Texto y clase de referencias:
Hechos 5:17-32; Los hechos de los apóstoles, pp. 64-71.

Versículo para memorizar:
"En ningún otro hay salvación, porque en todo el mundo Dios no nos ha dado otra persona por la cual podamos salvarnos" (Hechos 4:12).

Mensaje:
En la iglesia aprendemos que Jesús es lo más importante.

Entonces comenzaron las clases. Pedro y María tenían ahora un problema muy, muy grande. En su país, el gobierno ordenaba que todos los niños tenían que ir a la escuela en sábado. Pero ellos habían aprendido que el sábado era el día de reposo; un día en que adoramos a Dios juntamente con otros en la iglesia.

¡Era demasiado! Los dirigentes judíos no podían creer lo que estaba pasando.

—¿No les ordenamos a Pedro y a los otros apóstoles que dejaran de enseñar acerca de Jesús? —se preguntaban unos a otros—. Pero siguen enseñando. ¡Y ahora hasta hacen milagros!

Multitudes de enfermos vienen cada día a la ciudad. ¡Y todos son sanados!

Los dirigentes judíos estaban muy enojados. El sumo sacerdote y los saduceos pensaron que debían detener el trabajo de los apóstoles, así que los arrestaron y encarcelaron. Pensaban que eso les iba a dar tiempo a los apóstoles para pensar. Tal vez con eso dejarían de hablar acerca de Jesús. Tenían que dejar de decirle a la gente que Jesús había resucitado de los muertos. Los saduceos no creían que alguien pudiera volver a la vida. Tampoco creían en los ángeles.

Dios seguramente se sonrió al conocer sus planes. Esa noche envió a un ángel para que sacara de la cárcel a los apóstoles.

—Regresen al templo a decirle a la gente todo acerca de esta nueva vida en Jesús —les dijo el ángel.

Por supuesto que los apóstoles obedecieron gustosamente. Y muy temprano en la mañana fueron al templo y comenzaron nuevamente a enseñar. Pero otros estaban también muy ocupados esa mañana. El sumo sacerdote y los saduceos llamaron a todos los dirigentes importantes para una reunión. Entonces enviaron órdenes a la cárcel para que les trajeran a Pedro y a Juan. Muy pronto regresaron los hombres a quienes habían enviado con la orden. Estaban llenos de temor.

—Encontramos la celda muy bien asegurada, con los guardias en la puerta, pero no hallamos a nadie adentro.

Los dirigentes menearon la cabeza. ¿Y ahora qué? Entonces les llegaron noticias de la calle. —¡Miren!, los hombres que pusieron en la cárcel han regresado a enseñar en el atrio del templo.

Rechinando los dientes de enojo, los dirigentes enviaron más hombres al templo para arrestarlos.

Cuando los apóstoles finalmente estuvieron delante de los dirigentes, el sumo sacerdote les lanzó una mirada de enojo:

—Les dimos órdenes estrictas de no enseñar en el nombre de Jesús —les gritó—. Ustedes han llenado a Jerusalén de sus enseñanzas. Y están tratando de hacernos culpables de la sangre de este hombre. Deben dejar de hacerlo.

Los apóstoles contestaron sencillamente:

—Debemos obedecer a Dios antes que a los hombres. El Dios de nuestros padres resucitó de los muertos a Jesús. Ese mismo Jesús que ustedes mataron colgándolo de una cruz, Dios lo ha hecho Príncipe y Salvador. Él le dará a Israel arrepentimiento y perdón de sus pecados".

Los dirigentes temblaban de enojo. Realmente deseaban matar a los apóstoles, pero no podían. Demasiadas personas creían que los apóstoles eran hombres de Dios. Y los apóstoles permanecieron firmes a pesar de todo eso. Jesús era más importante para ellos que hasta su propia vida.

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