Lección 4 de Intermediarios
UN REGALO ESPECIAL
Imagina cómo sería tener un amigo que siempre estuviera a tu lado, no importa dónde estés, lo que suceda ni cómo te sientas, para animarte, ayudarte y mostrarte las cosas que son correctas. ¿No sería eso maravilloso? Jesús prometió a todos los que creen en él un Amigo con esas características, que es el Espíritu Santo.
Hechos 1:3-8; Los hechos de los apóstoles, pp. 15-28
“Pero cuando venga el Espíritu Santo sobre ustedes, recibirán poder y serán mis testigos tanto en Jerusalén como en toda Judea y Samaria, y hasta los confines de la tierra” (Hechos 1:8).
El Espíritu Santo nos ayuda a comprender y a compartir la Palabra de Dios.
Los discípulos nunca habían sentido tanta desesperación. Jesús había muerto. Todas sus esperanzas habían perecido con él. Se habían reunido a puertas cerradas en el aposento alto ¿Habían transcurrido solamente tres días desde la celebración de la Pascua con Jesús en ese mismo lugar? Parecía imposible. Estaban demasiado confundidos para recordar lo que Jesús les había dicho en esa ocasión. “Pero después de que yo resucite, iré delante de ustedes a Galilea” (Mateo 26:32).
Repentinamente ven a otra persona entre ellos. ¡Es Jesús! Levantó una mano como lo vieron hacer tantas veces, y dijo su acostumbrado saludo:
—La paz sea con ustedes.
Quedaron aterrorizados. Jesús volvió a hablar:
“—¿Por qué se asustan tanto? —les preguntó—. ¿Por qué les vienen dudas?
Miren mis manos y mis pies. ¡Soy yo mismo!” (Lucas 24:38).
No pueden creer a sus sentidos. Entonces Jesús añadió:
“—Tóquenme y vean; un espíritu no tiene carne ni huesos, como ven que los tengo yo”.
Finalmente uno de los discípulos avanzó hacia Jesús y le tocó la mano. Después lo abrazó exclamando:
—¡Señor, eres tú!
Los demás discípulos corrieron y lo abrazaron y cayeron de rodillas junto a él.
Jesús preguntó:
—¿Tienen aquí algo de comer?
Le llevaron pescado y miel. Jesús comió delante de ellos. Quería que supieran que estaba vivo, que era una persona real. Cuando se serenaron, Jesús les dijo:
—Estas son las palabras que les hablé estando aún con ustedes: que era necesario que se cumpliese todo lo que está escrito de mí en la ley de Moisés, en los profetas y en los salmos.
A continuación Jesús les ayudó a comprender lo que se había escrito acerca de él en el Antiguo Testamento. Volvió a explicarles lo referente a los sufrimientos del Mesías, su muerte y resurrección. También les explicó el plan de Dios de perdonar a los pecadores porque él ya había pagado por los pecados de ellos.
Uno de los discípulos pregunta si restauraría el reino ahora. Todavía piensa que Jesús se apoderaría de Jerusalén y se nombraría él mismo como rey. Pero él explicó que su reino era de naturaleza espiritual. Luego les explicó que ellos tenían una parte importante que desempeñar para su reino.
—Ustedes son testigos de estas cosas. Vayan y compártanlas con todos.
Luego les dijo que tenían que esperar un poco, porque necesitaban recibir algo primero. Necesitaban un don especial de parte de su Padre antes de poder estar listos para compartir con otros las buenas nuevas acerca de él. “Ahora voy a enviarles lo que ha prometido mi Padre; pero ustedes quédense en la ciudad hasta que sean revestidos del poder de lo alto” (Lucas 24:49). Jesús prometió que estaría siempre con ellos por medio del Espíritu Santo, don especial de Dios.
Los discípulos esperaron. Se unieron para orar. Se reunieron en el aposento alto y en el templo. Les resultaba fácil orar porque sabían que Jesús estaba con ellos. Repasaron todas las cosas que Jesús les había enseñado. Ahora se preguntaban cómo era posible que no hubieran comprendido las cosas que ahora les parecían tan fáciles de entender. Jesús había sido muy paciente con ellos.
Ahora ninguno de ellos se preocupaba de quién sería el más importante. Lo que ahora les importaba era hablar a todo el mundo acerca de Jesús, su vida, su muerte, su resurrección y su poder. Sabían que el don prometido, el Espíritu Santo, haría justamente lo que Jesús había dicho que haría; que les daría precisamente lo que necesitaban para llevar la historia de Jesús a toda nación y a toda persona en el mundo.
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Dios les bendiga!!!
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