Navigation

Intermediarios | Lección 1: El diario de Nehemías | 3er Trimestre 2022 | Año C

Intermediarios | Lección 1: El diario de Nehemías | 3er Trimestre 2022 | Año C

Lección 1 de Intermediarios

EL DIARIO DE NEHEMÍAS

 

Vivir con gente que no conoces bien no es fácil. Pedir favores a personas poco conocidas es más difícil aún. Nuestra historia de esta semana demuestra cómo Dios nos concede el poder necesario para servirle y dar testimonio en su favor aunque eso sea muy difícil. Imagina lo que Nehemías pudo haber escrito en su diario.


Texto y clase de referencias:
Nehemías 2; Profetas y reyes, pp. 464-468.
Versículo para memorizar:
“Pero los exhorto a temer al Señor y a servirle fielmente y de todo corazón, recordando los grandes beneficios que él ha hecho en favor de ustedes” (1 SAMUEL 12:24).
Mensaje:
Podemos servir mejor a Dios y testificar de él dondequiera que estemos.

 

Susa, Persia, día 26 del mes de Kislev, año 20.

Hanani llegó hoy de Judá. Él y sus amigos informaron que las murallas de Jerusalén están destruidas y que las puertas fueron quemadas. Un número considerable de sus antiguos residentes regresó a la ciudad. También ellos están sufriendo. Carecen de protección a causa del estado de las murallas. ¿Cómo pudo suceder esto? Perdí el apetito desde que escuché estas malas noticias.

Día 29 de Kislev, año 20.

No puedo comer. No puedo dormir. Sólo consigo lamentarme y orar por Jerusalén. Pero durante mis horas de servicio en el palacio del Rey, trato de no causar la impresión de estar afligido.

Día 30 de Kislev, año 20.

Hoy pedí a Dios que perdone los pecados de Israel. Ha sido terrible nuestra desobediencia. Merecíamos el castigo que nos sobrevino, pero todavía me duele el corazón al pensar en el estado ruinoso en que se encuentra Jerusalén. Oro para que el rey Artajerjes me permita regresar a la ciudad para reconstruirla. Estoy orando también para que Dios me revele el momento adecuado de hacerle el pedido.

Día 15 de Nisán, año 20.

Que Dios me conceda la oportunidad y el valor suficiente para hablar hoy con el Rey.

Más tarde

Escribí lo anterior esta mañana. ¡Y qué respuesta recibió mi oración! Mientras servía el almuerzo, el rey Artajerjes dijo que yo tenía un aspecto de aflicción y tristeza. ¿Cómo pudo detectarlo? Yo había hecho lo posible por disimular mi condición. Pero mis ayunos y oraciones finalmente deterioraron mi aspecto exterior. No puedo culparlo por preguntarme cuál era mi problema. Otros servidores de la realeza han envenenado a sus amos, pero él sabe que puede confiar en mí. Sin embargo, aun así temía por mi vida. Pero me armé de valor y le hablé de la condición en que se encontraba Jerusalén. ¡Hacía cuatro meses que esperaba esta oportunidad!


Me preguntó directamente cuál era mi pedido. Hice una corta oración antes de hablar, y después le dije que deseaba regresar a la ciudad para reconstruir las murallas. Me preguntó cuánto tiempo necesitaría para completar el trabajo y cuándo regresaría. (¡Me alegro porque había pensado en esos detalles con anticipación!) A medida que hablaba un pensamiento surgió en mi mente. Tal vez el Rey podía ayudarme más aún. Respiré profundamente y pedí una escolta militar, cartas de presentación para los gobernadores de las provincias por donde pasaría, y madera para las murallas, las puertas y la casa que sería mi residencia. ¡Y el Rey me concedió todo lo que le pedí! ¡Cuán bueno y misericordioso es Dios!

Jerusalén, Judá, día 25 de Tammuz, año 20.

He llegado a la ciudad. Me reuní con Sambalat horonita y Tobías amonita. No saben cuál es mi misión, pero entienden que debe tratarse de algo importante, debido a la escolta militar del Rey. Por su manera de hablar he deducido que me causarán dificultades.

Día 29 de Tammuz, año 20, hora: 7:00

Decidí no revelar a nadie mis planes para esa noche, con excepción de unos pocos hombres que vinieron conmigo. Nos levantamos a la media noche para inspeccionar la ciudad. La situación era peor de lo que había imaginado. Salimos por la puerta del Valle y cabalgamos hacia la fuente del Dragón y a la puerta del Muladar. Todo esto fue destruido por el fuego. Luego cabalgamos hacia la puerta de la Fuente y el estanque del Rey. Nos abrimos paso como pudimos por las ruinas y salimos al valle para inspeccionar la muralla. ¡Estaba llena de brechas! Me deprimió el pensar en el terrible descuido con que hemos tratado nuestra ciudad. Las obras de reparación requerirán intenso trabajo y dedicación. Pero Dios estará con nosotros. Después de que regresamos pasé el resto de la noche orando. Hablaré a la gente más tarde.

Más tarde

¡Todos están dispuestos a ayudar: el pueblo, los sacerdotes, los nobles y los dirigentes. Les hablé acerca de lo que Dios ya había hecho y cómo el rey Artajerjes me ayudó. Cuando terminé mi discurso ellos contestaron: “¡Comencemos a edificar!”. Y así lo hicieron. Se pusieron ropa de trabajo, buscaron sus herramientas y empezaron la obra de reconstrucción ¡ese mismo día!
Por supuesto que Sambalat, Tobías y su nuevo secuaz en el crimen, Gesem el árabe, se enteraron de nuestros planes. Intentaron acusarme de traición (desconocen mi estrecha relación con el rey Artajerjes). Hice lo posible por ignorarlos. No hay forma como, estos individuos no judíos, puedan detenerme. Dios nos dará el éxito y ellos no participarán de él.

 

LECCIONES DE INTERMEDIARIOS
📖 L1 L2 L3 L4 L5 L6
L7 L8 L9 L10 L11 L12 L13

 

Dios les bendiga!!!

Share

Post A Comment:

0 comments:

Escribe tu comentario.