Lección 8 de Primarios

¡VIVA OTRA VEZ!

María y su mamá tenían muy poco en esta vida. Necesitaban alimentos y su ropa estaba muy desgastada y parchada. Cierto día alguien le dijo a la mamá de María que la Agencia de Desarrollo y Recursos Asistenciales (ADRA) le podían ayudar. Así que María y su mamá fueron a buscar ayuda. Pronto recibieron algunos alimentos y buena ropa. María estaba feliz.
La Agencia de Desarrollo y Recursos Asistenciales se pueden encontrar en todas partes del mundo. Tal vez haya alguna cerca de ti. Algunas veces esta agencia de servicios se llama Sociedad Dorcas. ¿Por qué? Porque Dorcas, una de las amigas de Jesús, ayudó a muchas personas en el pueblo donde vivía. Esta es su historia:

Texto y clase de referencias:
Hechos 9:32-42; Los hechos de los apóstoles, p. 107.

Versículo para memorizar:
“No me avergüenzo del mensaje del evangelio, porque es poder de Dios para que todos los que creen alcancen la salvación” (Romanos 1:16).

Mensaje:
Servimos a Dios cuando ayudamos a los demás.

—Todos estamos muy preocupados por nuestra querida amiga Dorcas —dijo Elizabeth—. Dorcas está muy enferma y parece que no se va a mejorar.

—Lo sé —respondió Sara—. Dorcas es una mujer tan valiosa. Me encanta ir a su casa. Me gusta escucharla hablar acerca de Jesús. Le brillan sus grandes ojos cuando habla de él. Y también me encanta su sonrisa. Es maravilloso ver sus manos. Siempre está ocupada cosiendo. Yo creo que es la mejor costurera de toda la ciudad. Aun cuando la camisa o el vestido que esté haciendo sea uno muy sencillo, es siempre elegante. Y luego se lo regala a alguna pobre viuda que lo necesite.

Las dos mujeres siguieron trabajando. Había mucho que hacer ese día. Pero primero debían orar en favor de Dorcas.

Pasaron varios días. Entonces, una mañana muy temprano, se esparcieron las malas nuevas por toda la ciudad. "Dorcas murió".

La gente se apresuró a venir a su casa para ver si era verdad. No podían creerlo. Algunas de las mujeres ya estaban lavando su cuerpo, con los ojos llenos de lágrimas. Entonces la llevaron a un cuarto en el segundo piso.

De pronto, entre el llanto y la confusión, alguien se acordó que Pedro estaba visitando a los creyentes en Lida, a unos 15 kilómetros de distancia.

—Vamos a llamar a Pedro —exclamó alguien. Así que enviaron a dos hombres a buscarlo. Finalmente llegó Pedro. ¡Qué escena encontró! Todos lloraban y se lamentaban. Eran muchos los amigos que sufrían el dolor de su muerte. Alguien llevó a Pedro al cuarto del segundo piso. Muchas viudas se le acercaron sollozando y le mostraron los mantos y los vestidos que Dorcas les había hecho.

Pedro pidió que salieran todos del cuarto. Entonces se arrodilló silenciosamente junto a la cama y oró. Al levantarse, se volvió hacia Dorcas que estaba inmóvil y le dijo:

—iDorcas, levántate!.

Inmediatamente Dorcas abrió los ojos y se sentó en la cama. Pedro la tomó de la mano y la ayudó a salir de la cama. Le sonrió. Entonces llamó a la gente para que regresara al cuarto y la vieran.

Cómo se alegraron y alabaron a Dios los creyentes. "Nuestro Dios es muy bueno", decían. También Dorcas estaba asombrada de lo que había pasado.

Por supuesto que las buenas nuevas viajaron rápidamente. Todos en Jope escucharon acerca del milagro. Muchos creyeron que Dios le había devuelto la vida a Dorcas porque había ayudado a muchas personas. Y por esa razón muchos también creyeron en el Señor.

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