Navigation

Intermediarios | Lección 6: Vigila las puertas | 1er Trimestre 2022 | Año C

Lección 6 de Intermediarios

VIGILA LAS PUERTAS

 

Imagina lo que Juan el Bautista hubiera contado para compartir la razón de su sencillo estilo de vida con alguien de tu edad.


Texto y clase de referencias:
Lucas 1:13- 17; Mateo 3:4-9; El Deseado de todas las gentes, pp. 76-78.
Versículo para memorizar:
“¿Acaso no saben que su cuerpo es templo del Espíritu Santo, quien está en ustedes y al que han recibido de parte de Dios? Ustedes no son sus propios dueños; fueron comprados por un precio. Por tanto, honren con su cuerpo a Dios” (1 Corintios 6:19, 20).
Mensaje:
Respondemos al amor de Dios cuando dedicamos nuestras vidas completamente a él.

 

Juan el Bautista quedó junto al río Jordán. Era casi de noche, y las personas que habían estado a su alrededor finalmente regresaban a sus casas.

Juan habló con Dios. Cuando estaba solo en medio de la naturaleza, sentía que Dios estaba allí junto a él. Pero pronto Juan notó que Dios y él no estaban solos. El joven que le había hecho varias preguntas unos días atrás, se había apartado de la multitud, y esperaba pacientemente poder captar la atención de Juan.

Juan lo miró y sonrió, invitándolo a acercarse.

—Me gustaría saber por qué llevas este estilo de vida tan sencillo —preguntó el joven.

—La respuesta no es fácil —dijo Juan pensativo—. Fui dedicado a Dios para un propósito especial, desde antes de mi nacimiento. No estoy tratando de ser diferente. Estoy obedeciendo el llamado de Dios y su propósito para mi vida. Cada persona debería hablar con Dios acerca de su propia vida. Pero hay un principio importante que debe aplicarse al tomar decisiones acerca de cómo viviremos, y de cómo adoraremos a Dios.

—¿Dime ese principio? —pidió el joven.

—El principio es el siguiente —dijo Juan, observando las oscuras aguas del Jordán en las que el joven había sido bautizado—. Tu cuerpo, tu mente, tu corazón… ahora le has dado a Dios todo lo tuyo. Imagina que eres un lugar especial para el Espíritu de Dios, como un tabernáculo o un templo. ¿Qué crees que dice este principio acerca de cómo cuidar de ti mismo?

—Bien —ahora era el joven quien miraba pensativo las aguas del Jordán—. Me imagino que debo asegurarme de que ese templo esté siempre limpio y listo para Dios. Yo he visto a los sacerdotes limpiando el templo. Creo que sería importante mantener el templo limpio.

—Así es —respondió Juan afirmativamente—, la limpieza es importante. Podría incluir la manera en que cuidas tu cuerpo por dentro y por fuera, ¿no crees? Lo que comes, los pensamientos que permites que estén en tu mente.

—Entiendo —pensar en las formas de aplicar el principio, era casi como un juego—. He visto a los sacerdotes echar a los perros fuera de las puertas del templo. ¿De qué manera se aplicaría eso al templo de mi cuerpo? —preguntó el joven, mirando a Juan con expectativa.

—Veamos, ¿cuáles son las puertas del templo de tu cuerpo?

—Creo que mis ojos son una puerta, y mi boca —¿Y qué de tus oídos, tu nariz, y tus dedos? —sonrió Juan.


—Capté la idea —sonrió el joven—. Debo mantener el templo de mi cuerpo limpio y en orden. Eso tal vez signifique que debo dormir bien, como mi mamá siempre me dice. Debo comer las frutas y vegetales que me mantendrán fuerte y activo. Debo cerrar la “puerta de mi boca” al vino y a otras sustancias que puedan dañar mi cerebro.

—Sí —respondió Juan—. Vigilar todas las puertas para que nada pueda entrar a dañarlo o ensuciarlo, y así, el templo está siempre listo para la presencia de Dios. Esa es una manera de adorarlo, haciendo que tu cuerpo sea un lugar en el que él pueda morar.

Ambos permanecieron pensativos por un momento.

—¿Sabes? —rompió el silencio el joven—. Mantener mi cuerpo y mi mente como un templo para Dios, me hace la mejor persona que pueda ser.

—Exacto —respondió Juan abiertamente—. Si dedicas tu vida a Dios, y le pides que viva siempre en ti, sabrás cómo hacer las elecciones que él desea que tomes. Cuando tengas que tomar una decisión, sólo tienes que pensar en el templo de tu cuerpo y en sus puertas. Dios te dará la sabiduría para saber cómo cuidar de él, y qué dejar entrar por sus puertas.

El joven había llegado muy serio esa noche, sin embargo, ahora se veía descansado y entusiasta. El profeta Isaías había predicho que Juan “prepararía el camino del Señor, y enderezaría senderos para Dios”. Mientras Juan miraba cómo se retiraba el joven del Jordán hacia su hogar, agradecía a Dios por la vía directa que el Espíritu había tomado hacia otro templo del corazón.

 

LECCIONES DE INTERMEDIARIOS
📖 L1 L2 L3 L4 L5 L6
L7 L8 L9 L10 L11 L12 L13

 

Dios les bendiga!!!

Share

Post A Comment:

0 comments:

Escribe tu comentario.