Lección 10 de Primarios

DIOS SEÑALA EL CAMINO

¿Has ayudado alguna vez a planificar una fiesta sorpresa? Es muy divertido tratar de sorprender a alguien. Y preparar todo para la sorpresa es todavía más divertido. Pero algunas veces no nos alcanza el tiempo para preparar todo. O, peor aún, a lo mejor tienes que salir con tu familia y te pierdes la fiesta. Algo parecido le pasó a Moisés al final de su vida.

Texto y clase de referencias:
Deuteronomio 31:34; Patriarcas y profetas, pp. 502-513.

Versículo para memorizar:
“Y después de irme y de prepararles un lugar, vendré otra vez para llevarlos conmigo, para que ustedes estén en el mismo lugar en donde yo voy a estar” (Juan 14:3).

Mensaje:
Gracias a Dios, viviremos con él y lo adoraremos por siempre.

Siguiendo las instrucciones de Dios, Moisés había guiado al pueblo de Israel por muchos años. Había viajado todo el camino desde Egipto hasta las fronteras de la tierra prometida.

Ahora estaban a punto de entrar en ella y Moisés quería ir con ellos. Pero Dios le dijo a Moisés que no podía entrar. Debía despedirse de la gente.

Así que Moisés les escribió un mensaje. Ese mensaje es lo que conocemos como el libro de Deuteronomio. En este libro Moisés le recordó al pueblo de Israel todas las cosas maravillosas que Dios había hecho por ellos.

Les recordó que Dios tenía todavía un maravilloso plan para cada uno de ellos. "Recuerden a Dios y ríndanle adoración, y por ello vivirán muchos años", escribió Moisés en su mensaje. "Pero si tu corazón se vuelve de Dios para adorar otros ídolos, no vivirás mucho tiempo en esta Tierra Prometida". Moisés terminó finalmente de escribir y se dirigió a la gente:

—Tengo 120 años —les dijo—. Ya no puedo seguir siendo su dirigente. El Señor me ha dicho que no voy a cruzar el Jordán. No entraré en Canaán.

La gente se desanimó al escuchar esto. Seguramente Moisés no estaba diciendo precisamente eso. ¿Qué les iba a pasar sin él? ¿Qué iban a hacer?

—El Señor su Dios irá delante de ustedes. Josué será su dirigente como el Señor lo ha dicho —siguió diciéndoles Moisés—. Manténganse firmes y tengan confianza. No tengan miedo.

Entonces Moisés llamó a Josué para que se pusiera a su lado. Luego Moisés puso sus manos sobre Josué y dijo:

—Tú eres el que va a guiar a este pueblo a Canaán. Tú los verás vivir en la tierra que el Señor ha prometido. Dios mismo te guiará y será contigo. No te dejará ni te desamparará. Por tanto, sé valiente y no tengas miedo. Entonces Moisés se dirigió a los sacerdotes. Les dio una copia de la ley que Dios le había pedido que escribiera: Los Diez Mandamientos.

—Al final de cada siete años —les dijo—, lean esta ley en voz alta en la Fiesta de las Cabañas. Léanla de manera que todos la escuchen y se acuerden de adorar a Dios.

Finalmente Moisés le dio a Josué una copia de un canto que Dios le había ayudado a escribir.

—Ayuda a la gente a aprender este canto —le dijo Moisés—. Este canto les ayudará a servir solamente a Dios.

Y la gente escuchó con atención mientras Moisés lo leía.

Entonces Moisés dirigió sus últimas palabras al pueblo de Israel.

—Asegúrense de obedecer los mandamientos que les doy hoy —les rogó—. Repítanlos a sus hijos, de manera que puedan obedecer fielmente las enseñanzas de Dios. No son palabras huecas; son palabras de vida.

Ese mismo día Dios le pidió a Moisés que subiera al monte Nebo. Y allí, el Señor pasó un tiempo especial animando a Moisés. Justamente antes de que muriera Moisés, Dios le mostró la Tierra Prometida. La Biblia dice que Moisés vio toda la tierra, desde el pueblo de Dan, en la parte más al norte, hasta el mar en el lado oeste. Y por el sur, hasta lo que sería la tierra de Judá.

Moisés murió en la montaña. Murió tranquilamente como dijo el Señor que pasaría. El Señor mismo sepultó a Moisés. Pero Moisés no se quedó en la tumba. Pronto el Señor lo resucitó y lo llevó a vivir con él en el cielo para siempre. Y allí está ahora Moisés.

Nunca hubo otro profeta como Moisés en Israel. Dios tenía un plan para él. Y Dios tiene también un plan para nosotros. ¡GRACIAS A DIOS, VIVIREMOS CON ÉL Y LO ADORAREMOS POR SIEMPRE!

LECCIONES DE PRIMARIOS